¿Qué cambiar en la educación para un mundo más solidario?

8:00 p.m. | 9 set 20 (OIEC/VN).- Como aporte a la convocatoria del Papa de construir un pacto educativo global, la Oficina Internacional de la Educación Católica publicó el libro “Pacto Educativo Global. Una educación de, con y para todos. Hacia una sociedad más fraterna, solidaria y sostenible”. Se insiste en la importancia de poner a los niños y jóvenes en el centro de su aprendizaje, así que además de propuestas de líderes eclesiales, especialistas y responsables, dedica un capítulo a ideas de menores entre 10 y 16 años sobre una educación para ser solidarios y cómo las escuelas pueden cuidar el medioambiente. Un último bloque recopila más de 70 proyectos educativos en todo el mundo, con influencia local o global, que van dando forma al pacto educativo.

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¿Qué podemos encontrar en el libro?

El libro, de 374 páginas y que se puede descargar gratis, está estructurado de la siguiente manera: en la primera parte Angelo Vicenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, expone el por qué y el para qué del pacto, así como las principales previsiones para abordarlo.

A continuación viene un apartado en el que se encuentra la convocatoria del pacto educativo global que hizo el Papa el 19 de septiembre de 2019 y, en el siguiente capítulo se presenta un documento de trabajo (instrumentum laboris) “para que todos aporten ideas y soluciones ante el mismo”. Recordar que Francisco, a partir de esa convocatoria, promovió un evento que se iba a realizar en mayo de este año: “Reconstruir el pacto educativo global”, que finalmente ha sido postergado, por la pandemia (más información sobre esto en los enlaces al final).

Los demás capítulos muestran “las luces aportadas por diferentes personas del mundo, para hacer posible el pacto, mejorar la educación y servir mejor a la sociedad, creando un mundo más habitable, fraterno, solidario y sostenible”.

En dicho apartado toman la palabra los niños y los jóvenes, a quienes se busca poner en el centro de su aprendizaje, darles protagonismo, autonomía y un espacio donde se puedan expresar y poder aprender de ellos. Decenas de menores de aproximadamente 20 países diferentes responden a dos cuestiones: ¿qué deberíamos aprender para ser mejores personas, más acogedores y fraternos?; y ¿qué propones hacer desde la escuela para el cuidado y mejora del medioambiente?

Luego, diferentes ciudadanos del mundo: obispos, delegados de educación de las conferencias episcopales, ministros o exministros de educación, responsables de centros educativos o de redes de escuelas, presidentes de escuelas católicas, profesores, padres o madres de familia, de múltiples países, entre otros. En el siguiente capítulo, hablan los superiores generales de distintas congregaciones religiosas, y le sigue un grupo de expertos en educación de todo el mundo.

Visitando la aldea de la educación

En la última parte de la publicación se presentan más de 70 proyectos o programas que son ejemplos concretos de cómo se está generando una mejor educación, y que se vienen desarrollando a escala local, nacional o internacional, para construir juntos esa “aldea de la educación” de la que nos habla el Papa.

“En esta ‘aldea educativa’, se han identificado cuatro áreas o ejes temáticos, en torno a los cuales se han etiquetado los diferentes proyectos o programas -que, en su momento, junto con otros muchos, se mostrarán en la vía de la Conciliazione (Roma), en múltiples stands, mostrando al mundo lo que se está haciendo desde diversos países, culturas y religiones: derecho a la educación, educar para la paz, solidaridad y ecología.

Algunos proyectos o programas abordan específicamente un área, pero otros, en el mismo proyecto, impulsan dos, tres o las cuatro áreas. Sería bueno unir fuerzas y trabajar de forma más colaborativa. Para ello, es importante conocerse mutuamente, planificar juntos, compartir acciones. De esta forma, fortaleceríamos los proyectos, obtendríamos mayor valor y rigor y avanzaríamos más y mejor.

Cada proyecto muestra un gran dinamismo, compromiso, creatividad y colaboración. Ponen a la escuela y a la educación al servicio de los demás y de sus comunidades, oyendo el grito de la Tierra y de los pobres, generando esperanza e ilusión. Sin duda, todos ellos nos inspiran y contagian”.

Son más de 50 programas reseñados, algunos afectan a miles de escuelas, a millones de alumnos, directos o indirectos; cuentan con un amplio recorrido, de años de servicio educativo de gran calidad, transformando personas y contextos. Al final de cada proyecto/programa, se indica una web y/o email para saber más y poder contactar con los responsables.

El Perú se hace presente de manera directa con el proyecto educativo “San Francisco de Asís Makinmanta Purispa Pachamamanchista Kausarichisun” (p. 335) fortalecido con el Carisma de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María. El proyecto consiste en “poner en práctica la filosofía inca del sumaq kawsay, que significa el ‘buen vivir con la madre Tierra’; todos los miembros de nuestra institución trabajamos en el cultivo de plantas en el huerto y en maceteros reciclados, decorados con arte y creatividad; segregación de residuos sólidos; acopio y reutilización de papeles”.

De manera indirecta, el Perú también figura en otros programas, como es el caso del Bureau International Catholique de l’Enfance (BICE): “Niñez sin rejas” (p. 289); de CLAYSS – Programa de promoción del aprendizaje-servicio solidario (p. 296); de OIDEL (p. 323) y del Sistema de Acreditación de la Calidad Educativa (p. 338).

ENLACE. Pacto Educativo Global. Una educación de, con y para todos. Hacia una sociedad más fraterna solidaria y sostenible (PDF)

La pandemia alienta a reimaginar la educación

El prólogo es del arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, y en él explica que la obra busca ser un espacio en el que se favorezca el diálogo y la búsqueda en común. Pero “con actitud humilde, que es lo que permite a todos escuchar, aprender de los otros para buscar y construir juntos. Para focalizar y definir las prioridades de la nueva o buena educación, ordenadas en función de su importancia, necesidad y urgencia”.

Asimismo, destaca que este Pacto Educativo Global “nos compromete a generar los mecanismos y las acciones adecuadas para tomar las decisiones de forma progresiva, así como para ponerlas en práctica”, por lo que llama a trabajar juntos en su transformación y mejora.

En la introducción, Juan Antonio Ojeda, quien también es consultor de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, afirma que se trata de un libro participativo, creado como un espacio de encuentro y de diálogo, “para aportar luces para el camino hacia el pacto educativo global”.

Asimismo, considera que la actual pandemia está alentando a reimaginar la educación, involucrando a todos los sectores y estamentos sociales, pues cada vez se comprende como más importante y necesaria que nunca. Añade: “hoy es más determinante y urgente contar con un pacto educativo local y global que genere una nueva y mejor educación”.

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Fuentes:

Oficina Internacional de la Educación Católica / Vida Nueva / Foto: SA Today’s Catholic Newspaper