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02/06/11: Entendiendo qué es un modelo económico o de desarrollo

MODELO ECONÓMICO Y DESARROLLO HUMANO

Efraín Gonzales de Olarte

El modelo económico que adopta un país es una combinación de dos aspectos: 1. Qué sectores productivos lideran el crecimiento y la integración socio-económica. 2. Qué combinación de estado con mercado se escoge. En consecuencia, el modelo es una mezcla de estructura económica con un esquema institucional, que al interactuar de manera adecuada puede generar crecimiento y desarrollo, y si la combinación no es buena genera subdesarrollo y crisis social. Por ello, la construcción de un modelo que genere desarrollo es una tarea delicada y una gran responsabilidad tanto para el gobernante, para el sector privado como para la sociedad civil.

Pero lo más importante es qué se entiende por desarrollo, que a menudo se confunde por incremento del producto o del ingreso por persona, definición que deja de lado las desigualdades y reduce el problema del desarrollo a los bajos ingresos es decir a la pobreza. El verdadero desarrollo es aquel que mejora las capacidades de las personas, les da acceso a oportunidades para realizar sus proyectos y les permite vivir en libertad. Este es el desarrollo humano.

Obviamente, el modelo económico debería ser el medio para lograr estos fines, por ello que en la parte productiva debe generar no sólo más producción e ingresos, sino oportunidades de empleo, de trabajo, de hacer empresa, de crear e innovar y en la parte institucional debe asegurar la mejor combinación entre lo que hace el mercado y lo que debe hacer el estado.

A menudo se habla de modelo tomando en cuenta una sola de sus partes o modelo primario-exportador o modelo industrial, o privatista pro mercado o estatista. Cuando tomamos en cuenta los dos componentes la pregunta central es ¿Qué combinación mercado-estado es capaz de generar el máximo de producción, ingresos, empleo y oportunidades para todos? La respuesta a esta pregunta nos dirá de qué manera se generará o no desarrollo humano en un país o en una región.

La siguiente pregunta es: ¿de qué depende entonces la combinación mercado-estado? En parte depende de cuanta productividad y cuanta equidad generan los sectores productivos, a mayor desigualdad la necesidad de un estado igualador de oportunidades es incuestionable. Pero también hay determinantes políticos e históricos del tamaño y funciones del Estado. En los países con democracias duraderas y estables el estado tiende a ser mediano, sino grande, así los impuestos cobrados para financiar el estado nunca bajan de 25% del producto nacional, los países europeos tienen incluso ratios por encima del 40% y, sin embargo, tienen sectores privados muy competitivos.

En el Perú podríamos definir el modelo económico como primario-exportador y de servicios, pues son estos sectores los más dinámicos para crear riqueza, generar ingresos, empleo y oportunidades. Sin embargo, este modelo por ausencia de un sector industrial integrado internamente (el sector industrial actual funciona integrado al exterior pues importa la mayor parte de sus insumos, tecnología y maquinarias) genera desigualdad de manera estructural, parte de la cual se refleja en altos niveles de pobreza. Frente a esta desigualdad es obvio que el Estado peruano debería convertirse en el igualador de oportunidades, ingresos y bienestar, pero no lo puede hacer por tres razones: 1. El Estado es chico desde el punto de vista fiscal, pues en su conjunto (gobierno centra, gobiernos regionales y locales) sólo logra cobrar entre 16 y 17% del producto nacional con lo cual no alcanza para resolver la desigualdad estructural de largo plazo. 2. El estado es débil, es decir, que pese a tener recursos fiscales no es capaz de gastar con eficacia tanto para mejorar el bienestar de las personas como para mejorar la infraestructura para la producción, porque su organización ya no corresponde a los problemas actuales, no tiene el personal calificado adecuado, no tiene carrera pública y, además, está infestado de corrupción. 3. El estado no es un promotor del crecimiento de aquellos sectores donde se generarían mayores oportunidades de empleo, de creación de empresas, de innovación. Ha abdicado de una labor crucial en países pequeños y no industriales como el Perú, que es la de promover aquellos sectores de transformación industrial y de incorporación de valor agregado.

