Las ONG ecologistas reaccionaron con indignación el jueves en Barcelona (España) a la falta de ambición por parte de algunos países ricos en la negociación de un nuevo acuerdo de lucha contra el cambio climático, cuya conclusión en Copenhague está cada vez más en duda.
“Estados Unidos se está convirtiendo en un lastre en este proceso, su intransigencia está amenazando con matar toda perspectiva de un tratado jurídicamente vinculante en Copenhague”, afirmó el director de políticas climáticas de Greenpeace, Martin Kaiser.
El responsable ecologista hacía referencia a la posiblidad expresada por delegados de la Unión Europea (UE) en Barcelona de que la conferencia de Copenhague, del 7 al 18 de diciembre, no logre desembocar en un nuevo tratado internacional, sino en algún tipo de acuerdo político sin carácter vinculante.
“La UE sigue pensando que es fundamental mantener el nivel de ambición, pero que al mismo tiempo debe tener capacidad de reacción ante las dificultades de algunos países en asumir compromisos jurídicamente vinculantes”, afirmó Alicia Montalbo, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático.
“Hay un cierto nivel de frustración (por parte de la UE) al ver que no todos los países comparten su visión”, reconoció la jefa de la delegación española sin mencionar directamente a Estados Unidos.
“Si no es posible lograrlo en Copenhague, creemos que hay que apostar por un instrumento vinculante lo antes posible después”, agregó.