SONETO

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Deten un poco el paso caminante,

No corras tan veloz y presuroso,

Al hacerse un recuerdo generoso,

Del peruano más fuel y más constante.

Hallábase en el puesto más brillante

Del congreso más sabio y más glorioso;

Ya difunto, es objeto lastimoso

Para su patria noble y siempre amante

Ella ofrece con ánimo sincero

A la ínclita memoria de MORALES

El honor de que empiezas a instruirte.

Admira, compasivo pasajero,

Tan triste y ostentosos funerales,

Y con esto, ya podrás partirte.

(En Honores Patrios consagrados a la tierna memoria del Señor Vicente Morales y Duárez)En  CDIP Tomo XXIV. Pág.116

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Los Gatos (Fábula)

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Una Gata parió varios gatitos,

Uno blanco, uno negro, otro manchado:

Luego que ellos quedaron huerfanitos

Los perseguía un perro endemoniado;

Y para dar el golpe á su enemigo

No había mas remedio que juntarse,

Y que la dulce unión fuese su abrigo.

Van pues á reunirse, y al tratarse

Sobre quien de ellos debe ser cabeza,

Maullando el blanco dixo: “A mi me toca

Por mi blancura, indicio de nobleza”.

El Negro contestó: “Calla la boca;

El mas diestro y valiente mandar debe”.

“Malo, dixo el manchado, si esto dura

Temo que todo el Diablo se lo lleve;

Unión, y mande el digno”. “Eso es locura”

Gritó el blanco, y el Negro le replica;

Se dividen por fin en dos partidos,

La ira y la turbación se multiplican,

Se arañan, gritan, y á sus alaridos

Acude mi buen perro y los destroza.

Si á los gatos al fin nos parecemos,

Paysanos, esperamos otra cosa?

Tendremos libertad? Ya lo veremos…

Mariano Melgar

(Poesías de Dn. Mariano Melgar, Latin American Mss. Manuscripts Department) En CDIP. Tomo XXIV. Pag. 141

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30 de Julio, 1820: Las Heras solicita al Ministro de Guerra el envío del reto de prisioneros que fueran pedidos al Comandante General de Artillería

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(Documento N° 198)
N° 138

Valparaíso, Julio 30 de 1820

Haviéndole [sic] ordenado al Com.ᵗᵉ G.ᶦ de Artillería  del Exto. Remitiese a ése Estado Mor, los ocho prisioneros de grra, existentes en el cuerpo de su mando que V.S. solicitó en comunicación anterior, demostrándolos en relación; este Gefe [sic] en nota de 27 último me dice que de estos individuos hay dos en este Puerto, en la Compañía de obreros, quales son Man.ᶦ Calderón, y Man.ᶦ Seballos, y los restantes en la Cap.ᶦ más siendo necesarios estos en la compañía en q.ᵉ están según me lo expone el citado Gefe [sic] en su enunciada nota, sólo espero la resolución de V.S p.ᵃ determinar marchen en su destino actual, y siendo por el contrario disponer su entrega.

Tengo el honor de asegurar a V.S. las consideraciones más distinguidas q.ᵉ me merece.

J.ᴻ Greg.ᵒ de las Heras

Sor. Cor.ᶦ Mtro. de Estado en el Departamen. ᵗᵒ de la Grra. de esta Repúb.ᶜᵃ

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Producción historiográfica y difusión histórica en el Perú: José Agustín de la Puente Candamo y su visión general de la Independencia

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Acticulo escrito para el blog de Historia para Maestros:
http://blog.pucp.edu.pe/item/177770/producci-n-historiogr-fica-y-difusi-n-hist-rica-en-el-per-jos-agust-n-de-la-puente-candamo-y-su-visi-n-general-de-la-independencia

 

No hace mucho se comenzaron a celebrar los bicentenarios de los acontecimientos que llevaron a la Independencia de los diversos países latinoamericanos. Debido a esto, se han ampliado las investigaciones sobre el tema. No obstante, en un momento en que la producción historiográfica tiende a la especialización, se han dejado de lado –muchas veces-, las visiones generales, sobre todo, en el caso peruano.  Por lo dicho, el libroLa Independencia del Perú de José Agustín de la Puente Candamo, -reeditado por el Congreso de la República este año-, es un aporte importante para comprender este proceso central en la construcción nacional.

