¿Le sacaron la lengua al Poder Judicial?
Causa preocupación la actual situación del Estado de Derecho en el Perú si tomamos en cuenta los últimos sucesos acaecidos en Lima con el dirigente Aymara Walter Aduviri y su refugio en el local de Panamericana TV. Cientos de aymaras estuvieron fuera de las instalaciones del canal de TV por más de 34 horas. Aduviri se había negado a abandonar dicho local para acudir ante la justicia, que lo requería para responder por los hechos de violencia registrados el pasado 26 de mayo en la ciudad de Puno, en el marco de la huelga indefinida que iniciaron el 9 de mayo los pobladores de la zona sur de la región para eliminar todo “peligro” de inversión minera en la zona.
Considero que esta situación crea un mal precedente para próximas situaciones parecidas. La violencia será gratuita, se bloquearán carreteras, se cometerán delitos comunes, se saquearán y quemarán instituciones públicas y entidades privadas en nombre de una “manifestación” o reclamo público. Una manifestación pública requiere necesariamente una coordinación previa, un permiso legal. Creo que estos manifestantes deberían ser procesados como cualquier persona que comete un delito contra el patrimonio (lo evidencian los videos donde se ve como queman locales, se llevan artefactos eléctricos, queman documentos estatales, etc). Considero que la jueza María Morales Segura, del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia de Puno, dictó el mandato de detención contra Ayuviri cumpliendo casi todos los requisitos que la ley establece. Sin embargo, el Poder Judicial y la policía tuvieron que ceder ante la presencia de dos congresistas que fungieron de escudos del dirigente Aymará. Como consecuencia de ello, se revocó la orden de captura por comparecencia a favor de Aduviri.
Ahora, bajo el rótulo de “problema social” se da pase libre a la comisión de delitos comunes (delitos contra la seguridad pública, asesinatos como sucedió en Bagua) mezclados con interferencia política y vivas por la autonomía. En este caso, creo que le sacaron la lengua y se burlaron del Poder Judicial.