Como si no estuvieran ahí. Congresistas fujimoristas y humalistas obviaron la presencia de los mandatarios de otros Estados e invitados a la juramentación del cargo de Presidente de la República y protagonizaron un bochornoso intercambio de expresiones dando un pésimo ejemplo de falta de protocolo y respeto.
Por un lado, tanto el presidente Ollanta Humala, como los vicepresidentes Omar Chehade y Marisol Espinoza juramentaron por la Constitución Política de 1979, la cual no se encuentra vigente. Acto seguido los congresistas humalistas soltaron arengas por la lucha contra la corrupción, lo cual no está mal, pero no era el momento ni el lugar para hacerlo.
Por su parte, los congresistas fujimoristas reclamaron que la juramentación sea por la vigente Contitución Política de 1993. Ellos respondieron a la provocación humalista con arengas a la democracia. Asimismo, mientras Ollanta Humala se dirigía a la nación, la congresista Martha Chávez se reclamaba dirigiéndose al nuevo presidente.
Considero que por más simbólico que sea, quienes juramentan no pueden hacer o decir lo que quieran en este acto solemne frente a la nación y los invitados de honor. La Constitución vigente es la de 1993 y por el hecho que no es del agrado de la persona que juramenta, ésta no puede obviarla frente a los peruanos porque pomposamente se considere “el paladín de la lucha anticorrupción” y reniege de la constitución que se generó en el gobierno de una persona que él considera corrupta. Deberían tener en cuenta que con estas acciones han demostrado el bajo nivel de consideración que tienen por el país y los ciudadanos que votaron por ellos.
Este ha sido el vergonzoso acto de juramentación del 28 de julio de 2011, en el cual, la bancada humalista mas parecía una portatil y los fujimoristas unos pregoneros de la calle. Y ni hablar de los vicepresidentes. Por último, el nuevo presidente olvidó dar la bienvenida a los presidentes invitados antes del inicio de un discurso que obviamente convenció sólo a sus votantes.
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