Dos cazabombarderos del tipo F-22 interceptaron seis aviones militares rusos que se aproximaban a la costa del estado de Alaska sin que llegaran a violar el espacio aéreo de Estados Unidos.
El coronel Michal Jazdyk, portavoz del Comando de Defensa del Espacio Aéreo de EE.UU. (NORAD, en inglés), dijo que los aviones rusos fueron localizados a primera hora del jueves a 100 kilómetros de la costa de EE.UU.
Las aeronaves rusas, dos aviones cisterna para reposición de combustible IL-78, dos cazas Mig-31 y dos bombarderos Bear, dieron media vuelta.
Aunque no violaron el espacio aéreo de EE.UU., los rusos estaban en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ZIDA), que se extiende por más de 320 kilómetros, mucho más allá de la soberanía del país.
Como explica Joan Soley, corresponsal de la BBC en el Pentágono, por la ZIDA vuelan aviones comerciales que se autoidentifican. Sin embargo, las aeronaves oficiales no lo tienen que hacer.
En cualquier caso, la NORAD identifica todos los aparatos que pasan por la zona para anticiparse a cualquier intento de entrar en el espacio soberano que va hasta las 12 millas náuticas.
Según Tom Esselmont, corresponsal de la BBC en Washington, este tipo de incidentes se repite unas diez veces al año.
Horas después, dos aviones de combate canadienses del tipo CF-18 interceptaron a los bombarderos a unos 70 kilómetros de la costa de ese país norteamericano.
El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores de Suecia, Carl Bildt, informó que dos aviones rusos cruzaron por su espacio aéreo sobre la isla de Olan, en el Mar Báltico.
El ministro calificó los hechos de una “seria violación” y anunció que llamó al embajador ruso para tratar el incidente.
Ante una audiencia formada por estudiantes, Vladimir Putin ha afirmado hoy que, aunque no quiere un conflicto, Rusia es una de las “potencias nucleares más poderosas”.
Mientras el gobierno de Ucrania ha remitido este viernes al Parlamento un proyecto de ley para renunciar a su estatus neutral y retomar el acercamiento a la OTAN, el presidente ruso se ha mostrado desafiante, comparando el intento de Kiev de hacerse con el control de las regiones rebeldes con la invasión nazi de la Unión Soviética en la 2ª Guerra Mundial.
En un mismo día, Putin ha vuelto a llamar a la cúpula ucraniana a un alto el fuego, al tiempo que, en una intervención pública en un campamento de verano ha dicho a un grupo de estudiantes que “deben estar preparados para repeler cualquier agresión a Rusia”.
‘Rusia y Ucrania son un solo pueblo’
Así mismo, describió a los ucranianos y a los rusos como “prácticamente un solo pueblo”, a pesar de que Ucrania alcanzó la independencia con la disolución de la Unión Soviética.
Rusia sigue negando que sus fuerzas estén en territorio ucraniano prestando ayuda a los rebeldes prorrusos, que han proclamado la independencia de las regiones al este del país de Lugansk y Donetsk. La propia OTAN difundía ayer imágenes satélite que demostraban que tropas rusas estaban desplegadas en Ucrania.
“Los socios de Rusia deberían entender que es mejor no meterse con nosotros”, afirmó hoy Putin ante esta audiencia de estudiantes, frente a los que comparó el “asalto” de Kiev en Donetsk y Lugansk con el sitio nazi a Leningrado durante 900 días en el que murieron un millón de civiles, en lo que es, probablemente, la analogía más poderosa e impactante a la que se puede recurrir en Rusia.
“Pequeños pueblos y ciudades más grandes rodeadas del Ejército ucraniano, que está atacando áreas residenciales con el objetivo de destrozar sus infraestructuras. Me recuerda tristemente los acontecimientos de la 2ª Guerra Mundial, cuando los fascistas alemanes rodearon nuestras ciudades”, dijo Putin.
El presidente ruso afirmó que la única solución al conflicto era que Kiev negociara directamente con los rebeldes, algo a lo que el presidente ucraniano Petro Poroshenko se ha negado hasta ahora, alegando que no tienen legitimidad política.
Prorrusos derriban cuatro aviones de caza
Separatistas prorrusos aseguraron hoy haber derribado cuatro aviones de caza del Ejército de Ucrania en regiones del este del país, donde las partes libran los mayores enfrentamientos.
