Obispo Arshad en Pakistán: “El antídoto para el miedo es la fe”
1:00 p m| 22 abr 16 (VATICAN INSIDER/BV).- Apenas termina de celebrar una misa en recuerdo de las víctimas del atentado de Lahore y recibe al Vatican Insider para una entrevista. Como pastor de almas en Faisalabad, diócesis del Punjab, Joseph Arshad resume la inquietud, el desconsuelo y los miedos de los fieles, todavía sacudidos por la masacre de la Pascua que en el parque de Gulshan Iqbal, de Lahore, provocó 72 víctimas, 30 eran niños, e hirió a más de 300 personas: “La fe lava los miedos y permite vivir el presente, el tiempo de gracia que Dios nos da cada día. Como cristianos, solo tenemos el presente. Hoy es el tiempo para amar, para usar la misericordia y para perdonar”.
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El obispo también es el presidente de la Comisión nacional de Justicia y Paz que, al día siguiente del atentado, aclaró la posición de la Iglesia pakistaní: condena del terrorismo, petición de justicia y protección, unidad con todos los elementos de la sociedad pakistaní en la lucha contra el terrorismo. Todo ello en un terreno que, explica Arshad, “es antes que nada espiritual, cultural y educativo”, y que después involucra “todos los medios políticos, militares y de inteligencia, para eliminar este cáncer del país”. Aquí la entrevista:
Mons. Arshad, ¿cómo se sienten hoy los cristianos de Pakistán?
Estamos afectados y muy dolidos. Veo en los rostros de los fieles lágrimas, miedo, tristeza. Pero frente a este miedo, la respuesta es de gran fe. El antídoto para el miedo es la fe que Dios pone en los corazones. La masacre de la Pascua nos ha acercado aún más a Cristo, que dio su vida por la humanidad. Los cristianos dicen hoy: ‘Estamos listos a dar la vida como Cristo’. Esta conciencia ha crecido, y significa una madurez de fe. La fe lava los miedos y permite vivir el presente, el tiempo de gracia que Dios nos da cada día. Como cristianos, solo tenemos el presente. Hoy es el tiempo para amar, para usar la misericordia y para perdonar.
¿Qué ha cambiado en sus relaciones con la sociedad, con las instituciones, con el mundo islamico?
La nación entera, las instituciones, la sociedad, la comunidad islámica están tristes, sacudidas y traumatizadas por el terrorismo, que está lacerando la nación, golpeando indiscriminadamente objetivos públicos, gubernamentales, religiosos, escuelas, plazas, lugares de culto. Los cristianos son víctimas, junto con los musulmanes sunitas y chiitas, los hindúes ajmadíes y muchos otros.
La lucha contra el terrorismo debe hacerse todos juntos, la unidad entre todos los hombres de buena voluntad es esencial. Vigilias de oración, manifestaciones, obras de diálogo, educación, información y sensibilización nos pertenecen a todos nosotros, como ciudadanos paquistaníes, de cualquier religión. En este marco, los cristianos de Pakistán tienen una esperanza que dar: somos el pueblo de la esperanza, estamos seguros de que el bien prevalecerá y de que las tinieblas no vencerán. Este es el don especial que damos al Pakistán de hoy. No por nuestra fuerza, sino por gracia de Cristo.
¿Qué piden al gobierno y a las instituciones?
Hemos pedido protección y seguridad, y hay que decir que en muchos lugares sensibles, como en muchas iglesias, nos garantizaron protección durante la Semana Santa. Claro, contra el terrorismo que se empecina con los inocentes, es imposible proteger todos los lugares, todas las plazas, todas las esquinas. Pedimos al gobierno y a los militares continuidad en las investigaciones sobre estos grupos criminales, para poder detenerlos y prevenir, de esta manera, otras masacres.
En una década, Pakistán ha perdido 50 mil vidas en ataques terroristas, y será necesario un compromiso largo y constante para derrotar a este virus. Pero podemos hacerlo, unidos. Confiamos en Dios y sabemos que la paz y el bien triunfarán. Esperamos que la policía y el ejército se comprometan sin dudar y sin ceder. Solo de esta manera Pakistán, nuestra amada patria, podrá tener un futuro de armonía de bienestar.
Ahora la policía también vigila a los manifestantes que celebran a al Mumtaz Qadri, el asesino del gobernador Taseer, y que piden la cabeza de Asia Bibi…
Hay que decir que el gobierno nos ha dado una señal clara sobre este caso, con la ejecución capital de Qadri: los tribunales deben ser respetados, el estado de derecho está vivo y el estado es su garante. No se ha cedido a las presiones de los extremistas. Esperamos que este mismo enfoque valga para el caso de Asia Bibi y para los de todos los demás acusados o encarcelados inocentes.
¿Usted cree que la masacre de Lahore haya podido influir en el posible viaje del Papa a Pakistán?
Los terroristas hablaron de ‘desafío al gobierno’, que, por otra parte, desde hace dos años ha ofrecido fuerzas especiales y ha desplegado operaciones. No creo que el posible viaje del Papa a nuestro país tenga ninguna relación. No le veo el nexo.
¿Y cómo fueron recibidas las palabras de Francisco después del atentado?
Con gran consuelo. Nos sentimos animados y acogidos entre los brazos de un Pastor que nos quiere. Todos los cristianos apreciaron la cercanía y la oración del Santo Padre. También muchos líderes musulmanes hablan de ellas con gran admiración. El mensaje de la misericordia en el que el Papa insiste constantemente es una vuelta de tuerca para nuestras relaciones interreligiosas. Y nos beneficia mucho.
Fuente:
Vatican Insider