MÁS ALLÁ DE LOS PLANES DE GOBIERNO
Efraín Gonzales de Olarte
“Estamos al borde del ataque de nervios, no sólo porque los candidatos dan miedo, cada uno a la otra mitad del país, sino porque el debate se ha concentrado sobre los planes de gobierno, en lugar de incorporar propuestas y actitudes hacia la concertación, una vez que uno de ellos llegue al gobierno. La concertación es crucial para generar gobernabilidad en un país tan polarizado”
En la experiencia de América Latina el ganador de las elecciones suele utilizar el plan de gobierno de su adversario perdedor, sobre todo en situaciones con extrema polarización electoral. La idea es que el ganador requiere de alianzas, sobre todo en el Congreso, para poder gobernar y esto significa dar concesiones en las políticas económicas e, incluso, invitar a miembros de la oposición como ministros. Por ello, discutir sobre los planes de los candidatos es casi una pérdida de tiempo, lo que importa es con qué apoyo político se cuenta para gobernar una vez terminadas las elecciones.
Este es, creo, el problema esencial de estas elecciones tan tensas como adjetivas. ¿Cómo logrará, el que gane: una mayoría en el Congreso, un apoyo de los medios de comunicación y, por lo menos, una actitud tolerante de los poderes factuales (empresarios y militares)? En anteriores ocasiones hubiera incluido la opinión de los organismos de Washington, pero hoy no es necesario porque han dejado de tener la importancia que tenían.
Por esto, tan relevante, como que ambos candidatos hayan firmado su adhesión al Acuerdo Nacional, es que el ganador pueda construir una mayoría en el Congreso, logre la des-polarización de los medios, pueda concertar con el empresariado políticas para seguir creciendo y, sobre todo políticas para redistribuir y, finalmente, asegurarse que los militares no se sientan tentados a intervenir nuevamente en la vida política.
Habría que preocuparse, desde ahora, de cómo lograr una concertación bajo la presión de la polarización. Para ello, es importante construir puentes y acuerdos entre movimientos y partidos políticos en el Congreso, entre los medios de comunicación, los empresarios y el nuevo gobierno y asegurarse que los militares cumplan con su rol definido por la Constitución. Si esto se logra es muy probable que podríamos aspirar a cierta estabilidad económica y política.
Artículo publicado en el Suplemento D1 del diario EL Comercio, del 30 de mayo del 2011