Por estas razones, es necesario ajustes en el modelo económico del Perú no para cambiarlo drásticamente sino para hacerlo evolucionar hacia un modelo exportador, industrial y de servicios, requerimos de una integración de todos los sectores y regiones para generar más producción, ingreso y oportunidades. Pero requerimos también un estado que pueda cobrar más de 20% del producto como impuestos, pero que con estos recursos sea capaz de hacer su rol plenamente. Por ello es necesaria una reforma del estado, para que funcione mejor la economía. Un modelo corregido estoy seguro que promovería el desarrollo humano.

Lima, mayo 2011

Publicado en PUNTO EDU PUCP. Lima Leer más »

02/06/11: EL PROBLEMA DEL DIA SIGUIENTE

MÁS ALLÁ DE LOS PLANES DE GOBIERNO

Efraín Gonzales de Olarte

“Estamos al borde del ataque de nervios, no sólo porque los candidatos dan miedo, cada uno a la otra mitad del país, sino porque el debate se ha concentrado sobre los planes de gobierno, en lugar de incorporar propuestas y actitudes hacia la concertación, una vez que uno de ellos llegue al gobierno. La concertación es crucial para generar gobernabilidad en un país tan polarizado”

En la experiencia de América Latina el ganador de las elecciones suele utilizar el plan de gobierno de su adversario perdedor, sobre todo en situaciones con extrema polarización electoral. La idea es que el ganador requiere de alianzas, sobre todo en el Congreso, para poder gobernar y esto significa dar concesiones en las políticas económicas e, incluso, invitar a miembros de la oposición como ministros. Por ello, discutir sobre los planes de los candidatos es casi una pérdida de tiempo, lo que importa es con qué apoyo político se cuenta para gobernar una vez terminadas las elecciones.

Este es, creo, el problema esencial de estas elecciones tan tensas como adjetivas. ¿Cómo logrará, el que gane: una mayoría en el Congreso, un apoyo de los medios de comunicación y, por lo menos, una actitud tolerante de los poderes factuales (empresarios y militares)? En anteriores ocasiones hubiera incluido la opinión de los organismos de Washington, pero hoy no es necesario porque han dejado de tener la importancia que tenían.

Por esto, tan relevante, como que ambos candidatos hayan firmado su adhesión al Acuerdo Nacional, es que el ganador pueda construir una mayoría en el Congreso, logre la des-polarización de los medios, pueda concertar con el empresariado políticas para seguir creciendo y, sobre todo políticas para redistribuir y, finalmente, asegurarse que los militares no se sientan tentados a intervenir nuevamente en la vida política.

Habría que preocuparse, desde ahora, de cómo lograr una concertación bajo la presión de la polarización. Para ello, es importante construir puentes y acuerdos entre movimientos y partidos políticos en el Congreso, entre los medios de comunicación, los empresarios y el nuevo gobierno y asegurarse que los militares cumplan con su rol definido por la Constitución. Si esto se logra es muy probable que podríamos aspirar a cierta estabilidad económica y política.

Artículo publicado en el Suplemento D1 del diario EL Comercio, del 30 de mayo del 2011 Leer más »

26/04/11: EL PENDULO PERUANO PUEDE MOVERSE

EL PENDULO PUEDE MOVERSE

Efraín Gonzales de Olarte

“Los resultados electorales no son sólo el efecto de la incapacidad de los liberales de ponerse de acuerdo para tener un solo candidato, sino también del modelo económico y político que no ha resuelto los problemas de desigualdad, de reforma del Estado y la institucionalidad política, por ello se plantea un cambio drástico de las políticas económicas”

En 1998 publiqué “El neoliberalismo a la peruana”. Una de las principales conclusiones del libro fue que en el Perú han habido movimientos pendulares en las políticas económicas cada veinte años desde 1930 y que si el modelo neoliberal no resolvía los problemas de desigualdad socio-económica, no reformaba el Estado y no se reconstruía un sistema político de partidos, el péndulo se movería en dirección contraria hacia el 2010. Acertamos en nuestra predicción.

