Month: julio 2009

Tragedia hondureña. Impactos continentales y escenarios del futuro

Tragedia hondureña. Impactos continentales y escenarios del futuro
Publicado el : 6 Julio 2009 – 8:32 de la mañana | Por Redacción InformaRN

Ha pasado una semana del golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en Honduras. Este cuartelazo recuerda el trágico 11 de septiembre de 1973, cuando el general Pinochet asesinó al presidente Salvador Allende, y se consumaba el atentado contra una de las democracias más añejas del continente. En América Central, como resultado del desmantelamiento exitoso de las guerras civiles de los años ochenta, en la última década del siglo XX se vivió un gran optimismo por la solución de los conflictos mediante la participación muy activa de la ONU y la OEA, y por los procesos de construcción democrática. Se pensaba que los ejércitos dejaban de ser instrumentos de las oligarquías económicas y de los poderes externos que los manipulaban en la guerra fría, y que se transformaban en instituciones fieles a la ley y profesionales. El ejército de Honduras acaba de demostrar que ese todavía es un sueño.

Raúl Benítez Manaut

Centroamérica es conocida como la tierra de los volcanes, los sismos y los golpes de Estado. Es una región muy pobre y castigada por la historia, donde Honduras y Nicaragua registran los indicadores de mayor pobreza en el continente junto a Haití y Bolivia. La democracia hondureña es joven. Desde 1982, cuando se emitió la Constitución que actualmente rige la vida del país, se tambaleó en varias ocasiones. El domingo 28 de junio sucumbió ante la embestida de la oligarquía, usando al ejército como el instrumento que consumaría la operación final, para sacar al presidente en piyama y enviarlo a Costa Rica. Ahora bien, ¿qué consecuencias puede tener esta maniobra política, oligárquica y militar?

La primera gran tensión fue provocada el mismo domingo 28 de junio por el anuncio del presidente Chávez de Venezuela de que se podría reinstalar en su cargo a Zelaya empleando a su fuerza armada. Una maniobra militar no puede ser nulificada con otra maniobra militar, significaría la muerte de la diplomacia en la región. Ni en los momentos más álgidos de la guerra fría se había amenazado desactivar un golpe de Estado empleando a la fuerza militar de otro país.

El golpe militar puso en tensión, más de lo que ya estaba, la fricción política del país, y que, dicho sea de paso, el presidente Zelaya no es ajeno. Condenar el golpe no significa dar una patente de corzo al presidente Zelaya. El golpe polarizó aun más la situación entre los poderes del Estado, y ahora hay dos presidentes, uno en el exilio y otro de facto, un Congreso y un poder judicial respaldando y otorgando poderes al autodesignado presidente Roberto Micheletti, y un grupo de partidos políticos, encabezados por los dos grandes, el Partido Liberal y el Partido Nacional.

Zelaya se fue alejando de los mecanismos de la política tradicional y empezó a construir mecanismos de “democracia participativa” que asustaron a la oligarquía. Ciertamente construir un poder político paralelo, con respaldo internacional, básicamente de Cuba, Nicaragua y Venezuela, es un desafío a los sectores dominantes. Al presidente se le puede cuestionar su incapacidad para convencer a su partido, el Liberal, y a la clase política tradicional, pero ello no quiere decir que se le podía destituir por medios violentos. El “miedo a Hugo Chávez” comenzó a impregnar a los medios de comunicación, a las fuerzas armadas, al Congreso, y se inició un proceso de polarización que terminó en el golpe de Estado. Sin embargo, el proceso electoral presidencial está calendarizado para el 28 de noviembre próximo, y una disputa política debía ser resuelta en las urnas, como en cualquier democracia. Casi se podría afirmar que para desplazarlo del poder no era necesario organizar un cuartelazo, si es eso lo que buscaban los que derrocaron a Zelaya.

Un escenario no previsto por los golpistas es el total rechazo internacional a su maniobra política. Por razones de principios, no importando la ideología de los presidentes y primeros ministros del hemisferio, 33 de los 34 países de la OEA aceptaron aplicar el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, y se expulsó a Honduras del organismo el 4 de julio. Adquiere un protagonismo muy significativo el rol del Secretario General de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, y en ese organismo, por supuesto sin descartar la posible acción de la ONU si la crisis internacional escala a una dimensión superior, puede encontrar mecanismos de negociación ad hoc. Europa también ha sido enérgica con el retiro de sus embajadores y el gobierno de Barack Obama también ha expresado su inconformidad con lo sucedido.

Las consecuencias del golpe de Estado llevan a reflexionar sobre las tendencias que se observan en la política y la diplomacia latinoamericana. La división entre izquierdas y derechas no debe llevar a aceptar o a practicar que se fracture la constitucionalidad de los países o la legitimidad de los presidentes electos. Si un presidente, electo por la población, decide transitar a mecanismos nuevos de acción política que se definen como “democracia participativa” o “plebiscitaria”, debe tener presente que no puede alterar la convivencia basada en las leyes y en la “democracia representativa”, que se apuntala en las elecciones. Además, es claro que ninguna democracia se importa del exterior. Lo externo influye, pero lo decisivo es la correlación de fuerzas internas en un país.

Si para vincularse a coaliciones como la llamada “Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América” (ALBA) se pone en fricción a las elites de los países con los sectores populares, por ejemplo con las agrupaciones campesinas, estudiantiles y sindicales, el remedio puede ser peor que la enfermedad, pues lo que se cosecha es un enfrentamiento de grandes dimensiones. Si al pertenecer al ALBA se va a recibir un trato preferencial comercial con una potencia petrolera como Venezuela, con lo cual se puede ayudar a países con economías muy frágiles a sobrellevar la crisis mundial de los precios del petróleo, ello no debería conducir de forma automática a la implementación paralela de una especie de “paquete chavista”, donde se orilla a los presidentes que inscriben a su país al ALBA a implementar medidas “socializantes”, enviar lideres políticos a “escuelas” de formación de cuadros, entre otras medidas, que finalmente se consuman con la búsqueda de cambios constitucionales profundos que incluyen la reelección de los gobernantes. En este contexto debemos tener presente la regla de oro de la estabilidad política de México: “Sufragio Efectivo, No Reelección”. Este lema está presente en todos los libros de texto de los niños en las escuelas, en toda la papelería oficial, en toda la documentación de las fuerzas armadas. De algo sirvió la dictadura de 36 años de Porfirio Díaz y la sangrienta revolución mexicana, que dejó un saldo de un millón de muertos hace casi 100 años. O sea, el presidente se va porque se va, al terminar su periodo constitucional de gobierno.

Otro factor a tener presente es la correlación de fuerzas. Sí ésta favorece a un presidente y puede implementar el paquete ALBA con sus bases de apoyo políticas sin llegar a una conflicto superior, como es el caso del presidente de Ecuador, Rafael Correa, enhorabuena. En otros países, las reformas del paquete ALBA se quedan a medias precisamente porque el presidente que las impulsa, aun siendo respaldado por importantes sectores de la población, decide no elevar el nivel de la confrontación y convivir de forma negociada con la oposición, como ha demostrado Evo Morales.

En el ALBA concurren 9 países, Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela. Destaca que los países de América del Sur gobernados también por presidentes de izquierda, como Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay o Chile, no se adhieren al ALBA, y tampoco promueven las formas de “democracia participativa”, respetando a la llamada “democracia representativa”. Casualmente estos países tienen un desempeño muy positivo de su economía, aun a pesar de las turbulencias internacionales, y sus mandatarios gozan de amplio apoyo político interno. Es por demás decir que se han desarrollado formas de convivencia muy maduras, tanto con la oligarquía económica como con las fuerzas políticas de derecha y las élites castrenses, que son ejemplo para el resto de América Latina.

En la llamada cuerda floja, o viviendo un aumento de las tensiones políticas internas, están El Salvador y Guatemala. En esos dos países han arribado al poder por la vía electoral gobernantes de centro izquierda que buscan implementar políticas de Estado socialdemócratas. En el caso de El Salvador, de forma explícita su presidente, Mauricio Funes, ha señalado que su ejemplo de líder es el presidente Lula de Brasil. Hay tendencias en el partido que lo llevó al poder, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la famosa ex-guerrilla de los ochentas, para bolivarianizar la política salvadoreña e impulsar a fondo la democracia participativa. En el caso de Guatemala, su presidente, Álvaro Colom, ha estado asediado por la derecha vinculada a los militares, y hace un mes y medio se gestó una especie de golpe de Estado de nuevo tipo que fracasó, afortunadamente para la salud democrática de Guatemala. El ejército no se pudo emplear como la pinza final y el presidente Colom logró un amplio respaldo internacional para sostenerse, sin embargo, quedó debilitada la gobernabilidad de ese país.

Es claro que la democracia en el continente está viviendo una prueba de fuego con el golpe de Estado de Honduras. Es una lección tanto para las derechas antidemocráticas y golpistas, así como para las izquierdas radicales. No puede consolidarse el gobierno de facto, si lo logra, habrán ganado las batallas políticas los más retardatarios sectores oligárquicos y militares, y será un regreso a la guerra fría. La tentación de emplear políticamente a los militares está presente. Para la izquierda, forzar las condiciones para implementar medidas ALBA y formas confrontativas de democracia participativa que desprecian la ley, es también muy peligroso. Se calienta la hoguera. Por ejemplo, los sectores que en el FMLN postulan que su presidente debe acercarse a Nicaragua y Venezuela, sin tener presente la fuerza político-electoral del partido ARENA o la ideología de los militares, que todavía puede guardar resabios de la guerra fría, y por tanto podrían verse estimulados a ser más “activos”, conlleva grandes peligros.

Ni las derechas radicales ni las izquierdas extremas deben aventajarse de este golpe de Estado. Por ello en Honduras se juega la validez de las democracias construidas con muchas dificultades en los últimos 20 años. Es difícil que regrese el presidente Zelaya a terminar su gestión de gobierno, dado el nivel de confrontación existente entre él y los poderes legislativo, judicial y militar. Tampoco puede gobernar el presidente de facto Micheletti, pues aunque su gobierno tenga cara civil, es claro que está en ese sitio por la fuerza militar, empleando recursos de fraude legal como fue una carta falsa de renuncia del presidente Zelaya.

