16/04/13: Investigación científica y desarrollo

EL TUNEL DE LA CIENCIA Y EL DESARROLLO

Efraín Gonzales de Olarte

El desarrollo de las ciencias básicas: astronomía, física, química, biología y geología,  ha permitido a la humanidad progresar materialmente y en el conocimiento de lo que la rodea. El Túnel de la Ciencia sintetiza el avance de los descubrimientos de estas ciencias y sus aplicaciones, que nos han llevado al desarrollo actual.

El Instituto Max Planck de Alemania ha instalado en la PUCP el “Túnel de la Ciencia”, con doce estaciones, donde se explica de manera didáctica desde los orígenes del universo hasta su futuro, pasando por el nano cosmos, las moléculas y células, el origen de la vida, la arquitectura del cerebro y el mundo de los sentidos, hasta las tecnología del futuro y los efectos del hombre “desarrollado” sobre la naturaleza. Es pues, una revisión de todo lo que hasta ahora sabemos, a partir de las investigaciones científicas.

Al final de la visita nos damos cuenta que todos estos avances se han hecho en los países desarrollados y que a nosotros sólo nos queda, en el mejor de los casos, buscar aplicaciones prácticas de la ciencia para crear nuevas tecnologías, adaptar las ya existentes y, quizás, aspirar a participar en investigación aplicada y en algo de investigación básica. Pero nada o poco de ello se está haciendo en el Perú.

El Túnel de la Ciencia por un lado nos maravilla, pero por otro lado nos da una cachetada al ubicarnos tan sólo como país primario-exportador y como nuevo centro gastronómico, pero sobre todo como simples usuarios de la tecnología que podemos importar.

Es claro que la diferencia entre desarrollo y subdesarrollo es tener, o no, investigación científica y tecnológica y si aspiramos a un desarrollo equitativo y sostenible  el estado y el sector privado deben tomar en serio el impulso de la investigación, sobre todo en ciencias aplicadas y en innovación tecnológica.

Afortunadamente, hay nuevos aires tanto en el gobierno como en CONCYTEC que parecieran haber aquilatado el déficit que tenemos. Sólo faltan dos cosas: 1. Una política de ciencia y tecnología aplicada al desarrollo. 2. Un esquema institucional para llevarlo a cabo, aquí el rol de las universidades es crucial.

Mientras tanto, es imprescindible que los escolares visiten el Túnel de la Ciencia.

Publicado en el Suplemento D1, El Comercio 15 de abril 2013

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