¿El péndulo peruano puede moverse en esta ocasión? La respuesta es sí y lo puede hacer en dos direcciones. La primera es ir hacia políticas más intervencionistas y mayor presencia del Estado, que sería la tendencia de Ollanta Humala y la segunda es volver a las políticas del Consenso de Washington de los noventa, que ofrece Keiko Fujimori, que al no haber sido modificadas por los dos últimos gobiernos, seguirán generando crecimiento sin redistribución.

Si queremos evitar cualquiera de los dos dramas, se requiere que los dos candidatos se comprometan a no agitar el péndulo, asegurando que mantendrán la estabilidad y el crecimiento económico, baja inflación, respeto a las instituciones públicas y privadas, al orden constitucional democrático, generar más equidad y respeto de los derechos humanos. Para ello, se deberían comprometer, ante el Acuerdo Nacional y la ciudadanía, a ajustar sus planes y sus intenciones de gobierno sobre la base de estos parámetros.

Si esto no sucede, el Perú perderá la oportunidad histórica de romper con el lastre del péndulo y desaprovechará la situación única de estar en una fase crecimiento de largo plazo. Es imprescindible seguir acumulando, aunque con correcciones que lleven a mayor igualdad, a un Estado que funcione y a un sistema político estable. Esto sólo podrá funcionar sobre la base de un Acuerdo Nacional de largo plazo.

Debemos exigir concertación antes de votar.

Artículo publicado en el Suplemento D1 del diario El Comercio de Lima, el 25 de abril del 2011 Leer más »

29/03/11: DIVORCIO ENTRE ECONOMÍA Y POLITICA Y LA FRAGMENTACIÓN ELECTORAL

EL DIVORCIO ENTRE ECONOMÍA Y POLÍTICA

Efraín Gonzales de Olarte

“Pese al torbellino electoral, la actividad económica sigue con su propio ritmo, como si las decisiones de negocios se tomaran en otro país. Curiosamente, la fragmentación política que tiene el Perú parece ser la causa de la estabilidad económica en estos tiempos. ¿Esto nos debe preocupar?

En los períodos electorales se activa el llamado ciclo económico de origen político, es decir los gobiernos que quieren reelegirse tienden a incrementar el gasto público para hacer obras y atraer votantes. Esto hace que la economía tenga un crecimiento adicional por motivaciones políticas. Cuando el partido en el gobierno no se va a reelegir puede desfavorecer a las otras agrupaciones políticas, por ejemplo disminuyendo los impuestos.

En el Perú es poco posible activar la economía a través de la expansión del gasto, a menos que esté financiado, pues las normas legales no lo permiten. En consecuencia, las posibilidades de influir en los electores, a través del incremento temporal de la actividad económica, es bastante difícil. Esta es una primera causa de porqué hay un divorcio entre el ciclo político y el económico.

Pero la segunda causa de este divorcio es la fragmentación de la representación política, que se confirma cuando observamos que hay doce candidatos, cinco de los cuales tienen casi la misma intención de voto, y recibirán en su conjunto más del 90% de los votos. Los cinco movimientos o coaliciones (no hay un solo partido político que participa per se) ofrecen casi lo mismo, las diferencias están marcadas por la personalidad de cada candidato presidencial. En consecuencia, a los electores pareciera que les diera lo mismo quien fuera elegido. Esto calma los nervios de la bolsa.

Este divorcio, por fragmentación, favorece a quien quiera que sea el próximo gobierno, pues ha de tener carta blanca para hacer lo que quiera, al no tener tras de si las fiscalización de un partido, sólo la de electores dispersos y desorganizados. En consecuencia, el divorcio entre economía y política no permite forzar al Estado a tener mejores políticas para reducir las desigualdades. Esto genera un país en permanente tensión social. Por ello, son todavía importantes los partidos políticos.

Artículo publicado en el Suplemento D1 de El Comercio, el 28-04-2011 Leer más »

23/03/11: INEXPLICABLE MEDIDA

INEXPLICABLE MEDIDA

Efraín Gonzales de Olarte
“La reducción de los impuestos al consumo no tienen explicación económica razonable, el problema es saber si tiene un explicación política”

Los impuestos al consumo son regresivos, pues desfavorecen relativamente a los pobres, pues pagan el mismo porcentaje y ganan proporcionalmente menos. Por ello, una rebaja del IGV o del ISC podría ser una medida favorable a los que menos tienen. En un país con tanta desigualdad esto sería bueno.

