Kiev, Bruselas y el lento acercamiento

El acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea desafía a Rusia. Por eso, Bruselas y Kiev deberán demostrar mucho tacto en todo momento, opina Christoph Hasselbach.

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El acuerdo comercial de la UE con Ucrania no entrará en vigor hasta 2016. Barroso, Poroshenko y Van Rompuy se estrechan la mano en la firma del acuerdo de asociación de la UE con Ucrania, el pasado junio. AFP

 

Hace cerca de un año, el acuerdo entre Ucrania y la Unión Europea (UE) era casi una realidad. Ambas partes lo habían firmado, pero, en último minuto, el expresidente de Ucrania, Víctor Yanukovich, dio marcha atrás. Moscú lo había amenazado con graves consecuencias si firmaba el acuerdo y, al mismo tiempo, lo atraía con un crédito millonario que solucionaría los problemas del país, altamente endeudado, si se volvía hacia Rusia. Eso hizo efecto en Yanukovich, quien cedió a la presión, provocando la ira de su pueblo, lo que le costó el cargo luego de semanas de protestas callejeras.

Un acuerdo de libre comercio, más tarde

Si bien su sucesor, Petro Poroshenko, llevó a cabo la firma del acuerdo con la UE, actualmente se encuentra en un callejón sin salida muy similar al de Yanukovich, tanto respecto de las relaciones con Moscú como en política interna. Para apaciguar a Rusia, Poroshenko pidió a la UE que el acuerdo de libre comercio, que está unido al pacto de cooperación, se aplace hasta comienzos de 2016. En el interín –esa es su esperanza- las relaciones con Rusia podrían distenderse.

Pero, debido a ese aplazamiento, muchos ucranianos se sienten traicionados por su presidente, a quien consideran prooccidental. Y es posible que también salgan a la calle muy pronto otra vez. En realidad, la cúpula ucraniana no tiene otra alternativa. El país está económicamente en la ruina. Rusia podría volver a someterlo a sus designios en cualquier momento. A eso se suma la situación del ejército ucraniano. La anexión de Crimea demostró que el presidente ruso, Vladimir Putin, no dudaría, de presentársele la oportunidad, en anexar un país extranjero. Sus soldados ya están posicionados en el este de ucrania. Es así como el acercamiento entre la UE y Ucrania se produce, literalmente, en medio de la ofensiva militar rusa.

La UE no solo da, sino que también pide

Es por eso que Kiev y Bruselas deberán tener suma cautela y tendrán que acercarse a pequeños pasos el uno al otro, algo que podría someter a una dura prueba la paciencia de la población ucraniana. El dilema consiste, asimismo, en que las ventajas económicas que representa la UE no se harán sentir sino a largo plazo, mientras que los castigos de Rusia tendrán un efecto inmediato. Y Bruselas no solo da, sino que también pide reformas: las subvenciones de Ucrania al agro, las ayudas para la obsoleta industria del acero deberán desmontarse de manera duradera. Se trata de procesos usuales por los que tiene que pasar todo país que quiera acercarse más a la UE para luego ingresar en ella. Sin embargo, en el caso de Ucrania, tienen un significado especial.

¿Cuál es la alternativa?

A pesar de todo esto, la mayoría de la población ucraniana parece dispuesta a recorrer ese camino, ya que, de lo contrario, ¿cuál sería la alternativa? ¿Una membresía en la Unión Aduanera Eurásica? Seguro que no, al menos no voluntariamente. Allí Rusia se mueve, sobre todo, a través de amenazas, puede retirar beneficios una vez que estos han sido adjudicados, actúa de manera arbitraria y se adueña de lo que quiere. El mejor ejemplo es el caso de Crimea. Pero está claro que a Ucrania no le espera precisamente un paraíso en la UE, y menos de manera automática, pero al menos los ciudadanos saben qué les espera y cómo se desarrollará el proceso de acercamiento. Diversos políticos europeos dijeron que si Ucrania hubiese pasado a ser miembro de la UE en 2004, como otros países satélites de la ex Unión Soviética, hoy podría tener el mismo estándar de vida que Polonia, lo cual no es poco.