Las opciones no son muchas, pero los escenarios pueden ser los siguientes: Primero, una fórmula estilo Raoul Cédras, cuando derrocó por medio de un golpe de Estado al presidente Aristide en 1991. Aristide se asiló en Estados Unidos y desde Washington “gobernó” hasta 1994, cuando el presidente Clinton diseñó la operación “Restaurar la Democracia”, y, con el respaldo de la ONU, logró la salida negociada de Cedras a Panamá y Aristide regresó a gobernar a Puerto Príncipe. Lo que sucedió después es una historia que no debe repetirse en ese país. La economía haitiana quedó semi destruida por el embargo internacional de tres años y la lección para los militares fue contundente: su disolución. Si se quedará aislada Honduras y se logra establecer el gobierno de facto, el embargo llevaría a una situación similar, y los militares corren el riesgo de que en un futuro su disolución institucional sea posible, o sea, la sombra haitiana no está muy lejos del horizonte. Eso sucedió en Costa Rica tras la revolución de 1948, y, dicho sea de paso, se construyó una de las democracias más sólidas del continente, libre de golpes de Estado.

Una salida posible es una acción diplomática enérgica, con el respaldo de todos los presidentes latinoamericanos, similar a la implementada en Perú del 22 de noviembre de 2000 al 28 de julio de 2001. Se instauró un gobierno provisional, encabezado por Valentín Paniagua, quizás el político peruano mejor recordado por la población. La crisis se había profundizado por el intento de Alberto Fujimori de reelegirse por tercera ocasión. La OEA jugó un papel clave en las negociaciones entre todos los sectores políticos del país, se conformó una Misión de Observación Electoral de febrero a junio de 2001, encabezada por el gran diplomático guatemalteco, Eduardo Stein, y se logró implementar un proceso electoral libre y técnicamente impecable, que llevó al presidente Alejandro Toledo a la presidencia.

En Honduras hay un dato positivo: ambos gobiernos, el de Zelaya y el de facto, reconocen que se deben realizar elecciones el 28 de noviembre. Las preguntas son: ¿quién las va a organizar?, ¿qué nivel de confianza va a tener la población para emitir su voto sin presión, gobierne quien gobierne en ese momento el país?, ¿cómo se va a garantizar el desarrollo de una campaña electoral que no esté polarizada y dónde no haya connatos de violencia?, ¿Quién va a ejercer la función de veeduría y vigilancia? Estas preguntas derivan en una conclusión. Para que se desactive la crisis mediante un proceso electoral, no hay otra forma que se de, más que con una participación muy activa de la comunidad internacional. Los gobiernos de América Latina deben ofrecer recursos, no sólo discursos diplomáticos, para que, por ejemplo, la OEA instale una Misión de Observación Electoral, o se conforme una misión multinacional que tenga facultades superiores, por ejemplo, como lo fue la misión electoral en El Salvador entre 1992 y 1994, que se ubicó bajo el paraguas de la misión de paz ONUSAL. Organismos como el Instituto Federal Electoral de México, con gran experiencia internacional en Haití, Timor del Este e Iraq y otros, pueden echar la “mano amiga” técnica, que da confianza política a los distintos sectores de la sociedad hondureña.
Raúl Benítez Manaut, Investigador de la UNAM y Colaborador de Radio Nederland

Fuente: Radio Nederland (más…)

Canciller de facto: Obama es un negrito que no sabe nada de nada

Canciller de facto: Obama es un negrito que no sabe nada de nada
“Dejad a los hondureños que resuelvan sus problemas”, afirmó Ortez durante una entrevista dada a la prensa local, en la que aseguró que la administración estadounidense permite “lo que sea

El ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de facto en Honduras, Enrique Ortez, expresó este domingo que el presidente estadounidense Barack Obama, es un “negrito que no sabe nada de nada” respecto a la situación que vive la nación centroamericana tras el golpe de Estado contra el mandatario legítimo Manuel Zelaya.

“Dejad a los hondureños que resuelvan sus problemas”, afirmó Ortez durante una entrevista dada a la prensa local.
Aseguró que la administración estadounidense permite “lo que sea” y que ya no “es defensor de la democracia”, como reacción al desconocimiento que transmitió Obama al gobierno de facto liderado por Roberto Micheletti.

“Ellos permiten lo que sea. Ya Estados Unidos no es el defensor de la democracia. En primer lugar el presidente de la República, que lo respeto, el negrito, no conoce dónde queda Tegucigalpa”, argumentó.

Agregó que “nosotros somos los que conocemos dónde está Washington y somos los obligados como país pequeño, un pigmeo democrático, a aclararles las concepciones y a leerle, tal vez en su idioma, lo que está pasando”.

El canciller de facto inició su crítica a la gestión estadounidense luego de ser preguntado acerca de una supuesta amenaza de intervención militar de Venezuela u Nicaragua a Honduras, el funcionario dijo que no era posible que EE.UU, esté de acuerdo con ambos países latinoamericanos.

Al ser interrogado por el entrevistador sobre una posible intervención militar venezolana y nicaragüense y el posible respaldo tácito de Estados Unidos, Ortez arremetió contra la Administración Obama.

Fuente: radio Nacional de Venezuela (más…)

Honduras: Varios muertos y un toque de queda después

Honduras: Varios muertos y un toque de queda después
Publicado el : 6 Julio 2009 – 3:38 de la mañana

| Por Redacción InformaRN

Manuel Zelaya ha visto fracasado su intento de poder llegar hasta Tegucigalpa y ser reinstalado en la presidencia de Honduras.

P.J.Gámez-Cersosimo

Tanquetas y decenas de soldados apostados en la pista de aterrizaje impidieron que el avión en el que volaba el derrocado presidente Manuel Zelaya pudiera hacer su descenso en Tocontín, el aeropuerto internacional de Honduras.

Zelaya había partido horas atrás desde Washington rumbo de Tegucigalpa en un jet privado, en un intento de ser reinstalado en el poder de Honduras.

Una vez en vuelo, Zelaya ordenó a las fuerzas militares de su país despejar las pistas de Tocontín: “Soy el comandante general de las Fuerzas Armadas, electo por el pueblo, y le pido al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas que cumplan esa orden de abrir el aeropuerto”, había dicho Zelaya.

Agregando: “El pueblo está en las calles. Retenga a esas tropas, general (…) Retenga esa masacre”.

Desde tempranas horas del día, miles de manifestantes al depuesto presidente se habían concentrado a las puertas del aeropuerto internacional de Honduras, produciéndose fuertes enfrentamientos con los militares del país, de acuerdo a las imágenes emitidas en directo por la cadena Telesur.

Por lo menos dos manifestantes habrían muerto por impacto de bala durante los forcejeos con los militares, y más de una decena se encuentran heridos.

Los hechos se produjeron en el extremo sur de la pista del aeropuerto Toncontín, cuando los militares rechazaron a un grupo de manifestantes que intentaba entrar por la fuerza a ese lugar mientras esperaban la llegada de Zelaya.
Un mar de personas marchaban bajo el grito de “Queremos a Mel” y “fuera los traidores golpistas”.
El ejército respondió abriendo fuego y con gases lacrimógenos para contener la marea humana que quería tomar el control de la única pista de aterrizaje de Tocontín.
Junto con Zelaya viajaba Miguel d’Escoto, presidente de la Asamblea General de la ONU. En otro avión volaban los presidentes de Argentina, Cristina de Kirchner y Rafael Correa, de Ecuador, rumbo a San Salvador, acompañados por José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos.
Nuevamente se ha impuesto en el país centroamericano un toque de queda a partir de las 00.30 GMT. Los medios radiales y televisivos del país han dejado de emitir señal, programando solamente música.
Entretanto, Zelaya se reunirá de forma inmediata en San Salvador con los otros presidentes latinoamericanos que lo apoyaron en su intento de regresar a Honduras.

El mismo Zelaya se ha encargado de responsabilizar a Washington de no hacer lo suficiente para restablecer el orden democrático en Honduras.

Contexto
Es posible que ni Oliver Stone imaginara tan alta cuota de realismo latinoamericano: cuatro presidentes de América Latina en ejercicio acompañando a un presidente depuesto por militares para reinstalarlo en el poder, sumándose a la comitiva el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y millones de latinoamericanos siguiendo en real-time el desenlace de uno de los momentos más emblemáticos en la historia del continente, como tratándose de un partido de fútbol o una opereta más de la dolida democracia regional.
Está mucho en juego: el ejercicio y equilibrio de las democracias en el hemisferio latinoamericano, porque la consolidación del gobierno golpista en Honduras abre un agujero del cual se asoman fantasmas golpistas y ánimas que pueden verse tentadas a imitar el accionar del Ejército hondureño, al derrocar al presidente Manuel Zelaya y al saber que no pudieron ser removidas de su proceder antidemocrático y golpista.

Posición Latinoamericana.-
De hecho la comunidad internacional del continente se juega mucho de su prestigio en esta crisis política.
El cerco internacional sobre Honduras ha sido categórico; la posición de México determinante; el rol de la OEA ejemplificador; la actitud de Brasil de consenso; y la distante actitud de Washington que anuncia que la región está lo suficientemente madura para saber quitar la mala hierba que se ha asomado en Tegucigalpa.

La expulsión de Honduras de la OEA es un hecho categórico en la historia de la diplomacia de América Latina, y sencillamente Honduras no puede actuar como lo hizo Haití bajo el gobierno golpista de Raúl Cedrás, aislándose de la comunidad internacional y descendiendo a un averno de mafias, narcotráfico y redes de contrabando. El mismo Raúl Castro, desde La Habana, ha condenado el golpe militar de Honduras

Insulza sabe que estamos ante uno de los momentos más flacos y acaso siniestros de la historia moderna del hemisferio, porque un presidente constitucional ha sido removido de su cargo por deseo y orden de un ejército actuando al servicio de los poderes consolidados de ese país centroamericano: las viejas oligarquías, terratenientes, banqueros y medios de comunicación que vieron amenazados sus privilegios en el momento en que Manuel Zelaya apostó por un pragmatismo de izquierdas, aunque sin ajustarse tampoco a las leyes democráticas.

¿Fisuras diplomáticas ?
Si bien América Latina condenó de forma inmediata el golpe militar contra Manuel Zelaya, hay distintas posiciones ahora respecto del regreso de Zelaya a Tegucigalpa.

Costa Rica y Canadá encabezan un frente que recomendó a Zelaya postergar su vuelta a Tegucigalpa, para evitar que la historia se escriba con un puño de sangre. Todas las iglesias católicas de la región han seguido esta postura.

El gobierno de Roberto Micheletti, quien asegura que en Honduras no ha habido un golpe de Estado sino una sucesión constitucional, recuerda que contra Manuel Zelaya existe una orden de captura por 18 delitos que se hará efectiva una vez pise suelo hondureño.

Ante el intento de Zelaya de regresar al país, Micheletti dijo en tono categórico: “Zelaya nunca será restituido en el poder”, garantizando que el 29 de noviembre se realizarán las elecciones generales previstas y el 27 de enero entregará el mando al vencedor.

Como era de prever, la maniobra de Manuel Zelaya de regresar a su país ha empeorado la crisis política, la cual ha involucrado a todos los países latinoamericanos, produciéndo también la condena categórica de la Unión Europea y Estados Unidos.

Fuente: radio Nederland (más…)

La Yuca: pobre cultivo rico

La Yuca: pobre cultivo rico
Publicado el : 28 !long-mes-nombre agosto 2008 – 6:28 de la tarde
| Por Redacción InformaRN

Recientemente se celebró en la ciudad belga de Gante, la primera conferencia científica de la Asociación Mundial de la Yuca, que contó con el apoyo de la FAO, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IIAT) y organismos privados y públicos. Los expertos analizaron la situación actual de la yuca en el mundo y también sus perspectivas.

La yuca es un cultivo humilde pero, muy generoso en nutrientes con un pasado enraizado en el continente americano y un presente globalizado. El tubérculo constituye un importante componente en la dieta diaria de millones de personas en todo el mundo.

Pueblos en Ecuador o Cuba, ríos en Venezuela o Colombia han sido bautizados con el nombre de la Yuca. Bailes como el sebucán venezolano han sido dedicados a este noble cultivo y manjares típicos como la chipá paraguaya o el sancocho colombiano, sin olvidar a la exquisita yuca rellena con paiche de la Amazonía peruana, incluyen a la mandioca entre sus ingredientes.

Cultivo con historia
Los primeros vestigios arqueológicos del cultivo de la yuca se remontan a 4.000 años de antigüedad. Los primeros cultivos domesticados proceden de Perú.

Muchas leyendas relatan los orígenes de esta planta, una de ellas fue recogida por el ilustre etnógrafo brasileño José Vieira Couto de Magalhães. La leyenda cuenta que hace mucho tiempo un cacique y su hija habitaban en las regiones de la actual Santarem (la ciudad brasileña situada en la confluencia del Tapajos y el Amazonas). Un día la hija del jefe tribal quedó embarazada. Al enterarse el padre juró que vengaría la deshonra. Pero, por más que sometió a su hija a un exhaustivo interrogatorio, ella siempre repetía que no había tenido contacto con ningún hombre. Nada servía, ni las amenazas ni tampoco los castigos. La negativa a hablar exasperaba al cacique que ya estaba dispuesto a dar muerte a la niña. Sin embargo, un hombre blanco irrumpió en el lugar y le aseguró al jefe nativo que su hija decía la verdad. A los nueves meses dio a luz a una hermosa niña blanca. De todas partes llegaron visitantes para conocer a Mani, tal como cuentan que fue llamada la recién nacida. Sin embargo, al cabo de un año murió, sin que la aquejara una enfermedad. Fue enterrada en el jardín de la casa. Siguiendo las costumbres ancestrales, todos los días se cuidaba su sepultura. No obstante, un día se encontró su tumba entreabierta, desde donde se veía crecer una planta desconocida y con el tiempo asomar una hermosa raíz, cuya forma se asemejaba al cuerpo de Mani, la blanca, de ahí surgió Manioc, una de las tantas acepciones con las que se conoce a la yuca.

Este cultivo llegó a África de la mano de los portugueses, tras la conquista luso-española de América. La mandioca también está presente en Asia y en Europa aunque no tanto para el consumo humano sino como pienso.

Características específicas
El arbusto, cuyo nombre científico es Manihot esculenta, mide unos dos metros de alto y crece en climas subtropicales. La planta muestra una gran tolerancia a los suelos pobres y a la sequía. Su alta capacidad de recuperación a las plagas y enfermedades, la adaptación a diversos ecosistemas y su gran producción hace afirmar a la FAO, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que “este cultivo de raíz amilácea podría ayudar a proteger la seguridad alimentaria y energética de los países pobres, amenazados en la actualidad por el alza de los precios de los víveres y combustibles.”

Según informó la FAO, a través de un comunicado, los científicos solicitaron en Gante que se invierta más dinero en temas como la investigación y desarrollo ya que son “necesarios para aumentar los rendimientos de los agricultores e investigar los prometedores usos industriales de la yuca, entre los que se incluye la producción de bicombustibles.”

Riqueza energética y nutricional
La riqueza energética y nutricional de la yuca no es un nuevo hallazgo, ya había sido descubierta por los pueblos originarios mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón. La FAO remarca que el tubérculo está en la mesa de unos mil millones de habitantes en más de cien países. La yuca, que proporciona un tercio de las calorías diarias, es el cuarto cultivo en importancia en los países en desarrollo con una producción, estimada en 2006, en 226 millones de toneladas.

La FAO constata que este enorme potencial no se explota debidamente, por ello afirma que la yuca es un ‘cultivo huérfano’. Los motivos son varios: la mandioca es cultivada por pequeños agricultores, de bajos ingresos, en su mayoría mujeres. Según se asegura, en algunas comunidades campesinas de la Amazonía, existen tantas variedades de yuca como mujeres hay en los pueblos. Otro problema al que se enfrentan los agricultores es que no tienen acceso a variedades mejoradas y fertilizantes, amén de que están lejos de los canales de distribución y de las industrias que manufacturan los productos.

Una raíz alimenticia de primer orden gracias a su alto contenido de hidratos de carbono que ahora ha pasado a ser una gran esperanza en la lucha para vencer la crisis alimentaria. La Universidad de Ohio ha desarrollado una variedad de yuca capaz de proveer en una sola comida de todos los nutrientes que requiere diariamente un ser humano. Ese claustro universitario informó que descubrió la forma de potenciar las vitaminas, minerales y proteínas del tubérculo. Además ha logrado modificar el cultivo genéticamente para que resista a las amenazas virales, como por ejemplo una enfermedad causada por el géminivirus, que reduce el rendimiento de las plantas del 30 al 50 por ciento. Los científicos esperan probar en Nigeria y Kenia, en el 2010, los resultados de la investigación, que hasta ahora se ha llevado a cabo en invernaderos. El equipo de biología celular y molecular de las plantas de la Universidad Estatal de Ohio ya ha empezado a efectuar pruebas de terreno en Puerto Rico para “asegurarse de que las plantas se desarrollen igual de bien a la intemperie como en los invernaderos”.

Seguridad alimentaria vs. agrocombustibles
El casabe tiene dos variedades: dulce o amargo, dependiendo de la cantidad de ácido cianhídrico, sustancia que produce cianuro si no se retira antes de su consumo pero que pierde su toxicidad al ser cocinada. Las variedades dulces pueden consumirse hervidas, fritas o asadas como sustitutas de las papas. La tapioca es una harina que se obtiene de la variedad dulce. Las yucas amargas se utiliza en Venezuela para hacer casabe una especie de pan de yuca.

La planta también es la fuente de almidón más económica que existe. De hecho, se emplea en más de 300 productos industriales. Justamente la fermentación del almidón sirve como fuente del etanol. De esta forma, muchos países producen etanol a partir de la yuca. Al respecto, baste mencionar a Brasil, donde el uso está bastante extendido, o Colombia, Indonesia y China. La empresa Monsanto ya ha ofrecido al Centro de Investigaciones de plantas de Danforth su tecnología patentada para investigaciones genéticas. Sin embargo, en este punto la FAO da la voz de alerta sobre las consecuencias que esto puede acarrear en la producción y seguridad alimentaria. Y razón no le falta. Países como Tailandia, se suman al uso de biocombustibles pero emplean tierras que originalmente estaban destinadas a la agricultura alimentaria. Desde ya, Monsanto se defiende con el argumento de que promueve la ingeniería genética para apoyar a los campesinos pobres en el Tercer Mundo. A su turno los opositores de los agrocombustibles aseguran que lo que en realidad pretenden empresas como Monsato es vencer la lógica resistencia que existe contra los cultivos transgénicos para poder introducir semillas más comerciales, acompañadas de toda una batería tecnológica.

Los participantes en la conferencia científica en Bélgica acordaron llevar adelante nuevos proyectos que serán presentados a los países donantes. Si a estos planes se agregan las necesarias inversiones es muy posible que la yuca deje de ser una mera promesa y se convierta en una solución más que conjure la crisis alimentaria.

Fuente: radio Nederland (más…)

Iglesia Católica hondureña apoya a los golpistas en Honduras

Iglesia Católica hondureña apoya a los golpistas en Honduras

El cardenal transmitió este mensaje luego de que este viernes el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se reuniera con la Conferencia Episcopal, reunión de la que concluyó que los golpistas no cambiarán su conducta.

TeleSUR _ Hace: 05 horas
La Iglesia Católica hondureña se pronunció este sábado a favor del gobierno de facto de Roberto Micheletti, que asumió el poder a través del golpe de Estado cometido en contra del presidente constitucional Manuel Zelaya.

En un comunicado de la Conferencia Episcopal, leído por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, la Iglesia también le pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que “preste atención a todo lo que venía ocurriendo fuera de la legalidad en Honduras”.

Al cierre de la lectura del comunicado, Rodríguez hizo “un llamado al amigo José Manuel Zelaya”, a quien le recordó: “El día de su toma de posesión usted citó claramente tres mandamientos de la santa ley de Dios, no mentir, no robar, no matar”.

“Pensemos si una acción precipitada, un regreso al país en este momento, podría desatar un baño de sangre, sé que usted ama la vida, sé que usted respeta la vida, hasta el día de hoy no ha muerto un solo hondureño, por favor, medite, porque después sería demasiado tarde”, acotó.

La OEA, en opinión de los 11 obispos que integran la Conferencia Episcopal, debió prestar atención “no solamente a lo sucedido a partir del 28 de junio recién pasado”, cuando fue depuesto por un golpe militar el presidente Zelaya y enviado en un avión a Costa Rica.

“También el pueblo hondureño se pregunta por qué no han condenado las amenazas bélicas contra nuestro país”, destaca el comunicado.

Agrega que “el sistema interamericano se limita a proteger la democracia en las urnas, pero no le da seguimiento a un buen gobierno, a prevención de las crisis políticas económicas y sociales”, por lo que “de nada servirá el reaccionar tardíamente hacia ellas”.