En la práctica, con un bajo registro tributario y gran informalidad, la rebaja se la van a ganar los productores y comerciantes informales. Sólo gastarán menos los sectores formales, los que compran con tarjeta de crédito, pero los pobres que pagan al contado, probablemente no sientan en sus bolsillos los 500 soles que promete el ministro de economía.

Por el lado fiscal, la medida es a todas luces un error o un presente griego al siguiente gobierno, pues no está demostrado que la famosa curva de Laffer funcione y que la reducción del impuesto genere una mayor actividad económica y en consecuencia una mayor recaudación. Apuesto un “cebiche perfecto” a que no tendrá mejorará la recaudación, sino mas bien empeorará.

El resultado será que la presión tributaria disminuirá, haciendo más difícil alcanzar metas en políticas sociales o cualquier otra política distributiva. El Perú necesita una presión tributaria de por lo menos 20% sobre el PBI, para convertirse en un país emergente es decir uno con mayores ingresos pero también con mayor equidad.

Por otro lado, una política auténticamente redistributiva, propia de gobiernos socialdemócratas, debería reducir los impuestos indirectos y aumentar los impuestos directos. No sólo para mantener el nivel del gasto sino para tener efectos redistributivos tanto por el lado de los impuestos, como por el lado del gasto público. Este no es el caso.

Finalmente, una medida de este calibre debería haber sido planteada durante el debate presupuestal el año pasado como una de las premisas del nuevo presupuesto del 2011.

Es obvio que se trata de una medida improvisada, poco técnica y contraproducente para la equidad y la gobernabilidad. La pregunta es ¿porqué la decide el gobierno a seis meses de salir? El Dr. García tiene la palabra.

Publicado en el suplemento D1 del diario El Comercio el 28-03-2011 Leer más »

01/02/11: La paradoja de la economía y la política en el Perú

LA PARADOJA DE LA ECONOMÍA Y DE LA POLÍTICA PERUANA

Efraín Gonzales de Olarte

La política parece estar divorciada de la economía pues los logros económicos no se reflejan en la popularidad y credibilidad del gobierno. Las elecciones se llevarán a cabo bajo esta percepción.

El año 2010 la economía peruana ha cerrado con un crecimiento económico superior al 8%, una tasa inflación de 2%, una alta inversión e incluso con un moderado incremento del empleo formal, sin embargo la popularidad del gobierno es de 32%. Toda una paradoja. Cómo explicar que pese a los consistentes esfuerzos del Presidente García por ser políticamente correcto en materia económica, es decir comportarse como un neoliberal aún siendo de raigambre populista, la apreciación de la población no le dé el apoyo y reconocimiento que esperaba.

En mi criterio las claves de la impopularidad pasan por la persistencia de la desigualdad y por la imagen de corrupción que ha proyectado el gobierno.

El crecimiento sin equidad es una fórmula impopular cuando transcurren varios años y los sectores modernos y ricos reciben más frutos del crecimiento que los sectores tradicionales y pobres. La sensación de desigualdad de oportunidades, no corregidas por las políticas redistributivas del estado, genera sentimientos de frustración y de exclusión. Ha faltado una estrategia para corregir el modelo de crecimiento para que éste genere de manera endógena más igualdad, por ejemplo a través de una mayor promoción del empleo, han faltado recursos estatales para corregir la desigualdad estructural existente y hasta cierto punto la calidad del gasto público sociales no ha contribuido a disminuir desigualdades.

La corrupción es un fenómeno que beneficia intereses privados con recursos públicos de manera ilegal y apañada. Si el gobierno de turno no genera un sistema de supervisión eficaz y un fuerte liderazgo ético para combatir cualquier intento de corrupción, el resultado será perverso. Lamentablemente, este ha sido el caso del actual gobierno que no ha logrado frenar los distintos focos de corrupción, y paradójicamente el crecimiento y la abundancia fiscal han contribuido a este propósito. De ahí su baja popularidad.

Hoy, los partidos y movimientos electorales han sintonizado este problema y prometen mayor equidad y menor corrupción. Ojala cumplan si llegan a gobernar.

