UN POCO DE HISTORIA URBANA DE UTEC EN TIEMPOS DE LA MINA

por Dámaris Meza

Vemos en Utec, tres etapas en su arquitectura. Como nos los mencionó una mujer de la comunidad, en un principio en Utec vivían algunas personas, pues todo era maizal. Había unas cuantas chocitas hechas a base de piedra y los techos eran de ramas de retama. Conforme fue aumentando la actividad minera empezaron a construir las casas a base de piedra y barro, y posteriormente de adobe.

Es con la mina que llegan los campamentos. Estos se encuentran distribuidos en diferentes

partes de la comunidad. Algunos están en la parte alta del pueblo, en la pendiente del cerro; otros al margen izquierdo y otros casi en el extremo antes de bajar a Viseca. Junto con los campamentos llega la calamina como material. En esta época también vivían muchos especialistas en teja (material para los techos). Ahora, las pocas casas que tienen techos de teja, que en su mayoría están alrededor de la plaza, son las más antiguas y muchas de ellas están abandonadas.

Hoy, toda la gente hace sus techos de calamina y sus casas de adobe; no hay casas hechas a base de concreto. Según nos comentan algunos hombres de Utec, entre ellos un albañil, la calamina se empezó a usar para construir los campamentos mineros. Cuentan que en algunos casos se hacían de maderas cruzadas, a las que se les ponía mallas de aluminio galvanizado y encima de eso se tarrajeaba.

Debido al gran movimiento comercial alrededor de la mina, había muchas edificaciones, como la carnicería, un comedor de obreros y en la parte alta de la comunidad había un hospital y un mercado. Todos ellos están actualmente en desuso y en estado de abandono. Se puede divisar en la parte alta, (donde están algunos de los campamentos abandonados), una casa grande de color celeste pastel, con ventanas cuyos bordes son blancos y con un techo color rojo. Nos llamó la atención su estilo, que nos recordaba a casas europeas y preguntamos sobre ella. Nos contaron que era el antiguo directorio de la época del consorcio. Comentaron también que por dentro, es una casa “moderna”, hecha a base de puras calaminas. El piso y algunas paredes son machihembrados (de unas maderas parecidas al parquet). No pudimos entrar porque actualmente pertenece a la empresa Río Azul, pero fue hecha por los americanos trabajadores de la mina.

Varios hombres de Utec con quienes tuvimos la oportunidad de conversar, dicen que las casas no han cambiado mucho a como eran antes pues los materiales siguen siendo los mismos.

Algunos creen incluso que antes estaban un poco mejor, pues ahora por las migraciones, no hay quien cuide las casas no habitadas. Además, según nos contó el albañil de Utec a quien entrevistamos, hoy en día los albañiles ya no manejan las técnicas antiguas (como hacer tejas, o mezclas mejoradas para hacer adobe), pero piensa que sería bueno para los utequeños recordar cómo eran las casas antes y recuperar ese saber tradicional.

En esta interesante conversación, estuvo también presente el presidente de la comunidad de Utec, don Leoncio, quien nos contó sobre el aspecto de la comunidad en épocas pasadas. Cuenta don Leoncio que cuando la mina estaba en su apogeo, las casas se pintaban anualmente, por mandato del teniente gobernador. Así por ejemplo, cada pabellón de los campamentos mineros tenía un único color. Había un pabellón azul, otro verde, y según él se veía muy bonito.

Cuando en los sesentas ocurrió la primera caída de la empresa y el pueblo quedó solo, todos acordaron: “vamos a estar uniformados de un solo color”. Y pintaron de blanco las casas del pueblo. Hasta ahora, para el 28 de julio, es mandato que todos pinten sus fachadas. Pero a diferencia de antes, ahora cada quien pinta según su propio criterio.

Algunos de los comuneros creen que sería difícil convencer a la gente ahora, pero que es importante incentivar a las nuevas generaciones, a los niños y los jóvenes para recuperar el orden, el respeto que había antes y esa uniformidad en las fachadas que reflejaba su unidad.


Historia de los servicios higiénicos en Utec

Una pareja de esposos nos contó que desde las épocas en las que Utec era habitada por pocas personas, antes de la mina, la gente iba al campo (al monte) para hacer sus necesidades. Mucha gente incluso hoy en día hace esto.

Cuando se construyen los campamentos, éstos tenían de baños, con un sistema instalado de desagüe, cuyas tuberías desembocaban en el río. Estos servicios sólo eran accesibles para quienes trabajaban para la empresa minera; la gente del pueblo iba al monte.
Cuando desapareció la mina, los campamentos fueron deshabitándose poco a poco y la gente fue saqueando los materiales, las tuberías, las puertas. Y de los baños no quedó nada. Sin embargo, hubo quienes tomaron los campamentos y habitaron ahí, usualmente gente que venía de otros lugares y se quedaba a trabajar por un tiempo. Incluso actualmente, según nos contaron, todavía hay unas cuantas personas de pocos recursos viviendo ahí, pero no conocimos a ninguna.

Recién en el año 2000, la organización Caritas llegó para hacer eco inodoros, pero nos cuenta un comunero que participó del proceso, que mucha gente no aceptó ser parte del programa. Así, de los 60 inodoros programados, sólo 23 fueron concretados. Se hicieron capacitaciones y cada quien tuvo que preparar el hueco en su espacio; los materiales fueron proporcionados por la ONG.

Más adelante en el 2002 llegó la ONG Proisabar, con un proyecto para hacer lavaderos. Esta vez, casi todos los utequeños se animaron y es por eso que hoy todas las casas tienen sus lavaderos. Antes de los lavaderos, la gente “jalaba” agua de unas piletas comunes que estaban cerca a la plaza. Para poder poner los lavaderos, tuvieron que hacer el cambio de toda la red del agua potable, haciendo cada uno los canales para poner las tuberías en los tramos que correspondían a sus casas, como parte de una faena.

Esta breve historia nos muestra qué implicaciones tuvo para Utec el ser una comunidad campesina transformada por la llegada de la mina. Este pequeño acápite nos ha mostrado cómo una de esas a transformaciones se dio en el aspecto urbano y arquitectónico del pueblo. Los campamentos mineros, hoy abandonados, han complejizado el aspecto del pueblo y lo hicieron crecer en su época urbanística y demográficamente. Sin embargo, aún es posible recorrer todo el pueblo a pie.

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