La descomunal deuda griega

Por Braulio Moro

El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se reúne con los ministros de finanzas de la zona euro este miércoles 11 de febrero y veinticuatro horas después con el Consejo Europeo, a fin de obtener un acuerdo que permita al país superar la crisis y a su gobierno respetar su compromiso de acabar con la austeridad, o como el propio Tsipras ha dicho, de “honrar todas las promesas de campaña”.

¿Cómo fue que Grecia llegó a esta situación y cuáles fueron los errores de evaluación? Estas son preguntas que pueden ayudar a comprender el por qué de las propuestas del gobierno de Syriza y cuál es su margen de maniobra en la situación actual.

Recordemos que la crisis griega estalló en 2009, que en 2010 se creó la llamada Troika, integrada por representantes del Banco Central Europeo, la Unión Europea y el FMI, y que en ese entonces se concedió al país un primer préstamo de ciento diez mil millones de euros. Dada la gravedad de la crisis y los intereses en juego del sector financiero europeo, un segundo paquete, de ciento treinta mil millones, fue acordado en 2012.

Los llamados programas de ayuda económica a Grecia fueron otorgados a cambio del compromiso de los gobiernos de turno de aplicar diversas reformas estructurales, que incluían, entre otros elementos, una drástica reducción del gasto del Estado, la reducción del número de empleos públicos y de los salarios, así como un programa de privatizaciones; todo con el fin, como se dijo entonces, de reducir el déficit público.

Costis Damianakis, analista político de la Universidad de Creta, estima que las privatizaciones no han sido de ninguna utilidad para la población.

Sobre este punto conviene recordar que Tsipras se comprometió durante su campaña electoral a proveer gratuitamente de electricidad a las trescientas mil familias que hoy no pueden pagar ese servicio. Asímismo, que hoy en día el riesgo de pobreza o de exclusión social afecta a casi 35% de la población. ¿Qué falló? ¿Por qué el diagnóstico de la situación y la receta para subsanar los problemas no funcionaron?

Seis años consecutivos de crisis y ajustes sin precedentes han desangrado la economía. Las cifras de Eurostat, la agencia europea de estadísticas, muestran que el PIB griego se contrajo en un 25%, que las inversiones cayeron en un 59%, que la demanda interna se redujo un 34 % y que el consumo familiar disminuyó en un 27 %; el porcentaje de la población desempleada es también de 27 %.

El gobierno del primer ministro Alexis Tsipras propone una renegociación de la deuda del país, actualmente de más de trescientos veinte mil millones de euros, lo que equivale a 175% del PIB.

Paralelamente, un estudio de Lisa Mittendrein, de la asociación ATTAC de Austria, demuestra que de los doscientos siete mil millones de euros recibidos a través de veintitrés lineas de financiamiento por Grecia, cincuenta y ocho mil millones sirvieron para recapitalizar a los bancos griegos y ciento un millones para pagar a los acreedores del país.

Frente a esa situación, cada vez son más los especialistas que opinan que hay que anular o reducir sustancialmente parte de la deuda.

Para el Secretario General de la OCDE, José Angel Gurría, el problema no es tanto el monto de la deuda sino el crecimiento de la economía y el servcio de la deuda.

Clement de Lucía, responsable del euro para Europa del sur, del banco francés BNP Paribas, juzga por su parte que el gobierno Tsipras tiene poco margen de maniobra, entre otras razones por la situación de los bancos en Grecia.

Para Syriza y el primer ministro Alexis Tsipras, las negociaciones a venir se anuncian como unas de las más complicadas nunca antes intentada. Su fracaso abriría sin duda la puerta a la alternativa política más extremista y xenófoba del país, que en las pasadas elecciones obtuvo el tercer lugar en la votacion.

Entrevistados: Sonia Piedrafita, jefa de la Unidad de Política e Instituciones del CEPS, Centro de Estudios de Política Europea, Bruselas; Costis Damianakis, analista político de la Universidad de Creta; José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda en Colombia, catedrático de la Universidad de Columbia; José Angel Gurría, Secretario General de la OCDE; Clement de Lucía, responsable del euro para Europa del sur, del banco BNP Paribas; Jean Louis Martin, director de estudios macroeconómicos del Banco Crédit Agricole, París.

Puede escuchar el audio en: RadioFI

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Primera venta del avión de combate Rafale

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Por RFI

Francia concluyó en un tiempo récord la venta a Egipto de 24 aviones de combate del constructor Dassault, por 5.200 millones de euros. Una venta avalada en parte por París y financiada por bancos franceses. El caza de combate Rafale será exportado por primera vez, tras seis intentos de venta fallidos, por ser más caro y sofisticado que sus competidores.

El presidente francés François Hollande se congratulaba este jueves desde Bruselas del éxito de las negociaciones con Egipto. “El avión de combate Rafale concluye su primer contrato de exportación.” Tras 27 años de desarrollo de los aparatos, el gobierno francés y el fabricante de armas Dassault cerraron el primer acuerdo de exportación de los cazabombarderos. Acuerdo concluido en un tiempo récord, en apenas seis meses de negociaciones con el gobierno egipcio.

La venta incluirá 24 aviones de combate Rafale, armados con misiles aire-aire, y una fragata multimisiones FREMM, por 5.200 millones de euros. Como señalaba François Hollande, es el primer éxito del Rafale en el extranjero. Avión de combate del ejército francés desde 2006, ha sido empleado en operaciones militares en Libia, Mali, Irak o Afganistán. Sin embargo, todas las negociaciones de venta habían fracasado: hasta seis ocasiones el Rafale había sido vencido por sus competidores, en particular el F-16 estadounidense. Los Países Bajos, Corea del Sur, Singapur, Arabia Saudita, Marruecos y Suiza dieron uno tras otro la espalda al cazabombardero francés.

Rafale, un aparato caro y demasiado sofisticado

Seis fracasos en espacio de 15 años que habían dado al avión la fama de ser imposible de vender, por ser demasiado sofisticado y caro, en comparación con aparatos similares disponibles en el mercado. París habría hecho “una serie de esfuerzos” en la financiación de este contrato, en palabras de François Hollande. “Varias veces, estos contratos nos han escapado en los últimos diez años porque no había voluntad de financiar para concluir.” Francia se convierte así en avalista de la mitad de los 5.200 millones de euros. Egipto negociará ahora un préstamo con un grupo de bancos franceses, entre los que se encontrarían Crédit Agricole, BNP Paribas y Société Générale.

Esta primera venta del Rafale permite a su constructor Dassault mantener la producción del aparato en Francia. El ministerio de Defensa francés respira también aliviado, ya que su presupuesto se apoyaba, en parte, sobre la exportación de su avión estrella. Jean-Yves Le Drian se desplazará en persona a El Cairo este próximo 16 de febrero para firmar los contratos de venta con el presidente egipcio, el mariscal retirado Abdel Fatah Al-Sisi.

Para el Rafale, este contrato puede suponer el despegue de sus ventas. La dirección de Dassault apuntaba ya este jueves que varios frentes de negociación para la venta son abiertos. El más importante está en India, donde se macera desde el 2012 el “contrato del siglo”: 126 aviones, 108 de los cuales serían fabricados bajo licencia en la propia India. En Oriente Medio se encontrarían otros países interesados en el cazabombardero, según Eric Trappier, patrón de Dassault. Francia y los Emiratos Árabes Unidos negocian desde 2008 la venta de 36 rafales, y Malasia podría estar interesada en adquirir 16 aparatos.

En: RadioFI

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