Una década de Evangelii gaudium: 10 intuiciones que adelantó Francisco

7:00 p.m. | 6 dic 23 (RVN/LCC).- Se han cumplido 10 años de Evangelii gaudium, la primera exhortación apostólica de Francisco, publicada seis meses después de su elección papal. Es reconocida como su documento programático porque adelantó criterios de lo que ha desarrollado su pontificado. Instituciones y medios católicos, en el marco de su aniversario, han recordado y reflexionado sobre los mensajes centrales de un documento que tiene como eje central “anunciar el Evangelio en el mundo actual”.

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Los 10 indicios que anticipó Evangelii gaudium

1.Un mundo marcado por la “tristeza individualista”. El Papa empieza su reflexión con un diagnóstico más que preocupante de nuestro tiempo: “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada”.

2. Abrir la “vida interior”. Frente a esa realidad, Bergoglio tiene claro que su consecuencia más directa es que la desesperanza se instala en el corazón de las personas: “Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien”.

3. Una “Cuaresma sin Pascua”. En este sentido, el antiguo arzobispo de Buenos Aires observa con pesar que “hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. Pero reconozco que la alegría no se vive del mismo modo en todas las etapas y circunstancias de la vida, a veces muy duras. Se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo”.

4. Una alegría que “llena el corazón”. Convencido de que la Palabra ilumina integralmente a la persona que acude a ella con el alma abierta, en actitud de encontrar más preguntas que respuestas, Francisco invita a la esperanza y asegura que “la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”.

5. Hacia la “impostergable renovación eclesial”. Esa actitud abierta y generosa debe ir más allá del creyente de a pie y traslucirse en cada comunidad cristiana y, en definitiva, en el conjunto de la Iglesia: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación”. Así es como el Papa entiende la “impostergable renovación eclesial”. No tanto a nivel de estructuras (que también), sino en lo relativo a las actitudes. Una revolución del corazón. Del alma.

6. La necesaria “opción por los pobres”. Para Bergoglio, “la opción por los pobres”, tan verbalizada en innumerables homilías y documentos pastorales y episcopales, no es una teoría abstracta, sino la encarnación de uno de los pilares constitutivos del cristianismo: “Para la Iglesia, la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga su primera misericordia”. Sin olvidar que las mismas personas golpeadas por la vulnerabilidad y la exclusión evangelizan al resto: “Los gozos más bellos y espontáneos que he visto en mis años de vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué aferrarse”.

7. Urge la “conversión del papado”. Recién aceptada su responsabilidad al frente de la Iglesia universal, Francisco es consciente de que, “dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del papado. Me corresponde, como Obispo de Roma, estar abierto a las sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi ministerio que lo vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de la evangelización”.

8. Una “saludable descentralización”. Consecuente con la anterior intuición, el Pontífice es el primero en reiterar que “tampoco creo que deba esperarse del magisterio papal una palabra definitiva o completa sobre todas las cuestiones que afectan a la Iglesia y al mundo. No es conveniente que el Papa reemplace a los episcopados locales en el discernimiento de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido, percibo la necesidad de avanzar en una saludable descentralización”.

9. Reconocer “el genio femenino”. En otro de los ejes que han vertebrado su pontificado, ya hace 10 años Francisco defendía que había que “ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia”. Y es que “el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales”.

10. El confesionario no es “una sala de torturas”. Otro ámbito en el que el Papa ve necesario encarnar y concretar un cambio integral afecta de un modo especial a los sacerdotes. Especialmente cuando ofrecen el sacramento del Perdón: “El confesionario no debe ser una sala de torturas, sino el lugar de la misericordia del Señor, que nos estimula a hacer el bien posible. Un pequeño paso, en medio de grandes límites humanos, puede ser más agradable a Dios que la vida exteriormente correcta de quien transcurre sus días sin enfrentar importantes dificultades”.