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Son pocos los historiadores que logran vincular la investigación y la difusión histórica. Uno de ellos es, sin duda, don José Agustín.  Con sus 91 años, ubicar a José Agustín de la Puente y a su producción historiográfica en un solo contexto resulta muy complicado. En la Universidad Católica obtuvo el grado de bachiller en Humanidades con la tesis Planes monárquicos de San Martín en 1941, y llegó a ser, en 1945, miembro fundador de la Sociedad Peruana de la Historia. Para 1947 obtuvo el grado de doctor en Historia por la Universidad Católica con la tesis  San Martín y el Perú. Planteamiento doctrinario.

Su interés por la disciplina histórica lo llevó a continuar  sus estudios en España. A su retorno, se incorporó a la docencia universitaria al lado del R.P. Rubén Vargas Ugarte, S.J. –su asesor de tesis-, en la cátedra de Historia del Perú II, curso que dictó hasta 1968 para el antiguo bachillerato en Letras y luego para Estudios Generales Letras . Actualmente, sigue dictando este curso bajo el nombre de El Perú en los Tiempos Modernos. Tanto en los seminarios de Historia dictados en el Instituto Riva-Agüero como en el dictado de clases en la Universidad Católica, el Dr. De la Puente se ha preocupado por difundir el conocimiento histórico.

En líneas generales, don José Agustín comprende que la enseñanza de la historia cumple una función social estrechamente relacionada con la identidad nacional. Para este historiador, la Emancipación “comprende la fundación del Estado independiente del Perú; es la iniciación de las grandes instituciones que suponen la base de la nueva organización política; es la vigencia del Perú” (De la Puente Candamo 1993:11). Y no solo se trata de una cuestión de principios. Es innegable que las ideas del Dr. de la Puente impregnan la percepción que la sociedad peruana tiene acerca de la Independencia. ¿Cuáles son las razones de esto?

Quizás son tres los puntos centrales de su visión sobre la Independencia que permiten que esta se arraigue con facilidad en el discurso cotidiano. En primer lugar, considera que la Independencia es mucho más que solo el triunfo militar en múltiples batallas, o la fundación del Estado peruano.  Así, sostiene que:

“Hay en la Emancipación un múltiple contenido social: es la afirmación del hombre que ha   nacido en nuestro territorio, y de su derecho para el gobierno; es la reacción contra el mal funcionario […] es una manifestación más del espíritu crítico en la vida intelectual, social, política; […] es una manifestación de  algo cercano a la madurez de esa comunidad que llamamos Perú; es el enaltecimiento de las calidades del mundo americano” (De la   Puente Candamo 1993:11).

En segundo lugar, enfatiza que el proceso de la Independencia fue una guerra civil. Esto implica acercar a los estudiantes y lectores al fenómeno humano de este proceso. Así, resalta las razones y las inquietudes de los diversos actores que lucharon por y contra ella. En otras palabras, se trata de la necesidad de acercarnos a la experiencia humana y cotidiana. De este modo, considera a la Independencia como un asunto tanto personal como social. Un ejemplo que utiliza con frecuencia para ilustrar el sentimiento de la sociedad peruana es el de una familia. Al ser una guerra civil, la Emancipación une o divide a padres e hijos, a hermanos, a parientes y amigos. Fue, así, un conflicto desgarrador para la sociedad peruana, mas no una guerra entre España y América.

