Nulidad matrimonial: “No a rigorismos y prejuicios en los casos”

3:00 p.m. | 1 mar 24 (VTN/LN).- Justicia y verdad, misericordia y caridad, no a los prejuicios y rigorismos, discernimiento a fondo y, sobre todo, oración. Esas son las directrices que el Papa ofreció a los jueces vaticanos, quienes entre otras tareas se encargan de los delicados y a veces dolorosos casos de nulidad matrimonial. “Es una gran responsabilidad que la Iglesia les confía, porque afecta fuertemente a la vida de las personas y de las familias“. Francisco recordó que la reforma pretende favorecer los juicios rápidos y no la nulidad de las uniones.

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El Papa se ha dirigido a los prelados auditores de la Rota Romana, a quienes recibió en el Palacio Apostólico con motivo de la inauguración del año judicial. Estos miembros del tribunal se encargan de procesar los casos de posible nulidad matrimonial, entre otras labores. A comienzos de su pontificado, Francisco realizó cambios drásticos en los procesos que estudian si un matrimonio es nulo. Introducir cambios en este ámbito ha sido poco frecuente en los 2.000 años de historia de la Iglesia católica.

Estos cambios incluyen el requerimiento de una única sentencia para la nulidad, lo cual aceleraría el proceso. Por lo sensible y difícil que pueden llegar a ser estas situaciones, el Papa ha pedido discernimiento que debe hacerse “de rodillas” y oración, sobre todo para los jueces que si no saben o no pueden rezar “es mejor que vayan a hacer otro trabajo”.

Se trata de un tema “siempre actual”, afirma el Pontífice, que concierne a la pastoral familiar “inspirada en la misericordia hacia los fieles que se encuentran en situaciones problemáticas”. Esta misericordia, tan subrayada en la exhortación Amoris laetitia, “no disminuye nuestro compromiso en la búsqueda de la justicia respecto a las causas de nulidad. Al contrario, precisamente a la luz de la misericordia, de la misericordia hacia las personas y sus conciencias, es importante el discernimiento judicial sobre la nulidad”, subraya el Papa.


Ayudar a comprender la verdad sobre el matrimonio

A continuación, se extiende sobre el tema del discernimiento que deben realizar los prelados de la Rota para declarar la existencia o inexistencia de causas para declarar nulo un matrimonio. Antes, sin embargo, una premisa: “La abolición del requisito de una doble sentencia conforme en los casos de nulidad, la introducción del proceso más breve ante el obispo diocesano, así como el esfuerzo por agilizar y hacer más accesible el trabajo de los tribunales, no deben ser malinterpretados y nunca debe disminuir la exigencia de servir a los fieles con un ministerio que les ayude a comprender la verdad sobre su matrimonio”.


Una gran responsabilidad

El objetivo -como se reitera en el motu proprio Mitis iudex Dominus Iesus– es favorecer “no la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos y, no en menor medida, una adecuada simplificación, de modo que, a causa de un retraso en la definición del juicio, el corazón de los fieles que esperan la clarificación del propio estado no quede largamente oprimido por las tinieblas de la duda”.

“La tarea de juzgar a menudo no es fácil”, admitió a continuación Francisco. El discernimiento para llegar a la certeza moral de la nulidad es “una gran responsabilidad que la Iglesia les confía, porque afecta fuertemente la vida de las personas y de las familias”. Es necesario afrontar esta tarea “con valentía y lucidez”, afirma, y sobre todo contando con la luz y la fuerza del Espíritu Santo: “Queridos jueces, sin oración no se puede ser juez. Sin oración no se puede ser juez. Si alguno no reza, por favor, renuncie… es mejor así”.


Libres de prejuicios y rigorismos

Se trata, por tanto, de un discernimiento que se hace “de rodillas”: “Sólo así se llega a decisiones que van en la dirección del bien de las personas y de toda la comunidad eclesial”, asegura el Papa. E insiste: “Y un juez que no sabe ponerse de rodillas, es mejor que renuncie. Se hace de rodillas”.