Según los obispos, “las instituciones del Estado democrático hondureño están en vigencia” y “sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho”.

“Los tres poderes del Estado están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución de la República de Honduras”, subraya el documento.

Agrega que cuando Zelaya fue capturado por los militares “ya no se desempeñaba como presidente de la República”.

Zelaya fue depuesto por los militares el mismo día que debía realizarse una consulta popular con vistas a convocar un referéndum sobre la reforma de la Constitución, promovida por él, pese a tener una prohibición legal, lo que también recordó la Conferencia Episcopal.

Dijo que la situación actual puede servir “para edificar y emprender un nuevo camino, una nueva Honduras” y que la confrontación que se está viendo “no debe servir para agudizar la violencia, sino para un nuevo punto de partida para el diálogo, el consenso y la reconciliación”.

Contrario a lo manifestado por el sacerdote, los movimientos sociales denunciaron a teleSUR el pasado lunes que un estudiante falleció por las acciones militares que sostiene el gobierno golpista desde que secuestró y expulsó del país a Zelaya, sobre todo, en los alrededores de la Casa Presidencial.

La denuncia fue realizada ante las cámaras de teleSUR por un dirigente estudiantil hondureño, quien además alertó sobre el silencio mediático que se ha mantenido desde la acción militar rechazada por miles de ciudadanos y la comunidad internacional.

“Los medios dicen que no está pasando nada, pero hay varios muertos, el pueblo hondureño no puede guardar respeto a un gobierno golpista, reportó el líder estudiantil el pasado lunes.

Durante la cadena nacional de radio y televisión transmitida este sábado, el máximo jerarca de la Iglesia Católica en Honduras trató de excusar la violenta acción desencadenada y dirigida por Roberto Micheletti, al solicitarle a la Organización de Estados Americanos (OEA) que “preste atención a los hechos ilegales que venían ocurriendo en el país antes del 28 de junio”, cuando fue secuestrado el presidente legítimo y constitucional.

Según los once obispos que integran la Conferencia Episcopal, “las instituciones del Estado democrático hondureño están en vigencia” y “sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho”.

La visión se opone a lo manifestado por los países de América Latina y el mundo, así como los organismos internacionales y regionales.

En este sentido, Rodríguez Maradiaga dirigió a la comunidad internacional “el derecho que tenemos de definir nuestro propio destino sin presiones unilaterales de cualquier tipo, buscando soluciones que promuevan el bien de todos”.

Mientras, los militares del gobierno de facto intensifican las medidas represivas contra las manifestaciones y bloquean el paso a las movilizaciones que intentan llegar a Tegucigalpa desde el interior del país.

teleSUR – Heraldo / in – PR

Fuente: http://www.telesurtv.net/

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Thierry Meyssan sobre Honduras

Honduras: el primer golpe de Estado militar de la administración Obama
El SouthCom toma el poder en un Estado del ALBA
por Thierry Meyssan*

Honduras suscitó la cólera de Washington al rebelarse contra la presencia militar estadounidense e incorporarse al ALBA. Militares formados en la Escuela de las Américas y dirigidos por consejeros estadounidenses derrocaron al presidente constitucional Manuel Zelaya y pusieron en el poder a quien había sido su rival de siempre en el seno del partido liberal, Roberto Micheletti. Thierry Meyssan hace un recuento de los objetivos de este enfrentamiento y señala la voluntad de la administración Obama de retomar el control de América Latina.

Nadie pensó que la crisis surgida entre Honduras y Estados Unidos pudiera desembocar en un golpe de Estado militar. Parecía que Washington había renunciado a esa forma de acción, aunque la administración Bush había sobornado recientemente a un grupo de militares para que derrocaran al presidente constitucional de Venezuela (el 12 de abril de 2002) [1] y había utilizado a sus propias fuerzas especiales para secuestrar al presidente constitucional de Haití (el 29 de febrero de 2004) [2]. Pero los comunicadores de la Casa Blanca venían utilizando últimamente la amplia sonrisa del flamante Barack Obama para hacer creer a la opinión pública internacional que Estados Unidos había cambiado y que había renunciado a su ambición imperial.

Honduras

La importancia estratégica de los cinco Estados de la antigua República Federal de América Central (Costa Rica, Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) reside en su situación geográfica como corredor de tránsito entre dos continentes y dos océanos. Si bien ninguno de ellos dispone de recursos naturales especialmente importantes, lo interesante es que todos ellos pueden servir de base para controlar la zona. Durante la revolución sandinista en Nicaragua, Washington utilizó Honduras como base de retaguardia de las bandas contrarrevolucionarias. Bajo la dirección de John Negroponte, la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa se convirtió en cuartel general de los «contras» nicaragüenses y de sus escuadrones de la muerte. Vista desde ese ángulo, la evolución antiimperialista de Honduras, luego del regreso de los sandinistas al poder en Nicaragua, representaba no tanto un problema en sí como un verdadero peligro de «contaminación». ¿En qué representaba la evolución de la situación hondureña un peligro tan grande como para que Washington decidiera recurrir nuevamente a los viejos métodos, corriendo así el peligro de malograr todos sus esfuerzos propagandísticos?

La presidencia de Maduro y las elecciones de 2007
Al igual que el resto de Centroamérica, Honduras enfrenta la existencia de las maras (pandillas). La más conocida es la Mara Salvatrucha. Se trata de bandas de niños manipulables debido a su dependencia de la droga y organizados mediante ritos místico-criminales [3]. Sus miembros se entregan a todo tipo de violencias, alcanzando a veces un inusitado grado de barbarie que los ha llevado a protagonizar verdaderas masacres.

En 2001, el candidato nacionalista Ricardo Rodolfo Maduro Joest resultó electo bajo la promesa de luchar contra el crimen. Su propio hijo, de 25 años, había sido secuestrado, torturado y asesinado, y su funeral se había convertido en una verdadera manifestación de carácter nacional. Al llegar a la presidencia, Ricardo Maduro ordenó espectaculares operaciones de lucha contra las pandillas. También reforzó el arsenal de la policía y sacó a los militares de los cuarteles para que ayudaran a los policías. Con el apoyo de la democracia cristiana, Maduro logró la adopción de una ley que castigaba con un mínimo de 5 años de prisión el solo hecho de ser miembro de una mara.

Aunque aquella ley sirvió de inspiración a países como Guatemala y Salvador, la Corte Constitucional hondureña decidió invalidarla porque comprometía la responsabilidad individual por asociación en casos de crímenes que el acusado no había cometido. La aplicación de aquella ley había dado lugar a un gigantesco aumento del número de personas encarceladas, lo cual se provocó a su vez sangrientos motines en las prisiones. En definitiva, como aquella ley no abordaba las causas sociales del fenómeno, ya masivo, su aplicación no detuvo el aumento de la criminalidad.

En 2007, el candidato nacionalista a la sucesión de Maduro, «Pepe» Lobo, consideraba que sólo una guerra podía acabar con las maras. Así que propuso reinstaurar la pena de muerte a través de un referéndum que contemplaría además la posibilidad de pronunciar penas de muerte colectivas contra las pandillas, a pesar de que un estudio realizado en Salvador ya había demostrado que el 51,9% de los criminales tenían sólo entre 11 y 15 años. Así que Honduras habría tenido que matar a muchos de sus propios hijos. Mientras tanto, el candidato liberal, Manuel Zelaya, proponía un enfoque mucho más razonable, basado no sólo en la represión sino en la realización de verdaderos esfuerzos a favor de la educación y de la inserción de aquellos niños en la sociedad.

En el plano económico, los resultados del presidente Maduro también resultaban bastante polémicos.

Ex gobernador del Banco Central y brillante hombre de negocios (concesionario de Seros y director del fondo de inversiones La Paz), Maduro negoció la reducción de la deuda hondureña con el FMI y con el Club de París. Pero, como contrapartida, tuvo que aumentar los impuestos y reducir el número de funcionarios, política que penalizó únicamente a la clase media.

También incluyó a su país en el Acuerdo de Libre Comercio Estados Unidos/Centroamérica, sin encontrar mucha oposición política contra aquel proyecto, a pesar de sus desastrosas consecuencias para los pequeños agricultores. Las excelentes relaciones del presidente Maduro con su homólogo estadounidense George W. Bush condujeron incluso al envío de 370 militares hondureños a Irak, donde fueron destacados, junto a los españoles, en la zona administrada por el contingente polaco. Pero, como consecuencia de la decisión de Zapatero de retirar de Irak las tropas españolas, Maduro se vio políticamente obligado a retirar también a los soldados hondureños. Y finalmente, el mandato presidencial de Ricardo Maduro concluyó en un ambiente grotesco matizado por un escandaloso divorcio.

El liberal de izquierda José Manuel Zelaya Rosales presentó entonces una atrayente alternativa. En vez de proponer el cierre de servicios públicos como medio de garantizar una importante reducción presupuestaria, Zelaya propuso una reducción del tren de vida del Estado. Y para reforzar los ingresos del Estado, propuso facilitar el empleo en los sectores altos consumidores de fuerza de trabajo. En la lucha contra la criminalidad juvenil, Zelaya anunció su intención de equipar todas las escuelas con computadoras y de garantizar la instrucción pública gratuita a todos los niveles de la sociedad.

En 2007, en una elección de una sola vuelta, los hondureños eligieron como presidente a José Manuel Zelaya, con un 49,9% de sufragios, y le garantizaron el 48,4% de los escaños en el Congreso (unicameral). Su principal adversario, el nacionalista de derecha Porfirio Sosa, obtuvo el 46,2% de los sufragios y un 42,9% de los escaños en el Congreso. Los resultados eran tan apretados que se requirió su validación, la cual se produjo al cabo de dos semanas de espera. Tres pequeñas formaciones políticas se encontraron entonces en posición de árbitros en el seno del Congreso: la Unión Democrática, la Democracia Cristiana y el partido Innovación y Unidad.

Honduras

La presidencia de Manuel Zelaya
Nada dejaba entrever que el ranchero Manuel Zelaya pudiera entrar en conflicto con Washington, sobre todo si se tiene en cuenta que la mayoría relativa de la que disponía no favorecía la posibilidad de una ruptura política. En primer lugar, el presidente Zelaya prosiguió la política de descentralización que ya había iniciado en su época de ministro. Su objetivo era acercar los centros de decisión a la ciudadanía para fortalecer el poder popular y la transparencia. Esta reforma provocó un distanciamiento entre la clase política corrupta de la capital y los nuevos notables locales. Y también sacó a la luz el control de los militares sobre una parte de la economía [4]

Pero lo más importante es que, en junio de 2006, Manuel Zelaya anunció su intención de destinar al tráfico comercial la base aérea de Soto Cano [5], en la que se encontraba un contingente estadounidense. Ante la reacción del Pentágono, el ministro hondureño de Defensa trató de retroceder, argumentando el costo del equipamiento necesario. Pero el presidente Zelaya mantuvo su decisión. Oficialmente, Soto Cano no era más que una pequeña base aérea cuyo personal se componía de 190 militares y 730 civiles. Pero su pista es la única de toda Centroamérica capaz de recibir grandes aviones destinados al transporte de tropas. Fort Bravo es la única estación del SouthCom fuera de Estados Unidos [6]. Y, sobre todo, Soto Cano es una base de escucha vinculada a dos unidades secretas: Cerro La Mole y Swan Island. Este dispositivo es indispensable para el funcionamiento de la inteligencia militar estadounidense en la región. Curiosamente, Estados Unidos nunca ha firmado con Honduras ningún acuerdo que precise el estatus de las instalaciones anteriormente mencionadas.

A pesar de la fuerte popularidad del presidente Zelaya, una sorpresiva campaña de prensa lo acusó de no haber respetado sus promesas, de no haber logrado mejorar el nivel de vida ni contrarrestar el crimen. En realidad, Zelaya no podía proteger a su país del alza mundial del petróleo y se publicaban numerosos reportajes sensacionalistas que daban la impresión de que el país enfrentaba una gran proliferación de las maras. Manuel Zelaya respondió obligando a los medios audiovisuales privados a transmitir varias horas de entrevistas con miembros de su gobierno.

Washington manifestó su irritación mediante la reducción de sus programas de ayuda a la población hondureña, pero mantuvo sus programas de seguridad. Estados Unidos incluso proporcionó a Honduras importantes medios para la realización de sus planes de lucha contra el crimen organizado y contra el tráfico de drogas y el terrorismo. Washington financió, por ejemplo, el equipamiento de Puerto Cortés con tecnología de punta que permite escanear todos los contenedores enviados a Estados Unidos que pasan por ese puerto hondureño.

Por otro lado, Washington dispone de poderosos medios de presión sobre Tegucigalpa. Honduras, país de 7 millones de habitantes, tiene cerca de un millón de inmigrantes en Estados Unidos, sobre todo desde el paso devastador del ciclón Mitch por territorio hondureño, en 1998. 78 000 de esos inmigrantes hondureños en Estados Unidos son residentes temporales, estatus que han renovado varias veces, y pueden ser expulsados mediante una simple decisión administrativa.

El presidente Zelaya prosiguió su lucha contra la corrupción, obligando a varios altos funcionarios a renunciar a sus puestos. Y algunos de éstos comenzaron entonces a conspirar. Se descubrió incluso que el ex director de la compañía de telefonía pública había interceptado los teléfonos del presidente Zelaya.

Al estallar en Estados Unidos la crisis de las subprimes y en momentos en que se produce el alza mundial de los precios de los alimentos básicos, el presidente Zelaya recurre, lógicamente, a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), organización intergubernamental promovida por Venezuela, país que garantiza la seguridad alimentaria y energética de los Estados miembros y que coordina además la realización de importantes programas de salud pública.

Esa decisión de Zelaya obtiene un fuerte apoyo popular, pero suscita inquietud entre las clases medias, ya afectadas por la política económica de Maduro y por la crisis económica mundial.

El 25 de agosto de 2008, Manuel Zelaya rinde homenaje al «Guerrillero heroico» Ernesto Che Guevara y, ante una multitud de 100 000 personas, firma en Tegucigalpa la entrada de su país al ALBA, en presencia de los presidentes Evo Morales, de Bolivia; Daniel Ortega, de Nicaragua; Hugo Chávez, de Venezuela, y del vicepresidente cubano Carlos Lage. El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, también está representado en el acto.
Honduras se convierte así en una de las naciones rebeldes.

El golpe de Estado militar
Representantes del gobierno de Estados Unidos admitieron en el New York Times haber entrado en contacto con los golpistas días antes de la asonada. Pero afirman que lo hicieron para convencerlos [7] de que emprendieran esa acción. Según esos testimonios, aquellos contactos finalizaron el domingo (o sea, en momentos en que el golpe ya había comenzado).

Pero hay que tener en cuenta que el pequeño ejército hondureño ha sido enteramente armado, entrenado e instruido por Estados Unidos. Se supone que obedezca a su comandante en jefe, el presidente de la República, y al jefe de su Estado Mayor. Pero, en la práctica, se encuentra bajo el control del SouthCom, desde Soto Cano y Miami [8].

Precisamente el jueves pasado, el Pentágono instaló apresuradamente al nuevo comandante del SouthCom, el general Douglas M. Fraser, para darle seguimiento al golpe.

En todo caso, la operación ya había sido concebida desde hace tiempo. Al igual que el ataque contra los edificios oficiales en Moldavia, al igual que la limpieza del valle de Swat, que el exterminio de los Tigres tamules o la «revolución verde» en Irán, el golpe de Estado en Honduras fue planificado por la administración Bush y posteriormente confirmado y ejecutado por la administración Obama, a pesar de los visos de legalidad que ésta última parecía ofrecer.

La tensión se recrudeció cuando el presidente Zelaya convocó a una consulta popular, que debía tener lugar el domingo 28 de junio, para determinar si los electores eran favorables a la elección de una Asamblea Constituyente. Se desató entonces una campaña internacional de prensa que presentaba aquella iniciativa como una maniobra exclusivamente tendiente a abrir a Manuel Zelaya la posibilidad de obtener un segundo mandato. Lo cual es totalmente falso ya que la elección de la Asamblea Constituyente sólo hubiese tenido lugar el mismo día que la próxima elección presidencial y, por consiguiente, la hipotética modificación de la Constitución no hubiese podido producirse sino mucho después del fin del mandato de Zelaya. Por lo tanto, el presidente Zelaya nunca hubiese podido ser candidato a su propia sucesión. Pero, claro está, después de haber acusado a Hugo Chávez de querer ser «presidente vitalicio», había que acusar a su aliado Manuel Zelaya de querer convertirse en dictador él también.

El 23 de junio, el Congreso hondureño adoptó una ley constitucional que prohibía la realización de un referéndum a menos de 180 días de la elección presidencial. El Tribunal Supremo declaró la consulta popular ilegal (pero no anticonstitucional), aunque la ley de modificación fue declarada en sí misma anticonstitucional. En base a esa decisión, el jefe del Estado Mayor, el general Romeo Vásquez, bloqueó la organización de la consulta. El presidente se presentó entonces personalmente en una base militar para «rescatar» las boletas que debían ser utilizadas en la consulta popular y revocó al jefe del Estado Mayor por insubordinación. Al igual que los demás golpistas latinoamericanos, el general Romeo Vásquez fue formado por Estados Unidos en la tristemente célebre Escuela de las Américas.

La base de Soto Cano se encuentra actualmente bajo las órdenes del coronel Richard A. Juergens. Fue al parecer fue este mismo militar estadounidense quien dirigió el secuestro del presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide cuando ocupaba el cargo de director de Operaciones Especiales del Special Operations Command.

El domingo 28 de junio de 2009, siendo alrededor de las 5h30 de la mañana (hora de Honduras), fueron cortadas la electricidad y las líneas telefónicas fijas y hertzianas. Comandos de militares encapuchados [9] asaltaron la residencia del presidente Zelaya y se lo llevaron, lo metieron en un avión y lo enviaron a Costa Rica en ropa de dormir. Fueron arrestados por lo menos 8 ministros, entre ellos la ministra de Relaciones Exteriores, así como otras personalidades, como el alcalde de San Pedro Sula (la segunda ciudad de Honduras). Cuando se restableció el servicio eléctrico, los medios audiovisuales anunciaron que se había decretado un toque de queda y la anulación de los oficios religiosos dominicales y de la consulta popular.

Después del mediodía, los diputados, que fueron previamente autorizados a salir a la calle, realizaron una reunión extraordinaria en la sede del Congreso. El presidente del Congreso, Roberto Micheletti, dio lectura a una carta, con fecha del 26 de junio, en la que el presidente Manuel Zelaya supuestamente renunciaba a su cargo. Nadie expresó sorpresa por la aparición de esta carta con fecha del 26 de junio. Después de dejar constancia de la supuesta vacancia a la cabeza del Estado, el Congreso designó a su propio presidente para ocupar la presidencia de la República. Por su parte, el Tribunal Constitucional afirmó, en un comunicado enteramente orwelliano, que el ejército había defendido la Constitución impidiendo que el presidente Zelaya diera un golpe referendario. El Tribunal sostuvo que al bloquear la consulta popular ordenada por el presidente de la República, el jefe del Estado Mayor había actuado legalmente, si lo había hecho por orden de un juez. Para que nadie ignorara el verdadero objetivo de la operación, los militares arrestaron a los embajadores o encargados de negocios de los Estados miembros del ALBA.

El desarrollo mismo del golpe de Estado en Honduras recuerda aquel que tuvo lugar en Haití, en 2004, contra el presidente Jean-Bertrand Aristide: secuestro en plena madrugada por soldados encapuchados y “aparición” de una carta de renuncia.

La manera como las agencias de prensa atlantistas han descrito el diferendo electoral, de forma tendenciosa para dar al golpe de Estado una apariencia de legalidad, demuestra la premeditación de esta operación por parte de Washington. La manipulación de las causas del golpe, ocultando el asunto de la base de Soto Cano y los vínculos entre militares hondureños y estadounidenses, es muestra además de una evidente voluntad de ocultar el papel de la administración Obama.

Notas:
[1] «Opération manquée au Venezuela», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 18 de mayo de 2002.

[2] «La CIA déstabilise Haïti», «Coup d’État en Haïti» y «Paris relâche le président haïtien», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 14 de enero, 1º y 16 de marzo de 2004.

[3] «L’extension de la Mara Salvatrucha», por Gaston Pardo, Réseau Voltaire, 2 de marzo de 2005.

[4] La democracia se instaló rápidamente en Honduras mientras que revoluciones y contrarrevoluciones se desarrollaban en la región. Estados Unidos garantizó que parte de la economía hondureña quedara bajo su control indirecto, a través de los militares.

