‘Los cambios con Francisco toman tiempo porque prioriza decisiones colegiadas’. Entrevista al P. Antonio Delfau SJ.

Antonio Delfau SJ

10.00 p m| 3 abr 14 (BUENA VOZ).- El director de la revista “Mensaje” de Chile estuvo en Lima la semana pasada y en una breve entrevista con “Buena Voz” se conversó sobre el “ritmo” de los cambios en la Iglesia que se proyectan con Francisco, quien le da prioridad a un factor clave: la colegialidad.

Delfau también comentó acerca del rol de los episcopados respecto al cuestionario de la Santa Sede sobre la familia, las posibilidades para una Iglesia más cercana y cómo contribuye a la sociedad el servicio del comunicador católico.

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¿Qué significa para los latinoamericanos que el Papa Francisco sea argentino y jesuita?

Este Papa ha traído aire fresco no solo para América Latina, sino para la Iglesia en general y en un momento en que está un poco deprimida por los escándalos de abuso sexual en todas partes del mundo, acompañados de una cierta involución en algunos temas que hizo que mucha gente se sintiera alejada, y este Papa con sus gestos más que con sus palabras, cargadas de sencillez, cercanía y austeridad, como que nos ha acercado. Y ciertamente con un estilo que es bien porteño, bien argentino, y en ese sentido latinoamericano. También creo que refleja algunos rasgos de nuestro clero y de nuestros obispos en América latina, que son menos formales, menos principescos, más cercanos a la gente, con sus excepciones que las hay en todas partes por supuesto.

Sin duda ha sido una gran bendición la elección de Francisco, creo que los cardenales lo eligieron pensando que la Iglesia estaba un poco entrampada en una situación complicada, y creo que este Papa, con mucha inteligencia, está dando pasos para abrir temas que habían estado cerrados a la posibilidad de discutirlos.

Por otro lado ya hay gente que dice que no ha cambiado nada todavía,  pero creo que Francisco ha sido lo suficientemente inteligente al proponer o planificar los cambios con decisiones más colegiadas, y compartidas, porque además un Papa que simplemente cambia las cosas utilizando su autoridad, lo que puede provocar es que venga otro Papa y con esa misma autoridad venga a cambiarlas de nuevo.

Por ejemplo el tema del cuestionario que se programó como actividad previa para el nuevo Sínodo extraordinario sobre la familia que se va a realizar en octubre, el hecho de preguntarle al pueblo católico de todo el mundo, abiertamente, con preguntas que las conocimos todos, incluso los no católicos, sobre el estado de la familia y la visión que tienen los católicos practicantes respecto a los grandes temas que tocan a la familia, está marcando de alguna manera el ritmo de lo que va a ser ese Sínodo. No sabemos qué va a pasar, a lo mejor no resulta tan importante como esperamos, pero hay expectativa.

Y algunos que empezaron muy entusiastas con el Papa ahora parecen reclamar que la reforma anda muy lento

De hecho es cierto eso, algunos hablan incluso de que los cambios han sido cosméticos, como una nueva escenografía y que en el fondo en lo doctrinal no se han dado cambios, pero creo que al margen de eso ya hay cosas que son muy importantes, por ejemplo el acento en el servicio para la jerarquía de la Iglesia;ha repetido innumerables vecesque esta jerarquía está para servir, que no es solamente un honor.

Todo lo que está haciendo en reformas de las estructuras financieras del Vaticano, no es menor. Ahora acaba de formar una nueva comisión para los asuntos de los abusos sexuales poniendo a la cabeza al cardenal de Boston, que es una persona que indiscutiblemente tiene un currículum que lo faculta para dirigir esta iniciativa.

Aquí vale repetirnos la pregunta ¿los cambios puede hacerlos solamente el monarca absoluto, que es el Papa, o deben venir un poco más desde abajo? parecería que el Papa Francisco está permitiendo que cosas de abajo que antes no llegaban arriba, porque estaban censuradas o porque no tenían acceso, ahora logren llegar. Un ejemplo muy notable es el hecho que un peruano como Gustavo Gutiérrez haya sido recibido, aplaudido y honrado en El Vaticano, una situación que era absolutamente impensable 3 o 4 años atrás. Entonces se van abriendo puertas y te das cuenta que apareció algo de Gustavo Gutiérrez en el Observatorio Romano, diario oficial del estado vaticano… eso quiere decir que algo se está moviendo. Pero creo también que los que esperan una gran revolución se van a quedar desilusionados porque creo que este Papa es un reformista moderado y no un revolucionario.

¿Qué le parece que episcopados e instituciones católicas difundan los resultados locales del cuestionario sobre la familia propuesto por la Santa Sede?

Justo estoy escribiendo una editorial sobre este tema, porque por ejemplo la conferencia episcopal chilena mandó ya su contribución sin haber publicado nada, tampoco aclaró cómo hizo, cómo recabó; se dice que consultó universidades católicas, órdenes religiosas, laicos comprometidos en general, pero no sabemos cuál es la composición.

Yo encuentro extraordinario lo que han hecho las conferencias episcopales suiza y alemana, sobre todo con resultados tan adversos a la doctrina oficial de la Iglesia, me parece que es un cable a tierra del sentido de la realidad, nada más que eso, y debo decir que investigué un poco al respecto después de leer en Buena Voz, y 12 de 200 diócesis norteamericanas han publicado en su sitio web los resultados y 78 invitaron públicamente a contestar las preguntas, es decir almenos la invitación se difundió. Entonces, evidentemente la Iglesia no toda marcha al mismo ritmo, pero esto ya marca una cierta tendencia.