* Publicado en el Suplemento D1 del Diario El Comercio, el 31-01-2011 Leer más »

01/02/11: ELECCIONES CON CRECIMIENTO Y DESIGUALDAD EN EL PERÚ

ELECCIONES CON CRECIMIENTO Y DESIGUALDAD EN EL PERÚ

Efraín Gonzales de Olarte

En el año 2010, la economía peruana ha crecido en más de 8%, la pobreza ha retrocedido a menos del 35%, la inflación ha sido de 2%, la inversión ha seguido creciendo, tanto la privada como la pública, sin embargo la popularidad del Gobierno de Alan García es apenas de 32%. Gran performance económica con baja popularidad del gobierno es la paradoja peruana actual, y para hacer aún más interesante el problema, es dentro de este contexto que se llevarán a cabo las elecciones en las cuales se elegirá al sucesor de García.

En el decenio anterior, la conexión entre evolución económica y popularidad política se reflejaba en la tasa de inflación, es decir que se establecía una relación inversa con la tasa de inflación. Esto ya no es aplicable hoy al caso peruano, donde la inflación hace años que es baja y pese a ello los últimos dos gobiernos no han sido muy populares. Tampoco la tasa de crecimiento de la economía favorece a la popularidad del gobierno, ni menos el clima de dinamismo y optimismo económico que se respira en el Perú, en consecuencia es necesario buscar la explicación por otro lado y creemos que la baja popularidad está muy ligada a que las desigualdades sociales y económicas no han disminuido, es decir, al parecer no hay oportunidades iguales en todos los sectores sociales, ni en todas las regiones, lo que se refleja en no pocos conflictos.

Por alguna razón, el crecimiento no llega a todos en la misma proporción. Todo lo contrario los sectores más modernos se benefician más que los tradicionales, lo que alimenta la sensación de crecimiento con desigualdad como una característica estructural. Una causa es ciertamente el modelo primario-exportador y de servicios que impera en el Perú, el cual no genera el empleo que se requiere para reducir las desigualdades, por las tecnologías intensivas en capital y por el lado de los servicios los transables tienen un efecto multiplicador de empleo limitado. Es pues un modelo que no ayuda a generar más empleo “decente” es decir, empleo formal, bien remunerado y con buenas condiciones laborales. Otra razón, es que las políticas redistributivas del Estado no conmueven la desigualdad, primero porque los recursos del Estado son limitados al no superar el 15% del PBI como presión tributaria, segundo porque la calidad del gasto social no ha sido lo óptima que se requiere para asignar eficientemente el gasto público y disminuir desigualdades. Una tercera razón es que los mercados no están suficientemente desarrollados e integrados, de tal manera que no son capaces de difundir el crecimiento de los sectores dinámicos.

Modelo de crecimiento, estado pequeño con recursos insuficientes y políticas públicas (sectoriales y sociales) con metas limitadas explicarían el crecimiento con desigualdad lo que se traduce en el descontento de la población y la baja popularidad del gobierno.

Es dentro de este contexto que se está dando el proceso electoral, que será corto pues se acaban de inscribir las candidaturas presidenciales, la próxima semana se deberán inscribir las listas para el congreso y las elecciones son la primera semana de abril.
Un aspecto particular de estas elecciones es que los partidos políticos tradicionales se han achicado a expresiones mínimas, sobre todo el partido de gobierno el APRA y la derecha tradicional representada por el Partido Popular Cristiano, que no han logrado inscribir candidatos propios a la presidencia. A parte de ellos, Perú Posible el movimiento liderado por el ex Presidente Alejandro Toledo, Solidaridad Nacional liderado por el saliente Alcalde de Lima Luis Castañeda, Fuerza 2011 liderado por la hija del ex presidente Alberto Fujimori (hoy en prisión, con una condena de 25 años) y el Partido Nacionalista del Ex Comandante del Ejercito Peruano Ollanta Humala están en carrera y entre los cinco concentran el 80% de la intención de voto, es decir de una de estas cuatro agrupaciones saldrá el nuevo gobierno.