Al mismo tiempo, la objetividad del discernimiento judicial exige “estar libres de cualquier prejuicio, ya sea a favor o en contra de la declaración de nulidad”. Esto, explica el Papa, implica liberarse tanto del “rigorismo de quienes pretenderían una certeza absoluta” como de “una actitud inspirada en la falsa convicción de que la mejor respuesta es siempre la nulidad”. Lo que san Juan Pablo II llamaba el “riesgo de una compasión mal entendida, sólo aparentemente pastoral”.

“El discernimiento del juez requiere dos grandes virtudes: la prudencia y la justicia, que deben estar informadas por la caridad”, profundiza Francisco. Una prudencia que “no se refiere a una decisión discrecional, sino a un acto declarativo sobre la existencia o no del bien del matrimonio”, subraya el Pontífice; por tanto, “una prudencia jurídica que, para ser verdaderamente pastoral, debe ser justa”. Y el discernimiento justo implica “un acto de caridad pastoral, incluso cuando la sentencia fuese negativa. Y también un riesgo”.

“No hay que olvidar que la interpretación de la ley eclesiástica debe hacerse a la luz de la verdad sobre el matrimonio indisoluble, esa verdad que la Iglesia custodia como verdad y difunde en su predicación y misión”.


Procesos “sinodales”

Por último, un recordatorio sobre la sinodalidad: “Cuando el tribunal es colegial, como sucede habitualmente, o cuando hay un solo juez pero consulta con quienes tienen autoridad, el discernimiento se realiza en un clima de diálogo o discusión, en el que la franqueza y la escucha mutua son fundamentales, para una búsqueda común de la verdad. Es también un estudio previo, en serio”, dice Francisco.

En este servicio, es esencial invocar al Espíritu Santo y comprometerse “a emplear todos los medios humanos para llegar a la verdad”. Es importante, por tanto, que “la investigación previa se realice con cuidado”, recomienda el Papa, “para no incurrir en un juicio apresurado y apriorístico”, del mismo modo que es necesario que “el juez cultive su propia formación permanente a través del estudio de la jurisprudencia y de la doctrina jurídica”.

LEER. Discurso completo del Papa a los jueces de la Rota Romana

VIDEO. Lo que Francisco pide a los jueces que examinan casos de nulidad matrimonial

¿Cuáles fueron los puntos centrales de la reforma al proceso de nulidad?

En setiembre del año 2015, en su tercer año de pontificado, Francisco sorprendió con el anuncio de una reforma al trámite para conseguir la nulidad del matrimonio eclesiástico, con la finalidad de hacerlo gratuito, y mucho más sencillo y ágil. Desde el momento en que se difundió esta intención, el Papa hizo la precisión que no se busca favorecer o impulsar la nulidad, sino más bien hacer mucho más fácil y accesible un proceso que puede causar sufrimiento a muchas familias, y generar gastos en personas menos favorecidas.

Entre las medidas precisas, además de un acompañamiento clave basado en el discernimiento, se introdujo la sentencia única y la decisión directa del obispo en los casos más claros. Toda la reforma se implementó a través de dos motu proprio (documentos papales) llamados Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et misericors Iesus, tanto para el código de derecho canónico y el código de los cánones de las Iglesias orientales.


Los cambios: Una sentencia y juez único

La principal novedad fue la introducción de una sola sentencia a favor de la nulidad ejecutiva, “y que no sea necesario una doble decisión a favor de la nulidad del matrimonio”. Hasta ese momento, el Derecho Canónico exigía que cada causa fuese analizada por dos tribunales en instancias sucesivas, por lo que tras terminar una primera fase, un tribunal inmediatamente superior tenía que confirmar la de primera instancia para que la sentencia pudiese ser considerada en firme.

Además, la reforma de Francisco introdujo la figura del juez único bajo responsabilidad del obispo en el caso de que se realice el llamado proceso breve, ya que hasta antes de la reforma las causas de nulidad matrimonial se enjuiciaban colegiadamente, por un turno de tres jueces. Asimismo, se da la potestad al obispo para que se encargue de juzgar “los casos de nulidad más evidentes”. Además, el pontífice instó a que “se garantice que el procedimiento sea gratuito”.

VIDEO. El Papa hace gratuitos los procesos de nulidad matrimonial (2015)

Información adicional
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Fuentes

Vatican News / La Nación / Videos: Rome Reports / Foto: Shutterstock

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