Es obvio y justo que si una persona crea/inventa algo deba recibir un reconocimiento no sólo nominal (paternidad) sino también económico por el tiempo y esfuerzo realizados además de otros recursos invertidos. Ese esfuerzo individual puede ser trasladado a una empresa que invierte en creaciones, inventos, temas musicales, entretenimiento, medicinas y tecnología en general. Por un lado, están quienes consideran que debe respetarse ese derecho de manera rígida; mientras que por el otro, están los que propugnan la libertad del ser humano y su derecho al desarrollo a través del uso de estas nuevas tecnologías, creaciones o invenciones ligadas al saber humano. El problema reside en la incertidumbre o zona gris en la que se encuentran quienes se benefician con la propiedad intelectual ajena bajo la apariencia de ser consumidores finales o particulares. Otro problema relacionado al anterior es también la manera en cómo se ha desarrollado el almacenamiento y la distribución de la información. Creo que imponer prohibiciones y controles tan rígidos no es la vía adecuada, eso no funciona porque acaba crando nuevas vías de evasión de la (rígida) Ley, por lo que el tema dependerá mucho del consenso al que lleguen las partes involucradas en este delicado tema.
Noticia: Las dudas de Europa frente al tratado antipiratería
Tres comités clave de la Unión Europea votaron este jueves en contra del controvertido Acuerdo Comercial Anti-Piratería (ACTA), asestando un duro golpe a sus ya débiles, pero no nulas, probabilidades de aprobarse en Europa.
Este tratado internacional pretende combatir la violación de derechos de propiedad intelectual en distintos ámbitos como el de los elementos físicos y los productos farmacéuticos, pero también en internet.
Es este último aspecto de la ley es el que ha generado más voces detractoras, principalmente por parte de activistas que consideran que tales medidas podrían poner en peligro la libertad en la red.
El tratado
El ACTA, que contiene aspectos muy similares a las leyes anti-piratería SOPA y PIPA que intentaron aprobarse sin éxito en Estados Unidos, sugiere establecer unos estándares internacionales contra la violación de derechos de autor, que incluirían multas y penas de prisión para los responsables.
La votación de los comités del jueves tenía como fin evaluar la legalidad de una ley semejante. Sin embargo, el comité de Asuntos Legales, el de Libertades civiles y el de Investigación y Energía decidieron rechazarla.
El “no” de los comités europeos no supone un jaque mate para el Acta, pero tendría un peso importante en el voto final que llevará a cabo el Parlamento Europeo el próximo mes de julio. En caso de votarse afirmativamente, todavía necesitaría la aprobación unánime de todos los países miembros para convertirse en una ley europea.
Si se rechaza, supondría la sentencia de muerte definitiva para el Acta.
¿Aprobación unánime?
El Acta pasará ahora a manos del Comité de Comercio Internacional (Inta), que el 21 de junio deberá hacer una recomendación formal al Parlamento Europeo previamente a su voto en julio.
Pero el mismo relator designado para el caso en el Inta, David Martin, se ha manifestado abiertamente en contra del tratado “Los beneficios de este acuerdo internacional son superados por las potenciales amenazas a las libertades civiles”, dijo Martin.
Y si en el flanco parlamentario las cosas pintan algo débiles para el ACTA, en lo que respecta a la ratificación unánime de todos los países miembros la situación es todavía más incierta.
Precisamente esta semana Holanda aprobó tres resoluciones rechazando la aprobación del ACTA y de cualquier tratado similar.
El balance queda entonces en cinco países europeos en contra (Alemania, Chipre, Holanda, Estonia y Eslovaquia), respecto a los 22 países restantes que ya dieron su aprobación al tratado, aunque no lo hayan ratificado aún.
Sin embargo, un dato crucial es que aunque naciones como Alemania se han pronunciado en contra del tratado, lo cierto es que no se han retirado formalmente, por lo que si el Parlamento Europeo la aprueba, se dará inicio a un proceso para convencer a los países con dudas.
Protestas
El tratado ha despertado resquemores en países de todo el mundo desde que su borrador inicial se filtrara a través de Wikileaks en 2008.
Activistas en defensa de los derechos humanos criticaron que se llevaran supuestas negociaciones en secreto y miles de personas se han manifestado objetando la medida.
Pero sus defensores afirman que no afectará a normativas existentes, y proporcionará protección a los creadores de contenidos que, según dicen, deben enfrentar crecientes niveles de piratería en internet.
Aún así, los intentos por aprobarla no dejan de tropezar: En febrero, la comisión europea refirió el asunto a la Corte Europea de Justicia para que decidiera si el Acta respeta las leyes en defensa de los derechos humanos.
Se pensó que este proceso iba a retrasar la ratificación pero los miembros del Inta votaron seguir adelante con el calendario establecido.
No obstante, algunos países europeos empezaron a distanciarse del tratado, como pasó con Alemania y Polonia, donde tuvieron lugar extensas manifestaciones en contra.
El debate del Acta también tiene lugar fuera de Europa. Aunque Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y Corea del Sur ya han dado su apoyo, todavía queda una gran cantidad de países indecisos, México entre ellos.
Fuente: BBC Leer más