Regreso de misas públicas: restricciones y sugerencias

6:00 p.m. | 6 may 20 (KT/VN).- En Europa se difundieron las primeras versiones de directrices para cuando se habilite el retorno de fieles a la celebración de las misas (por ahora prohibidas por la cuarentena). La Conferencia Episcopal Peruana anunció hoy un documento similar. El enfoque persiste en priorizar la salud, con presencia de fieles en misas dominicales, aforos que no superan la tercera parte y criterios para mantener la distancia entre los asistentes en todo momento. Asimismo, se sugiere postergar ritos como bautizos, primera comunión, y bodas, y quedan suspendidas las peregrinaciones.

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La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) acaba de publicar el “Protocolo para el culto religioso en tiempos de la pandemia”, a considerar en la celebración de la Eucaristía y de los demás sacramentos, que ha tenido como referencia documentos modelos europeos, y que además guardará sintonía con las disposiciones del Gobierno peruano. Junto con el documento difundido por la CEP, reunimos varias directrices propuestas en el Viejo Continente.

Aunque la recuperación de las celebraciones sigue tiempos diferentes según las diócesis y regiones, la Conferencia Episcopal Alemana publicó la semana pasada una serie de recomendaciones detalladas de higiene. “Recomendaciones para la celebración de la liturgia en tiempos de la crisis de coronavirus” es el título de un documento muy concreto para retomar con seguridad las celebraciones. Los obispos adaptarán y aplicarán en cada caso en sus diócesis.

Normas básicas:

El documento se abre con 5 principios básicos para todas las celebraciones y luego se concretan algunos casos especiales. Estas son las normas:

• En las catedrales –y en otras iglesias grandes– se celebrarán de nuevo misas públicas dominicales. Según las condiciones locales, también pueden celebrarse celebraciones de la Palabra de Dios y liturgias entre semana. Aquí se aplicarán las normas aplicables a todas las reuniones en salas cerradas, incluyendo si es necesario el uso de mascarilla.
• Los funerales se celebrarán en las iglesias según las mismas reglas que las misas dominicales. Aquí también se aplica la limitación del número de participantes según las indicaciones de la distancia social.
• Los bautizos las celebraciones de la primera comunión, las confirmaciones, las bodas y las ordenaciones de diáconos y sacerdotes requieren una observancia especialmente cuidadosa de las normas que se aplican a las misas dominicales especialmente por los ritos que implican el contacto directo. Por ello, cuando sea posible, se sugiere un aplazamiento.
• Los niños que se hayan preparado para la Primera Comunión y cuyos padres así lo deseen, pueden, de acuerdo con el párroco, hacer la Primera Comunión individualmente o en pequeño número en una misa dominical; esto no excluye la posterior participación en la comunión solemne en grupo.
• Las peregrinaciones en grupos grandes permanecen suspendidas hasta nuevo aviso.

Las normas sobre la misa dominical también se especifican en el documento:

• El acceso de fieles será limitado según el tamaño del templo y las reglas aplicables a todos los eventos en el interior.
• Siempre que sea posible, se marcarán rutas de un solo sentido para caminar y evitar que la gente se encuentre. En este caso la entrada y la salida de la iglesia será diferente.
• Los asientos se dispondrán por medio de barreras y marcas para mantener la distancia prescrita entre los fieles. Si es necesario, los visitantes serán colocados por ayudantes. Las familias no serán separadas.
• Se establecerán servicios de orden para ayudar a los fieles a observar las normas.
• Cuando sea posible y necesario, se aumentará el número de misas dominicales o se ofrecerán celebraciones (adicionales) de la Palabra de Dios.
• Dependiendo del clima, se hará un uso generoso de la posibilidad de celebrar servicios de culto al aire libre. Se preferirán los asientos de las personas mayores para evitar estar demasiado cerca.
• Por el momento, la dispensa del precepto dominical continuará siendo concedida.

Además se añaden algunas precisiones litúrgicas:

