Balance de Asamblea del Sínodo: Luz verde al Papa para que reme hacia la misericordia

11:00 p m| 28 oct 15 (RD/BV).- Sin rupturas doctrinales ni herejías que huelan a cisma. La Iglesia procede, como siempre hizo a lo largo de su bimilenaria historia, con la técnica de los pequeños pasos. El Papa marca el camino de la misericordia hacia la gente (por muy pecadora que sea) y el Sínodo le sigue a regañadientes. Para abrir horizontes de esperanza. Para poner al día la doctrina y marcar tendencia. Las medidas concretas, sobre todo las más polémicas de la comunión a los divorciados o la situación de los homosexuales, queda en manos del Papa, signo y garantía de comunión eclesial.

José Manuel Vidal, director del portal Religión Digital, resume así su balance sobre la Asamblea, quien en un comentario posterior añade que ésta concluyó sin vencedores ni vencidos, no se impuso la postura de los principios innegociables, ni la que “quiere cambiarlo todo”, sino la síntesis entre ambas sensibilidades.

—————————————————————————

Éstas son las claves que pueden explicar el balance de este Sínodo:

1/ No hay vencedores ni vencidos. Ni la tesis de los principios innegociables ni la antítesis de ‘hay que cambiarlo todo’, sino la síntesis entre ambas sensibilidades. La doctrina se puede y se debe aggiornar, para que la Iglesia pueda seguir siendo lo que quiso su fundador: casa de la misericordia y hospital de campaña. O, como dice uno de los sinodales, el jesuita Padre Spadaro, “ha vencido el corazón pastoral de la Iglesia, el corazón de los que no quieren convertir el Evangelio en una ideología ni en una piedra para lanzar contra los otros”. “Porque no necesitan médico los sanos, sino los enfermos” (Lc. 5,31).

2/ Criterios para discernir cada situación, no soluciones ni recetas generales. Es la propuesta del cardenal Schonborn la que sale victoriosa del Sínodo. Una propuesta que, como buen dominico, el purpurado de Viena, buscó en Santo Tomás de Aquino. La doctrina del “fuero interno”, es decir que cada persona decida en función de su conciencia bien formada y que el obispo, tras escuchar a cada persona, tome las oportunas decisiones. Sin juicios, sin tener que recurrir a Roma y sin miedo a la misericordia. Eso sí, ya no se puede decir, como aseguran los rigoristas, que todos los divorciados vueltos a casar sean adúlteros. “Aquel de ustedes que esté libre de pecado que tire la primera piedra” (Jn. 8,7).

3/ Del Sínodo sale una Iglesia más democratizada. La vieja aspiración de los partidarios de descongelar el Concilio. Un Sínodo que demostró la sinodalidad en acto. Es decir, que el Papa está dispuesto a descentralizar el ejercicio del poder en la Iglesia e, incluso, a ceder competencias a los obispos. De hecho, al cederles ya competencias directas en la concesión de nulidades, el Papa realizó un profundo acto de reforma del papado. Hacía casi mil años que un Papa no cedía parte de sus poderes voluntariamente. Es el paso de una Iglesia piramidal a una Iglesia circular o, como dice el propio Francisco, de “pirámide invertida”. Mandas las bases y la jerarquía sirve. “El que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro servidor” (Mt. 20,26).

4/ La renovación conciliar llega a la moral familiar y sexual. Era la asignatura pendiente de la recepción y aplicación del Concilio Vaticano II. En este ámbito, reina un claro cisma silencioso: la gente vive de espaldas al rigorismo doctrinal eclesial. Una doctrina que ha colocado a la Iglesia durante todos estos años como aduana, como semáforo rojo y como enemiga del mundo. “Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas” (Mt. 23,4).

5/ Francisco y su primavera salen fortalecidos. A un Papa como éste, admirado y querido por la gente (católica o no), y máxima autoridad moral del planeta, le faltaba el reconocimiento de un sector de su propia jerarquía. Hasta ahora, tenía los ‘enemigos’ dentro, que, durante este Sínodo, quedaron tan en evidencia y con las vergüenzas al aire, que han tenido que plegarse al sentir de la mayoría. Y eso que intentaron maniobrar con todos los medios y envenenar la situación. Los cuervos y los buitres volvieron a extender sus negras alas sobre el Vaticano. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados!” (Mt. 23,27)

