Abatidos dos terroristas que planeaban ‘atentar de forma inminente’ en Bélgica

Un tiroteo en Verviers (al sur del Bélgica), en la calle de la Colina, se ha saldado con la muerte de dos presuntos yihadistas. Han fallecido en un asalto iniciado por la policía contra un grupo terrorista. Un tercer sospechoso, que resultó herido durante la operación, se encuentra detenido.

El portavoz de la Fiscalía federal belga, Eric Van der Sypt, ha explicado durante una rueda de prensa en Bruselas que se han llevado a cabo 10 operaciones antiterroristas en Bélgica de forma simultánea. En la realizada en Verviers, “murieron dos presuntos yihadistas y un tercero resultó herido”. En las otras no ha habido víctimas.

La Fiscalía ha confirmado que los sospechosos, de nacionalidad belga, iban a “atentar de forma inminente en suelo belga”. “Esta operación ha requerido muchos esfuerzos de la policía, que ha contado con la ayuda de las fuerzas especiales”, han asegurado.

“El objetivo de los terroristas eran especialmente los agentes de policía”, ha apuntado el portavoz que también ha adelantado que la operación sigue en marcha y podrían producirse nuevas detenciones en las próximas horas.

La Fiscalía belga también ha confirmado que las células terroristas investigadas estaban “operativas” con varios miembros procedentes de Siria. Al menos 101 ciudadanos belgas habrían vuelto de Siria en los últimos meses. La mayoría está bajo vigilancia.

Por su parte, el primer ministro belga, Charles Michel, declaró en boca de su portavoz que “el miedo debe cambiar de lado”. “Esto demuestra la determinación del gobierno belga para luchar contra aquellos que quieren sembrar el miedo”, añadió Michel al final de la reunión de crisis.

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Los presuntos terroristas estaban siendo escuchados y seguidos por la policía desde hace varios días. Sus conversaciones telefónicas “habrían revelado que tenían la intención de cometer atentados en la capital belga tras los ataques de París”, según medios locales. No obstante, Van der Sypt ha destacado que la investigación comenzó hace semanas, antes de que se produjeran los atentados de París. De hecho, por el momento no se ha establecido ningún vínculo con los atentados ocurridos en Francia la semana pasada.

Aumento del nivel de alerta terrorista

Los efectivos de policía federal iniciaron el asalto a las 17.45 horas. La policía entró en la casa donde encontraron a varios sujetos mientras que los tiradores vigilaban los tejados. Las fuerzas de seguridad tenían claro que había un plan en marcha para perpetrar un ataque. La investigación tomó impulso la semana pasada y al descubrir que habían adelantado su plan, las fuerzas de seguridad intervinieron. Los terroristas abrieron fuego con armas semiautomáticas, pero “afortunadamente estábamos bien preparados”, ha dicho Van der Sypt. No ha habido heridos ni entre los agentes ni entre los testigos.

Una mujer que se encontraba en las inmediaciones del lugar del tiroteo ha explicado, en declaraciones a La Libre, que vio “a dos jóvenes, de entre 25 y 30 años y de tipo árabe, corriendo con gorros negros en la cabeza dirigiéndose hacia el barrio de los paquistaníes y afganos”.

Además del tiroteo, los vecinos también oyeron varias explosiones. Las calles colindantes fueron cerradas al tráfico y ocupadas por coches de la policía y del equipo de antiexplosivos. Varias ambulancias se desplazaron al lugar de los hechos.

Un vecino de la calle de la Colina declaró al diario local ‘Vers L’avenir que la policía le dijo “Vete a casa, no abras las ventanas. Eso es lo que me gritaban. Quince minutos más tarde vi a un hombre en ropa interior con el rostro enmascarado que había sido capturado por esta brigada especial. Más tarde, otras personas fueron metidas en Audis negros de la policía”.

Yannick, que se encontraba en esa calle con su hermana, también ha dado su testimonio: “Parecía que era la guerra. Teníamos la impresión de que la casa retumbaba y luego cayeron las puertas de golpe. Al principio pensé que era una explosión de gas. Entonces oí los disparos y me di cuenta de que era más grave”.

El Gobierno ha puesto en marcha un gabinete de crisis que ha elevado el nivel de alerta antiterrorista en todo el país. Ésta pasará de 2 a 3 en una escala en la que el nivel máximo se sitúa en 4.

Jornada de confusión

La confusión ha sido la nota dominante en la jornada. La Policía municipal arrestó esta tarde en Bruselas a un hombre, después de que varios testigos alertaran de que portaba un arma y gritaba ‘Allah Akbar’, (‘Alá es grande’) en el metro de la capital, cuyo funcionamiento se vio interrumpido. No tiene relación con los terroristas de Verviers.

