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Historia de España

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Autor: Pierre Vilar
Editorial: Austral
Año: (1978) 2013
Pág: 266

Índice

Prólogo a la nueva edición española
Capítulo I. El medio natural y los orígenes del hombre.
Capítulo II. Los grandes rasgos de la historia clásica: la Edad Media
Capítulo III. Los grandes rasgos de la historia clásica: los tiempos modernos
Capítulo IV. Los grandes rasgos del periodo contemporáneo
Capítulo V. Las crisis contemporáneas
Epílogo (enero de 1978)

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Presidentes entre 1919-1931

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Presidentes entre 1919-1931

Años

Presidente de la República

Partido/Cargo

1919-1930

Augusto B. Leguía

Dictador

1930-1930

Manuel Ponce Brousset

General

1930-1931

Luis Miguel Sánchez Cerro

Teniente Coronel

1931-1931

Mariano Maldonado

Arzobispo de Lima

1931-1931

Ricardo Elías Arias

Presidente de la Corte Suprema

1931-1931

Gustavo A. Jiménez

Teniente Coronel

1931-1931

David Samanez

Hacendado

(En Pease, Henry. La política en el Perú del siglo XX. Lima: PUCP, 2013. 92)

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Gobiernos de la República Aristocrática

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Años

Presidente de la República

Partido

1895-1899

Nicolás de Piérola

Partido Demócrata

1899-1903

Eduardo López de Romaña

Partido Civil

1903-1904

Manuel Candamo

Partido Civil

1904-1908

José Pardo y Barreda

Partido Civil

1908-1912

Augusto B. Leguía

Partido Civil

1912-1914

Guillermo Billinghurst

Partido Demócrata

1914-1915

Oscar R. Benavides

Gobierno Militar

1915-1919

José Pardo y Barreda

Partido Civil

(En Pease, Henry. La política en el Perú del siglo XX. Lima: PUCP, 2013. 58)

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Elecciones presidenciales a inicios del siglo XX

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Resultados de las elecciones presidenciales de 1904

Candidato

Partido político

Votos

Porcentaje

José Pardo y Barreda

Partido Civil

96 430

100%

(En Pease, Henry. La política en el Perú del siglo XX. Lima: PUCP, 2013. 53)

Resultados de las elecciones presidenciales de 1908

Candidato

Partido político

Votos

Porcentaje

Augusto B. Leguía

Partido Civil

113 732

100%

(En Pease, Henry. La política en el Perú del siglo XX. Lima: PUCP, 2013. 54)

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Partidos políticos en los años siguientes a la Guerra del Pacífico

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El siguiente post fue redactado como parte del examen parcial de Historia del Perú V en el 2013-1

Tras el fin de la Guerra del Pacífico, y a partir de 1884, se advierte la necesidad de una revolución en la vida política peruana, siendo fundamental para ésta, la formación de partidos políticos. De este modo, para dicho año, se formaron el Partido Liberal, el Partido Constitucional, el Partido Demócrata. Posteriormente, se formará la Unión Nacional en 1891 y reaparecerá el Partido Civil en 1895.El Perú, incluso antes de la guerra de 1879, estaba sumergido en una dificultad política. Para 1870, el único partido político que existía era el Partido Civil. De este modo, la firma del Tratado de Ancón de 1883, encuentra al país en un momento sumamente difícil: no existía una autoridad constitucional y el país estaba viviendo un período de anarquía. Esto se debió a que, para 1880, había culminado el gobierno del presidente Prado; en 1879, Nicolás de Piérola asumió el poder de facto; para cuando se produjo la ocupación de Lima por parte del ejército chileno, la junta de notables nombró como presidente provisional a García Calderón, y luego, con el ‘grito de Montán’, Iglesias entró al gobierno.

Con la tercera generación de liberales, se funda en 1884 el Partido Liberal. Este partido sostenía en sus principios y estatutos que “perfeccionará y afianzará las conquistas ya alcanzadas en pro de la libertas y propenderá a la adquisición de otras nuevas, con labor gradual y lenta, pero firme”.