• Además del sacerdote, sólo habrá un máximo de dos monaguillos, un lector, un cantor y el organista. No se permiten concelebraciones y se reserva el acompañamiento musical para las fiestas mayores.
• Las reglas de distancia y ausencia de canto sirven para otras oraciones y celebraciones.
• Las cestas de la colecta no se pasan por la fila, sino que se colocan a la salida.
• Los sacristanes, equipados con mascarillas, deben limpiar los utensilios litúrgicos y secarlos con toallas de papel. El cáliz se llenará con guantes desechables.
• El sacerdote y, si es necesario, el diácono se desinfectan las manos antes del ofertorio. Sólo el sacerdote o el diácono (¡no los monaguillos!) toman las ofrendas y los vasos sagrados.
• Se tapará cuando se pueda el cáliz y la patena, descubriéndolos durante la consagración.
• Sigue sin realizarse el saludo de la paz.
• La comunión se distribuye con una distancia apropiada. Si es necesario, las distancias se marcan en el suelo de la iglesia.
• La comunión se distribuye sin un diálogo (“El Cuerpo de Cristo” – “Amén”). Si es necesario, el diálogo puede hablarse colectivamente al comienzo de la distribución de la comunión. La comunión se reparte a los fieles a una distancia apropiada, por ejemplo con pinzas, o los sacerdotes y ayudantes de la comunión llevan guantes.
• Aún no se da la comunión por la boca y el cáliz.
• Los niños que no comulgan pero se acercan en este momento pueden ser bendecidos sin tocar.
• Las pilas de agua bendita permanecen vacías.

ENLACE. Protocolo para el culto religioso (Conferencia Episcopal Peruana)

Una desescalada “a la alemana” para las misas españolas

La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española ya está trabajando en cómo será la vuelta a las misas con fieles en las próximas semanas. Para ello han puesto sobre la mesa un protocolo de actuación “similar” al que ya han aprobado los obispos alemanes que apuesta, entre otras medidas, por comulgar en la mano durante la primera fase y priorizar las celebraciones al aire libre en los grandes templos y catedrales.

Ya este domingo, el presidente del Episcopado, Juan José Omella, adelantó que planea con el Ministerio de Sanidad la reapertura del culto público. Y es que la vuelta al culto no depende tanto de los obispos, que han mostrado una gran responsabilidad en todo este periodo para preservar la salud de la sociedad, de la que no pueden desmarcarse, sino del mando único del Gobierno, que cuenta con un equipo de epidemiólogos que miden los pasos a dar.

La Conferencia Episcopal marcará unas pautas generales a modo de recomendaciones que cada obispo concretará a la realidad de su territorio como medidas preceptivas, con la misma asimetría que, en principio, prevé Moncloa para provincias y áreas sanitarias según el número de contagios y capacidad para afrontar un rebrote.

La realidad es que la vuelta a las misas públicas se prevé sin el saludo de la paz y con las pilas bautismales con agua bendita, medidas ya adoptadas por todas las diócesis días antes de decretarse el estado de alarma.

El manual de los obispos alemanes, un espejo para el Episcopado Español, está abierto a modificación a medida que se levanten las restricciones. Así, también recoge iniciativas tales como repartir la comunión con guantes, establecer puertas de entrada y salida a los templos, limitar el sentido de los pasillos para la comunión, un único cantor en lugar de coro y un solo celebrante en el altar.

Incluso se plantea marcar en el suelo la distancia entre el sacerdote y el feligrés, así como adelantar y convertir en colectivo el diálogo antes de comulgar: “El Cuerpo de Cristo”. “Amén”. En cualquier caso, se busca no dejar margen a la libre interpretación de los sacerdotes y los fieles para evitar cualquier riesgo de contagio, por mínimo que sea.

El plan de los obispos suizos para volver a celebrar misas públicas

En Suiza, las autoridades han permitido que a partir del 27 de abril de 2020 se pueda participar en los funerales. En dichas celebraciones se debe garantizar la seguridad sanitaria de quienes participen. Lo que aún se desconoce en la fecha exacta en la que se volverá a misa, aún así los obispos y abades católicos ya han consensuado los planes de las fases posteriores de la desescalada.

“La Conferencia Episcopal Suiza abraza la esperanza de muchos fieles de poder volver a celebrar pronto misas públicas”, señalan en la presentación del plan. “Las medidas de protección son necesarias y sensatas para poder finalmente normalizar gradual y responsablemente la vida eclesiástica y espiritual de nuestro país”, apuntan, y recuerdan que “las restricciones corresponden a un bien entendido amor al prójimo y a uno mismo”.

“Está prohibido celebrar misas públicas si este plan de protección no se puede aplicar plenamente”, indica el documento. Además, advierten que “las misas con presencia del pueblo son sólo una parte de lo que constituye la riqueza de la vida cristiana”.

La primera parte de la normativa contempla un “Plan de protección para entierros religiosos dentro del ámbito familiar” que es lo permitido a partir del 27 de abril de 2020. Podrán participar los más allegados, con la distancia necesaria y con una celebración “de la forma más sencilla posible y con el menor número de personas posible”, que se fijará en función del lugar donde se celebre. “El funeral tendrá lugar, si es posible, al aire libre (junto a la tumba) con la Liturgia de la Palabra”, pudiendo celebrarse cuando pase el tiempo un funeral clásico… (leer aquí artículo completo).

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Fuentes:

Vida Nueva / Katholisch / Religión Digital / Foto: Diario de Castilla y León