Sínodo: Síntesis final, una Iglesia cercana a las heridas del mundo

11:00 a.m. | 29 oct 23 (VTN/RVN).- Se publicó el Informe de Síntesis al término de la XVI Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad. Con vistas a la segunda sesión de 2024, se ofrecen reflexiones y propuestas sobre temas como el papel de la mujer y los laicos, el ministerio y elección de obispos, formación sacerdotal, la importancia de los pobres y migrantes, la misión digital, el ecumenismo, los abusos. El documento fue sometido a votación y se aprobó cada uno de sus 336 párrafos. El texto no sugiere acciones inmediatas en temas controversiales, pero muestra una base importante rumbo a la fase final de la Asamblea.

——————————————————————————————–

Mujeres y laicos, diaconado, ministerio y magisterio, paz y clima, pobres y emigrantes, ecumenismo e identidad, nuevos lenguajes y estructuras renovadas, misiones antiguas y nuevas (también digitales), escuchar a todos y profundizar en todo, incluso en los temas más “controvertidos”. Hay una mirada renovada sobre el mundo y la Iglesia y sus exigencias, en el Informe de Síntesis aprobado y publicado hoy por la XVI Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad. Tras cuatro semanas de trabajo, que comenzaron el 4 de octubre en el Aula Pablo VI, el evento eclesial ha concluido su primera sesión en el Vaticano.

Unas cuarenta páginas del documento son el resultado del trabajo de la asamblea que “tuvo lugar mientras viejas y nuevas guerras asolan el mundo, con el drama absurdo de innumerables víctimas”. “El grito de los pobres, de los que se ven obligados a emigrar, de los que sufren la violencia o padecen las consecuencias devastadoras del cambio climático ha resonado entre nosotros, no sólo a través de los medios de comunicación, sino también desde las voces de muchos, implicados personalmente con sus familias y pueblos en estos trágicos acontecimientos”, se lee en el documento (Prólogo).

A este desafío y a muchos otros, la Iglesia universal ha intentado ofrecer una respuesta en los trabajos de los Círculos Menores y en los discursos. Todo confluyó en el Informe de Síntesis, dividido en tres partes, que traza el camino de los trabajos a realizar en la segunda sesión de 2024.

Como en la Carta al Pueblo de Dios, la asamblea sinodal reafirma “la apertura a la escucha y al acompañamiento de todos, incluidos los que han sufrido abusos y heridas en la Iglesia” (1 e). En el camino que hay que recorrer “hacia la reconciliación y la justicia (…) es necesario abordar las condiciones estructurales que permitieron tales abusos y realizar gestos concretos de penitencia”.


El rostro de una Iglesia sinodal

La sinodalidad es un primer paso. Un término que los propios participantes en el Sínodo admiten que es “desconocido para muchos miembros del Pueblo de Dios” y “que suscita confusión y preocupación en algunos” (1 f), entre quienes temen un alejamiento de la tradición, un envilecimiento de la naturaleza jerárquica de la Iglesia (1 g), una pérdida de poder o, por el contrario, inmovilismo y falta de coraje para el cambio.

“Sinodal” y “sinodalidad” son, en cambio, términos que “indican un modo de ser Iglesia que articula comunión, misión y participación”. Por tanto, una forma de vivir la Iglesia, valorando las diferencias y desarrollando la participación activa de todos. Empezando por los presbíteros y obispos: “Una Iglesia sinodal no puede prescindir de sus voces” (1 n), leemos. “Es necesario comprender las razones de la resistencia a la sinodalidad por parte de algunos de ellos”.

La sinodalidad va de la mano de la misión, por lo que es necesario que “las comunidades cristianas compartan la fraternidad con hombres y mujeres de otras religiones, convicciones y culturas, evitando, por un lado, el riesgo de la autorreferencialidad y la autopreservación y, por otro, el de la pérdida de identidad” (2 e). En este nuevo “estilo pastoral”, parece importante para muchos hacer “el lenguaje litúrgico más accesible a los fieles y más encarnado en la diversidad de las culturas” (3 l).

El Informe dedica un amplio espacio a los pobres, que piden a la Iglesia “amor” entendido como “respeto, acogida y reconocimiento” (4 a). “Para la Iglesia, la opción por los pobres y descartados es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica” (4 b), reitera el documento, que identifica como pobres también a los migrantes, los indígenas, las víctimas de la violencia, los abusos (especialmente las mujeres), el racismo y la trata, las personas con adicciones, las minorías, los ancianos abandonados, los trabajadores explotados (4 c). “Los más vulnerables entre los vulnerables, por los que es necesaria una defensa constante, son los niños en el vientre materno y sus madres”, se lee en el texto de la Asamblea, que dice ser “consciente del clamor de los ‘nuevos pobres’ producido por las guerras y el terrorismo causado también por sistemas políticos y económicos corruptos”.

