La Virgen María trasciende fronteras religiosas
8:00 p.m. | 17 may 23 (NCR/ISAC).- Se sabe que la Virgen María es muy popular entre los cristianos católicos y ortodoxos. Lo que no se sabe es que también es venerada por fieles de otras religiones, como el islam, el budismo y el hinduismo. Aunque no forme parte de la doctrina oficial de estas tradiciones, despierta el interés de sus devotos. Algunos estudios recientes demuestran que María es la figura religiosa más universal de nuestro mundo contemporáneo, y eso puede inspirar nuevas perspectivas para comprender lo religioso, y caminos para renovar el diálogo interreligioso.
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Aunque esa naturaleza panreligiosa de las devociones marianas puede suscitar preocupación por el sincretismo, hay mucho que aprender de ella. La universalidad de María nos ayuda a repensar la forma de entender nuestras creencias, las relaciones interreligiosas y las tradiciones de diferentes confesiones, especialmente en Asia. Por ejemplo, en la próspera ciudad-estado de Singapur, los cristianos no son los únicos que rezan a María. En la iglesia más famosa de la isla-estado, un santuario mariano al cuidado de los redentoristas, no es raro ver a devotos musulmanes e hindúes que llevan sus peticiones a María. Algunos explican que en su infancia asistieron a una escuela católica y adquirieron la costumbre de hacer votos a la Virgen. Rezan según su propia tradición religiosa, pero mantienen a María en su vida espiritual.
A veces, María también se integra en el pensamiento de movimientos no cristianos. The Origin of the Self, por ejemplo, es un nuevo movimiento religioso que atrae a miles de discípulos en Singapur, Malasia, Taiwán, Hong Kong, Canadá, etc. Según su fundador, todos los seres humanos tienen la capacidad de alcanzar un estado superior del ser mediante la meditación, las ofrendas y las acciones virtuosas. En este movimiento religioso de base taoísta, María aparece como la que meditó en su corazón, dio a luz a un ser superior y no murió como nosotros. Al igual que Siddhartha Gautama (el Buda) y el taoísta Laozi (LaoTzu), María exhibe el potencial espiritual de la humanidad e ilustra cómo el cristianismo no contradice la enseñanza del Origen del Ser.
En Corea del Sur, algunos devotos budistas perciben a María como la derivación de bodhisattva (ser en el camino del Buda) Guanyin, una deidad femenina de la compasión. En algunos hogares, deseosos de mantener la armonía religiosa, las estatuas de María y de Guanyin están juntas y reciben el mismo incienso. En el Japón premoderno, los cristianos perseguidos llegaron a producir representaciones de María con la apariencia de Guanyin. Hay teorías que sugieren que los rasgos femeninos y maternales de este bodhisattva pueden haberse inspirado en la figura cristiana de María. En Asia Central y Oriental, el encuentro entre budismo y cristianismo tiene una historia muy larga. Y, a menudo, ha estado mediado por devociones marianas.
Otro ejemplo de estas circulaciones panreligiosas de María procede del sur de Asia. En la India, numerosos devotos hindúes acuden a Nuestra Señora de Velankanni, donde se dice que apareció María en los siglos XVI y XVII, para rezar y hacer votos. Preocupados por problemas de salud, familiares o laborales, se unen a los peregrinos católicos para pedir ayuda a María. Su forma de acercarse a la Virgen es muy parecida a la forma en que veneran a las deidades hindúes. Hacen votos, prometen ofrendas materiales y acciones concretas, y esperan que su vida progrese. En última instancia, los devotos hindúes buscan en María la fuerza para mejorar las cosas.
Esta naturaleza panreligiosa de las devociones marianas puede cuestionar nuestra comprensión de la religión. La gente moderna cree que las religiones son cuerpos coherentes de doctrinas definidas por un conjunto de escrituras y un clero específico. Pero con las veneraciones de María por parte de devotos hindúes, budistas o taoístas, esta definición supuestamente universal de la religión no corresponde del todo. Las prácticas religiosas no siempre encajan en doctrinas predefinidas. La gente se inspira en distintas fuentes.
Para dar sentido a esta presencia panreligiosa de María, algunos afirman que las devociones marianas reflejan impulsos primordiales relacionados con la fertilidad y la maternidad. En esos casos, se dice que las devociones marianas simplemente ilustran cómo los vínculos edípicos siguen dando forma a nuestra vida religiosa inconsciente.
Pero las investigaciones de los académicos sugieren que este enfoque psicologizador es más bien superficial, condescendiente y distante de la riqueza de la piedad popular. Para el movimiento The Origin of the Self, con sede en Singapur, la identidad sexual de María no importa realmente. Lo que importa es que María meditó y alcanzó un nuevo estado del ser, no que fuera una mujer. Del mismo modo, los devotos hindúes veneran a María porque pertenece al mundo superior de las deidades que pueden cambiar las cosas. Antes de ser madre, es una deidad, según la definición hindú de las deidades.