Según la fuente, los derribos dejaron muertos y heridos, si bien la información por el momento no fue confirmada por el gobierno central.
Los aviones, aseguran las filas separatistas, intentaron atacar posiciones del “Ejército de la Nueva Rusia” en la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Desde el inicio del conflicto en las regiones este del país a mediados de abril se han registrado casi 2.600 muertos, informó hoy Naciones Unidas.
(CNN) — Justo cuando parecía que Ucrania se estaba estabilizando tras el derrocamiento del presidente prorruso, Víktor Yanukóvich, las tensiones volvieron a encenderse en Crimea, la parte meridional del país en donde prevalece un firme apoyo a Rusia.
Hombres armados tomaron los edificios del gobierno regional en Crimea e izaron la bandera rusa esta semana. “Crimea es Rusia”, coreaban los manifestantes, mientras sus opositores les respondían: “Crimea no es Rusia”.
Recopilamos cinco datos para explicar Crimea y por qué la península se está volviendo un punto álgido:
1. Crimea no es parte de Rusia legalmente, pero lo fue
El gobierno ruso ha estado interesado en Crimea desde hace cientos de años gracias a sus ricas tierras agrícolas y su acceso al mar Negro. Rusia cedió Crimea a Ucrania en 1954, cuando ambos países pertenecían a la Unión Soviética. Luego del colapso de la Unión Soviética en 1991, algunas personas de la región deseaban que Crimea se separara de Ucrania y volviera a formar parte de Rusia, pero los legisladores de Ucrania y Crimea decidieron en una votación que seguiría siendo parte de Ucrania.
2. Muchos rusos siguen viviendo en Crimea
Actualmente hay tres grupos principales en Crimea: las etnias ucranianas del norte, las rusas en el sur y los tártaros, en el centro. Los tártaros representan entre de un 15% a un 20% de la población y sufrieron mucho durante el gobierno de Stalin, en la era soviética. Son los “opositores más acérrimos de la anexión a Rusia”, dijo Alexander Motyl de la Universidad Rutgers en una audiencia que se celebró la semana pasada ante el Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.
3. Parte de la Armada rusa tiene bases en Crimea
Cualquier discusión sobre la importancia que Crimea tiene para Rusia pronto toca el tema de la Flota del Mar Negro. La Armada rusa tiene una base en la ciudad de Sebastopol, en el mar Negro, desde hace 230 años. Los barcos y submarinos que están en esa base, al norte de Turquía, pueden llegar al Medio Oriente y a los Balcanes.
Un experto del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos afirmó que se puede exagerar la importancia de la Flota del Mar Negro, la menor de las cuatro flotas navales de Rusia en el mar Negro, y que Rusia está expandiendo el puerto de Novorosíisk y trasladando navíos militares al lugar, de acuerdo con Christian Le Mière.
Sin embargo, es claro que Sebastopol sigue siendo importante para Rusia. En 2010, el gobierno ruso llegó a un acuerdo con Ucrania respecto al gas natural a cambio de que el gobierno ucraniano prolongara el arrendamiento de la base de la Armada rusa en Ucrania.
4. Crimea ha sido un jugador central en la historia mundial
Durante la Guerra de Crimea de la década de 1850 Florence Nightingale, la precursora de la enfermería moderna, fue conocida como la Dama de la lámpara porque cuidaba de los soldados heridos en la guerra que libraban Gran Bretaña, Francia y la Turquía otomana contra Rusia.
Varias generaciones de estudiantes británicos han memorizado el poema The Charge of the Light Brigade (La carga de la brigada ligera) de Tennyson, que data de esa época. El poema conmemora un error garrafal que cometieron las tropas británicas: atacaron una posición rusa equivocada y los masacraron. “Theirs not to reason why, theirs but to do and die”(Ellos no les corresponde preguntarse las razones, a ellos les corresponde solo obedecer y morir).
5. No olviden Yalta, desde luego
Cuando la Segunda Guerra Mundial se acercaba a su final, en 1945, los líderes aliados —Franklin D. Roosevelt, presidente de Estados Unidos; Winston Churchill, primer ministro de Gran Bretaña, y José Stalin, líder soviético— se reunieron para dividir Europa. Esa reunión fue el antecedente de la Guerra Fría y se celebró en la ciudad turística de Yalta, en Crimea.