6/ El Papa conoce a sus ‘opositores’ con nombres y apellidos. Y sabe que continuarán poniendo palos en la rueda de su revolución tranquila. Le sería muy fácil descabezarlos. Pero no lo hará. Quiere que también ellos le acompañen en el cambio. Aunque eso le cueste tiempo y dolores de cabeza. Sabe que sólo podrá cambiar la iglesia con prudencia y lentitud, porque un tercio de los obispos del mundo rema en su contra. Francisco seguirá siendo un Papa sinodal (caminando con todos), pero consciente de que tiene que tirar del carro. Porque el ala derecha sigue presa de sus inercias. De hecho, a pesar de no haber salido completamente derrotados, los conservadores fruncen el ceño y hablan de Sínodo con sabor agridulce y hasta de Sínodo convertido en sapo que se han tenido que tragar. “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt. 16,18).


Un Sínodo “sin vencedores ni vencidos” a costa de no ofrecer salidas concretas

No hay vencedores ni vencidos. Ni la tesis de los principios innegociables ni la antítesis de ‘hay que cambiarlo todo’, sino la síntesis entre ambas sensibilidades. La doctrina se puede y se debe ‘aggiornar’, para que la Iglesia pueda seguir siendo lo que quiso su fundador: casa de la misericordia y hospital de campaña. “Porque no necesitan médico los sanos, sino los enfermos” (Lc. 5,31). Pero, paso a paso y gradualmente.

Por eso, los padre sinodales han entregado a Francisco un documento integrador, donde se sentirán reflejadas las diversas tendencias. Porque es un documento de consenso y sin rupturas. Un documento orientador para que el Papa, con él en la mano, vaya decidiendo poco a poco los pasos concretos a seguir dando.

De ahí que, tras meces de deliberaciones y debates duros entre moderados y conservadores, la Iglesia haya buscado, como hace siempre, la comunión. Y para eso, el documento no baja ni puede bajar a lo concreto. Se mantiene en criterios generales y en orientaciones genéricas. Criterios para discernir cada situación, no soluciones ni recetas generales. Eso sí, criterios con visión de futuro y cargados de esperanza.

No hay morbo en el documento. Los temas más polémicos, como el de la homosexualidad o el del acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, se tratan, pero no se zanjan. Sobre los gays, la Iglesia sigue remitiéndose al Catecismo: respeto y misericordia con el pecador, pero sin absolver su pecado.

Y, en el tema de la comunión de los divorciados, es la propuesta del cardenal Schonborn la que sale victoriosa del Sínodo. Una propuesta que, como buen dominico, el purpurado de Viena, buscó en Santo Tomás de Aquino. Se trata de la doctrina del “fuero interno”, es decir que cada persona decida en función de su conciencia bien formada y que el obispo, tras escuchar a cada persona, tome las oportunas decisiones. Sin juicios, sin tener que recurrir a Roma y sin miedo a la misericordia.

Sigue igual la doctrina, pero cambian los acentos y se abren caminos de futuro. La mayoría moderada de los padres sinodales es consciente de que “lo mejor es enemigo de lo posible”. En estos momentos, concretar la misericordia que quiere el Papa con los gays y con los divorciados podía romper la Iglesia y llevar al cisma. Por eso han optado por pacificar y poner las bases para que se puedan ir abriendo pequeñas grietas en el hormigón armado de la doctrina.

Saber esperar es un arte y la Iglesia, sabia de sus dos mil años de Historia, lo practica. Esperar para que la fruta madure, para que el consenso se amplíe y fragüe sin rupturas. La institución sólo dará pasos en los campos delicados de la moral sexual y familiar, cuando se lo permita el “sensus fidelium”. Es decir, cuando sea la opinión muy mayoritaria entre sus fieles. Es la ley de la “salus animarum”.

Resultados escasos, dirán muchos. Y es que los medios habían creado excesivas expectativas. El ‘Sínodo mediático’ esperaba una revolución. Y el ‘Sínodo real’ le ha servido las bases de una reforma que puede cuajar en el futuro. Las luces cortas de los medios contra las largas de la Iglesia, que se mueve en el tiempo teológico de la eternidad. La revolución eclesial es para mañana.

En todo caso, la misericordia actuante con gays y divorciados tendrá que esperar. A no ser que el Papa (que tiene la última palabra en esto y en todo lo demás) crea que la prudencia de sus sinodales es excesiva y que, para que la Iglesia sea realmente “un hospital de campaña”, hay que “hacer lío” y dar salida ya a estos “descartados” de la institución. Si la ley del descarte no vale en la sociedad civil, menos aún en la eclesial. Tras escuchar a su ‘Senado’, el Papa puede decidir. Tiene margen para ello. Y es, sin duda, capaz de hacerlo. Por algo es el Papa de la esperanza.