Tener en cuenta el factor ruso

Sin embargo, Ucrania no se adhirió aún a la UE, y no está previsto que lo haga a corto plazo porque eso no será posible con la Rusia de Putin. ¿Puede Rusia determinar qué alianzas hace Ucrania? Por supuesto que no. Pero solo un tonto no tomaría en cuenta el factor ruso en la cuestión, ya que hay demasiado en juego. Por ahora, no queda más que recorrer el camino a paso pequeño y dejar la puerta abierta a distintas opciones, además de convencer a Moscú de que Rusia no tiene nada que temer debido al acercamiento de Ucrania a la UE, sino que, por el contrario, solo saldrá ganando. Un estatus especial para Ucrania en la UE también sería una medida inteligente. Junto con eso, la UE debe tener cuidado de que la espiral de sanciones y contrasanciones no salga fuera de control. Sentar precedente contra la violación del derecho internacional: sí. Aplicar castigos para ver quién es el más fuerte: no, ya que así solo habría perdedores.

En: DW

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Expertos chinos: cautas aperturas sobre las relaciones con el Vaticano

Para Zhuo Xinping de la Academia de las Ciencias sociales de Beijing, el Papa Francisco “mejorará” las relaciones, siendo él un “jesuita” y un “latinoamericano”. Li Xingping habló de una “nueva atmósfera”. Pero ningún medio del Partido comunista reportó las frases del papa ni sus telegramas. Un sito web recuerda “a las dos montañas” que hay que superar: la relaciones diplomáticas con Taiwan y “la injerencia en los asuntos internos de China” La genérica declaración del vocero del Ministerio de exteriores.

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Beijing (AsiaNews)- Ser un “jesuita” y “latinoamericano” son dos cualidades del Papa Francisco que podrían mejorar las relaciones entre China y la Santa Sede. Es cuánto afirma un experto chino de religiones después de las aperturas hechas por el pontífice durante su viaje a Corea del Sur. En un artículo firmado por Huo Liqiang, publicado en el China Daily ayer el director del instituto para las religiones mundiales, perteneciente a la Academia de ciencias sociales, el profesor Zhuo Xinping, afirma que el Papa Francisco estuvo muy “activo en el mejorar las relaciones entre el Vaticano y China” desde el día de su elección. Por esto el cree que el pontífice tendrá un rol siempre más positivo en el incrementar las relaciones entre la Santa Sede y Beijing. Entre las cualidades a él atribuidas están de hecho que es un jesuita, una orden religiosa “que tiene una larga tradición de relaciones con China. Mateo Ricci, un miembro de la sociedad, visitó China hace centenares de siglos”.

Otra cualidad es ser argentino, “amigo de las economías en vías de desarrollo”, con “sentimientos especiales hacia sus pueblos, a causa de su ser latinoamericano”.

Otro periódico, el Global Times,cita a un profesor de la East China Normal University de Shanghai, Li Xiangping, que habla de la “nueva atmósfera para una posible distención” que se creó con “el ramo de olivo” ofrecido por el Papa a china y “con gran gentileza”.

El artículo cita la entrevista que Francisco ha dado a los periodistas en su viaje de retorno a Roma la entrevista que Francisco dio a los periodistas en su viaje de retorno a Roma, donde él expresa su deseo de visitar China también “mañana”, y donde subraya que la Iglesia pide sólo “libertad para su ministerio, para su trabajo. Y ninguna otra condición”.

El articulista, Li Yan, hace notar que en esto el Papa Francisco “reafirma la posición del Vaticano sobre el nombramiento de los obispos” y China “podría considerar la posibilidad de un encuentro”.

Otra publicación que cita al Papa y las relaciones China-Vaticano es el sito web China net. En el artículo firmado por un cierto Joke, se habla de “dos montañas” que hay que superar: las relaciones diplomáticas con Taiwan y la injerencia en los asuntos internos de China. El mismo autor reconoce que el problema de Taiwan es secundario y que “la injerencia” (sobre todo en el nombramiento de los obispos) es debida a la concepción que la Iglesia católica tiene sobre sí.

Joke alaba la “diplomacia del espacio aéreo” inaugurada por Francisco y por China y admite que el mejoramiento de las relaciones con la Santa Sede daría a China una mejor “imagen internacional”.

Ningún órgano del Partido comunista, ni siquiera Xinhua, han publicado noticias sobre las palabras del Papa en Corea- a proposito del dialogo con los Países que no tienen relaciones diplomaticas – y en los telegramas enviados a Xi Jinping

El Global Times, en el artículo citado, recuerda una declaración de Hua Chunying, vocero del Ministerio de Exteriores, publicada el 19 de agosto, según la cual “China fue siempre sincera y ha trabajado mucho para mejorar las relaciones con el Vaticano”. Tal genérica declaración es hasta ahora la única palabra semi-oficial por todos los gestos y las aperturas del Papa Francisco.

En: asianews

Imagen: aciprensa

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