VIDEO. Especial Evangelli Gaudium (Parte 1)

 

VIDEO. Especial Evangelli Gaudium (Parte 2)

Cuatro principios clave del Papa en Evangelii gaudium

En la Exhortación, el Pontífice aborda estos conceptos (cfr. 220-221) y pasa a indicar, los cuatro pilares de su pensamiento: el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la idea, el todo es superior a la parte. Estos cuatro principios, que a su vez requerirán un estudio en profundidad aparte, “orientan específicamente el desarrollo de la convivencia social y la construcción de un pueblo donde las diferencias se armonicen en un proyecto común” (221). ¿Qué quiere decir aquí el papa Francisco?

Con el primer principio quiere decir que el tiempo inicia procesos que requieren su propio tiempo: hay que preocuparse más de iniciar procesos que de ocupar espacios de poder. Es un principio muy rico que dice mucho sobre la actitud del Papa ante las reformas. Se manifiesta bien en la parábola del trigo y la cizaña (cfr. 225). Con el segundo principio quiere decir que los ciudadanos deben aceptar los conflictos, asumirlos sin lavarse las manos, pero no quedarse atrapados en ellos: deben transformarse en eslabones de nuevos procesos que prevean la comunión a pesar de las diferencias, que deben ser acogidas como tales. El Papa reconoció la parábola del Buen Samaritano como modelo de referencia, aunque no se mencione en la Exhortación.

Con el tercer principio, dice que la realidad “es”, mientras que la idea es fruto de una elaboración que siempre puede correr el riesgo de caer en sofismas, separándose de la realidad, hasta el punto de arriesgarse al totalitarismo, si quiere imponerse a la realidad. Para el Papa, la realidad es siempre superior a la idea. En política se corre a veces el riesgo de formular propuestas lógicas y claras, tal vez seductoras, pero no adherentes a la realidad y, por tanto, incomprensibles para la gente. La encarnación (1 Jn 4,2) es el criterio que guía este principio.

Por último, el cuarto principio afirma que hay que ampliar la mirada para reconocer siempre un bien mayor. En este sentido hay que prestar atención a la dimensión global para no caer en el localismo, pero al mismo tiempo no perder de vista la dimensión local de los procesos y “caminar con los pies en la tierra” (234). Francisco tiene una visión que no es “esférica” (donde todos los puntos son equidistantes del centro), sino “poliédrica”, en el sentido de que el poliedro es la unión de todas las parcialidades, que en la unidad mantiene la originalidad de todas las parcialidades individuales.

A la luz de estos cuatro principios, el Papa puede reiterar: “En el diálogo con el Estado y con la sociedad, la Iglesia no tiene soluciones para todas las cuestiones particulares. Pero junto con las diversas fuerzas sociales, acompaña las propuestas que mejor respondan a la dignidad de la persona humana y al bien común. Al hacerlo, siempre propone con claridad los valores fundamentales de la existencia humana, para transmitir convicciones que luego puedan traducirse en acciones políticas” (241). A su vez, estos principios fundamentan el diálogo ecuménico (244-246), las relaciones con el judaísmo (247-249), el diálogo interreligioso (250-254) y el diálogo social en un contexto de libertad religiosa (255-258) en el texto de la Exhortación.

LEER. Exhortación apostólica Evangelii gaudium (completa)

VIDEO. Evangelii Gaudium, un sueño misionero

Simposio vaticano por el décimo aniversario de Evangelii gaudium

Con ocasión del décimo aniversario de la Exhortación Apostólica, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral realizó un simposio para reflexionar en su impacto dentro del pontificado de Francisco, en el significado para la Iglesia y para el mundo en general. En el documento, el Papa exhorta a la Iglesia a una “transformación misionera”, profundiza en la “dimensión social de la Evangelización” a través de la explicación de algunas de las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma, la inclusión social de los pobres, la búsqueda del bien común y la paz social y el diálogo social como contribución a la paz.


Mensaje del Papa al simposio

En un mensaje dirigido a los participantes, el Papa agradeció la realización de esta iniciativa y recordó que cuando hace diez años escribió la Evangelii gaudium invitó a los cristianos “a una nueva etapa en el anuncio del Evangelio” en la que propuso “recuperar la alegría misionera de los primeros cristianos, llenos de coraje, incansables en el anuncio y capaces de una gran resistencia Activa”.

“El anuncio del Evangelio en el mundo actual sigue requiriendo de nosotros una resistencia profética contracultural ante el individualismo hedonista pagano”, escribió el Santo Padre en la Exhortación Apostólica. Además, el Papa llamó “a tener los mismos sentimientos de Jesucristo” porque “nuestra misión evangelizadora y nuestra vida cristiana no puede desentenderse de los pobres”. Para ello, el Papa sugirió crear “nuevas estructuras sociales” que estén fundadas en una nueva mentalidad para “renunciar a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad”.

“Si no logramos este cambio de mentalidad y estructuras, estamos condenados a ver como se profundiza la crisis climática, sanitaria, migratoria y muy particularmente la violencia y las guerras, poniendo en riesgo al conjunto de la familia humana, pobres y no pobres, integrados y excluidos, porque estamos todos en el mismo barco y estamos llamados a remar juntos”, indicó Francisco.

Finalmente, el Papa alentó a diez años de la publicación de Evangelii gaudium a reafirmar que “sólo si escuchamos el clamor tantas veces silenciado de la tierra y de los pobres podremos cumplir nuestra misión evangelizadora, vivir la vida que nos propone Jesús y contribuir a resolver los graves problemas de la humanidad”.

LEER. Mensaje completo del papa Francisco al simposio


Diálogo entre los asistentes

El programa del simposio comenzó con la lectura del mensaje del Papa y un discurso de introducción del cardenal Michael Czerny. Siguió la intervención de Juan Grabois, de Argentina, que presentó un relato personal-2 de su itinerario con el cardenal Jorge Bergoglio. Durante las dos horas de diálogo, intervinieron varios participantes, entre ellos Sor Nathalie Becquart, el P. Filipe Domingues y el activista Luca Casarini.

El cardenal Czerny destacó el “desarrollo coherente” del magisterio del papa Francisco, desde Evangelii gaudium, hasta las encíclicas posteriores Laudato si’ y Fratelli tutti. “El hilo conductor a lo largo de esta secuencia ha sido la naturaleza misionera de la Iglesia -el reconocimiento, es decir, que la Iglesia no puede permanecer cerrada en sí misma, sino que debe entrar en diálogo y encuentro con el mundo de hoy, fragmentado y maltratado como está”, aseguró.

En una entrevista concedida a Vatican News tras el simposio, el cardenal Czerny reiteró este punto. Expresó que el significado de esta exhortación “dice una vez más lo que Jesús pidió: a saber, que para que vivamos nuestra fe necesitamos llevar el Evangelio al mundo”. “No podemos vivir nuestra fe en guetos -subrayó-, y a puerta cerrada, y menos aún tras los muros. El mundo nos necesita, el mundo necesita la liberación que Jesús ofrece, y Evangelii gaudium es un atlas del mundo que necesita ser evangelizado”.

La hermana Nathalie Becquart, subsecretaria de la Secretaría del Sínodo, quien subrayó que Evangelii gaudium era “realmente fundacional” para la sinodalidad. En el Sínodo sobre los Jóvenes de 2018, “toda la metodología se basó en lo que estaba escrito en Evangelii gaudium en particular la Sección 51, que llama a escrutar siempre atentamente los signos de los tiempos“.

El activista Luca Casarini, por su parte, sugirió que el documento pontificio debería recordarnos la contribución única que el cristianismo puede aportar a los movimientos sociales. “Aunque la Iglesia hace bien en unirse a otros en campañas por la paz y la justicia, no debe convertirse en una simple ONG. No debe tener miedo de hablar del Espíritu Santo”. Casarini recordó que “el Papa subraya que la humanidad está llamada a vivir unida como hermanos. Pero al mirar el mundo -desgarrado por la guerra- esto dista mucho de ser obvio. Se trata más bien de una convicción que brota de la fe cristiana”.

LEER. Discursos completos: Cardenal CzernyLuca CasariniJuan Grabois

VIDEO. Simposio completo

Información adicional
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Fuentes

Revista Vida Nueva / La Civiltà Cattolica / Dicasterio Desarrollo Humano Integral / Vatican News / Videos: Vatican IHD – Acción Católica Argentina – Canal Orbe 21 / Foto: Reuters (Tony Gentile)

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