Finalmente, siempre ha buscado presentar un panorama general de la Emancipación peruana. Como ya se mencionó, el Dr. de la Puente ahonda en el pensamiento de la época precursora e independentista, los conflictos sociales y políticos, el rol de las instituciones, de los personajes importantes, del hombre común, en síntesis, de todo el pueblo peruano. De este modo, no limita sus argumentos ni sus textos a los principales actores de la Emancipación, sino más bien les proporciona una voz a los diversos actores.

Mediante una cuantiosa cantidad de información de diversa naturaleza, recopilada a lo largo de sus años de investigación, el Dr. de la Puente ha llegado a publicar más de 70 escritos entre los cuales se incluyen libros, artículos, monografías, conferencias y charlas. De este modo, don José Agustín se ha convertido en un importante divulgador, que sabe hablar en un lenguaje asequible para el público no especializado. Por ello, su ejemplo proporciona una invitación para que los historiadores retomen este interés y respondan al imperativo de la producción de textos de difusión histórica.

 

Referencias bibliográficas

De la Puente Candamo, José Agustín

2013      La Independencia. Lima: Congreso de la República del Perú.

1993      La Independencia. Historia general del Perú. Volumen 6. Lima: BRASA.

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Conservadores en la Iglesia Católica

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El siguiente post fue redactado para el curso “Historia de la Iglesia en el Perú y América Latina” en el semestre 2013-1

El Concilio Vaticano II trajo una serie de modificaciones positivas a la Iglesia Católica; no obstante, dentro de ésta misma, existen sectores que están en contra de las reformas efectuadas. El presente trabajo busca explicar los sectores conservadores en la Iglesia Católica mediante los textos de John Allen Opus Dei. Una visión objetiva de la realidad y los mitos de la fuerza más polémica dentro de la Iglesia Católica; William Swatos, Jr. Religion & Democracy in Latin America; y Psychoanalysis and Latin American History de Margaret Torado Williams. Se buscará responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo se define “conservador” en la Iglesia Católica? y  ¿Por qué hay conservadores en la Iglesia?

El texto de Allen, presenta en la primera parte una breve biografía de Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. El autor, que presenta una visión favorable de dicho movimiento, sostiene que en 1946, Escrivá se trasladó a Roma donde “dirigió la expansión de la nueva entidad que creía que Dios le había encomendado que fundara”. Asimismo, sostiene que “vivió el ‘drama’ del Concilio Vaticano II y la tendencia liberal que adoptó la Iglesia después, que no siempre sentó bien a Escrivá”.Tras exponer ciertos acontecimientos de su vida que no son de mucho interés para el presente trabajo, el autor pasa a exponer ciertas controversias que surgieron en torno a Escrivá, resumiendo los argumentos a favor y en contra. Así, afirma que algunos críticos sugieren que Escrivá carecía de las virtudes de un santo, sosteniendo que era vanidoso, controlador y un poco paranoico, mientras que otros sostienen lo contrario. De este modo, como ejemplo entre otros, el autor presente el testimonio de Miguel Fisca, quien fuera miembro del Opus Dei, describiendo a Escrivá como una figura muy complicada y desconcertante que emitía juicios durísimos.Otras críticas hacia Escrivá radican en la actitud que tuvo con el régimen franquista en España. Esto se debe en parte debido a que la expansión más notable del Opus Dei se produjo entre el final de la guerra civil española y la muerte de Escrivá en 1975.Por otro lado, como menciona el autor, varios críticos con el Opus Dei han declarado que Escrivá se desencantó con el Concilio Vaticano II por la liberalización que desencadenó en el seno del catolicismo romano y se enfadó con los dos papas del Concilio, Juan XXIII y Pablo VI.Como conclusión de este capítulo, Allen sostiene que el problema más importante para la evaluación de Escrivá es que cualquier reacción sobre él tiende a pasar por numerosos filtros. Asimismo, sus defensas pueden hacer más daños que bien. En su apasionamiento, algunos miembros del Opus Dei tienden a hacer sobresalir a Escrivá sobre los demás.Por su parte, el texto de Swatos, Religion & Democracy in Latin America, siguiendo el planteamiento de Klaiber, propone que el término ‘conservador’ así como el uso de ‘progresista’, depende del contexto histórico en que se utilice. Así, el uso del término tradicionalista, se enfoca en quienes adoptan ciertas tradiciones de la Iglesia, pero que no están cercanos a los valores fundamentales de Vaticano II. En este caso, tradicionalistas son definidos como seguidores de la teología de reconciliación o la teología del movimiento Sodalicio.El autor considera que, para entender las tensiones entre los liberales, los tradicionalistas y los conservadores, uno debe de entender que para la Iglesia Católica conservadores y tradicionalistas, movimientos insurgentes y la radicalización de la Iglesia no solo cambiaron la fábrica social de la sociedad, pero también el mismo centro de autoridad de la Iglesia. Sobre el movimiento sodalicio en Lima, el autor hace mención que apareció en la Universidad Católica en 1973. El movimiento, y fundador se opusieron a los planteamientos de la teología de la liberación, llegando a atacar a los liberales. En América Latina, el movimiento sodalicio combina tanto la búsqueda por mantener las tradiciones de la Iglesia y la crítica al activismo social.

Así, concluye que en el Perú pocos negarán que la Iglesia Católica sea compleja y muchos llegarán a concordar que se encuentra dividida cuando se trata de política. El sodalicio ha creado un espacio para los tradicionalistas y conservadores quienes se oponen a una actividad social para ejercer su oposición hacia ésta. Así, la teología de la reconciliación ha emergido como un discurso de una ideología alternativa a la teología de la liberación.Para finalizar, el texto de Margaret Torado, Psychoanalysis and Latin American History expone la metodología de la psicohistoria como una herramienta para profundizar no solo en el pensamiento de los personajes históricos que se planean estudiar, sino también –y quizás más importante-, el pensamiento de la sociedad en la cual están insertos. La psicohistoria –sostiene el autor-, trabaja en una variedad de formas. Su uso más común se encuentra en las biografías. Por otro lado, para la autora, tanto la Iglesia como el Estado en América Latina desde el periodo colonial han logrado potenciarse mediante el uso de símbolo. A manera de conclusión, podemos sostener que existen grupos conservadores en América Latina –y en el Perú-, debido a que son una respuesta frente a los cambios propuestos para la Iglesia luego del Concilio Vaticano II. Como ya se explicó previamente, los conservadores insisten en retener no solo relaciones sociales previas al Concilio Vaticano II, así como también las actitudes. Muchos de estos grupos, tienden a ser fundamentalistas y muy cerrados hacia la sociedad y sus necesidades.

 


Extirpación de idolatrías

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El siguiente post fue redactado para el curso “Historia de la Iglesia en el Perú y América Latina” en el semestre 2013-1

La extirpación de idolatrías en el Nuevo Mundo, especialmente en el territorio andino, ha sido muy estudiada en los últimos años, lo cual ha generado algunos debates sobre el tema. En este caso, se expondrán los textos de Nicolas Griffiths La cruz y la serpiente. La represión y el resurgimiento religioso en el Perú colonial y Política eclesiástica y extirpación de idolatrías: discursos y silencios en torno al Taqui Onqoy de Gabriela Ramos. Ambos textos, en términos generales, tratan sobre el impacto de la extirpación de idolatrías en el virreinato del Perú y su trasfondo político e ideológico.

Griffiths inicia su texto considerando que la extirpación de idolatrías fue principalmente un instrumento de represión que se caracterizaba por denuncias, acusaciones, interrogatorios, investigaciones, sentencias entre otros medios.Sin embargo, la represión por la fuerza de la religión nativa era algo tan viejo como la misma conquista. En el caso del territorio andino, este autor considera que el ascenso del movimiento del Taki Onqoy en 1564-1565 desencadenó los procesos de idolatría conducidos por Cristóbal de Albornoz.La Corona española siempre se negó a someter a los indios a los rigores y procesos del Santo Oficio de la Inquisición, debido a su reciente instrucción en la fe. Así, un decreto real de 1575 estableció que los procesos por idolatría que no fueran de carácter criminal, pertenecían a la jurisdicción de las autoridades eclesiásticas, y no las civiles.Sobre este punto, el autor hace mención a las técnicas de represión aplicadas por Albornoz, las cuales alcanzaron su madurez de altura en la segunda década del siglo XVII. Así, la principal adición al aparato represivo fue la creación del cargo del visitador general de las idolatrías.Cabe resaltar que, al contrario de la Inquisición, la Extirpación cumplió una función judicial y pastoral. Mientras las campañas de extirpación entre 1609 y 1622 estuvieron acompañas de una bien organizada política pedagógica, las campañas de 1649 a 1670 parecen haberse caracterizado por un declive de la actividad misionera.Para el autor, el que la Extirpación no se convierta en una institución se debió a que ésta dependía de la voluntad de individuos poderosos. Por otra parte, el autor sostiene que las frecuentes denuncias de los excesos cometidos por los visitadores es considerado como un testimonio de su voluntad de recuperar sus gastos y poder convertir sus esfuerzos en económicamente rentables. Así, el declive de las campañas no puede ser atribuido a una pérdida de interés por parte de las autoridades eclesiásticas.Más delante en su texto, Griffiths considera que la religión andina fue interpretada por conforme a la dicotomía entre idolatría y superstición. Así, idolatría significaba no solo el culto de ídolos, sino también el culto a cualquier criatura u objeto de creación. De este modo, la idolatría fue definida como una subdivisión de la categoría de superstición.Por su parte, Gabriela Ramos en su texto rescata la importancia del Taqui Onqoy en el proceso de extirpación de idolatrías emprendido por Cristóbal de Albornoz. La autora sostiene que en la información sobre Albornoz de 1569 se mencionan las virtudes de éste como persona que ha llevado adelante de manera eficiente y digna de conocimiento el adoctrinamiento de la población nativa; sin embargo, no se hace mención alguna al Taqui Onqoy.

No obstante, la información recogida un año después, aparece por primera vez el Taqui Onqoy en las preguntas del interrogatorio además de una descripción del movimiento. Para el año 1577, se realizó en el Cuzco una tercera información de los servicios de Albornoz. Cómo en el caso anterior, su mérito central consistió en haber sido quien descubrió el citado movimiento. En la información de 1584, las preguntas aluden también a la calidad de persona y demás actos realizados por Albornoz, así como la reafirmación de haber sido el primero en descubrir el Taqui Onqoy, además de hacer una descripción con nuevos elementos sobre el movimiento.Sobre los testigos, la autora considera que antes de que llegara el visitador, la conducta de los curas habría sido permisiva en torno a la cantidad de idolatrías e ídolos.A manera de conclusión, la autora sostiene que es necesaria hacer una lectura crítica que proponga una metodología distinta para poder comprender mejor el fenómeno del Taqui Onqoy, el cual, para ella, ha sido sobredimensionado debido a los sesgos de carácter político e ideológico a finales del siglo XVI.Como opinión personal, considero que el movimiento del Taqui Onqoy si tuvo una importancia resaltante durante el siglo XVI. No obstante, es posible que por intereses personales –ya sean políticos o ideológicos-, los actores que se opusieron al movimiento lo hayan maximizado. La importancia de un ascenso en la carrera eclesiástica para algunos funcionarios llevó a resaltar la participación de Albornoz en su lucha contra dicho movimiento.



Algunos artículos de interés dentro de la Constitución de 1812 (II)

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CONSTITUCIÓN POLITICA DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA, 1812

Título III.- De las Cortes

Cap. 1.-  Del modo de formarse las Cortes

Art. 28 La base para la representación nacional es la misma en ambos hemisferios

Art. 29 Esta base es la población compuesta de los naturales que por ambas líneas sean originarios de los dominios españoles y de aquellos que hayan obtenido de las Cortes carta de ciudadano, como también de los comprendidos en el artículo 21.

Art. 31 Por cada setenta mil almas de la población, compuesta como queda dicho en el artículo 29, habrá un diputado de Cortes.

Cap. 2.- Del nombramiento de diputados de Cortes

Art. 34 Para la elección de los diputados de Cortes se celebrarán juntas electorales de parroquia, de partido y de provincia.

Cap. 3.- De las juntas electorales de parroquia

Art. 36 Estas juntas se celebrarán siempre en la Península e islas y posesiones adyacentes el primer domingo del mes de octubre del año anterior al de la celebración de las Cortes.

Art. 41 La Junta parroquial elegirá a pluralidad de votos once compromisarios, para que éstos nombren el elector parroquial.

Art. 45 Para ser nombrado elector parroquial se requiere ser ciudadano, mayor de veinticinco años, vecino y residente en la parroquia.

Art. 56 En la Junta parroquial ningún ciudadano se presentará con armas.

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Cap. 4.- De las Juntas electorales de partido

Art. 59 Las juntas electorales de partido se compondrán de los electores parroquiales que se congregarán en la cabeza de cada partido, a fin de nombrar el elector o electores que han de concurrir a la capital de la provincia para elegir los diputados de Cortes.

Art. 60 Estas juntas se celebrarán siempre, en la Península e islas y posesiones adyacentes, el primer domingo del mes de noviembre del año anterior al en que han de celebrarse las Cortes.

Art. 63 El número de electores de partido será triple al de los diputados que se han de elegir.

Cap. 5.- De las Juntas electorales de provincia

Art. 95 Los secretarios del Despacho, los consejeros de Estado y los que sirven empleos de la casa real no podrán ser elegidos diputados de Cortes.

Art. 97 Ningún empleado público nombrado por el Gobierno podrá ser elegido diputado de Cortes por la provincia qn que ejercer su cargo.

Cap. 6.- De la celebración de las Cortes

Art. 104 Se juntarán las Cortes todos los años en la capital del Reino, en edificio destinado a este solo objeto.

Art. 106 Las sesiones de las Cortes en cada año durarán tres meses consecutivos, dando principio el día primero del mes de marzo.

Art. 108 Los diputados se renovarán en su totalidad cada dos años.

Art. 110 Los diputados no podrán volver a ser elegidos, sino mediando otra diputación.

Art. 118 En seguida se procederá a elegir de entre los mismo diputados, por escrutinio secreto y a pluralidad absoluta de votos, un presidente, un vicepresidente y cuatro secretarios, con lo que se tendrán por constituidas y formadas las Cortes, y la Diputación Permanente cesará en todas sus funciones.

Art. 123 El Rey hará un discurso, en el que propondrá a las cortes lo que crea conveniente, y al que el presidente contestará en términos generales. Si no asistiere el Rey, remitirá su discurso al presidente, para que por éste se lea en las Cortes.

Art. 124 Las Cortes no podrán deliberar en la presencia del Rey.

Art. 128 Los diputados serán inviolables por sus opiniones y en ningún tiempo ni caso, ni por ninguna autoridad, podrán ser reconvenidos por ellas. En las causas criminales que contra ellos se intentaren, no podrán ser juzgados sino por el tribunal de Cortes en el modo y forma que se prescriba en el reglamento del gobierno interior de las mismas. Durante las sesiones de las Cortes, y un mes después, los diputados no podrán ser demandados civilmente, ni ejecutados por deudas.

Cap. 7.- De las facultades de las Cortes

Art. 131 Las facultades de las Cortes son:

Primera: Proponer y decretar las leyes, e interpretarlas y derogarlas en caso necesario.

Segunda: Recibir el juramento al Rey, al Príncipe de Asturias y a la Regencia, como se previene en sus lugares.

Cuarta: Elegir Regencia o Regente del Reino cuando lo previene la Constitución, y señalar las limitaciones con que la Regencia o el Regente han de ejercer la autoridad real.