En este sentido, se insta a la Iglesia a comprometerse tanto en la “denuncia pública de las injusticias” perpetradas por individuos, gobiernos, empresas, como en el compromiso activo en la política, asociaciones, sindicatos, movimientos populares (4g). Sin descuidar la acción consolidada de la Iglesia en los campos de la educación, la sanidad y la asistencia social, “sin discriminación ni exclusión de nadie” (4 k).

VIDEO. Sínodo: ¡Basta de odios y de hacer oídos sordos!

 

Migrantes

La atención se centra en los emigrantes y refugiados, “muchos de los cuales cargan con las heridas del desarraigo, la guerra y la violencia”. Ellos “se convierten en una fuente de renovación y enriquecimiento para las comunidades que los acogen y en una oportunidad para establecer un vínculo directo con Iglesias geográficamente distantes” (5d). Frente a actitudes cada vez más hostiles hacia ellos, el Sínodo invita “a practicar una acogida abierta, a acompañarles en la construcción de un nuevo proyecto de vida y a edificar una verdadera comunión intercultural entre los pueblos”.

En este sentido, es fundamental “el respeto de las tradiciones litúrgicas y de las prácticas religiosas”, así como del lenguaje. Por ejemplo, una palabra como “misión”, en aquellos contextos en los que “el anuncio del Evangelio ha estado asociado a la colonización e incluso al genocidio”, está cargada de “un doloroso legado histórico” y dificulta la comunión (5 e). “Evangelizar en estos contextos exige reconocer los errores cometidos, aprender una nueva sensibilidad ante estas cuestiones”, afirma el documento.


Por el camino de la unidad de los cristianos

En cuanto al ecumenismo, habla de una “renovación espiritual” que requiere “procesos de arrepentimiento” y de “sanación de la memoria” (7c); luego cita la expresión del Papa de un “ecumenismo de la sangre”, es decir, “cristianos de distintas filiaciones que juntos dan su vida por la fe en Cristo” (7d) y relanza la propuesta de un martirologio ecuménico (7o). El Informe reitera también que “la colaboración entre todos los cristianos” es un recurso “para sanar la cultura del odio, la división y la guerra que enfrenta a grupos, pueblos y naciones”. No olvida la cuestión de los llamados matrimonios mixtos, que son realidades en las que “podemos evangelizarnos mutuamente” (7 f).


Todos discípulos, todos misioneros. Laicos y familia (Inicio parte II)

“Los laicos y las laicas, los consagrados y las consagradas y los ministros ordenados tienen la misma dignidad” (8b): este supuesto se reitera con fuerza en el Informe de síntesis, que recuerda cómo los fieles laicos “están cada vez más presentes y activos también en el servicio dentro de las comunidades cristianas” (8e). Educadores en la fe, teólogos, formadores, animadores espirituales y catequistas, activos en la salvaguardia y en la administración: su contribución es “indispensable para la misión de la Iglesia” (8 e). Por tanto, los diferentes carismas deben ser “puestos de relieve, reconocidos y plenamente valorizados” (8 f), no menospreciados limitándose a suplir la escasez de sacerdotes, o peor aún, ignorados, infrautilizados y “clericalizados” (8 f).


Mujeres, machismo y clericalismo

Se pide a la Iglesia un fuerte compromiso para acompañar y comprender a las mujeres en todos los aspectos de su vida, incluidos los pastorales y sacramentales. Las mujeres, se lee, “exigen justicia en una sociedad marcada por la violencia sexual y las desigualdades económicas, y por la tendencia a tratarlas como objetos” (9c). “Acompañamiento y promoción decidida de la mujer van de la mano”. Muchas mujeres presentes en el Sínodo “agradecieron profundamente la labor de sacerdotes y obispos, pero también hablaron de una Iglesia que hiere” (9 f). “El clericalismo, el machismo y el uso inadecuado de la autoridad siguen marcando el rostro de la Iglesia y dañando la comunión”. Se requiere una “profunda conversión espiritual y cambios estructurales”, así como “un diálogo entre hombres y mujeres sin subordinación, exclusión ni competencia” (9 h).


Diaconado femenino y mujeres en liderazgo

Las opiniones sobre el acceso de las mujeres al diaconado son diversas (9 j): para algunos es un paso “inaceptable”, “en discontinuidad con la Tradición”; para otros restauraría una práctica de la Iglesia primitiva; otros lo ven como “una respuesta adecuada y necesaria a los signos de los tiempos” para “renovar la vitalidad y la energía en la Iglesia”. También están los que expresan “el temor de que esta petición sea expresión de una peligrosa confusión antropológica, aceptando que la Iglesia se alinee con el espíritu de los tiempos”. Padres y madres del Sínodo piden continuar “la investigación teológica y pastoral sobre el acceso de las mujeres al diaconado”, utilizando los resultados de las comisiones especialmente creadas por el Papa y las investigaciones teológicas, históricas y exegéticas ya realizadas: “Si es posible, los resultados deberían presentarse en la próxima Sesión de la Asamblea” (9 n).

