Complementando nuestro post anterior, proponemos que la responsabilidad social empresarial, no sólo sea parte de una tendencia, sino que sea parte de la estructura legal y societaria de nuestro país, de manera que todas las empresas tengan aunque sea un mínimo de responsabilidad social empresarial, mediante un programa, que deberá ser monitoreado, estructurado y desarrollado en colaboración con el Estado.
Hoy en día, el Estado ha estructurado lo que se llama “obras por impuestos” (Ley N° 29230), y puede llevarse a cabo con una visión de responsabilidad social empresarial. En efecto, la empresa deja de pagar impuestos al Estado y en su lugar se obliga a desarrollar o construir una obra que compense los tributos dejados de pagar, por ejemplo, el privado construye un Colegio en un determinado lugar, con lo cual se colabora con la educación del país; o se establece un política de capacitación de maestros o de control del medio ambiente, entre otras ideas, que serían útiles y efectivas llevar a la práctica.
Un ejemplo singular, en la actualidad que se habla de los lamentables incendios que han afectado varios bosques del país, si nosotros fuéramos una empresa maderera, podríamos colaborar con el Estado con la compra de dos o tres helicópteros especializados para cuidar los bosques o apagar incendios forestales. Esto sería una colaboración nuestra, como empresa maderera para evitar la quema de los bosques, y esto lo puedo pasar como una práctica de responsabilidad social empresarial.
Si los bancos tienen muchos problemas financieros, debido a la falta de educación financiera, podría establecer como lo está haciendo actualmente un reconocido banco privado (BCP)un sostenido programa de educación financiera. Si soy una empresa médica o clínica, podemos hacer un programa de responsabilidad social empresarial, que atienda una o dos veces al año, de manera gratuita operaciones de ceguera, labio leporino o vacunación para los niños , como acto de colaboración y de responsabilidad social empresarial.
Cada empresa según su rubro u objeto social, podría estructurar un programa de responsabilidad social empresarial, de acuerdo con el sector al que corresponda, y este programa debe ir de la mano o estructurado en relación con la política pública de un Ministerio.
Desde el punto de vista económico, el impacto obviamente existe. Las empresas deben asumir un gasto. Los accionistas deben dejar de percibir, para ofrecer las utilidades (porcentajes) en pro del programa de responsabilidad social empresarial, todo esto en medida que los propios accionistas estructuren un programa, aunque el tema suene a un programa de ayuda social. La idea que se postula, es que la responsabilidad social sea obligatoria, y todo lo que ella implica.
Así como en todos años se aprueban los balances y detraen utilidades, y le pagan a los trabajadores utilidades por mandato de la ley; de esta misma manera puede destinarse parte de la rentabilidad al programa (con determinados costos) que debe ser aprobado por el mismo directorio o la junta general .
Para la ejecución de este programa de responsabilidad social empresarial, se debe coordinar con el Estado, que es en este caso un determinado sector. Como mencionamos, si somos un Banco, pago mis impuestos, pago mis utilidades y voy a hacer un programa de responsabilidad social empresarial, y el directorio ha aprobado que el programa sea la construcción de una escuela, pues intervengo y propongo donde pueda llevarse a cabo el proyecto, el Ministerio de Educación le da el visto bueno y el proyecto se pone en marcha.
Si el programa es hacer una pista, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones aprobará el lugar de ejecución del proyecto. Obviamente las empresas, buscan su mayor rentabilidad, por ende ellos hacen una obra social, que a la larga le va a beneficiar, porque si yo hago una carretera, habrá mejor transporte; si se hace un colegio, capacitaré a los jóvenes y tendré más clientes; si promuevo la educación financiera, a la larga voy a tener menos conflictos financieros.
Esta fórmula es costo-eficiente para el Estado, en primer lugar, las empresas buscarán su mayor rentabilidad, pero a su vez estoy colaborando con el entorno y la sociedad.
El costo tiene el mejor sentido, por ejemplo, EL Banco de Crédito, ha ejecutado la carretera Piura- Huancabamba, esto le ha dado significado existencial a la gente de la zona, ha ganado la región y ha acrecentando el nivel de productividad en el llamado Alto Piura que es una zona de gran riqueza ganadera y de agricultura y se han puesto agentes bancarios a lo largo de la carretera, con lo cual es saldo es obviamente positivo .
Las empresas hacen un gasto directo ahora, van a tener que asumir un costo en el programa de responsabilidad social empresarial, en el caso del BBVA Continental, por ejemplo , que ha optado por la lectura, la cultura, la educación financiera, pero a futuro esto los va a beneficiar, porque van a tener más clientes, menos conflictos de consumo, entre otros beneficios.
En resumen, hay un impacto en el costo, pero a la larga, va a tener una incidencia que beneficiara a la empresa.