MOVADEF: Su influencia es grande en muchas mentes de jóvenes universitarios que ni siquiera vivieron o supieron lo que era vivir sin luz, con el miedo de que algún automóvil estallara a su costado, que una bomba se detonara en alguna céntrica calle de la capital o con la incertidumbre de que algún ser querido retornara a su hogar. Utilizar el ímpetu propio de la juventud bajo el reclamo de una causa aparentemente lícita como “no a la persecusión por ideas” (derecho constitucionalmente protegido) me parece bajo y execrable. Recordemos que cuando los grupos terroristas ingresaban a una población, mataban a los adultos y se dejaba vivos a los niños por ser más influenciables ideológicamente. Hoy a la manera de un caballo de Troya se busca la inscripción de este grupo terrorista como grupo político legalmente reconocido, sin embargo, detrás de el hay mentiras con apariencia de verdad, o lo mismo que es para quienes lo vivimos, un engaño evidente.
Las universidades están para formar un espiritu crítico en el ser humano pero cuando ello choca frontalmente contra el derecho de los demás a evitar que se repita un proyecto insano y malvado como fue el terrorismo de los años 80, nos salimos de dicha finalidad formativa. Si buscamos culpables, creo que podríamos encontrar principalmente a dos: El Ministerio de Educación y Los Partidos Políticos.
Por parte del primero, para nadie es un secreto que este sector del Estado estuvo lleno de socialistas y aspirantes a comunistas abocados a carreras y partidismos gremiales, ellos fueron muy condescendientes al mostrar a la juventud la verdadera parte negra de nuestra historia en los 80’s. Desidia que hoy tiene como consecuencia que muchos jóvenes universitarios consideren a Abimael Guzmán un ideólogo y casi martir del socialismo. Por otro lado, los partidos politicos están en debe con la juventud, no la han formado debidamente, sino que han estado utilizándola como fuente de votos y sólo para fines electorales. La responsabilidad social de los Partidos Políticos también debe orientarse a formar opinión, a estar siempre presentes en los debates públicos a través de sus representantes, pero más importante, a través de sus jóvenes promesas políticas.
Asimismo, corresponde a las familias mismas contar la verdad sobre los hechos, utilizando las redes sociales, acudiendo con sus hijos a la Biblioteca Nacional y refrescar esos aciagos recuerdos junto con ellos. Deben reforzar el hábito de la lectura de fuentes bibliográficas y periodísticas; Por útimo, DEBE INCLUIRSE EN LA CURRICULA ESCOLAR EL TEMA DE LA VIOLENCIA EN EL PERÚ DURANTE LOS AÑOS 80. ¿Quién fue Abimael Guzmán? Respuesta: un asesino, ni más ni menos.
http://www.youtube.com/watch?v=O9Vtwi0B0T8
Ver también: http://diariocorreo.pe/nota/64470/jovenes-entre-18-y-25-anos-no-conocen-a-abimael-ni-a-elena-iparraguirre/ Leer más