Mientras tanto, se reitera la urgencia de “garantizar que las mujeres participen en los procesos de toma de decisiones y asuman funciones de responsabilidad en la atención pastoral y el ministerio”, y el derecho canónico debe adaptarse en consecuencia (9m). También deben abordarse los casos de discriminación laboral y de remuneración injusta, incluidos los que se dan en la Iglesia, donde “las mujeres consagradas son a menudo consideradas mano de obra barata” (9 o). En cambio, debe ampliarse el acceso de las mujeres a la educación teológica y a los programas de formación (9 p), incluyendo la promoción del uso de un lenguaje inclusivo en los textos litúrgicos y en los documentos de la Iglesia (9 q).

VIDEO. ¿Cuál es el perfil de las mujeres que participan en el Sínodo?

 

Diáconos y formación

A continuación, se expresa gratitud a los diáconos “llamados a vivir su servicio al Pueblo de Dios en una actitud de cercanía a la gente, de acogida y de escucha de todos” (11b). El peligro es siempre el clericalismo, una “deformación del sacerdocio” a la que hay que oponerse “desde las primeras etapas de la formación”, gracias a “un contacto vivo” con la gente y los necesitados (11 c). En esta línea se expresa también la petición de que los seminarios u otros cursos de formación de los candidatos al ministerio estén vinculados a la vida cotidiana de las comunidades (11 e), para evitar “los riesgos de formalismo e ideología que llevan a actitudes autoritarias e impiden un verdadero crecimiento vocacional”.


Celibato

Se mencionó el tema del celibato, que suscitó distintas valoraciones durante la asamblea. “Todos -se lee en el Informe final- aprecian su valor profético y el testimonio de conformación a Cristo; algunos se preguntan si su adecuación teológica con el ministerio presbiteral debe traducirse necesariamente en la Iglesia latina en una obligación disciplinar, sobre todo allí donde los contextos eclesiales y culturales lo hacen más difícil. No se trata de un tema nuevo, que requiere ser retomado”.


Obispos

Se reflexiona ampliamente sobre la figura y el papel del obispo, llamado a ser “ejemplo de sinodalidad” (12 c) ejerciendo la “corresponsabilidad”, entendida como la implicación de otros actores de la diócesis y del clero, para aligerar la “sobrecarga de compromisos administrativos y jurídicos” que a menudo obstaculizan su misión (12 e). Junto a ello, el obispo “no siempre encuentra apoyo humano y espiritual” y “no es infrecuente la dolorosa experiencia de una cierta soledad” (12 e). Además, “la Asamblea pide que se revisen los criterios de selección de los candidatos al episcopado, equilibrando la autoridad del Nuncio Apostólico con la participación de la Conferencia Episcopal. También pide una consulta más amplia al Pueblo de Dios, escuchando a un mayor número de laicos, consagrados y consagradas, y procurando evitar presiones inadecuadas” (12 l).


Formación para construir comunidad (Inicio parte III)

A continuación se pide un “enfoque sinodal” para la formación, recomendando en primer lugar “profundizar en el tema de la educación afectiva y sexual, acompañar a los jóvenes en su camino de crecimiento y apoyar la maduración afectiva de los llamados al celibato y a la castidad consagrada” (14 g). Se le pide que profundice el diálogo con las ciencias humanas (14 h) para desarrollar “cuestiones controvertidas incluso dentro de la Iglesia” (15 b).

Es decir, cuestiones “relacionadas con la identidad de género y la orientación sexual, el final de la vida, las situaciones matrimoniales difíciles y los problemas éticos relacionados con la inteligencia artificial”. Para la Iglesia “plantean nuevos interrogantes” (15 g). “Es importante tomarse el tiempo necesario para esta reflexión e invertir en ella las mejores energías, sin ceder a juicios simplificadores que dañan a las personas y al Cuerpo de la Iglesia”, recordando que “muchas indicaciones son ya ofrecidas por el Magisterio y esperan ser traducidas en iniciativas pastorales adecuadas”.


Escucha

Con la misma preocupación, se renueva la invitación a una escucha “auténtica” de “las personas que se sienten marginadas o excluidas de la Iglesia, a causa de su situación conyugal, su identidad y su sexualidad” y que “piden ser escuchadas y acompañadas, y que se defienda su dignidad”. Su deseo es “volver a casa”, a la Iglesia, y “ser escuchados y respetados, sin miedo a sentirse juzgados”, afirma la Asamblea, reafirmando que “los cristianos no pueden faltar al respeto a la dignidad de ninguna persona” (16 h).


