CAPACIDADES HUMANAS DESPERDICIADAS EN LAS REGIONES*
Efraín Gonzales de Olarte
Si se utilizaran las capacidades de los catedráticos de universidades de provincias para el desarrollo de las regiones del Perú es muy probable que la pobreza y la desigualdad se reducirían rápidamente.
Hace algunos años, en el Directorio de una empresa estatal de distribución eléctrica, fuera de Lima, quisimos saber cuál era la demanda futura de energía de la región y, al mismo tiempo, cuáles eran las potencialidades de la región para generar más energía hidroeléctrica. Estábamos preocupados por el desarrollo de largo plazo de la región y sabíamos que sin más fuentes de energía no hay futuro para el desarrollo.
La discusión en el Directorio fue si contratábamos a una consultora limeña de prestigio o pedíamos al Departamento de Ingeniería Eléctrica y al Departamento de Economía de la Universidad local que realizaran dos estudios: uno sobre la futura demanda regional de electricidad y el otro sobre las potencialidades para incrementar la oferta de generación eléctrica en la región. Apostamos por la Universidad local, sabiendo que nos corríamos un riesgo, pues nadie conocía los estándares profesionales de los profesores de los mencionados departamentos. Quisimos aproximar la empresa con la universidad, para fines de desarrollo regional.
Grande fue nuestra sorpresa al recibir sendos estudios de una calidad muy competitiva y, sobre todo, de gran utilidad para programar inversiones futuras, para diseñar el plan de distribución, etc. ¿Quiénes fueron los autores? Profesores jóvenes con estudios de post grado fuera de la región, pero sobre todo con ansias de involucrarse en el desarrollo de su región, que estaban esperando que alguna empresa, estatal o privada, les pidiera estudios, investigaciones aplicadas. Además el costo era la quinta parte de lo que cobran las consultoras limeñas.
Este ejemplo es sólo una muestra de las grandes potencialidades de capacidades humanas que sí existen en las regiones, pero que no están siendo utilizadas. Esto es un verdadero desperdicio, pues contrariamente a lo que se cree, hay factor humano en las universidades de provincias que investigan, que está esperando ser convocado para poner sus conocimientos al servicio del desarrollo. Estoy persuadido que actualmente los recursos humanos son más importante que los recursos naturales existentes en las regiones, pues son creativos, no se agotan y mejoran en el tiempo.
Gobiernos locales, regionales, central y empresas privadas trabajen más con nuestras Universidades provincianas, sobre todo con las que hacen investigación.
26.02.09
* Publicado en el Suplemento Dia 1, El Comercio 2.03.09