Sexta: Nombrar tutor al Rey menor, cuando lo previene la Constitución.

Octava: Conocer o negar la admisión de tropas extranjeras en el Reino.

Undécima: Dar ordenanzas al ejército, armada y milicia nacional en todos los ramos que los constituyen.

Duodécima: Fijar los gastos de la Administración pública.

Decimotercera: Establecer anualmente las contribuciones e impuestos.

Decimoquinta: Aprobar el repartimiento de las contribuciones entre las provincias.

Decimonona: Determinar el valor, peso, ley, tipo y denominación de las monedas.

Vigesimoquinta: Hacer efectiva la responsabilidad de los secretarios del Despacho y demás empleados públicos.

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Cap. 8.- De la formación de las leyes y de la sanción real.

Art. 137 Las Cortes decidirán cuándo la materia está suficientemente discutida; y decidido que lo está, se resolverá si ha lugar o no a la votación.

Art. 142 El Rey tiene la sanción de las leyes.

Art. 143 Da el Rey la sanción por esta fórmula, firmada de su mano: <<Publíquese como ley>>.

Art. 147 Si el Rey negare la sanción, no se volverá a tratar del mismo asunto en las Cortes de aquel año; pero podrá hacerse en las del siguiente.

Art. 150 Si antes de que expire el término de treinta días en que el Rey ha de dar o negar la sanción, llegare el día en que las Cortes han de terminar sus sesiones, el Rey la dará o negará en los ochos primeros de las sesiones de las siguientes Cortes; y si este término pasare sin haberla dado, por esto mismo se entenderá dad, y la dará en efecto en la forma prescrita; pero si el Rey negare la sanción, podrán estas Cortes tratar del mismo proyecto.

Art. 153 Las leyes se derogan con las mismas formalidades y por los mismos trámites que se establecen.

Art. 11.- De las Cortes extraordinarias

Art. 162 La Diputación Permanente de Cortes las convocará con señalamiento de día en los tres casos siguientes-

Primero: Cuando vacare la corona.

Segundo: Cuando el Rey se imposibilitare de cualquier modo para el gobierno, o quisiere abdicar la corona en el sucesor; estando autorizada en el primer caso la Diputación para tomar todas las medidas que estime convenientes, a fin de asegurarse de la inhabilidad del Rey.

Tercero: Cuando en circunstancias críticas y por negocios arduos tuviere el Rey por conveniente que se congreguen, y lo participare así a la Diputación Permanente de Cortes.

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Algunos artículos de interés dentro de la Constitución de 1812 (I)

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CONSTITUCIÓN POLITICA DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA, 1812

Título I.- De la Nación española y de los españoles

Cap. 1.- De la Nación española

Art. 1 La nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.

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Cap. 2.- De los españoles

Art. 7 Todo español está obligado a ser fiel a la Constitución, obedecer las leyes, y respetar las autoridades establecidas.

Art. 9 Está asimismo obligado todo español a defender la patria con las armas, cuando sea llamado por la ley.

Título II.- Del Territorio de las Españas, su religión y gobierno, y de los ciudadanos españoles

Cap. 3.- Del gobierno

Art. 13 El objeto del gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen.

Art. 14 El gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria

Art. 15 La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.

Cap. 4.- De los ciudadanos españoles

Art.18 Son ciudadanos aquellos españoles que por ambas líneas traen su origen de los dominios españoles de ambos hemisferios y están avecinados en cualquier pueblo de los mismos dominios.

Art. 23 Sólo los que sean ciudadanos podrán obtener empleos municipales y elegir para ellos en los casos señalados por la ley.

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San Martín establece la primera bandera nacional y el primer escudo de armas del Perú independiente

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  EL EXCMO. Sr. DON JOSÉ DE SAN MARTÍN, CAPITÁN GENERAL y en Jefe del Ejército Libertador del Perú, Gran Oficial de la Legión de Mérito de Chile &c. &c. &c.

