Una vez el presidente de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), Peter Tomka, finalizó la lectura de la sentencia que fijó la nueva frontera marítima entre Perú y Chile, surgió una nueva discrepancia: a qué país le pertenece el “triángulo terrestre” (conocido como “costa seca”) que se forma con la intersección del Punto Concordia, el Hito Nº 1 y la línea paralela que cruza el mar. El gran problema es que dicha divergencia podría retrasar y generar problemas en una pronta ejecución e implementación de lo decidido en La Haya.
Y es que la nueva controversia nace cuando el jefe de Estado chileno interpreta que, al reconocer que el punto de inicio de la frontera marítima sigue una línea paralela que pasa por el Hito Nº 1, la CIJ habría ratificado que este es el punto final de la frontera terrestre. Por ello, afirma Piñera, el “triángulo terrestre” (de casi 37.610 m2) que se forma entre los puntos Concordia, Hito Nº 1 y donde el paralelo llega al mar, es territorio chileno.