Horas antes eran detenidos en Bruselas dos yihadistas en Zaventem (barrio del aeropuerto) que habían regresado de Siria.

En los últimos días, fuentes de la Gendarmería francesa apuntaron a un vendedor de armas belga como presunto suministrador del material con el que los hermanos Kouachi y Ahmedy Coulibay atentaron la pasada semana en París.

La Policía ha aumentado las medidas de seguridad en los edificios oficiales y en las sedes de las instituciones europeas, en el barrio internacional de Bruselas. La sede central de la policía federal belga, en plano centro de Bruselas, tuvo que ser desalojada por una amenaza de bomba.

Las autoridades belgas celebrarán una nueva rueda de prensa el viernes a las 11.00 horas.

En: elmundo.es

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EE.UU. bombardea posiciones de Estado Islámico en Iraq

Washington (EFE). Los aviones de guerra de Estados Unidos atacaron unidades de artillería de las fuerzas del Estado Islámico (EI) en el norte de Iraq, informó hoy el portavoz del Pentágono, el almirante John Kirby.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, Kirby aseguró que antes la artillería del EI disparó contra las fuerzas kurdas que defienden la ciudad de Erbil, “cerca de donde se encuentra personal estadounidense”.

Fuentes militares citadas por los medios estadounidenses especificaron que se lanzaron dos bombas de 230 kilogramos desde el portaaviones de la Armada USS George H.W. Bush, que fue desplegado en junio pasado en la zona del Golfo Pérsico junto al crucero USS Philippine Sea.

El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, quien se encuentra de visita en India, había indicado previamente que las fuerzas militares de Estados Unidos tenían información suficiente como para saber si eran yihadistas y atacarlos si amenazaban los intereses estadounidenses.

El presidente estadounidense, Barack Obama, en un anuncio inesperado el jueves por la noche, dijo que autorizó ataques contra posiciones del yihadista Estado Islámico, además de una operación humanitaria para asistir a los desplazados en el norte de Iraq.

ENVÍAN AYUDA
Dicha operación de auxilio, que comenzó la pasada madrugada, hora local, tiene como fin distribuir ayuda a decenas de miles de iraquíes que han buscado amparo en una montaña del norte de Iraq asediados por los yihadistas.

El Pentágono informó de que tres aviones Hércules de carga, custodiados por dos aviones de combate, descargaron agua, alimentos y otros suministros y abandonaron la zona sin incidentes.

Pero los militares tienen la autorización de Obama para emplear la fuerza si los yihadistas impiden la misión de socorro para los desplazados o amenazan al personal de EE.UU. que se encuentra en la zona.

En: elcomercio

Ver: Estado Islámico de Irak y Levante

Campaña contra el Estado Islámico de Irak y el Levante en Siria

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Guerra: Siniestro en edifico durante los choques en Odesa deja 38 muertos

Dos pilotos ucranios mueren tras ser abatidos con misiles y dos helicópteros en Slaviansk. 30 fallecieron por monóxido de carbono y ocho al saltar por las ventanas.

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El Gobierno interino de Kiev no solo tiene dificultades para atajar la rebelión prorrusa en el este, como demostró la desigual ofensiva de este viernes en Slaviansk; también le estallan en las manos nuevos focos de violencia, como el que este viernes arrasó un edificio en Odesa (sur), con un balance de 38 muertos, según fuentes policiales. Manifestantes prorrusos que habían reventado una marcha por la unidad de Ucrania se refugiaron en un edificio oficial, denominado Casa de los Sindicatos, al que los partidarios de Kiev prendieron fuego. Pocas horas antes, otras cuatro personas habían perdido la vida en choques registrados durante la manifestación.

Tras varios anuncios de una “operación antiterrorista” repetidamente fallida, y en un intento a la desesperada de recuperar el control sobre el este rebelde del país, el Ejército ucranio desencadenó en la madrugada del viernes la “fase activa” de una operación militar contra el bastión de Slaviansk, avanzadilla de los activistas prorrusos. Tras varias horas de combates, en los que los milicianos derribaron con misiles dos helicópteros Mi-24 y acabaron con la vida de dos tripulantes, la situación en Slaviansk era de tensa expectación, apenas rota por el fuego cruzado de la propaganda —uno y otro bando reivindican porciones similares de presencia en las calles, sin que los datos hayan podido contrastarse— y las numerosas barricadas incendiadas en torno a la ciudad, de 130.000 habitantes. El alcalde ‘rebelde’, Viacheslav Ponomariov, elevó a cinco, tres milicianos y dos civiles, el número de muertos en su bando.

