Desde que Adam Smith escribió
“La Riqueza de las Naciones”, hace unos 200 años, la ciencia económica fue la que dominó una civilización industrial depredadora de recursos no renovables y lanzadora de gases que recalientan el planeta, que hoy está ecológicamente agotada. Ahora, la ecología comienza a ser la ciencia de una nueva civilización sostenible, todavía lejana, que nos dice que si la economía no se armoniza con el medio ambiente las naciones pasarán de la búsqueda de la riqueza a la búsqueda de su supervivencia.
Agua, Alimentos y Energía
El agua para producir alimentos, abastecer la industria y el consumo humano es escasa y de difícil acceso en el planeta. El 97% de toda el agua de la tierra es salina, sólo el 3% es dulce y sus 3/4 partes están concentradas en lugares geográficos poco accesibles, como son las regiones polares y los glaciales. En consecuencia, sólo una pequeña fracción del agua planetaria es dulce y accesible en ríos, lagos y cuencas subterráneas y, según estudios hidrológicos realizados por Naciones Unidas y el Instituto para el Medio Ambiente de Estocolmo, esta pequeña fracción está disminuyendo.
Hoy, millones de personas en el mundo comienzan a perder acceso al agua. En el año 2025, más de los dos tercios de la población mundial estarán afectados por su escasez debido a la disminución del ciclo hidrológico de la tierra, como consecuencia de la gran expansión urbana planetaria y del recalentamiento global.
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