La prueba va a estar en el documento previo al sínodo, ahí veremos qué tanto se consideró lo que hemos escuchado, o si trasciende lo poco que hemos podido ver. Y si está en el documento previo, eso significa entonces que los padres conciliares, los obispos que van al Sínodo, van a tener que hacerse cargo de estas grandes preguntas que hay respecto a la contracepción, a la vida sexual previa al matrimonio, a los divorciados vueltos a casar, uniones del mismo sexo, etc. temas por los que se pregunta en el cuestionario propuesto por el Papa.

Y le sorprende que se hayan publicado resultados en Norteamérica y Europa y en Latinoamérica nada

No me sorprende de EE.UU. porque creo que para ellos el tema de la transparencia y de la libertad son valores extremadamente importantes para la sociedad; por ejemplo una cosa notable que ha pasado es que la diócesis de Chicago ha desclasificado todos sus archivos respecto al tema de los abusos sexuales, que es una cosa tremenda, tanto así que algunos llegaron a comentar que no fue el mejor accionar.

Ese amor a la libertad, a la transparencia y a la verdad es muy norteamericano; no lo tenemos tanto nosotros en América Latina, en donde lamentablemente no se valora la verdad. En EE.UU. el perjurio se castiga con gravedad, en América latina a una mentira no se le da mucha importancia.

Por otro lado, en general en América Latina los episcopados son mucho más “obedientes” a Roma, están muy atentos a lo que se dice o indica por allá.Pero en fin, lo importante es que se haya abierto esa brecha. Por ejemplo cuando se toque este tema en la Revista Mensaje, y lo trataré de plantear de la forma más adecuada para que los obispos no se sientan ofendidos, aun si los episcopados reaccionan de manera diferente de acuerdo a sus culturas, costumbres y formas de ser de los distintos lugares, evidentemente algunos se van a preguntar, ¿y por qué nosotros no dimos a conocer nada?

Uno de los problemas que enfrenta la Iglesia es que tiene “la fama” de ser autoritaria y cerrada, de hecho el Papa con sus gestos quiere acercar la Iglesia a la gente, pero qué más se puede considerar para tener una Iglesia distinta, sin dejar de lado su enseñanza

Para empezar la estructura en que se construye la institución Iglesia ha cambiado mucho a lo largo de los dos mil años que lleva, y la estructura actual responde mucho más a un esquema medieval o absolutista, que por ejemplo,al actual esquema democrático que se ha impuesto en el mundo, y por lo tanto sin perder su condición, su identidad, creo que la Iglesia tiene que caminar hacia estructuras más transparentes, donde por ejemplo los procesos oficiales estén garantizados, en forma más limpia, más diáfana, más clara.

La Iglesia está acostumbrada a trabajar en el secreto, bajo el argumento de la autoridad; con los tres poderes unidos en una sola persona, es decir el obispo es el legislativo, ejecutivo y judicial; pero eso no se sostiene en el tiempo y creo que la debacle que ha significado la difusión de losabusos por parte del clero, de alguna manera puede ser providencial a un largo plazo, en cuanto a buscar nuevas estructuras eclesiales que den mayores garantías de seguridad jurídica.

Por ejemplo un tema que tiene que cambiar sin lugar a dudas es el sistema de la nunciatura, el modo en que se informan. El Papa lo ha dicho varias veces, una cosa que tiene que funcionar mucho mejor es la descentralización, que las conferencias episcopales tomen decisiones en sus propios territorios, con una cierta independencia del Vaticano. El mismo Francisco ha dicho en la entrevista que concedió a las revistas jesuitas, que no se tiene que esperar todo del Vaticano y del Papa, porque sinceramente hasta esta época los obispos van cada cinco años al Vaticano a someterse a esta corte que les imponía sus exigencias.

Creo que también tiene que actualizarse la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, que ha cometido demasiados errores con grandes teólogos que han sido castigados duramente y reivindicados muchos años después. Hay muchos campos pero creo que la institución sin perder su identidad tiene que transitar hacia un modo más democrático, más transparente y menos autoritario.

Cómo define el rol del periodista católico ahora que la Iglesia pasa por un momento complicado

Yo diría en primer lugar que el periodista católico tiene que estar bien formado, es decir tiene que ser un adulto en la fe, y eso pasa por estudiar también, de manera de no convertirse en una especie de sacristán, o de buena persona.

En segundo lugar, creo que el periodista católico tiene que destacar por su competencia en la materia, ser un buen cronista, entrevistador, investigador, etc. Creo que el periodismo de investigación es algo que hace mucha falta, sobre todo en nuestros países de América Latina, donde suceden muchas cosas oscuras. Sin duda resulta un servicio maravilloso que puede hacer un periodista católico a la sociedad en temas que de repente no tienen nada que ver con religión, como la búsqueda de la verdad, investigación de injusticias muy grandes que suceden, etc.

Pero la parte más complicada del periodista católico es cuando se topa con la doctrina; en ese caso a mi me dio un consejo el general de los Jesuitas, no el actual, sino el anterior, el padre Peter Hans Kolvenbach. Yo le dije, padre ¿cómo puedo decir cosas que yo considero que son las correctas pero que pueden tener un problema serio con la jerarquía? Entonces me dijo: “siempre hay que defender la posición que uno cree que es correcta a conciencia, apelando a figuras con autoridad”, entonces por ejemplo en la revista Mensaje pusimos artículos del cardenal Martini, que era un cardenal de mente abierta, moderno, que decía cosas que si yo las decía a mí me podían caer encima, pero a él no lo podían tocar.

Por último creo que para ser periodista se necesita mucho amor a la verdad y libertad también, los laicos católicos tienen que ser libres y actuar en conciencia, tratando de no hacerle daño a la Iglesia deliberadamente.

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