Por cuanto es incompatible con la independencia del Perú la conservación de los símbolos que recuerdan el dilatado tiempo de su opresión. Por tanto, he venido en decretar; y decreto lo siguiente.

 1.  Se adoptará por bandera nacional del país una de seda, o lienzo, de ocho piez de largo, y seis de ancho, dividida por líndeas diagonales en cuatro campos, blancos los dos de los extremos superior e inferior, y encarnados los latrales; con una corona de laurel ovalada, y dentro de ella un Sol, saliendo por detrás de las sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo. El escudo puede ser pintado, o bordado, pero conservando cada objeto sus colores: a saber, la corona de laurel ha de ser verde, y atada en la parte inferor con una cinta de color de oro; azul la parte superior que representa el firmamento; amarillo el Sol con sus rayos; las montañas de un color pardo obscuro, y el mar entre azul y verde.

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2. Todos los habitantes de las Provincias del Perú que están bajo la protección del Ejército Libertador usarán como escarapela nacional, una bicolor de blanco y encarnado: el 1° en la parte inferior, y el 2° en la superior.

3. Lo dispuesto en los dos artículos anteriores sólo tendrá fuerza y vigor, hasta que se estableza en el Perú un Gobierno General por la voluntad libre de sus habitantes.

Dado en el Cuartel General del Ejército Libertador del Perú en Pisco a 21 de Octubre de 1820.
José de San Martín.

Juan García del Río

Gaceta del Gobierno de Lima Independiente. Núm. 14
En CDIP. Tomo X. Símbolos de la Patria. pp. 3

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La Corona española en el siglo XVIII

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Tras la muerte de Carlos II, el hechizado, surge en España un grave conflicto sucesorio, dado que el difunto monarca- último de la casa de los Habsburgo en España-, no había logrado tener un hijo. Así, el siglo XVIII marcó en España el tránsito de la dinastía de los Habsburgo- en el trono por casi doscientos años- a la dinastía francesa de los Borbones tras la guerra de sucesión. No obstante, la España de los Borbones era la misma España de los Austrias, dado que la nueva dinastía, para Lynch, “no consiguió transformar súbitamente las vidas de los españoles, mejorar la calidad de gobierno, ni incrementar el poder de su país”.[1]

Pero, ¿cómo era el mundo hispánico a inicios de dicha centuria? Según Lynch, el primer siglo de la España de los Borbones fue un siglo de crecimiento, dónde se incrementó la producción, se multiplicó la demografía y existieron expectativas más allá de los recursos.No obstante, alrededor del año 1700 nos encontramos en varios aspectos en presencia de una de las articulaciones más importantes de la historia europea y que es intercontinental.Las tendencias antes mencionadas condujeron, en los años posteriores a 1740, a una nueva fase de crecimiento y a una distorsión económica y fiscal evidente. En un intento por corregir los desequilibrios fiscales, el Estado decidió intervenir. De este modo, podemos ver que durante el período que comprenden los años de 1740-1766, una serie de ministros de carácter reformista propusieron proyectos radicales que fueron derrotados por intereses poderosos, haciendo que la Corona se vea obligada a dar marcha atrás.

Sin embargo, en la medida en que quedaba asegurado el crecimiento en el marco existente de privilegio y monopolio, los grupos de intereses se sentían satisfechos y se evitaba la confrontación. En este momento, un Estado ya fuerte comenzó a garantizar la estabilidad política y llegó a sacar mayor partido a estructuras que rindieron beneficios a los terratenientes, ingresos a la Iglesia y que permitieron obtener beneficios a las inversiones coloniales. Durante el gobierno de Carlos III (1759-1788), existía una marcada tendencia en la Europa continental a reforzar el estado y a racionalizar la administración, en línea con los principios científicos de la Ilustración. Los ministros y oficiales estaban ansiosos por tomar sus decisiones en función de la información disponible más actualizada, lo cual suponía –en parte-, utilizar los métodos de la ciencia al gobierno y así asegurarse de que se recogían estadísticas fiables.