Cine jurídico con John Hurt

 

Me entero de la muerte del actor británico John Hurt a los 77 años víctima del cáncer de páncreas y no puedo menos de evocar la huella de su figura en algunas películas que mi generación lleva impresas y que tienen incidencia en como concebimos la persona y el poder.

Confieso que los juegos de artificio de luces, sonido y acción vertiginosa de las nuevas películas, donde la palabra y la historia se diluyen, me gustan poco. Como tampoco me gustan las películas de cine independiente, al menos de ese tan independiente que no hay ser humano sin galardón del Nobel capaz de entenderlas.

Por eso, citaré solamente cinco películas del gran actor británico que personalmente me impactaron. Son películas que no encierran ficción, jueguitos visuales, estrépito de disparos ni viajes a brillantes delirios imaginativos. Son películas que encierran enseñanzas valiosísimas, ejemplos de la condición humana en situaciones extremas y que permiten comprender mejor la complejidad de la condición humana, el poder y la ley. Veamos a modo de homenaje a este maestro de la actuación como se convertía en maestro de la vida…

JOHN HURT

1) Un hombre para la eternidad (Fred Zinnegmann, 1966).

Película sobre la historia de Tomás Moro (1478-1535), humanista, abogado y juez admirable,  quien fue ejecutado por el Rey Enrique VIII por no ceder a su conciencia y doblar la ley para sus caprichos. El actor encarnaba al joven Richard Rich, acusador implacable que condujo al patíbulo a Tomás Moro. En la película, Tomás Moro lamenta la ambición de Rich y nos ofrece una estampa de la erótica del poder público capaz de aplastar lo bueno del ser humano:

– Tomás Moro: ¿Por qué no quieres ser un profesor? Serías un gran maestro; quizás el mas grande.

– Richard Rich: Pero si lo fuese, ¿quién lo sabría?

– Tomás Moro: Tú, tus alumnos, tus amigos; Dios. No es malo que no sea público.

2) El expreso de medianoche (Alan Parker, 1978).

Aquí John Hurt encarna el papel de Max, un adicto a la cocaína, que cuando Billy Hayes acaba en la horrible prisión turca y cree salir rápidamente gracias a sus abogados, pronto su compañero de prisión le da malas noticias: “En Turquía no hay abogado honesto, están todos comprados, son peores que las ratas. La corrupción se enseña en las Universidades…”.

Esa película es un descenso a los infiernos que muestra lo peor de la condición humana al servicio del poder y de un Estado opresor, sin garantías para la dignidad humana.

3) El hombre elefante (David Lynch, 1980)

Nos cuenta la historia real de Joseph Merrick (en la película John Merrick), que víctima de tan cruel padecimiento, se alza en la metáfora de la condición humana, en cuanto todos nos sentimos aprisionados por los límites de la piel, el cerebro o la sociedad y abrigamos sueños que serán truncados. Una frase proferida por John Merrick en la película es desgarradora: “¡No soy un elefante!, ¡No soy un animal!. ¡Soy un ser humano!. ¡¡Soy un hombre!!”

4) V de Vendetta (James McTeigue, 2006). Una versión moderna y terrible que parece inspirada en la novela “1984” de George Orwell. John Hurt, interpretaba a un líder malvado del gobierno, Adam Sutler quien anunciaba terribles represalias: “la justicia será rápida, será justa, y será sin misericordia”.

5) Calígula (Herbert Wise, 1976). He dejado para el final esta serie televisiva (Yo Claudio), basada en la novela de Robert Graves. El discurso de Claudio, encarnado por John Hurt cuando anuncia su sucesión del emperador Tiberio refleja una actitud hipócrita muy propia de algunos políticos actuales, “muerto el rey, viva el rey”.

¡¡ GRACIAS, JOHN !! Por tu vida, obra y legado.

FUENTE: Texto del artículo «El legado del fallecido John Hurt a los juristas», escrito por © JOSÉ R. CHAVES, publicado en el blog «delaJusticia.com». 29 de Enero de 2017.

EDICIÓN: Francisco Córdova Sánchez

Puntuación: 5 / Votos: 3

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