Por su parte, Partido Constitucional giró en torno a la figura de Andrés Cáceres. Éste, estaba formado por aquellos que apoyaban al caudillo –hacendados, campesinos e incluso desertores del pierolismo-, y por aquellos que lucharon junto a él durante las campañas de resistencia. Así, uno de sus principales objetivos fue elevar a Cáceres a la presidencia en 1886. El discurso de este partido político, como su propio nombre lo indica, giraba en torno al respeto a la Constitución de 1860. Su dirección, a cargo de una Junta Central Directiva, tenía su sede en Lima.

Por otro lado, su organización, como sostiene Millones, contaba con una estructura desarrollada que buscaba extenderse a todo el país. Sin embargo, al igual como considera este autor, es posible que la defensa de la Carta Magna haya sido más bien un pretexto para luchar por el poder durante esos años.

Partido Demócrata, el cual giraba en torno a la figura de Nicolás de Piérola, fue fundado en julio de 1884 y argumentaba en sus principios –promulgados en 1889- la necesidad de una Democracia; no obstante, democracia entendida no como la igualdad ni la nivelación absoluta entre los asociados, sino más bien la necesidad de tener una clase superior, pero no formada de nacimiento, sino por las cualidades personales.

Para abarcar a todos los partidos formados en posteriormente a la guerra del Pacífico, es necesario mencionar, aunque sea brevemente, a la Unión Nacional o Radical. Fundando en 1891, es el partido con mayor originalidad entre los constituidos posteriormente a la guerra de 1879. Si bien es un partido de un grupo cerrado, intentará introducir un pensamiento radical en la política peruana, en el cual resaltaban tanto el anticlericalismo como la defensa del libre pensamiento.

Partido Civil reapareció en 1895 y comenzó a recomponerse tras las firma del Contrato Grace; no obstante, las figuras del partido no se renuevan. A diferencia del Partido Demócrata, el Partido Civil contaba con una segunda generación, representada en la figura de José Pardo, quien no fue un caudillo. Su organización estaba conformada entre diversas Juntas subordinadas a las Asambleas Generales y la Junta Central Directiva, y debía existir una cooperación a la realización de los fines y resoluciones del partido.

Tras lo expuesto, y siguiendo el planteamiento de Millones, se puede considerar que en muchas de las principales agrupaciones políticas durante estos años, las diferencias en los principios ideológicos tuvieron muy poco peso.

Asimismo, el respeto a la Constitución fue esencial en el planteamiento de los partidos antes citados; no obstante, el tema religioso es uno de los puntos donde se encuentra la diferencia como los propuesto tanto por el Partido Radical como el Partido Liberal, quienes buscaban una libertad de culto. No obstante el interés de estos partidos por tratar de solucionar los problemas pendientes de la reconstrucción apuntando al orden tanto político y social, no llegaron a cumplir las expectativas de la sociedad en su totalidad. Debido al aún existente caudillismo en estos partidos, tras la muerte del líder, estas agrupaciones tendían a desaparecer o a perder presencia política.

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Bibliografía

DÁVALOS, Pedro. La primera centuria. Tomo I. Lima: Liberia e imprenta Gil, 1919

GUERRA, Margarita. Historia General del Perú. XI. La República Aristocrática. Lima:
Editorial Milla Batres, 1984

MILLONES, Iván. “Los caceristas de la República Aristocrática: composición social,
intereses y principios del Partido Constitucional (1895-1919)”. En Histórica. Vol.
XXVIII. N°2. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú- Departamento de
Humanidades, 2004. Pp. 137-172

PANIAGUA, Valentín. Manuel Pardo y el Partido Civil. Apogeo y crisis del primer
partido político del Perú.
Lima: Fondo Editorial del Congreso, 2009

PARTIDO CIVIL. Reglamento del Partido Civil. Lima: Tip. de El Lucero, 1907

PARTIDO DEMÓCRATA. Declaración de principios. Lima: Tip. La Voce D’Italia, 1912

PARTIDO LIBERAL. Programa y estatutos del Partido Liberal. Lima: Emp. Tip. Unión, 1912

Partido político

Año de fundación

Partido Civil

1872

Partido Constitucional

1884

Partido Demócrata

1885

Unión Nacional

1891

Partido Liberal

1901

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Conservadores en la Iglesia Católica

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El siguiente post fue redactado para el curso “Historia de la Iglesia en el Perú y América Latina” en el semestre 2013-1

El Concilio Vaticano II trajo una serie de modificaciones positivas a la Iglesia Católica; no obstante, dentro de ésta misma, existen sectores que están en contra de las reformas efectuadas. El presente trabajo busca explicar los sectores conservadores en la Iglesia Católica mediante los textos de John Allen Opus Dei. Una visión objetiva de la realidad y los mitos de la fuerza más polémica dentro de la Iglesia Católica; William Swatos, Jr. Religion & Democracy in Latin America; y Psychoanalysis and Latin American History de Margaret Torado Williams. Se buscará responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo se define “conservador” en la Iglesia Católica? y  ¿Por qué hay conservadores en la Iglesia?

El texto de Allen, presenta en la primera parte una breve biografía de Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. El autor, que presenta una visión favorable de dicho movimiento, sostiene que en 1946, Escrivá se trasladó a Roma donde “dirigió la expansión de la nueva entidad que creía que Dios le había encomendado que fundara”. Asimismo, sostiene que “vivió el ‘drama’ del Concilio Vaticano II y la tendencia liberal que adoptó la Iglesia después, que no siempre sentó bien a Escrivá”.Tras exponer ciertos acontecimientos de su vida que no son de mucho interés para el presente trabajo, el autor pasa a exponer ciertas controversias que surgieron en torno a Escrivá, resumiendo los argumentos a favor y en contra. Así, afirma que algunos críticos sugieren que Escrivá carecía de las virtudes de un santo, sosteniendo que era vanidoso, controlador y un poco paranoico, mientras que otros sostienen lo contrario. De este modo, como ejemplo entre otros, el autor presente el testimonio de Miguel Fisca, quien fuera miembro del Opus Dei, describiendo a Escrivá como una figura muy complicada y desconcertante que emitía juicios durísimos.Otras críticas hacia Escrivá radican en la actitud que tuvo con el régimen franquista en España. Esto se debe en parte debido a que la expansión más notable del Opus Dei se produjo entre el final de la guerra civil española y la muerte de Escrivá en 1975.Por otro lado, como menciona el autor, varios críticos con el Opus Dei han declarado que Escrivá se desencantó con el Concilio Vaticano II por la liberalización que desencadenó en el seno del catolicismo romano y se enfadó con los dos papas del Concilio, Juan XXIII y Pablo VI.Como conclusión de este capítulo, Allen sostiene que el problema más importante para la evaluación de Escrivá es que cualquier reacción sobre él tiende a pasar por numerosos filtros. Asimismo, sus defensas pueden hacer más daños que bien. En su apasionamiento, algunos miembros del Opus Dei tienden a hacer sobresalir a Escrivá sobre los demás.Por su parte, el texto de Swatos, Religion & Democracy in Latin America, siguiendo el planteamiento de Klaiber, propone que el término ‘conservador’ así como el uso de ‘progresista’, depende del contexto histórico en que se utilice. Así, el uso del término tradicionalista, se enfoca en quienes adoptan ciertas tradiciones de la Iglesia, pero que no están cercanos a los valores fundamentales de Vaticano II. En este caso, tradicionalistas son definidos como seguidores de la teología de reconciliación o la teología del movimiento Sodalicio.El autor considera que, para entender las tensiones entre los liberales, los tradicionalistas y los conservadores, uno debe de entender que para la Iglesia Católica conservadores y tradicionalistas, movimientos insurgentes y la radicalización de la Iglesia no solo cambiaron la fábrica social de la sociedad, pero también el mismo centro de autoridad de la Iglesia. Sobre el movimiento sodalicio en Lima, el autor hace mención que apareció en la Universidad Católica en 1973. El movimiento, y fundador se opusieron a los planteamientos de la teología de la liberación, llegando a atacar a los liberales. En América Latina, el movimiento sodalicio combina tanto la búsqueda por mantener las tradiciones de la Iglesia y la crítica al activismo social.

Así, concluye que en el Perú pocos negarán que la Iglesia Católica sea compleja y muchos llegarán a concordar que se encuentra dividida cuando se trata de política. El sodalicio ha creado un espacio para los tradicionalistas y conservadores quienes se oponen a una actividad social para ejercer su oposición hacia ésta. Así, la teología de la reconciliación ha emergido como un discurso de una ideología alternativa a la teología de la liberación.Para finalizar, el texto de Margaret Torado, Psychoanalysis and Latin American History expone la metodología de la psicohistoria como una herramienta para profundizar no solo en el pensamiento de los personajes históricos que se planean estudiar, sino también –y quizás más importante-, el pensamiento de la sociedad en la cual están insertos. La psicohistoria –sostiene el autor-, trabaja en una variedad de formas. Su uso más común se encuentra en las biografías. Por otro lado, para la autora, tanto la Iglesia como el Estado en América Latina desde el periodo colonial han logrado potenciarse mediante el uso de símbolo. A manera de conclusión, podemos sostener que existen grupos conservadores en América Latina –y en el Perú-, debido a que son una respuesta frente a los cambios propuestos para la Iglesia luego del Concilio Vaticano II. Como ya se explicó previamente, los conservadores insisten en retener no solo relaciones sociales previas al Concilio Vaticano II, así como también las actitudes. Muchos de estos grupos, tienden a ser fundamentalistas y muy cerrados hacia la sociedad y sus necesidades.

 


Resumen “Cuba. Una nueva historia” de Richard Gott (II)

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El desembarco de Ganma y guerra revolucionaria 1956-1958

Castro se veía a si mismo como un continuador de la obra inconclusa de Martí. Los revolucionarios de las ciudades cubanas habían desempeñado un papel igualmente importante en la organización de la insurrección finalmente triunfante. Se había previsto que el desembarco de Fidel y sus guerrilleros coincidiera con un levantamiento en Santiago, un nuevo ataque al cuartel Moncada y al de la policía. Este plan no había tenido en cuenta los problemas meteorológicos. El Ganma (embarcación donde viajaba Fidel con sus hombres) llegó dos días después. Sin noticias del desembarco de Castro y frente al feroz contraataque de las tropas gubernamentales, se retiraron a los montes. Para empeorar las cosas, el desembarco del Ganma fue descubierto por las autoridades. Los supervivientes vagaron por los alrededores. El primer contacto lo hicieron con Cresencio Perez, un líder campesino fuera de la ley que controlaba la zona occidental de Sierra Maestra.

Castro no había planeado una estrategia de guerra de guerrillas prolongada en la Sierra. Castro estaba familiarizado con las leyendas asociadas al desembarco de Martí en 1895, también lo estaban las autoridades de Batista. Los hombres de Batista comenzaron a concentrar a los campesinos en las faldas de Sierra maestra, alejándolos de sus campos y hogares para evitar que hicieran causa común con la guerrilla. El antiguo presidente Prío Socarrás, exiliado en Miami y ansioso de volver al poder, proporcionó fondos tanto a Castro como a otros grupos, con la esperanza de que las acciones armadas aceleraran el derrocamiento del dictador.
Junto a los viejos partidos recelosos del movimiento 26 de julio estaba el Partido Socialista Popular (PSP), esto es, el partido comunista cubano. El PSP siempre se había mostrado hostil a las acciones armadas y en particular al tipo de sabotaje y subversión, por no hablar de las guerrillas. Se elaboró un plan para apoderarse del palacio presidencial en La Habana y asesinar a Bastita. Aquel plan concluyó en un desastre.

Del mismo modo que los rebeldes alzados a finales del siglo xix, los revolucionarios de los años cincuenta se mantuvieron en contacto con EEUU. Uno de los temas más debatidos fue la preocupación estadounidense sobre la futura estabilidad del país.

En marzo de 1958 Raúl Castro dejó el campamento principal con 65 hombres para abrir un segundo frente en Sierra Cristal, en la costa septentrional de oriente. Aquel mismo mes, Juan Almeida abrió un tercer frente al norte de Santiago. A principios de 1958 el Partido Comunista acordó finalmente ponerse de parte de Castro. La desconfianza del movimiento 26 de julio hacia los comunistas recientemente convertidos a su causa, era todavía muy fuerte y los organizadores de La Habana no habían incluido en sus preparativos al partido comunista ni a las organizaciones obreras que este controlaba.