[5] La base Soto Cano es la antigua base de Palmerola. Está situada al nordeste de Tegucigalpa, a 747 millas de la capital.

[6] El SouthCom es el comando estratégico de las fuerzas armadas estadounidenses encargado de garantizar el control de Latinoamérica.

[7] «Honduran President Is Ousted in Coup», por Elisabeth Malkin, The New York Times, 29 de junio de 2009.

[8] El SouthCom tiene su sede en Miami, pero dispone además de una estación en Soto Cano y de puestos avanzados en Comalapa (Salvador), Manta (Ecuador) así como en las islas de Aruba y Curazao (Antillas Holandesas).

[9] El uso de pasamontañas o capuchas en este tipo de operación es inútil y contraproducente, a no ser que se trate de enmascarar la participación de consejeros militares extranjeros.

Thierry Meyssan

Periodista y escritor, presidente de la Red Voltaire con sede en París, Francia. Es el autor de La gran impostura y del Pentagate.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article160859.html

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”Estamos volviendo a la época donde ser de ‘izquierda’ era una herejía”

Entrevista a Rubén Escobar, periodista hondureño del Diario Tiempo:
”Estamos volviendo a la época donde ser de “izquierda” era una herejía”


En Tegucigalpa, el día del golpe, el domingo 28 de junio, un camión con soldados estuvo rondando las instalaciones de Diario Tiempo, mientras que en San Pedro Sula un contingente de soldados llegó hasta las instalaciones de Canal 11, una empresa del mismo grupo periodístico, y le pidió al personal de seguridad que abriera los portones porque iban a entrar en el momento en que un periodista entrevistaba vía teléfono a Enrique Flores Lanza, uno de los ministros de Zelaya.

TeleSUR _ 02/07/2009

Ante los lamentables hechos que están acaeciendo en la República de Honduras, tuve la ocasión de poder entrevistar vía internet al periodista Rubén Escobar. Actualmente él ocupa el puesto de jefe de noticias en el Diario Tiempo (http://www.tiempo.hn/), rotativo ubicado en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país centroamericano después de la capital Tegucigalpa.

Honduras es un país que acapara pocas noticias en Europa. Muchos no conocían a su actual presidente José Manuel Zelaya Rosales (Mel) y mucho menos su trabajo político al frente del ejecutivo. Todo cambió hace unos días cuando fue víctima de un vergonzoso golpe de estado que saltó a las primeras planas de los medios internacionales y que está provocando un rechazo sin precedentes en la región.
Por eso, para empezar, sería interesante saber un poco más del presidente ¿Quién era Manuel Zelaya antes de lanzarse a la carrera presidencial? ¿Con qué partido se presenta a las elecciones?

José Manuel Zelaya Rosales es hijo de un hacendado, ya fallecido, y de una maestra de escuela. Es oriundo de una provincia rural llamada Olancho, de allí le viene el uso de su sombrero Stetson, su estilo “ranchero” y su amor por los caballos que lo llevó a encabezar desfiles hípicos en varias ciudades del país y hasta en Managua.

Su padre fue involucrado en los años 70 en un complot en el que fueron asesinados varios miembros de la iglesia católica y civiles de izquierda, por lo que su repentina inclinación al socialismo sorprendió a muchos. Ese hecho se conoce en la historia del país como “la masacre de los Horcones”, por el nombre de la hacienda familiar de los Zelaya.

De hecho algunos detractores han llegado a señalar que un joven “Mel” era uno de los conductores de los vehículos en los que secuestraron y “desaparecieron” a los dirigentes, pero eso nunca se ha podido probar y, aunque su padre fue condenado, después fue favorecido y no estuvo preso.

Con el retorno a la “democracia” (así, entre comillas), en 1981, apareció como activista del Partido Liberal y ayudó a otros candidatos a llegar a la presidencia, hasta que el mandatario Carlos Flores Facussé, en 1998, lo nombró ministro director del Fondo Hondureño de Inversión Social (una entidad encargada de construir escuelas, jardines de niños, sistemas de agua y otras obras de infraestructura en las comunidades más pobres).

Renunció a ese cargo bajo el argumento que comenzaría a trabajar para postularse a la presidencia, cosa que hizo para las elecciones de 2005, en las que derrotó por escaso margen a Porfirio Lobo Sosa, del Partido Nacional. Aunque muchos le llamaban ingeniero, se sabe que sólo cursó 11 materias de ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, porque era un mal estudiante.

A pesar de encabezar uno de los tradicionales partidos de derecha del país, rápidamente Mel dio un giro a la izquierda llegando al extremo de ingresar dentro del ALBA ¿Hay inicialmente algún motivo por el cual Mel abandona la raíz conservadora del Partido Liberal, para iniciar una serie de medidas políticas de carácter progresista y nacionalista?

De inicio nada hacía presagiar ese extraño giro, aunque se hacía rodear de personajes que en su juventud formaban parte de grupos universitarios del ala izquierda del Partido Liberal, como Patricia Rodas (nombrada canciller), Milton Jiménez Puerto (quien antes fue su canciller y en los años 80, cuando era estudiante universitario, fue detenido por los militares por ser “comunista”) y Jorge Arturo Reina (quien en los años 50 lideró un grupo que combatió contra golpistas militares y a quien él nombró embajador de Honduras en la ONU).

Todo parece indicar que las necesidades económicas lo hicieron girar a la izquierda, aunque no se descarta que bajo la asesoría de alguno de los arriba mencionados. Según sus propias declaraciones él estuvo tocando puertas de los organismos financieros y de Washington y no lo apoyaron, fue así que encontró en Hugo Chávez un arca abierta en momentos en que el petróleo alcanzaba el pico más alto en el mercado internacional. Originalmente el acuerdo consistió en vendernos petróleo, a precio de mercado, por el cual el gobierno pagaría a corto plazo 60 centavos por cada dólar del costo real mientras que los otros 40 centavos irían a un fondo de préstamo para gasto social. Ese préstamo sería a 25 años plazo, con un uno por ciento de interés, lo cual se consideraba una verdadera “ganga”.

Luego, vino la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América mediante la cual Chávez ofreció cien tractores y más dinero en préstamos. Los tractores llegaron hace un par de meses pero hasta ahora no se han utilizado y los préstamos no alcanzaron a desembolsarse, salvo el fondo petrolero que no se sabe dónde está o cómo se ha invertido.

Incidiendo en la cuestión anterior, muchos nos preguntamos si realmente el gobierno del presidente Zelaya ha emprendido cambios políticos palpables, estructurales y reales hacia una sociedad menos desigual y más justa, o si por el contrario, todo es pura fachada y retórica ¿Ha experimentado Honduras reformas significativas desde que Mel es presidente? ¿Puede poner algún ejemplo de estos cambios?

A mi entender no han habido cambios de fondo, pero si decisiones polémicas que fueron minando su relación con los empresarios, con los políticos tradicionales y con el sistema judicial. Para el caso, cuando los precios del petróleo estaban muy altos inició un proceso de subasta de combustibles y contrató a un asesor norteamericano (Robert Meyeringh), pero su plan no pudo ser ejecutado porque el gobierno no tiene instalaciones de almacenamiento de combustible y cuando trataron de expropiar los tanques de la empresa Distribuidora de Productos de Petróleo S.A. (Dippsa) la iniciativa topó en los juzgados. Ese fue uno de los pulsos que perdió contra la empresa privada y el sistema judicial.

Luego, intentó regular el tráfico de vehículos para disminuir el consumo de combustible, pero de igual modo una decisión judicial se lo impidió bajo el argumento que eso limitaba la libertad de locomoción.

Una de las medidas que conmocionó a los empresarios se dio en enero de este año, cuando subió el salario mínimo en un 60 por ciento, lo cual desató una ola de críticas por parte de los empresarios y varios medios de comunicación arreciaron campañas mal intencionadas para minar su imagen, lo cual no hizo más que fortalecerlo ante la mayoría, que es pobre, pues frecuentemente se enfrentaba a líderes empresariales y a dueños de medios, algo que los anteriores presidentes no hacían. Entonces, pasó a ser parte de los “descamisados” y aunque muchos no creían su discurso, al consultarles se mostraban al menos divertidos con las actitudes desafiantes del “presidente ante los poderosos de la oligarquía de este país” como él les llamaba.

De vez en cuando me comunico con una amiga nicaragüense que trabajó conmigo en proyectos de cooperación en el país. Desde la entrada de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua, acompañó a Cuba a decenas de personas de su ciudad para que fueran operadas de la vista, dentro de la denominada “Operación Milagro” ¿En que se ha beneficiado Honduras con su entrada en el ALBA?

La verdad es que la presencia cubana y la “Operación Milagro”, donde también está involucrada Venezuela, inició en Honduras mucho antes de la incursión de Honduras en el ALBA. De hecho la presencia de brigadas cubanas inicia después del paso del huracán Mitch, en octubre de 1998, cuando el país quedó desolado. Los médicos cubanos se han caracterizado por llegar a lugares recónditos, donde sus contrapartes hondureñas no llegan, por lo cual mucha gente siente bastante aprecio por su trabajo. Además, Cuba ha becado a decenas de hondureños pobres en la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana, mientras que en Venezuela se han operado a cientos de personas con problemas de la vista bajo la “Operación Milagro”. Bajo la instrucción de asesores cubanos, instructores hondureños han enseñado a leer a miles de analfabetos, especialmente campesinos.

Sin embargo, los beneficios del ALBA aún no están muy claros porque el país no estuvo mucho tiempo bajo ese sistema. Sin embargo los cien tractores donados por Venezuela ya están en el país y el fondo de préstamo creado, supuestamente se utilizaría en algunas obras sociales que no se terminaron de definir por parte del gobierno de Zelaya porque a estas alturas del año no se había elaborado el presupuesto de 2009.

La burguesía hondureña, los diputados, el ejército, etc. discrepaban de las decisiones y del gobierno de Mel. La consulta popular para preguntar sobre la creación de una asamblea constituyente que desembocara en una nueva constitución, fue la gota que colmó el vaso e hizo saltar las alarmas de los sectores reaccionarios. ¿Expuso el presidente qué reformas pretendía introducir en la constitución si finalmente nacía la constituyente?