Obviamente, las promesas electorales más importantes son la generación de más empleo decente o digno, una mayor reducción de la pobreza, mejor educación y salud como medios de mejora de la distribución de ingresos. Me parece que hay consciencia de que el Perú no será gobernable si no se hace algo para disminuir las desigualdades.

Al mismo tiempo, dada la amplitud del crecimiento, el Perú debe pasar a un nuevo modelo de crecimiento, para lo cual requiere de una redefinición de las políticas públicas, que incluyan la promoción de la inversión en ciertos sectores y regiones, políticas de ciencia y tecnología para superar el carácter primario-exportador y un monitoreo del proceso de descentralización para mejorar la calidad de la inversión y del gasto público. Estos temas deberían hacer parte de la estrategia para reducir las causas estructurales del crecimiento con desigualdad. Sin embargo, todos los candidatos separan sus propuestas para mantener el crecimiento de sus propuestas para reducir la desigualdad. Esto es un problema.

Lima, 26 de enero 2011

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01/02/11: PERVERSIÓN DE LA POLÍTICA: La microeconomía de las elecciones y de la participación política

PERVERSIÓN DE LA POLITICA: La microeconomía de las elecciones y de la participación política

Efraín Gonzales de Olarte

La casi inexistencia de partidos políticos en el Perú está promoviendo la perversión de la política, al trastocar algunas de las motivaciones de los candidatos que participan en las elecciones. Para entender este fenómeno es preciso un análisis microeconómico antes que uno de ciencia política.¡

Juro por Dios y por la plata! es la frase que sintetiza las motivaciones de una buena parte de candidatos que quieren llegar a los distintos niveles de gobierno y al Congreso. Hoy, la participación política pareciera que se hace sobre un cálculo económico antes que sobre motivaciones cívicas o políticas, en una suerte de mercado político que se abre en cada proceso electoral.

Por el lado de la oferta, se conforman movimientos, o los propios partidos establecidos, que ofrecen incorporar candidatos en las listas para el gobierno local, regional, central o para el congreso a cambio de un pago. El reciente testimonio de un potencial candidato al que le querían cobrar 200mil dólares para darle el quinto lugar en la lista para el congreso ilustra esta situación y en las elecciones municipales hay cientos de ejemplos.

Por el lado de la demanda, el cálculo se hace en función de la “tasa de retorno” que se obtendría si se invierte una cierta cantidad de dinero para ser incorporado como candidato y para la campaña electoral. En consecuencia, el objetivo de participar en política se convierte en un negocio, en el cual para asegurar el beneficio esperado una vez electo, hay altas probabilidades de utilizar medios corruptos o ilegales para alcanzarlo.

En esta perspectiva, no importa si uno es de centro, derecha o izquierda, lo importante es pensar que la política puede ser un negocio rentable. Esto no sólo devalúa la política sino que la hace perversa, peor aún, da bases para que la corrupción se institucionalice.

Razones de peso para abogar por una ley de partidos que reduzca al mínimo estas perversiones. Para abogar por una cruzada ética. Además, es necesario que los ciudadanos tengamos mucho cuidado al elegir por quienes votamos tanto en las elecciones generales, como en las regionales y locales.

Adiós Ciencia Política, bienvenida la Micro Economía Política.

+ Publicado en el Suplemento de El Comercio D1, el 24-01-2011 Leer más »

07/12/10: El cebiche perfecto

EL CEBICHE PERFECTO
Efraín Gonzales de Olarte


El cebiche perfecto de Gastón Acurio no es sólo un plato de nuestra ya famosa cocina peruana, es sobre todo una propuesta de desarrollo humano y sostenible. Si su propuesta pudiera extrapolarse a otros ámbitos productivos, los peruanos podríamos dar un salto a otra dimensión del desarrollo

La búsqueda del “cebiche perfecto” a lo largo de la costa peruana es en parte una aventura culinaria para descubrir o redescubrir sabores e ingredientes, guiada por el sentido del gusto. Pero la parte más interesente e importante, desde mi punto de vista, es aquella de buscar el cebiche socialmente perfecto y sostenible, guiado por la ética del desarrollo. En efecto, cuando Gastón estuvo en la Universidad Católica el pasado noviembre, nos explicó que lo más importante era buscar qué cebiche beneficiaba de manera equitativa a todos aquellos que intervienen en su elaboración. Es decir, si los pescadores y los agricultores productores de la cebolla, el limón, el ají, la papa o el camote reciben un precio justo, el transportista y el comerciante tienen una ganancia adecuada, el cocinero que lo prepara y el mozo que lo sirve reciben una remuneración decente, y si además la pesca o la producción de estos ingredientes no dañaba el medio ambiente, estaríamos probablemente frente al cebiche perfecto. Tendría sabor a desarrollo.