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A media tarde, nadie se atrevía a dar la ofensiva por concluida, ni a aventurar próximos objetivos rebeldes del Ejército de Kiev en la región, más allá de un puente recuperado cerca de la ciudad, custodiado por un batallón de 140 soldados y entre ocho y diez blindados a los que decenas de civiles trataron de impedir el paso con sus cuerpos, como muestran varios vídeos caseros publicados en Internet. Kiev afirma haber retomado también el control de una decena de checkpoints, casi todos en la periferia suroriental, por donde Slaviansk comunica con Donetsk y Lugansk, otros dos importantes focos del alzamiento.

“En los barrios del sur están todos metidos en casa, aunque no se oyen disparos desde hace horas y algunas tiendas han abierto”, contaba a media tarde del viernes Inna, estudiante de la Universidad de Donetsk cuya familia vive en Slaviansk. “Las autoridades (rebeldes) les han dicho que no salgan a la calle por lo menos durante el día de hoy (viernes), o hasta que se vayan los soldados”. La “operación de castigo” de Kiev, como fue denominada por el Kremlin, dejó Slaviansk aislada del mundo, con todos los accesos por carretera bloqueados. La anormalidad del tráfico era bien patente incluso a un centenar de kilómetros, en la salida norte de Donetsk, donde patrullas de policías apoyados por fuerzas especiales paraban a todos los vehículos para inquirir el destino y advertían del “estado de guerra” de Slaviansk. Quince kilómetros más arriba, el aparente control de las autoridades estatales se desvanecía a favor de milicianos de la autoproclamada República de Donetsk, todos ellos fuertemente armados, con pasamontañas y a cubierto tras los parapetos de sacos terreros que cada cierto trecho salpican la vía. La bandera del mando rebelde ondeaba a su antojo durante el resto del recorrido hacia el norte.

Slaviansk no fue la única ciudad donde se registraron incidentes. En Odessa, un enfrentamiento entre activistas proucranios y prorrusos dejó una víctima mortal, mientras que a 15 kilómetros de Donetsk, los rebeldes tomaron la estación de tren de Yasinuvata, cortando las comunicaciones con el norte y, de paso, el último cordón umbilical de Slaviansk con el mundo. Kramatorsk, teórico objetivo conjunto de la operación militar, también quedó aislado por tren al interrumpirse la línea que conecta Donetsk y la aglomeración urbana e industrial de Slaviansk, a la que pertenece.

Tras Slaviansk, otros bastiones rebeldes descontaban este viernes las horas para recibir el golpe de Kiev. En Gorlovka, importante centro minero y de la industria química que con 270.000 habitantes dobla en población a Slaviansk, los activistas de las Milicias Populares de Donbas, el grupo que controla toda la ciudad, hacían una nerviosa demostración de fuerza. En trajes de campaña sin distintivos, embozados casi hasta la ceguera, los milicianos redoblaron el control sobre el ayuntamiento y la comisaría central de policía, ocupados el miércoles y semiocultos tras montañas de neumáticos y alambradas. “Todos los muchachos son de Gorlovka, aquí no hay ningún ruso”, explicaba ante la alcaldía Alexander Boroviov, uno de los civiles de guardia. “Van armados con AKSU (variante corta de Kaláshnikov) viejos, pero nadie sabe de dónde los han sacado y nadie pregunta”, añadía. Otro ‘defensor’ civil, Vladímir Druslukov, apuntaba la posibilidad de que hubieran podido ser requisados “a la policía” durante el asalto a la comisaría, como en otros puntos del Este.

Ambos daban por seguro un asalto del Ejército de Kiev “en cuestión de horas”. “Está todo preparado. Los habitantes de Gorlovka, los civiles, se interpondrán entre el edificio y los soldados a modo de escudo humano. Dentro hay mucha gente lista para repeler la agresión si esa barrera humana falla o los soldados disparan contra ellos”, contaba Boroviov. Imposible averiguar la cifra de milicianos listos para el combate. “Es un secreto”, zanja Boroviov. El uso por parte de los rebeldes de Slaviansk de lanzamisiles para abatir los dos helicópteros reforzó la tesis de Kiev relativa al apoyo financiero y logístico y la implicación militar de Moscú en el desafío separatista. El Kremlin, por su parte, acusó a Kiev de atacar indiscriminadamente a la población civil y de usar “mercenarios” en su avance contra Slaviansk.

A ocho días del referéndum federalista convocado por la República de Donetsk —ilegal para el Gobierno de Kiev, a su vez embarcado en la preparación de unos comicios cuya viabilidad puso el miércoles en entredicho el propio presidente interino, Alexandr Turchínov—, el pulso entre Kiev y el Este se redobla. Pero sobre el terreno y ante las urnas, los rebeldes parecen llevar aún la delantera.

En: elpais.es

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