Él siempre insistió en que no pensaba reelegirse y que entregaría el poder en enero de 2010, como correspondía. Sin embargo, la Constitución hondureña en su mayor parte puede ser reformada por el Congreso Nacional y sólo hay ocho artículos que no, y son los que tienen que ver con la forma de gobierno, incluyendo los periodos presidenciales. A esos artículos les llaman “pétreos” porque no pueden ser reformados, salvo por una constituyente, por lo que por deducción se podría decir que él intentaba crear las condiciones para una reelección. Además, estaba el antecedente de que la mayoría de los países del ALBA cambiaron sus constituciones para reelegirse.

No es ningún secreto que Mel está aislado hasta por los propios diputados de su partido. Además su mandato finaliza en unos pocos meses y no puede ser reelegido. Por lo tanto, su debilidad es manifiesta y sus días en la política están contados. ¿Cree usted que Mel tiene pensada la fundación de una fuerza política que pueda optar al poder en un futuro?

Pienso que sí, puesto que la Constitución acepta reformas económicas y sociales, mas no políticas, por descarte se puede decir que él buscaba las condiciones propicias para la reelección, incluyendo la de él mismo pues a pesar de que ya tenía más de tres años en el gobierno, era sumamente popular. De hecho una encuesta de Cid-Gallup publicada hace unos meses por La Prensa, un medio que le adversa, reveló que era más popular que Porfirio Lobo Sosa, el mismo candidato al que derrotó en noviembre de 2005.

Siguiendo con la idea de la reelección, recordemos el ejemplo “Chavista”, en el cual una de las bases ideológicas es que una “revolución” no puede ejecutarse en cuatro años, si no que es un “proyecto” a largo plazo.

Si Ronald Reagan resucitara, observaría que han alcanzado el poder sus dos enemigos de los años 80 en Centroamérica: El Frente Sandinista en Nicaragua y el Frente Farabundo Martí en El Salvador. Además, Honduras, el país que sirvió como base militar y de operaciones a Estados Unidos en su lucha contra las guerrillas de Nicaragua, El Salvador y Guatemala; tiene ahora un presidente que emprendió medidas políticas progresistas y que además comparte inquietudes y discursos con figuras como Fidel Castro o Hugo Chávez. Este escenario era impensable incluso hace cinco años. ¿Qué está cambiando en Centroamérica?

Me parece que es el mismo fenómeno en toda Latinoamérica (Venezuela, Paraguay, Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador y, casi, en México). Tiene que ver con el desencanto de la “democracia”. El pueblo es llamado a votar cada cuatro o seis años pero después de las elecciones pasa a un segundo plano mientras diputados, ministros, funcionarios y el mismo presidente se despachan con la cuchara grande al repartirse con sus amigos empresarios, contratos, partidas confidenciales y todo tipo de fondos públicos. Entonces la alternativa que se ha encontrado son los partidos de izquierda, sobre todo ahora que hay un marco legal para que lleguen al poder y que ya no hay una propaganda como en los años 80, donde términos como “socialista” y “comunista” eran el equivalente a ser el diablo. Aunque en la actualidad, con el recién autonombrado presidente Roberto Micheletti, hemos regresado a esa época de satanizar esos términos.

¿Empiezan a respirarse los nuevos aires y aromas que llegan de América del Sur y concretamente desde Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, etc.?

Efectivamente, aunque para desventaja de la gran mayoría de hondureños, tenemos una oligarquía que se ha cuidado de no brindar una educación profunda a sus masas, de modo que mucha gente es fácilmente manipulable, al grado que en este momento la sociedad está polarizada tras el golpe y estamos volviendo a la época donde ser de “izquierda” era una herejía y no ven el fondo: los golpistas han destruido en un día lo que costó 28 años construir, una endeble democracia, una criatura que aún se estaba formando y que ahora ya no existe por el afán de poder de unos pocos y por la ignorancia de muchos.

Regresando al golpe de estado actual, me sorprende mucho el respaldo internacional que ha cosechado Mel. De hecho, el presidente de facto, Roberto Micheletti, está totalmente aislado. Curiosamente esto no sucedió en los golpes de estado de Venezuela en 2002 ni en Haití en 2004. El modus operandi fue similar: secuestro del presidente, documento falso de renuncia y nombramiento a dedo de una marioneta de transición. En estos dos capítulos, la prensa internacional y muchos gobiernos escondieron el carácter golpista con la manipulación informativa. ¿A qué se debe este apoyo internacional histórico que está recabando el gobierno de Mel? ¿Tal vez hay temor de que si el gobierno golpista se mantiene, exploté una especie de “guerra fría” e inestabilidad en la región que afecte las inversiones de las empresas del norte?

Pienso que en parte se debe a la tendencia actual unificadora de los gobiernos latinoamericanos, marcados por diversos tipos de socialismo, donde si bien es cierto el mercado es importante también lo es la persona. De igual modo el gobierno de Barack Obama muestra un carácter más flexible hacia quienes piensan diferente. Quizás si el que estuviese en el poder fuese George Bush a estas alturas ya habría reconocido al gobierno golpista. Además, me parece que la acción de los militares, políticos y empresarios hondureños fue inconsulta. Es decir, históricamente los golpes de estado en Latinoamérica han tenido la venia o han sido promovidos por los Estados Unidos y desde allí se desparramaba el reconocimiento del nuevo gobierno hacia el área de influencia. Creo que en este caso no hubo “permiso”.

¿Qué escenario presagia usted en su país durante los próximos meses?

De mucha incertidumbre e inestabilidad. Si este gobierno se queda, mucha gente, adentro y afuera, no lo va a aceptar por lo que podríamos quedar aislados. Si Zelaya regresa se va a encontrar con un Congreso, un Poder Judicial, Ministerio Público y un Ejército afín al otro bando y no lo van a dejar gobernar.

¿Cuál ha sido en Honduras el papel de USA en los últimos años y ahora durante el golpe de estado? ¿Se ha percibido algún cambio desde que Barack Obama es presidente?

Estados Unidos siempre ha sido un apoyo financiero para Honduras en todo sentido. Ya sea por desembolsos directos o por permitirle a casi cien mil hondureños residir con un permiso de trabajo allá. Sin embargo, en la última década y desde la caída del Muro de Berlín hemos ido perdiendo importancia estratégica, al menos de modo aparente y la participación de los embajadores se ha limitado a criticar algunas determinaciones de los gobernantes sin llegar a incidir a profundidad. De hecho, cuando Zelaya dio el giro a la izquierda nombraron como embajador a Hugo Llorens, un diplomático para nada confrontativo y que ha sabido sobrellevar la situación con declaraciones “suaves” y para nada intervencionistas. Creo que Obama es bastante tolerante pero esperamos decisiones importantes la próxima semana.

Ante la situación de Honduras ¿Qué papel deberían adoptar países como España o la misma Unión Europea?

Me parece que ha sido clave el papel del señor secretario de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al solicitar el retiro de los embajadores europeos, lo que ya entró en vigor ayer. Sus palabras han sido fuertes, contundentes, al decir que el gobierno de facto ni siquiera debe intentar comunicarse con las autoridades españolas porque no le responderán. Hacia allí deben ir orientados todos los esfuerzos, a aislar a un gobierno que nadie eligió y que nadie quiere, salvo algunos empresarios y sus empleados, que son “invitados” a participar en marchas y manifestaciones a favor de Roberto Micheletti, un político de cuarta que ni siquiera pudo ganar las elecciones internas de su partido en noviembre pasado.

Entrando a comentar un poco el papel de la sociedad ante los hechos que acontecen, en algún lugar leí que Honduras no dispone de unas organizaciones sociales fuertes y con experiencia, sin embargo ¿Se está movilizando la gente y sus organizaciones en defensa de la legalidad democrática? ¿Cree que dicha movilización es fundamental para retomar la normalidad política y que Mel regrese al país y a la presidencia, de la misma manera que sucedió en el año 2002 en Venezuela cuando el pueblo salió a las calles en defensa de Hugo Chávez?

Suceden varias cosas. En primer lugar es cierto que no hay organizaciones fuertes, pues predomina la cultura de la indiferencia. Los que se están movilizando a favor de Zelaya son sindicalistas y dirigentes magisteriales que han venido siendo vilipendiados desde hace algunos años y cuyo prestigio está por los suelos. También campesinos. Pero hay muchos que no estamos con Micheletti, que tampoco estábamos con Zelaya, pero que sí estamos con la ley y la Constitución y que deploramos el golpe pero que no encontramos a donde arrimarnos para manifestarnos en contra de los golpistas. Los protestantes tienen también la desventaja que están siendo controlados por los militares, pues a muchos les han impedido llegar a Tegucigalpa al detenerlos en la carretera. Además, varias importantes cadenas televisoras, radiales y la mayoría de los periódicos fueron parte del complot golpista y ahora se niegan a informar de las protestas contra el nuevo gobierno y sobredimensionan las manifestaciones a favor. Mientras que los militares mantienen controlados algunos canales y periódicos que fueron afines al anterior gobierno o que están tratando de informar de manera imparcial.

Por diversos medios se comenta que el ejército comenzó con la represión. Incluso se citan nombres como Rafael Alegría de Vía Campesina o militantes del partido Unificación Democrática. ¿Qué tan ciertas son estas noticias?

De hecho varias personas que se han manifestado en contra del gobierno han sido golpeadas y heridas por los soldados y policías. Otros han sido detenidos pero liberados a las pocas horas.

Por otro lado, los que participan en manifestaciones a favor del gobierno son protegidos por las mismas fuerzas del orden. Por cierto, ayer publicamos una fotografía de uno de los manifestantes “progobierno”. Se trataba de un guardaespaldas que hizo varios disparos cuando dos grupos opositores se encontraron. Eso da la pauta de que muchos de los manifestantes son gente de élite que ha abandonado la comodidad de sus mansiones y de sus empresas para protestar contra el diablo de Chávez y su hijo, Mel, y que se hacen acompañar de sus guaruras, quienes además de defenderlos van a hacer bulto.

Otra situación que hemos leído es que los medios no afines a los golpistas también están siendo silenciados y amordazados ¿Está viviendo usted y el Diario Tiempo está situación?

En Tegucigalpa, el día del golpe, el domingo 28 de junio, un camión con soldados estuvo rondando las instalaciones de Diario Tiempo, mientras que en San Pedro Sula un contingente de soldados llegó hasta las instalaciones de Canal 11, una empresa del mismo grupo periodístico, y le pidió al personal de seguridad que abriera los portones porque iban a entrar en el momento en que un periodista entrevistaba vía teléfono a Enrique Flores Lanza, uno de los ministros de Zelaya.