Por ello, creo que Gastón más que un Chef es un promotor del desarrollo, a partir de lo que sabe hacer y esto es notable, pues finalmente si lo que se produce no sirve para que todos los que participan estén mejor , entonces no progresaremos y seguiremos sólo reconociendo el buen sabor sin importar cuanto esfuerzo cuánta equidad hay detrás. Los sentidos seguirán tapando a la razón y a la ética.

Creo que el desafío es extender el mismo razonamiento a todos los productos y buscar el pan perfecto, el oro perfecto, el gas perfecto, la electricidad perfecta, el transporte perfecto, etc. Esto cambiaría drásticamente la ideología del desarrollo, hoy reducida a una competitividad a veces desenfrenada, donde lo importante es producir para ganar mercados sin tomar en cuenta si la mayor productividad está siendo repartida de manera equitativa y si no está afectando el medio ambiente.

Nuestro crecimiento con desigualdad creo que se explica porque nuestros productos son casi todos imperfectos. Gastón nos desafía a cambiar esta situación.

Publicado en el Suplemento D1 del Diario El Comercio, del 6 de diciembre 2010 Leer más »

18/10/10: RENOVEMOS LOS FACTORES DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO

RENOVEMOS LOS FACTORES DEL CRECIMIENTO

Efraín Gonzales de Olarte

La economía peruana sigue creciendo sobre la base del dinamismo de sectores primarios, construcción y servicios. Para que la historia cambie es imprescindible que las fuentes de crecimiento cambien progresivamente hacia la innovación, la investigación y la incorporación de nuevas tecnologías.

El modelo primario-exportador y de servicios (PESER) que caracteriza a la economía peruana y que es la fuente de su crecimiento no asegura un desarrollo estable y sostenible en el largo plazo. Las fluctuaciones de los precios de los minerales, del petróleo y de los productos agrícolas han constituido históricamente las causas de subidas y bajadas, a veces bruscas, de la producción y el empleo. Por el momento, el Perú se favorece de precios altos de sus exportaciones y si no se toman precauciones, en la próxima crisis externa fuerte, lo ganado se puede perder rápidamente, como ha sido la experiencia peruana de la segunda mitad del siglo XX, cuyo balance fue que en 50 años la economía creció a menos de 1% al año en promedio. Aún estamos a tiempo para cambiar la historia.

Es necesario dar un salto en busca de otros factores de desarrollo más estables y estos son, que duda cabe, ciencia aplicada e innovación para el desarrollo humano. El conocimiento de las potencialidades materiales que tiene el Perú, la invención de nuevos bienes y servicios, la investigación tecnológica y cultural aplicada a resultados concretos, la adaptación de tecnologías existentes a diferentes escalas de producción, para que productores de distinto tamaño puedan acceder a ellas, son algunos de los factores de desarrollo que se basan en dos elementos: gente calificada y conocimiento. Estos son los factores que han permitido a muchos países tener un crecimiento acelerado con mayor equidad y empleo, con menos fluctuaciones económicas y con menos dependencia de sucesos exógenos, dando mejores condiciones al desarrollo humano.

Para que esto suceda, es necesario promover a las universidades públicas y privadas serias para que utilicen sus mejores profesores e investigadores en la generación una ola de innovación tecnológica, productiva y cultural, con dos propósitos: generar nuevas fuentes de riqueza e inversión y formar una nueva generación de profesionales y académicos innovadores. Aquí hace falta una política concertada entre el Estado y el sector privado para establecer objetivos concretos y poner medios financieros para tal fin, con la única norma de que la innovación debe generar un retorno económico positivo para el país.

Publicado en el suplemento D1 de El Comercio, del 11 de octubre 2010
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