Poligamia

A la luz de las experiencias relatadas en la asamblea por algunos miembros del Sínodo procedentes de África, se anima al SECAM (Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar) a promover “un discernimiento teológico y pastoral” sobre la cuestión de la poligamia y “el acompañamiento de las personas en uniones polígamas que se acercan a la fe” (16 q).


Cultura digital

Por último, el Informe de Síntesis habla del entorno digital. Se anima a “llegar a la cultura actual en todos los espacios en los que la gente busca sentido y amor, incluidos sus teléfonos móviles y tabletas” (17c), teniendo en cuenta que Internet “también puede causar daños y perjuicios, por ejemplo a través del acoso, la desinformación, la explotación sexual y la adicción”. Es urgente, por tanto, “reflexionar sobre cómo la comunidad cristiana puede apoyar a las familias para garantizar que el espacio en línea no sólo sea seguro, sino también espiritualmente vivificante” (17 f).

LEER. Informe de Síntesis de la Asamblea de octubre 2023 (completa)

VIDEO. Documento final del sínodo: “Aquí no se vence por gritar más”

Francisco arremete contra “actitudes machistas y dictatoriales” de la jerarquía eclesiástica

El Papa intervino a mitad de semana en la 18ª Congregación General del Sínodo de la Sinodalidad. El Papa recordó que “Jesús, para su Iglesia, no aceptó ninguno de los esquemas políticos de su tiempo: ni fariseos, ni saduceos, ni fanáticos, ni zelotes. Me gusta pensar en la Iglesia como este pueblo sencillo y humilde que camina en la presencia del Señor (el pueblo de Dios). Este es el sentimiento religioso de nuestra comunidad”. Un pueblo que, además, es “infalible en creer”.

“La fe del pueblo, el alma de Dios del pueblo santo, tiene un alma, y ​​porque podemos hablar del alma de un pueblo podemos hablar de una hermenéutica, de un camino de verdad, de una conciencia”, ha aseverado Francisco. “Los miembros de la Jerarquía provienen de esta comunidad y recibimos la fe de esta comunidad, generalmente de nuestras madres e hijos, ‘tu madre y tu hijo’ le dice Pablo a Timoteo, una mujer transmitida en dialecto femenino, como la Madre de los Macabeos que les hablaba ‘en dialecto’ a sus hijos”, ha continuado el Papa, subrayando que “la fe se transmite en dialecto, y generalmente en dialecto femenino”.


Contra el clericalismo

Esto, ha explicado, “no se debe solo a que la Iglesia es Madre y son precisamente las mujeres las que mejor reflejan; son las mujeres que saben esperar, saben descubrir el progreso de la Iglesia, del campo comunitario, si se aventuran más allá del límite, quizás con el corazón pero con valentía, y en la luz oscura de un día que comienza si buscan una tumba con la intuición de que pueden tener algo de vida”. “La mujer de la santa comunidad de Dios es el reflejo de la Iglesia”, ha aseverado Francisco. “La Iglesia es femenina, es madre”.

“Cuando los ministros salen de su servicio y maltratan al pueblo de Dios, desfiguran la tribuna de la Iglesia con actitudes machistas y dictatoriales”, ha continuado el Papa, recordando que “es doloroso encontrar la ‘lista de precios’ de los servicios sacramentales como en el supermercado”. Y es que “o la Iglesia es la comunidad de Dios en el camino, santos y pecadores, o acaba siendo una empresa de servicios variados”. “Cuando los agentes pastorales siguen este camino, la Iglesia se convierte en el supermercado de la salvación y los sacerdotes en empleados de una multinacional”, ha añadido.

Esta es, para Francisco, “la gran derrota que nos trae el clericalismo”. “Y el pueblo de Dios, el pueblo santo de Dios, continúa, con paciencia y humildad, soportando el desprecio, el maltrato y la marginación que parte del clericalismo institucional”.

LEER. Discurso completo del papa Francisco a la Asamblea

Testimonios de la última semana en la Asamblea sinodal

VIDEO. Voces sinodales (ADN CELAM – 23 de octubre)

 

VIDEO. Voces sinodales (ADN CELAM – 24 de octubre)

 

VIDEO. Voces sinodales (ADN CELAM – 25 de octubre)

 

VIDEO. Voces sinodales (ADN CELAM – 26 de octubre)

 

VIDEO. Voces sinodales (ADN CELAM – 27 de octubre)

Reseña día a día de Religión Digital e informe (video) de Vatican News
Información adicional
Publicaciones recomendadas en Buena Voz Noticias
Fuentes

Vatican News / Revista Vida Nueva / Videos: Vatican Media – Rome Reports – CELAM TV/ Foto: Remo Casilli (Reuters)

Puntuación: 4.72 / Votos: 7

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *