Llevar a la práctica las propuestas del Sínodo Amazónico
4:00 p.m. | 3 jul 20 (AM/VN).- Vio la luz una iniciativa fundamental planteada en el Sínodo Amazónico. El 29 de junio se fundó la Conferencia Eclesial de la Amazonía, una nueva estructura transnacional que tendrá como función llevar a la práctica muchas de las propuestas aprobadas en el Sínodo. Esta decisión, calificada como “histórica” por el cardenal Michael Czerny SJ, tuvo matices inéditos no solo por su importancia, sino por tomarse en una asamblea virtual. Dos puntos a resaltar: la denominación “eclesial” de la Conferencia en lugar de “episcopal”, por incluir a laicos (líderes de la región) y religiosos, junto con los obispos; y la elección como su vicepresidente al español David Martínez de Aguirre, obispo de Puerto Maldonado (Perú). Un avance significativo para un territorio que en este momento sufre su peor momento por la pandemia. Reunimos también información al respecto.
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La decisión de crear la conferencia se tomó en un encuentro virtual celebrado los días 26 y 29 de junio por la Asamblea de Constitución de la Conferencia Eclesial de la Amazonía. El comunicado oficial describió esta modalidad virtual como una “novedad del Espíritu, y hace parte de este esperanzador kairós que continúa el camino sinodal para abrir nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral en la región panamazónica”.
El cardenal Michael Czerny SJ, que participó en la asamblea, describió la decisión como “histórica” y recordó que el papa Francisco, en su exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonia”, había pedido a los participantes en el sínodo que empezaran a aplicar sus propuestas.
Comentó que han empezado creando esta nueva estructura eclesiástica transnacional que abarca los nueve países de la región: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y el territorio de la Guayana Francesa. El Cardenal Czerny destacó el hecho de que “la energía y el esfuerzo para ello proviene de la propia región”.
“Es maravilloso”, dijo. “Es un signo de crecimiento, de desarrollo, de renovación, de hacer algo nuevo”. Explicó que “esta estructura será responsable de la aplicación de muchas de las propuestas de la Asamblea del Sínodo del año pasado. Se convierte en una estructura con la capacidad de abordar lo que también exigió en su momento la conferencia de Aparecida y lo que pidió el papa Francisco cuando se dirigió a los obispos brasileños en 2013, a saber, un esfuerzo pastoral coordinado”.
El comunicado oficial explica que se debe encarar los “tiempos difíciles y excepcionales para la humanidad” que estamos viviendo, una realidad que “impacta fuertemente a la región panamazónica”, con más de 400 mil casos confirmados y más de 13 mil fallecidos como consecuencia del coronavirus, algo que en palabras del comunicado hace más visibles “las realidades de violencia, exclusión y muerte contra el bioma y los pueblos que la habitan, claman por una urgente e inminente conversión integral”.
En ese contexto, “la Conferencia Eclesial de la Amazonía quiere ser una buena noticia y una respuesta oportuna a los gritos de los pobres y de la hermana madre Tierra”, fruto de una alianza entre la Iglesia católica y los pueblos originarios, que estrechó sus lazos de forma decisiva durante el proceso sinodal.
La Asamblea de Constitución contó con participaciones desde distintos puntos del planeta: el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), monseñor Miguel Cabrejos (Perú); el presidente y el vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), cardenales Claudio Hummes (Brasil) y Pedro Barreto (Perú), un obispo por cada país que comparte el territorio amazónico. También participó un representante de Cáritas de América Latina y el Caribe, monseñor José Luis Azuaje, la hna. Liliana Franco, de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) y de la REPAM, Mauricio López. A estos se sumaron tres representantes de los pueblos originarios.
ENLACE. Creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía. Comunicado oficial del CELAM
Como representantes del Vaticano, participaron, por la Secretaría del Sínodo de los Obispos, el Cardenal Baldisseri, de la Congregación para los Obispos, el Cardenal Ouellet, de la Congegación para la Evangelización de los Pueblos, el Cardenal Luis Tagle y del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, el Cardenal Czerny.
El Cardenal Claudio Hummes declaró en el momento de la inauguración de la Asamblea Constitutiva el viernes 26 de junio: “Esta Conferencia hace parte de los nuevos caminos que el Sínodo Especial de Obispos para la Amazonía propuso. Es nuestra responsabilidad constituir esta Conferencia, animados por nuestro querido Papa Francisco. Él mismo sugirió el nombre”.
Por su parte, el Cardenal Pedro Barreto, vicepresidente de la REPAM dio la bienvenida al nuevo organismo afirmando: “Ha llegado el momento para dar gracias a Dios porque se ha creado la Conferencia Eclesial de la Amazonía, donde la voz de los indígenas en la Amazonía se ha escuchado”.
El discernimiento en el camino recorrido
El nacimiento de la Conferencia Eclesial de la Amazonía debe situarse en la tradición colegial y sinodal de las Iglesias de América Latina y el Caribe. El CELAM, tiene más de 75 años de colaborar con las iglesias en la evangelización del continente. Ya desde 1955, con la Primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Río de Janeiro se comenzó a forjar una figura regional.
De un inmenso valor son las Conferencias del Episcopado realizadas en Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida en sus deseos de incorporar el Concilio Vaticano II, y el magisterio más reciente, en los procesos evangelizadores locales.
El padre Carlos María Galli afirma que la Conferencia de Aparecida “se anticipó a imaginar nuevas formaciones eclesiales regionales (DAp 182) y tuvo la visión profética de llamar a colaborar entre sí a las iglesias hermanas de la Amazonía”.
“Crear conciencia en las Américas sobre la importancia de la Amazonía para toda la humanidad. Establecer, entre las iglesias locales de diversos países sudamericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con prioridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común” (DAp 475).
La Asamblea del Sínodo se celebró en Roma en octubre de 2019 y en el Documento Final se subrayó la urgencia de abrir nuevos caminos para la Iglesia en el territorio amazónico.
Nuevo organismo eclesial, sinodal y episcopal de dimensión regional
Ya el Documento Final del Sínodo Especial para la Amazonía en su número 115, anima con fuerza y urgencia a la creación de una instancia que dé dinamismo e impulso a la labor evangelizadora en la Amazonía, territorio compartido por nueve países y habitado por más de treinta millones de personas:
“Proponemos crear un organismo episcopal que promueva la sinodalidad entre las iglesias de la región, que ayude a delinear el rostro amazónico de esta Iglesia y que continúe la tarea de encontrar nuevos caminos para la misión evangelizadora, en especial incorporando la propuesta de la ecología integral, afianzando así la fisonomía de la Iglesia amazónica” (DF 115).
La Conferencia naciente es ante todo eclesial, en ella están presentes las iglesias encarnadas en los territorios amazónicos. Esta pluralidad será un elemento enriquecedor de la vida de las iglesias locales que viven la sinodalidad como búsqueda de la voluntad de Dios, como espacios de discernimiento al servicio de la evangelización.
Con su estructura propia y en estrecha relación con el CELAM –del que hace parte–, el nuevo organismo eclesial mantendrá una articulación adecuada con la REPAM y promoverá una pastoral de conjunto en coordinación y cooperación con los obispos, las iglesias y las conferencias episcopales, lo mismo que con la CLAR y con Cáritas América Latina y el Caribe, a fin de asumir, desde el territorio, muchas de las propuestas surgidas en el Sínodo Panamazónico, “siendo también un nexo que anime a otras redes e iniciativas eclesiales y socio-ambientales a nivel continental e internacional”.
Por su parte, la Conferencia naciente asume las orientaciones del papa Francisco para ayudar a la inculturación plural e Intercultural en la región. Este planteamiento destaca dos orientaciones, según la Exhortación Apostólica Querida Amazonia: la encarnación eclesial y ministerial (QA 85) y el desarrollo en la Iglesia de la capacidad “para dar lugar a la audacia del Espíritu, para confiar y concretamente para permitir el desarrollo de una cultura eclesial propia, marcadamente laical” (QA 94).
Patricia Gualinga, lideresa indígena, con mucha esperanza, ante el nacimiento de esta entidad declara: “La iglesia católica necesita entender a los pueblos indígenas, ¿cuál es el idioma que están hablando? tratar de comprender que la iluminación del Espíritu está en estas culturas, y que allí está el gran aporte que vamos a dar a la humanidad como pueblos originarios para que no se destruya la creación, la casa común y, ese es un compromiso que la Conferencia debe comenzar a ejecutar con celeridad, con profundidad para el bien de toda la humanidad”.