El movimiento 26 de julio dio un golde de mano el 26 de febrero, secuestrando a Juan Manuel fangio, el campeón mundial argentino de carreras automovilísticas, soltándolo al dia siguiente. Se fijo como fecha para una huelga general el 9 de abril y se hicieron los correspondientes preparativos. Tras el fracaso de la huelga, Batista hizo un nuevo esfuerzo por desalojar a los guerrilleros de Sierra Mestra. La victoria sobre los soldado que trataban de tomar la Sierra fue un momento decisivo de la guerra, un triunfo para los guerrilleros que compensó el fracaso de la huelga. Castro aprovechó para planear la fase final de la guerra. Después de dos años en la Sierra, Castro había dominado a sus rivales en todas partes y estaba a punto de obtener la victoria. Castro también había sido afortunado al conseguir que la política de EEUU hacia sus guerrilleros permaneciera dividida. A medida que se hacía probable la victoria de Castro, EEUU procuraba evitar el enfrentamiento directo contra el eventual futuro gobernante. El general Batista huyó la víspera de Año nuevo, abandonando el país.

El amanecer de la revolución. Enero 1959

El 2 de enero de 1959, Castro pronunció su primer discurso en los albores de la Revolución. En 1959 Cuba no era un país pobre, con una población pisoteada que se rebelara contra su postergación. Era un sociedad relativamente acomodada, que disfrutaba de la segunda renta per capita en latinoamerica. Se suele considerar la introducción de la atención sanitaria universal como uno de los grandes triunfos de la revolución, pero la cuba prerrevolucionaria no era de los países más atrasados en cuanto a la dotación de servicios médicos.

Gran parte de la reevaluación de la historia prerrevolucionaria proviene del exilio cubano y ya se sabe que los exiliados tienden a menudo a añorar sentimentalmente el pasado. Se puede pensar incluso que un rasgo importante de la vida nacional cubana es un sentido desarrollado de la nostalgia, derivado de los antecedentes de su pueblo. La dictadura de Batista era percibida ampliamente como cruel y vengativa, algo que ciertamente era; pero muchas de las acciones representativas del régimen tenían como supuesta justificación la necesidad de combatir el terrorismo urbano y la guerra de guerrillas.

Castro, con un gran sentido teatral y la intuición de que las pasiones suscitadas por la victoria tardarían algunos días en enfriarse, emprendió un pausado y majestuoso peregrinaje desde Santiago hasta La Habana. No llegó a La Habana hasta el 8 de enero. Castro nombró presidente a Manuel Urrutia. Varios cientos de antiguos policías y torturadores de Batista fueron fusilados tras juicios sumarios.

Raúl Castro se convirtió en uno de los comandantes más poderosos de la guerra de guerrillas. La amenaza que el comunista Raúl se hiciera con el mando en ausencia de Fidel alarmó a los muchos anticomunistas fervientes integrados en el Movimiento 26 de julio. El nuevo régimen revolucionario actuo rápidamente en los 6 primeros meses, utilizando la maquinaria del viejo gobierno para beneficiar a sus seguidores de los sectores más pobres de la sociedad.

La ley de Reforma Agraria pretendía ganarse la adhesión de los campesinos sin tierra. La reforma agraria era de por si moderada y solo retóricamente revolucionaria, pero los poderosos terratenientes cubanos y de toda latinoamerica la veían como el borde del abismo. Causo una preocupación particular en EEUU. Aunque la reforma fue firmada por el gobierno, muchos de sus miembros eran hostiles a sus disposiciones, ya que la consideraban comunista.

El presidente Urritia y otros moderados se definian a si mismos como anticomunistas, no porque les preocupara lo más minimo la influencia de la URSS, sino por la preponderancia que habían alcanzado algunos miembros del partido comunista.

La vieja elite se sentía bajo la amenaza de que pudieran menguar sus beneficios económicos, pero también le alarmó la forma en que la Revolución permitió a la población negra salir a escena.

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Resumen “Cuba. Una nueva historia” de Richard Gott (I)

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El ataque de Castro al cuartel Moncada. 26 de julio de 1953

El 26 de julio de 1953 se produjo un asalto armado al cuartel Moncada encabezado por Fidel Castro, la flamante figura de 26 años que iba a dominar la política y la historia cubana por más de medio siglo. Con el asalto al Moncada estaban destinados a obtener armas de sus arsenales, per su objetivo ultimo era derrocar el gobierno que Batista había impuesto mediante un golpe de Estado un año antes. La acción en si resultó un fracaso desastroso. El asalto al Moncada supuso un desafío al régimen que sentó las bases de una organización revolucionaria, el Movimiento 26 de Julio.

