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15/08/19: CRISIS POLÍTICA Y CICLO ECONOMICO: El divorcio entre economía y política

¿ES VERDAD QUE LA CRISIS POLÍTICA VA A LLEVAR A UNA RECESIÓN ECONÓMICA?
Efraín Gonzales de Olarte
Pontificia Universidad Católica del Perú

La respuesta es no. Quienes sostienen que la crisis política provocada por el enfrentamiento entre el ejecutivo y el congreso ha de generar una recesión económica, están equivocados, no conocen cómo ha estado funcionando la economía y la política peruana en los últimos 20 años.
Uno de los resultados del denominado ajuste neoliberal llevado a cabo en los años noventa del siglo pasado ha sido que la macroeconomía se ha divorciado de la política, entre otras razones porque la inflación se ha mantenido baja, el déficit fiscal controlado y el BCRP no financia al gobierno. Es decir, que fenómenos políticos importantes, por ejemplo, un cambio de gabinete ministerial o una atomización del congreso no afectan las tendencias económicas, pues éstas dependen de otros factores.

Expliquemos. Por un lado, la economía peruana depende en mucho de los precios internacionales de los minerales que afectan las exportaciones y de los precios del petróleo y del tipo de cambio que afectan las importaciones. Cuando hay variaciones en estos precios la economía peruana crece o decrece, pase lo que pase con el congreso o con la política. Pero también depende de la producción de otros sectores como la construcción, la industria y los servicios. Estos sectores tampoco dependen de las tensiones políticas.

Por otro lado, el gasto estatal, corriente y de inversión, influye en la producción y en el empleo, es decir, que si el estado –en sus tres niveles de gobierno- gasta e invierte la economía va a tener tasas de crecimiento positivas, pero si, como es el caso actual, los gobiernos no pueden invertir por falta de capacidades técnicas o por miedo a incurrir en corrupción entonces el crecimiento económico de corto plazo será menor. Además, el gobierno tiene otra manera de influir en la demanda, es a través del aumento o disminución de la tasa de interés, cuando se la sube la demanda se retrae y viceversa. Hasta ahora el BCRP ha mantenido una política conservadora al respecto y basa sus decisiones en la “meta inflación” que se fija cada año. Es decir, por este lado no hay forma de dar malas señales.

Los cientos de miles de productores, de todo tamaño, lo último que harían es disminuir su producción a menos que la demanda baje, las empresas tratarán de seguir con sus actividades pues necesitan obtener ganancias, que es la razón de su existencia. Por ello, el problema del enfrentamiento entre el Congreso nacional y el Presidente Vizcarra no tiene por qué afectar estos procesos, no conviene a sus intereses. Estos productores si pueden ser afectados por la toma de carreteras, huelgas en ciudades o distrito y por la violencia que podría generarse.
También se ha señalado que la inversión privada va a disminuir por que la situación actual genera expectativas confusas para los inversionistas. La verdad mientras que el Banco Central mantenga una política monetaria sensata, como lo ha hecho en los últimos quince años y mantenga un tipo de cambio estable la inversión no tendría por qué afectarse, a menos que vengan señales desde el exterior (guerra comercial y enfrentamiento entre Estados Unidos y China, con la consecuencia caída de precios de los minerales) que, en efecto, están afectando la demanda por materias primas o que la FED de Estados Unidos varíe la tasa de interés.

En realidad el tema central del enfrentamiento es la lucha contra la corrupción, que el gobierno del Ing. Vizcarra ha impulsado decididamente y el congreso no sólo no ha acompañado, sino que con sus blindajes dan señales que van en contra de esta lucha. En consecuencia, los inversionistas estarían esperando que este proceso siga y se terminen los juicios contra los corruptos, de tal manera que haya señales que para invertir no será necesario “coimear” para que avancen los procesos de gran inversión.
En consecuencia, la madre del cordero es que con este gobierno y con este congreso no hay entendimiento y, menos, posibilidades de sanear todos los mecanismos que llevan a la corrupción y que, en parte, pasan por la serie de reformas políticas propuestas por el gobierno, sobre cuya base se podría seguir con otras reformas institucionales que podrían mejorar la percepción que tiene la población sobre la economía y la política. Pero esto parece que no ha de suceder. Así que la dinámica económica dependerá básicamente de lo que hagan los sectores no mineros y del gobierno.
Lima, agosto 2019