El Cardenal Claudio Hummes fue elegido presidente de la nueva Conferencia y Monseñor David Martínez de Aguirre el vicepresidente. El primero insistió en que el proceso sigue. Los documentos que concretizan la iniciativa serán presentados a las instancias vaticanas y al papa Francisco para su aprobación.
Para el Comité Ejecutivo se ha elegido a Mons. Eugenio Coter (Bolivia), como obispo representante de las Conferencias Episcopales del territorio Amazónico”, y representantes del CELAM, REPAM, CLAR y CÁRITAS ALyC. La Conferencia cuenta con 3 representantes de los pueblos originarios designados: Sra. Patricia Gualinga del pueblo kichwa-Sarayakú (Ecuador); Hna. Laura Vicuña Pereira del pueblo Kariri (Brasil); y Sr. Delio Siticonatzi del pueblo Asháninka (Perú).
Monseñor Martínez De Aguirre: “El reto de la Iglesia de encarnarse en la Amazonía”
La presencia de Monseñor David Martínez De Aguirre ha sido fundamental en el reconocimiento y la defensa de los pueblos amazónicos, proceso que cobró fuerza con el desarrollo del Sínodo Amazónico, del cual participó como secretario especial.
“El Sínodo Panamazónico ha sido fruto de todo un trabajo, toda una reflexión, todo un movimiento de la Iglesia de la Amazonía, de pueblos indígenas, de comunidades ribereñas, de las parroquias en las ciudades, de todos los actores de pastoral en la Amazonía, donde se ha querido replantear cuál es la misión de la Iglesia en la Amazonía, cuáles son los problemas más asfixiantes, cuál es la respuesta desde el Evangelio, y cómo podemos dinamizar el Evangelio del Reino de Dios de la Amazonía”, comenta Monseñor Martínez De Aguirre en una entrevista concedida a Vatican News.
Su experiencia de vida comunitaria en las misiones de Koribeni y Kirigueti, forman parte de esta “configuración plural y armoniosa de la Iglesia amazónica” que el Papa describió en su Exhortación apostólica postsinodal ‘Querida Amazonía’. Ahora, el Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, se prepara para un nuevo desafío, esta vez como vicepresidente de la recién constituida Conferencia Eclesial Amazónica
“La Conferencia Eclesial Amazónica trata de ser una respuesta, un intento de organización, un empezar a mover la maquinaria de la Iglesia, empezar a organizarnos para poder dar respuesta a los retos que nos han planteado estos acontecimientos tan importantes en la Iglesia Amazónica”, añade el Obispo de Puerto Maldonado.
Para Monseñor Martínez De Aguirre, el primer desafío del nuevo organismo eclesial será responder a estas conversiones que se han planteado en el Sínodo: “la Amazonía está convulsionada y amenazada… (click aquí para leer artículo completo).
Estado de calamidad en la Amazonía por el coronavirus
Según datos recogidos por la Red Eclesial Panamazónica, que todos los lunes, miércoles y viernes, elabora un informe con los números oficiales, facilitados por las autoridades de cada uno de los nueve países, este 1 de julio ya son 447.982 contagiados, con un saldo de 14.420 fallecidos. Entre ellos se encuentran 10 mil casos confirmados y mil fallecidos de más de 100 pueblos indígenas, lo que supone una amenaza cada vez mayor de un etnocidio, que puede suponer la desaparición de alguno de los aproximadamente 390 pueblos indígenas de la Panamazonía, a los que se unen casi 130 pueblos en aislamiento voluntario, que en verdad son los que más grave riesgo están corriendo.
La región panamazónica tiene una población de unos 33 millones, de los que aproximadamente 3 millones son indígenas. Si se tratase de un país, estaríamos hablando del 5º con mayor número de contagios y el 9º en número de fallecidos. Todo eso en una región donde la logística se ve dificultada por una geografía que sólo hace posible el desplazamiento fluvial y aéreo en amplias áreas de la región. A esto se une el abandono en el campo sanitario al que tradicionalmente se ha visto sometida la Panamazonía, a donde los foráneos casi siempre han llegado solo para llevarse los recursos… (click aquí para leer artículo completo).
ENLACE. COVID-19 en la Amazonía (cifras semanales de la REPAM)
Fuentes:
America Magazine / Vida Nueva / Vatican News / REPAM