Castro acabó convirtiéndose en una de las figuras políticas más sobresalientes del siglo XX. El triunfo de su revolución acaparó titulares en todo el mundo en 1959 y dio lugar a la nación cubana, dando significado a las luchas del pasado y trasformando una isla del Caribe en protagonista de la escena mundial.

Los soviéticos quedaron seducidos por Castro desde el primer momento. Solo los dirigentes de EEUU lo tuvieron como enemigo irreconciliable. Latinoamérica, apareció inesperadamente en primer plano y sus gobiernos se vieron agresivamente desafiados por la retórica revolucionaria que se adueño de la Republica cubana. Cuba se convirtió con Fidel en un país comunista en el que el nacionalismo era tan significativo como el socialismo y la leyenda de martí se fundía con la filosofía de Marx.

Para muchos cubanos, el regreso de Batista al poder descartaba cualquier oportunidad de avance por vías democráticas. Castro decidió por la insurrección armada sin pensarlo dos veces y comenzó a conspirar inmediatamente después del golpe de Batista. El carisma de Castro, su visión estratégica y su talento organizador le dieron a su grupo una potente ventaja.

El día elegido para dar el golpe fue el 26 de julio, donde un centenar de guerrilleros salieron hacia Santiago en autobuses y automóviles. El hermano de Fidel, Raúl, se apoderó del Palacio de Justicia, muy cerca del cuartel, pero se vio obligado a reiterarse cuando el resto del plan se vino abajo. Capturaron a Fidel y el mismo se defendió en el juicio argumentando que “el autor intelectual de esta revolución es José Martí, el apóstol de nuestra independencia”.

En su discurso, dio detalles de lo que se convertiría en las “cinco leyes revolucionarias”.
1.- devolver al pueblo la soberanía y proclamar la constitución de 1940 como la verdadera ley suprema del estado. 2.- Concedía la propiedad inembargable e intransferible de la tierra a todos los colonos, subcolonos, arrendatarios, que ocupasen parcelas de 5 o menos caballerías de tierra. 3.-otorgaba a los obreros y empleados el derecho a participar del 30% de las utilidades en todas las grandes empresas. 4.- Concedía a todos los colonos el derecho a participar del 55% del rendimiento de la caña. 5.- ordenaba la confiscación de todos los bienes a todos los malversadores de todos los gobiernos.

Esta florida retórica no impresionó al tribunal y Castro fue condenado a 15 años de presión. Castro cumplió menos de 2 años de condena, beneficiándose de una amnistía. En noviembre de 1954, mientras estaba en prisión, se celebraron unas elecciones presidenciales con Batista como único candidato. El antiguo presidente Grau San Martí dio a ese proceso cierta legitimización. Batista se declaró ganador y al anunciarse el regreso del orden constitucional, con garantías para la libertad de prensa, se sentía bastante seguro para prometer una amnistía para los prisioneros políticos. Castro se trasladó a México junto con su hermano Raúl en julio de 1955.

Al cabo de una semana de su arribo a México, Raúl le presentó a Fidel a un revolucionario argentino desconocido que vivía en la ciudad desde el mes de septiembre anterior. Ernesto “Che” Guevara. Guevara proporcionó a Castro horizontes más vastos, una lista de lecturas más amplias y una la perspectiva de otros experimentos revolucionarios. Castro le dio a Guevara la causa política por la que luchar de inmediato. Castro había viajado a México para organizar una fuerza guerrillera capaz de invadir Cuba, pero le faltaban cuadros y dinero. Poco a poco el dinero comenzó a llegar desde Venezuela, EEUU y la propia Cuba. Los seguidores de Castro, algunos de ellos veteranos de Moncada, comenzaron a llegar en pequeños grupos. A fines de noviembre, Castro reunió a sus guerrilleros y se hicieron a la mar, con el propósito de atravesar el Golfo de México rumbo a Cuba

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¿Cuál es el interés de la obra ‘Paisajes Peruanos’ de José de la Riva-Agüero?