Pide evitar injustas discriminaciones a los homosexuales

El documento final del Sínodo sobre la familia, cuyos 94 puntos fueron aprobados hoy en su totalidad por una mayoría de dos tercios, pide evitar injustas discriminaciones a homosexuales.

El tema del acercamiento de la Iglesia a los homosexuales queda recogido en un punto, en el que se explica que “cada persona, independientemente de su propia tendencia sexual, tiene que ser respetada en su dignidad, y acogida con respeto, con el cuidado de evitar cualquier marca de injusta discriminación”.

El resto de ese apartado pide atención de la Iglesia para “acompañar a las familias con un miembro homosexual”.

Esta es la única referencia a la acogida de homosexuales por parte de la Iglesia católica en este texto, en el que también se reitera que “no existe algún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”.

También en este punto, que recibió 221 votos a favor y 37 contrarios, se explica que se considera “inaceptable” que las Iglesias locales sufran “presiones en esta materia por parte de organismos internacionales que condicionan las ayudas financieras a países pobres a la introducción de leyes que incluyan el matrimonio entre personas del mismo sexo”.

Algunos de los 270 padres sinodales que participaron en el Sínodo ya habían anticipado que el tema de la acogida de los homosexuales no iba a ser ampliamente reflejado en el documento al considerar que no se podía incluir en la temática general de la familia.

Por ello, solo habría una cita a la no discriminación, pero sí a la atención a las familias con un miembro homosexual.

Las votaciones se han realizado separadamente por cada uno de los 94 párrafos, que se referían a cuestiones distintas. El de la readmisión de los divorciados católicos vueltos a casarse, por ejemplo, ha obtenido 178 votos positivos, pero 80 negativos, o sea un solo voto de margen. En cualquier caso, todos las 94 cuestiones han obtenido el ‘quorum’ necesario.

En el caso de los divorciados católicos los obispos y los curas decidirán sobre la readmisión “caso por caso”, ya que el sínodo considera necesario examinar la vida personal de quien se ha vuelto a casar, tal vez con hijos del primer matrimonio y otros del segundo a los que acude de manera distinta o no acuda por nada.

“La lógica de la integración es la clave para su cuidado pastoral, para que no solo sepan que pertenecen al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino que también puedan tener una experiencia gozosa y fructífera”, detalla el texto en el párrafo 84.

En el punto 53 se especifica que “es esperable que en las diócesis se promuevan caminos de discernimiento y de implicación de estas personas, en ayuda y ánimo de la maduración de una elección coherente”. “Las parejas deben ser informadas sobre la posibilidad de recorrer al proceso de declaración de nulidad del matrimonio”, añade.

Por último en el punto número 85, los padres sinodales señalan que “es deber de los presbíteros el acompañar a las personas interesadas en la vía del discernimiento según las enseñanzas de la Iglesia”. Además queda ilustrado que será necesario que estas personas hagan “un examen de conciencia, a través de momentos de reflexión y de arrepentimiento”.

“Los divorciados vueltos a casar deberían preguntarse cómo se han comportado con sus hijos cuando la unión conyugal ha entrado en crisis; Si ha habido intentos de reconciliación; cómo es la situación de la pareja abandonada; qué consecuencias tiene la nueva relación sobre el resto de la familia y sobre la comunidad de los fieles; qué ejemplo ofrece a los jóvenes que se preparan para el matrimonio. Una reflexión sincera puede fortalecer la confianza en la misericordia de Dios que no se le niega a nadie”

El jefe de la Oficina de prensa del Vaticano ha destacado que la Relatio Finalis “es un documento de consenso” al tiempo que ha precisado que “el mayor número de votos contrarios se refieren a la cercanía pastoral a las situaciones difíciles y no regulares”.

“No hay que olvidar que entre un sínodo y el otro se instauró el Motu Propio del Papa sobre las nulidades matrimoniales”, ha señalado Lombardi.


Fuente:

Textos de José Manuel Vidal. Publicados en Religión Digital.

Puntuación: 5 / Votos: 2

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Un pensamiento en “Balance de Asamblea del Sínodo: Luz verde al Papa para que reme hacia la misericordia

  • 29 octubre, 2015 al 2:53 pm
    Permalink

    No se trató ni de una lucha menos de una batalla, quién tenía que triunfar era la MISERICORDIA.

    Responder

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *