Los indocumentados reciben (pocas) ayudas y pagan (bastantes) impuestos, pese a lo dicho por Trump
El discurso del republicano choca con el hecho de que los inmigrantes en situación irregular tienen vetado el acceso a la mayoría de servicios públicos federales.
“Vamos a proteger nuestra Seguridad Social y nuestro Medicare”, exclamó el candidato Donald Trump en su discurso de este miércoles, en el que perfiló en varias ocasiones a los inmigrantes indocumentados como personas que se aprovechan de los servicios públicos estadounidenses.
De hecho, entre sus promesas desde Phoenix, Arizona, el republicano dijo:
La mayoría de programas de asistencia federal prohíben a los indocumentados usar sus beneficios y piden prueba de su estatus migratorio. Según Politifact, a diferencia de lo asegurado por Trump, estos inmigrantes no tienen acceso:
- ni al programa de alimentos food stamps,
- ni a ayudas en efectivo,
- ni al programa para personas de bajos recursos Medicaid,
- ni a los beneficios de Obamacare.
De hecho, un cálculo hecho por la Seguridad Social en 2013 dice que los indocumentados reciben servicios de esta institución por valor de 1,000 millones de dólares, pero aportan en impuestos 13 veces más que eso.
Los indocumentados viven en la sombra para las autoridades migratorias, pero no para las fiscales.
Elisabeth, por ejemplo, tiene 34 años, trabaja en el campo en el sur de Florida y vive en un cuarto rentado por 450 dólares con sus tres hijos. Desde hace cinco años, tiene un número de identificación fiscal y, con él, visita una vez al año a un contador para pagar sus impuestos.
Sí, es indocumentada y paga impuestos. Eso Trump lo omitió en su más de una hora de discurso. Así es cómo contribuyen los indocumentados a las arcas públicas:
Cuando presentan sus impuestos
Como el resto de inmigrantes y ciudadanos, una parte de ellos declara sus impuestos al acabar el año.
A escala estatal, se recaudan unos 1,100 millones de dólares en este concepto cada año, según The Institute on Taxation.
A escala federal, el Consejo Nacional de la Raza calculó en 2008 que hasta tres cuartos de los indocumentados pagan impuestos sobre sus ingresos anuales.
Y, pese a que viven sin autorización en Estados Unidos, la agencia federal que recauda los impuestos (IRS) lo admite. De hecho, en 1997, creó un número de identificación fiscal para quienes no tienen permiso de trabajo: el ITIN. Hay unos tres millones de contribuyentes que pagan sus impuestos nacionales así.
Según el IRS, contribuyen a las arcas públicas con unos 9,000 millones de dólares al año. El 80% de ellos son latinos y la mayoría cobran muy por debajo de la media nacional: menos de 25,000 dólares al año.
Sin embargo, no todos pagan sus impuestos a través del número ITIN. También hay quien usa números de seguro social (SNN) caducados o falsos.
Cuando reciben su salario
Y es así, con los números de seguro social caducados o falsos, cómo los indocumentados también contribuyen (ilícitamente) a los presupuestos públicos: a través de las nóminas (paychecks).
Esos números de seguro social pueden ser viejos (de cuando no existía el ITIN), caducados (si el indocumentado entró con un permiso temporal y se quedó ilegalmente), prestados (amigos que dejan el número) o directamente robados.
Trump subrayó ese incumplimiento de la ley y dijo sobre el sistema de verificación de números de seguro social:
Cada año, a través de esas nóminas con deducciones, se recaudan al menos 7,000 millones para la Seguridad Social y 1,500 millones para Medicare, el programa sanitario para la gente mayor, según el cálculo de La Raza en 2012.
Otro estimado, hecho por la misma Seguridad Social en 2013, elevaba la contribución hasta 13,000 millones gracias a 3.1 millones de indocumentados con esos números.
Pero, en cambio, esos inmigrantes solo recibieron servicios de la Seguridad Social por valor de 1,000 millones, ya que como indocumentados no pueden solicitar la mayoría de prestaciones.
De hecho, este mismo año, el comisionado del IRS, John Koskinen, admitió en el Congreso que su agencia recauda dinero gracias a los números de seguro social falso… y que eran contribuciones necesarias:
Cuando pagan la vivienda
Las autoridades locales recaudan impuestos de propiedad, y los indocumentados también los pagan. A través de la vivienda, pagan millones en impuestos.
Directamente, aquellos que son propietarios de sus casas y que abonan una media del 1% del valor del inmueble cada año.
O lo pagan indirectamente, a través de la renta que entregan al propietario, quien suele incluir la mitad del impuesto de propiedad en las sumas que pagan los inquilinos.
Los indocumentados contribuyen con cerca de 3,600 millones de dólares al año en este concepto, según The Institute on Taxation.
Cuando compran el almuerzo
Bueno, el almuerzo, el café, unos zapatos o una nevera. Como cualquier ciudadano, inmigrante o incluso turista, los indocumentados pagan impuestos cuando compran productos o consumen servicios en Estados Unidos.
Los estados, los condados y los municipios, que suelen recaudar esos impuestos, consiguen hasta 7,000 millones de dólares al año gracias a las compras que realizan los indocumentados, según The Institute on Taxation.
Cuando se inscriben en la universidad
“La inscripción de estudiantes indocumentados puede llevar a la creación de más empleos, no solo entre profesores, sino también en cualquier servicio vinculado a la educación”, decía un estudio sobre el impacto económico de los inmigrantes irregulares en el Journal of Sociology en 2012.
En efecto, más allá de la creación de empleos, los indocumentados financian las universidades públicas en las que se inscriben, como la University of Texas o University of California.
El grupo Educator for Fair Consideration calcula que entre 7,000 y 13,000 indocumentados estudian cada año en la universidad.
Actualmente hay un mínimo de 18 estados que permiten que estos estudiantes paguen la matrícula en universidades públicas al mismo precio que un alumno residente en el estado. En el resto, deben pagar al (astronómico) precio de estudiante internacional.
Cuando se sacan la licencia de manejo
Eso solo pasa en 12 estados y el Distrito de Columbia, donde hay legislación que les permite sacarse la licencia de manejar con una prueba de domicilio, un número ITIN o un documento similar.
En California, el estado con más inmigrantes en estatus irregular, unos 605,000 indocumentados lograron licencia de manejar en 2015, el primer año en que estuvo en vigor la ley que se lo permite.
- PROS Y CONTRAS >> Los expertos en fiscalidad que defienden una reforma migratoria aseguran que legalizar a los cerca de 11 millones de indocumentados que hay en Estados Unidos inyectaría miles de millones al año en impuestos, porque los deberían pagar todos, recibirían mejores salarios y consumirían más. Sin embargo, los grupos más críticos con la inmigración ilegal se quejan del uso que hacen de servicios públicos como la educación, la sanidad y la infraestructura. Uno de esos grupos es Center for Inmigration Studies, a favor de reducir la población inmigrante, y que Donald Trump citó en su discurso migratorio de Arizona. El estudio que el republicano mencionóasegura que un 62% de los hogares liderados por un indocumentado tiene acceso a ayudas públicas, pero lo no detalla es que en esas casas suele haber miembros (especialmente hijos) que sí son residentes o ciudadanos.
En: univision