Los guardas les dijeron que no y después de un cruce de llamadas telefónicas entre ejecutivos y oficiales optaron por no entrar, pero se quedaron en las afueras blandiendo sus fusiles.

Algo que está por investigarse es que los ejemplares del periódico “desaparecen” muy rápido de los kioscos. De hecho hoy recibí una llamada de un lector de Tegucigalpa que me dijo que a las 8 de la mañana ya no lo encontró, por lo que no sabemos si alguien los está comprando en grandes cantidades para que no lleguen al público. Lo mismo sucede en San Pedro Sula y en otras ciudades.

El martes fuimos el único periódico que sacó en primera plana y con fotografía grande el enfrentamiento entre el ejército y protestantes en Tegucigalpa. Hoy volvimos a informar de protestas en todo el país mientras los otros medios se autocensuran bajo el argumento de que buscan “la paz” y el regreso “al orden”.

Por poner un ejemplo, la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación en su sede de América Latina (Rel-Uita), presentó un documento de apoyo al presidente Zelaya en nombre de las 374 organizaciones que la conforman y que están situadas en 120 países del mundo ¿Ha existido un apoyo real de otras organizaciones y de la izquierda social internacional al presidente legítimo de Honduras?

Hasta ahora no ha trascendido en Honduras el apoyo de organizaciones, salvo el llamado a una marcha en Paris de parte de sindicatos y de organizaciones latinoamericanas a realizarse hoy jueves. Las informaciones han estado concentradas en los esfuerzos de la OEA, de la ONU y de los países, como tal.

Nota del autor: Para seguir la actualidad de Honduras, además de visitar el Diario Tiempo http://www.tiempo.hn/ también pueden ir la web de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación http://www.rel-uita.org/ En ella podrán encontrar las entrevistas, artículos, vídeos, fotografías, etc. que está recabando el periodista italiano Giorgio Trucchi, que actualmente se encuentra cubriendo el golpe de estado en Tegucigalpa.

Vicent Boix, , autor del libro “El parque de las hamacas

Fuente: http://www.telesurtv.net (más…)

Ética para la nueva era

Ética para la nueva era

2009-07-03
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Ninguna sociedad tanto en el pasado como en el presente, vive sin una ética. Como seres sociales, necesitamos elaborar ciertos consensos, cohibir ciertas acciones y crear proyectos colectivos que dan sentido y rumbo a la historia. Hoy, debido a la globalización, se constata el encuentro de muchos proyectos éticos, no todos compatibles entre sí. De cara a la nueva era de la humanidad, ahora mundializada, se siente la urgencia de una base ética mínima que pueda conseguir la aceptación de todos y hacer así viable la convivencia entre los pueblos. Veamos sucintamente cómo se han formulado las éticas en la historia.
Una fuente permanente de ética son las religiones. Éstas animan valores, dictan comportamientos y dan significado a la vida de gran parte de la humanidad, que, a pesar del proceso de secularización, se rige por una cosmovisión religiosa. Como las religiones son muchas y diferentes, las normas éticas también varían. Difícilmente se podría fundar un consenso ético basado solamente en el factor religioso. ¿Qué religión tomar como referencia? La ética fundada en la religión tiene, sin embargo, un valor inestimable por referirla a un último fundamento que es el Absoluto.
La segunda fuente es la razón. Fue mérito de los filósofos griegos el construir una arquitectura ética fundada en algo universal, precisamente la razón, presente en todos los seres humanos. A las normas que rigen la vida personal las llamaron ética y a las que presiden la vida social las llamaron política. Por eso, para ellos, la política es siempre ética. No existe, como entre nosotros, política sin ética.
Esta ética racional es irrenunciable, pero no cubre toda la vida humana, pues existen otras dimensiones que están más acá de la razón, como la vida afectiva, o más allá, como la estética y la experiencia espiritual.
La tercera fuente es el deseo. Somos, por esencia, seres de deseo. El deseo posee una estructura infinita. No conoce límites y es indefinido por ser naturalmente difuso. Cabe al ser humano darle forma. En la manera de realizar, limitar y dirigir el deseo, surgen normas y valores. La ética del deseo casa perfectamente con la cultura moderna que surgió del deseo de conquistar el mundo. Adquirió una forma particular en el capitalismo con su afán de realizar todos los deseos. Y lo hace excitando de forma exacerbada todos los deseos. La realización de deseos se relaciona con la felicidad, pero actualmente, sin freno ni control, puede poner en peligro la especie y destruir el planeta. Necesitamos incorporarla en algo más fundamental.
La cuarta fuente es el cuidado, fundado en la razón sensible y en su expresión racional, la responsabilidad. El cuidado está ligado esencialmente a la vida, pues ésta, sin cuidado, no se mantiene. De ahí que haya una tradición filosófica que viene de la antigüedad, de la fábula-mito 220 de Higinio, que define al ser humano como un ser esencialmente de cuidado. La ética del cuidado protege, potencia, preserva, cura y previene. Por su naturaleza no es agresiva y cuando interviene en la realidad lo hace tomando en consideración las consecuencias benéficas o maléficas de la intervención. Es decir, se responsabiliza de todas las acciones humanas. Cuidado y responsabilidad andan siempre juntos.
Esta ética es imperativa hoy. El planeta, la naturaleza, la humanidad, los pueblos, el mundo de la vida (Lebenswelt) están reclamando cuidado y responsabilidad. Si no trasformamos estas actitudes en valores normativos difícilmente evitaremos catástrofes en todos los niveles. Los problemas del calentamiento global y el conjunto de las distintas crisis sólo serán resueltos en el espíritu de una ética del cuidado y la responsabilidad colectiva. La ética de la nueva era.
La ética del cuidado no invalida las demás éticas, sino que las obliga a servir a la causa principal que es salvaguardar la vida y preservar la Casa Común para que siga siendo habitable.

Leonardo Boff
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ODITA, MI MADRE ES LUDÓPOTA


ODITA, MI MADRE ES LUDOPOTA
Radialistas.net

Fuente: http://www.radialistas.net (más…)

Intelectuales y políticos españoles recuerdan Independencia venezolana y repudian golpe de Estado en Honduras

Intelectuales y políticos españoles recuerdan Independencia venezolana y repudian golpe de Estado en Honduras

Por Hebe Schmidt (TeleSURtv/ Madrid)

Como parte de la conmemoración del bicentenario de la Independencia de Venezuela, políticos, intelectuales y representantes de asociaciones de inmigrantes en España, además de abordar reflexiones sobre ese proceso histórico, repudiaron el golpe de estado en Honduras.

REchazo al golpe
El secretario de Movimientos Sociales del Partido Socialista Español (PSOE), Pedro Zerolo, estuvo presente en la conferencia en Casa América, Madrid, la capital española. (Foto:teleSUR).

TeleSUR _ 02/07/2009

En el contexto de la conferencia la Independencia de Venezuela y los Bicentenarios de Nuestra América, intelectuales de distintas universidades españolas reflexionaron acerca del proceso político y social iniciado a fines del siglo XVIII en América Latina.

Además, como parte del bicentenario de la independencia de Venezuela celebrado en Madrid; la capital, española, políticos, intelectuales y representantes de asociaciones de inmigrantes en España repudiaron el golpe de Estado en Honduras.

Marcos Roitman, sociólogo y titular de la cátedra Estructura Social de América Latina de la Universidad Complutense de Madrid, se refirió a los orígenes del poder en América Latina, basado en una estructura social conformada por la oligarquía criolla que legitimaba “cierto progreso pero enmarcado en un orden devenido de la Teología del Poder. Un poder permanente y vitalicio en el cual las personas no pueden aspirar a la democracia mientras no estén educadas para ejercerla, y en el que se encuadraba toda acción y pensamiento en la dicotomía Civilización o Barbarie”.

Según Nacho Martínez, secretario federal de Relaciones Institucionales del Partido Humanista de España, “es triste que mientras hoy en esta Casa de América, invitados por la Embajada de Venezuela en España, celebramos y reflexionamos sobre el aniversario de la independencia de Venezuela, en Honduras lo peor de las fuerzas reaccionarias quieran imponer de nuevo su voluntad.” Para Martínez “no es novedad que ciertos políticos disfrazados de demócratas, en acuerdo con algunos jueces y sobre todo con los medios de comunicación privados, se hayan asociado para tratar de desgastar la imagen presidencial del presidente José Manuel Zelaya, puesto que ya lo han hecho en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador y también en Argentina. Son los mismos retrógrados que hablan de democracia mientras hay gobiernos que apoyan sus intereses y no tienen ningún reparo en mostrar su ánimo destituyente toda vez que un gobierno deja de obedecerles”.

Entre los asistentes al acto de celebración del aniversario de la independencia venezolana, también se encontraban el secretario de Movimientos Sociales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Zerolo y Francisco Pérez Esteban, Secretario de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos de Izquierda Unida (IU), quien manifestó que “la más clara y contundente condena del golpe militar en Honduras y del intento ilegal de destitución y sustitución del presidente Zelaya por cualquier otro político, que no ha sido elegido por el pueblo y que solo será un farsante y un pelele de los militares”. Además de que agregó que “la OEA y el ALBA tienen la obligación de tomar medidas y restaurar el orden constitucional y democrático en Honduras”.

A la vez que para Víctor Sáez, presidente de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados (Ferine), el acto de homenaje al 198 aniversario de la independencia de Venezuela, “se inscribe dentro del contexto de lucha de los pueblos latinoamericanos que van construyendo su futuro con una mirada crítica hacia el pasado”. Esta lucha, para Sáez, “seguirá vigente más que nunca en momentos como éste, donde el golpe de estado realizado por la derecha en Honduras quiere retrotraer la historia al tiempo en que los militares `gorilas’ ponían y sacaban presidentes como les daba la gana. Hoy la conciencia cívica de los pueblos valora la democracia y el respeto a los DDHH, por eso, el régimen instaurado por la oligarquía hondureña no tendrá futuro”, remata Sáez.

Como parte de los festejos de Bicentenario de la independencia de Venezuela, se realizarán una ofrenda floral ante la estatua de Simón Bolívar en el Parque del Oeste en Madrid el próximo 6 de julio y un concierto de música venezolana en el auditorio Gabriela Mistral, también en Casa de América el próximo 9 de julio.

Hebe Schmidt

Fuente: TeleSUR
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