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José de la Riva-Agüero y Osma fue un político, ensayista e historiador peruano nacido en Lima en 1885. Graduado de Bachiller en 1905 y de Doctor en letras cinco años después con la tesis “la Historia en el Perú”, en 1912 decide realizar un viaje por el Perú, convirtiéndose así en uno de los primeros peruanos que viaja por el territorio nacional y que escribe un relato de viajes. El producto final de sus anotaciones que comprenden parte de su viaje por el Perú (de Cuzco a Huancayo) fue “paisajes Peruanos”. No obstante, es posible que el propio Riva-Agüero no haya tenido la intención de publicar sus apuntes como una obra total.

Antes de la primera publicación de “Paisajes Peruanos“, muchos de los futuros capítulos del libro fueron apareciendo en diversas revistas. Es importante mencionar en este punto que el texto final está armado siguiendo el itinerario de viaje de Riva-Agüero. Pero, ¿cuál es el interés de esta obra?

Al ser un viajero peruano en su territorio, muy culto y leído sobre el pasado del Perú, Riva-Agüero en su relato reivindica el pasado colonial, tema dejado de lado, tanto por los viajeros como por la clase dirigente del país, a partir de la Independencia del Perú, sin dejar de lado el interés por la historia prehispánica. La historia sobre el Perú prehispánico despertaba el interés de muchos de su generación. Este interés radicaba porque se consideraba este período como los orígenes de la nacionalidad. Por otro lado, tanto los viajeros extranjeros de la época, como el mismo Riva-Agüero, sienten un peculiar interés y preocupación por reivindicar el pasado indígena; sin embargo, en ciertas partes de su relato, por ejemplo cuando se encuentra en la Iglesia, el autor realiza ciertos comentarios despectivos y prejuiciosos sobre la población andina. Así, el interés por el pasado preshispánico de Riva-Agüero se da por el contexto, al ser este un tema de moda.

Otro de interés, y a mi parecer el más importante en la obra de Riva-Agüero, es el paisaje. El paisaje termina siendo en la obra, el personaje principal del relato. Al realizar su recorrido por el Perú a lomo de mula, Riva-Agüero tiene la posibilidad de observar y posteriormente describir el paisaje que lo rodea, describiendo el cielo, clima, la flora y fauna y los avatares de su viaje: “los cerros descomunales muestran sus dorsos pelados y hostiles, como una manada de monstruos antediluvianos” (R.A. pág. 48). La selección de los paisajes descritos en “Paisajes Peruanos” son muy específicos y estos evocan los sucesos históricos que ahí se llevaron a cabo. Al descubrir lo que veía, Riva-Agüero contrastaba la información contenida en los libros que llevaba consigo. Este contraste entre lo contenido en la fuente escrita y lo visto por el autor permiten ver como se ha ido modificando no solo el paisaje, sino como ha cambiado -si es que lo ha hecho- la población.

Así, llegamos a un tercer punto de interés de la obra de este autor: la sociedad y las costumbres que observa en su recorrido. Es importante mencionar en este punto que en varias ocasiones, él es alojado tanto por hacendados como por la gente del común. Si bien a lo largo de su relato describe festividades -civiles y religiosas- en los pueblos o ciudades que visita, la población andina prácticamente no es mencionada en el relato, salvo en pocas ocasiones donde se compara su situación actual con el pasado prehispánico. Esto puede tener una explicación si situamos a Riva-Agüero en el contexto de su época. Tanto en el siglo XIX como a inicios del siglo XX, muchos consideraban a los andinos como aquellos que generaban el retraso en llegar al progreso en el Perú, siguiendo el discurso oficial de los gobiernos desde mediados del siglo XIX

A manera de conclusión, “Paisajes Peruanos” posee un interés particular al haber sido escrita por un peruano que se adentra en el territorio. Gracias a esta obra, se puede saber cómo venía la sociedad limeña -y los miembros de la élite- a la sierra del Perú. Por otro lado, la obra permite conocer la erudición de su autor sobre los acontecimientos históricos que se llevaron a cabo en los lugares que visita, convirtiéndose la obra en un texto muy informativo pero sencillo de leer.

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