Ucronías
Mientras que la utopía pretende mostrar lo mejor que podría sucederle a una sociedad, la distopía es lo peor que puede llegar a esperarse de ella. En cambio, una ucronía especula acerca de un hecho, coyuntura o circunstancia histórica que inevitablemente producirá una utopía o una distopía.
A modo de ejemplo, una utopía se presentaría si Chile hubiera perdido la Guerra del Pacífico: el Perú mantendría Arica y Tarapacá y habría anexado a su territorio la III región de Atacama. Una distopía se presentaría si Chile, no respetando el fallo de La Haya, logre en una guerra de sólo 3 días de duración, derrotar al Perú convirtiendo Arequipa, Moquegua y Tacna en una Región más de su territorio (posiblemente la XIII o XIV), para poner un poco más feas las cosas, Bolivia deja de ser un país mediterráneo a través de su apoyo a los chilenos y logra su ansiada salida al mar estableciéndo su frontera (por concesión de Chile) un póquito más al sur de Nazca.
La ucronía en este caso se centraría en la siguiente cuestión: ¿Qué habría pasado si los peruanos hubieran sido apoyados por el imperio británico en lugar de los franceses, y la confederación Perú-Boliviana se hubiera fortalecido? Ello, igual, nos llevará a una utopía o a una distopía, pues dependerá mucho del punto de vista de la persona ubicada en su realidad. El hecho es que con estos conceptos se transtorna radicalmente el presente en el que vivimos. La ucronía también es denominada “historia contrafactual”, “historia alterna”, “historia virtual”.
Para conocer algo más de estos fenómenos mentales puedes leer: “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley, “The Giver” de Lois Lowry; o ver cintas de ciencia ficción ambientadas en un futuro cercano, que utilizan una ambientación distópica en que el mundo se encuentra coercitivamente dominado por las grandes transnacionales capitalistas con altos grados de desarrollo, sofisticación tecnológica y carácter represivo.
Se recomienda leer: http://blog.loretahur.net/2012/07/futuros-distopicos-o-mas-bien-presentes.html