Incluso dentro del catolicismo, la maternidad no basta necesariamente para comprender el aura de María. En Vietnam, las devociones católicas a Nuestra Señora de La Vang -una aparición mariana de finales del siglo XVIII- demuestran que la Madre de Dios es más que fertilidad. Hasta finales del siglo XX, Nuestra Señora de La Vang estaba representada a través de rasgos artísticos arraigados en un estilo europeo. Pero a finales de la década de 1990, los obispos vietnamitas se inspiraron en Van Nhan Tran, un artista vietnamita afincado en Estados Unidos, y empezaron a promover representaciones de Nuestra Señora de La Vang con atuendos tradicionales vietnamitas, como ropas tradicionales blancas (áo dài) y un tocado dorado.
Hoy, esta versión vietnamita de María se ha hecho muy popular, en Vietnam y fuera de él. Para algunos, es un motivo de orgullo nacional; para otros, un símbolo de la diversidad armoniosa que supuestamente representa el catolicismo. Su popularidad mundial despliega una compleja traducción de devociones marianas arraigadas en diferentes contextos políticos, patrones migratorios e imaginarios internacionales. Su reciente etnicización vietnamita a través de las relaciones transnacionales muestra cómo las devociones marianas son realidades prósperas y polifacéticas.
Para católicos, hindúes y taoístas, María no puede reducirse a su género. La universalidad de las devociones marianas no es el resultado inconsciente de los cultos a la fertilidad. Las múltiples formas de acercarse a María reflejan la intrincada diversidad y complejidad de los hijos de Dios. Los adoradores y devotos no son fácilmente reducibles a sus religiones predefinidas. Afirman sus propias esperanzas y necesidades, a menudo moldeadas por lenguajes religiosos, realidades sociopolíticas y hábitos culturales.
Esta presencia interreligiosa de María nos invita también a reconsiderar el diálogo interreligioso. En Singapur, India y Vietnam, algunos partidos políticos promueven desde hace tiempo una concepción de las religiones en la que siempre se destaca el riesgo de violencia intercomunitaria. Según ese discurso, las religiones hacen que las personas sean muy emocionales e irracionales. Por lo tanto, en sociedades muy diversas, el Estado debe vigilar de cerca las religiones y a los líderes religiosos para prevenir la violencia interreligiosa. Esa caracterización de las religiones es una forma de reforzar la legitimidad del Estado y su control sobre las personas.
Pero las devociones marianas panreligiosas ofrecen una comprensión diferente de las relaciones interreligiosas. En primer lugar, hemos visto que las religiones no pueden reducirse a sistemas predefinidos y mutuamente excluyentes. Las religiones reales son más creativas, mezcladas y flexibles. En segundo lugar, María muestra que los fieles practicantes son capaces de pasar por alto las autoridades establecidas y las doctrinas oficiales para cruzar fronteras sin matarse unos a otros. Las personas piadosas pueden generar una amplia gama de devociones y peregrinaciones interreligiosas para construir la unidad en la diversidad.
A pesar de la búsqueda de una ortodoxia estrechamente definida, María se erige como un puente interreligioso que pertenece a todos. Es una aliada popular para construir la coexistencia religiosa y prevenir la violencia intercomunitaria. En la práctica, ofrece una alternativa al control vertical y a la condescendencia.
Con eso en mente, el Centro de Estudios Marianos del Reino Unido y la Iniciativa para el Estudio de los Católicos Asiáticos de Singapur realizaron una conferencia online sobre los estudios en este ámbito, titulado “¿Más universal que el catolicismo? María entre las religiones asiáticas” para explorar de forma más sistemática las corrientes panreligiosas de María.
Dado que las devociones marianas no son fácilmente reducibles a explicaciones prefabricadas, merecen algo más que menosprecio intelectual y refuerzo doctrinal. Si cuestionan diversas ideologías y doctrinas, también nos recuerdan que las prácticas devocionales están bien vivas y pueden responder a todo tipo de esperanzas, preocupaciones y necesidades.
LEER. Todos los paneles y los casos propuestos en la Conferencia (breve descripción de cada uno)
Información adicional
- Web de la Iniciativa para el Estudio de católicos de Asia
- Web de la conferencia ¿Más universal que el catolicismo? María entre las religiones asiáticas
- Presentación del evento organizado por Initiative for the Study of Asian Catholics
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Fuentes
Artículo “In Asia, the Virgin Mary transcends religious boundaries” de Michel Chambon (ISAC) tomado del National Catholic Reporter. Traducción libre de Buena Voz Noticias / Video: Oremus / Fotos, en orden: Dreamstime – Chambon – EFE – MET Museum