El destacado colega Javier Alejandro Ramos ha escrito un interesante y revelador artículo en EL PERUANO. Por su interés me permito reproducirlo en este blog:
Revisar calendarios, comparar fechas, descubrir coincidencias en el tiempo es una tarea apasionante, que refresca la memoria, ayuda a reflexionar y sirve de interesante tema para las conversaciones. En lo que respecta al arte, el año que actualmente vivimos configura el centenario de muchos artistas y/o sucesos ligados a sus manifestaciones.
Por ejemplo, 1914 fue el año del nacimiento del escritor mexicano Octavio Paz, del actor británico Alec Guinness, de los escritores argentinos Julio Cortázar y Adolfo Bioy Casares, de ‘La Doña’ del cine de México, María Félix; de los cineastas estadounidenses Martin Ritt y Robert Wise, del poeta chileno Nicanor Parra, de los actores americanos Martin Balsam, Woody Strode y Richard Widmark; del dibujante de cómic Jerry Siegel, creador de Superman; y del cineasta italiano Alberto Lattuada.
Hace un siglo, también, partieron a la eternidad el escritor alemán Paul von Heyse, ganador del Premio Nobel de Literatura; la poetisa uruguaya Delmira Agustini, los escritores franceses Charles Péguy y Alain Fournier, y los compositores y directores de orquesta Giovanni Sgambati (italiano) y Bernhard Stavenhagen (alemán).
Mientras se desataba la Primera Guerra Mundial y en Roma se elegía papa al cardenal Della Chiesa bajo el nombre de Benedicto XV, 1914 fue un año notable para la literatura, pues Miguel de Unamuno publicó Niebla, y Juan Ramón Jiménez su célebre relato Platero y yo.
Muchos artistas de la pintura, la escultura, la actuación y la música tuvieron que servir además en sus respectivos ejércitos durante la guerra. Y en España un grupo de escritores y artistas plásticos nacidos a fines del siglo XIX fue llamado la Generación de 1914. Entre ellos se cuenta a José Ortega y Gasset y Pablo Picasso.
Cien años atrás, asimismo, la cadena televisiva WNBC de los Estados Unidos transmitió el primer comercial a una teleaudiciencia muy exigua por entonces.
Eran, además, los años del cine mudo. Charles Chaplin produjo y actuó en unos 30 cortometrajes durante esos 12 meses. Otras cintas de ese año fueron la italiana Cabiria, el western de Cecil B. De Mille El virginiano, Los peligros de Paulina, Detrás de la escena con Mary Pickford, Judith de Bethulia de D. W. Griffith, La conciencia vengadora, La ira de los dioses producida en Japón, la alemana El mastín de los Baskerville, Cenicienta, La vida del general Villa, Un pequeño buen diablo, Sangre azul, La hija de Neptuno, El mercader de Venecia y Los gángsters de Nueva York.