Por Andrea Urrutia
Durante nuestra estadía en San Juan de Lucanas, pudimos seguir varias trayectorias obedeciendo a sugerencias de los pobladores, a motivos académicos, o por interés personal. Personalmente, fui 2 veces a Utec y 1 vez estuve de pasada por Acola, residiendo en San Juan durante la semana de investigación.
Si pudiera recrear caminos que vinculen la diversidad de lugares visitados por todos, podrían agregarse por:
– La visita histórica:
Comenzaría por el pueblo de San Juan, luego se seguiría el viaje por Acola y se bajaría a pie hasta Utec; viendo las construcciones y siguiendo las explicaciones de los orígenes de cada lugar. De ahí se puede ir a Viseca y al siguiente día subir a Mauqallaqta, así veríamos un lado histórico pre-inca y feudal.
– La visita Minera:
Desde San Juan, se va bajando por la carretera viendo cada boquerón por la cual se explica la actividad de la minería. Se llegaría a Utec, y se explicaría la historia de Utec en cuanto pueblo minero y las etapas que vivió la población según el momento de auge y de decadencia. Sería interesante hablar con personas que trabajaron en la mina, en diversos cargos. Al día siguiente se llegaría a la hidroeléctrica, se explica el procedimiento de extracción y a la zona de extracción, o cerca de la zona.
– La visita festiva:
Hay variadas fiestas en San Juan, como se puede ver en el calendario festivo. Nosotros estuvimos presentes durante las fiestas de la Virgen de la escuela primaria, y aunque no era una fiesta oficial sino de parte de una institución, fue muy divertido jugar con los niños, ver los bailes y la chamizada. Es recomendable ir a todas las fiestas, ya que cada una tiene un carácter particular.
– La visita vivencial:
Comenzar en cualquiera de los pueblos, la división se daría por actividades a desarrollar. De esta forma, se puede pasar una semana ayudando en las chacras, dando de comer a los animales, separando granos de trigo, construyendo un arado… Para ello los hogares se organizarían para recibir a 1 ó 2 visitantes y para hacerlos vivir todas sus actividades diarias. Varios de nuestros anfitriones, por ejemplo, nos invitaron a participar de la preparación de los alimentos.
En general, cualquier recorrido se va a ver envuelto de la gran presencia de la naturaleza: los paisajes de la época seca son muy diferentes a los de marzo-abril. Cada paisaje y especie de plantas y flores posee un potencial fotográfico fuerte. Cada pueblo tiene también, en sus alrededores, puntos donde se divisa el horizonte y que podrían convertirse en un buen punto de contemplación. Y sin embargo se puede recomendar la ya mencionada:
– La ecoruta de Acola a Utec:
Se pueden divisar bellos paisajes y atravesar varios pisos ecológicos en un camino a pie de aproximadamente 2 horas: la variedad de especies de flora y de formaciones rocosas atraen al caminante, como se describe en la sección Qué visitar en Acola. [Leer más …]