Aportes desde América Latina y los jóvenes, para una Iglesia sinodal

1:00 p.m. | 23 oct 24 (VTN).- Medios vaticanos han resaltado dos experiencias notables en el marco del Sínodo. Las principales instancias de la vida eclesial latinoamericana, convocaron autores -de una serie de publicaciones- que desde su experiencia en teología, investigación, pastoral y espiritualidad, buscan aportar a la comprensión de una manera sinodal de “ser y hacer” en la Iglesia. Asimismo, decenas de estudiantes universitarios se reunieron con los responsables de la Secretaría del Sínodo, donde plantearon inquietudes y recibieron consejos para fomentar la sinodalidad en sus entornos.

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“Libros para una Iglesia sinodal misionera. Aportes desde América Latina y el Caribe”, es el nombre del conversatorio que se realizó la tarde del 15 de octubre, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. En el marco de las actividades de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), reunieron a un grupo de autores que hablaron de su experiencia y compartieron la historia de sus publicaciones, cuyo contenido aporta a la comprensión de una manera de “ser y hacer” en la Iglesia.


Monseñor Lizardo Estrada: un aporte a la Iglesia universal

El conversatorio fue un espacio para el encuentro y el diálogo con los autores que llenos de experiencias comunicaron aquello que viven en este proceso sinodal. Esto fue lo que subrayó monseñor Lizardo Estrada Herrera, secretario general del CELAM al presentar la producción literaria y teología de los autores.

“Podemos decir que el aporte teológico y pastoral de nuestro continente ha estado marcado por esta perspectiva sinodal encarnada en nuestras realidades. Cada uno de los autores en su respectiva especificidad nos ofrecen en sus textos una rica síntesis, precedidos de un largo periodo de investigación, de escucha, de diálogo, de intercambios y de inspiración del magisterio del papa Francisco, pero, sobre todo, por la experiencia misionera sinodal de nuestros pueblos y comunidades. En este sentido, la producción editorial de la CLAR y del CELAM ha dado particular atención a los trabajos académicos y pastorales que responden a este imperativo”.

 

Mauricio López: “Conversión sinodal de la Iglesia”

Uno de los primeros autores en intervenir fue Mauricio López Oropeza, vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y miembro de la Comisión metodológica del Sínodo sobre la sinodalidad, quien presentó el volumen titulado Conversión sinodal de la Iglesia.

“Este libro está muy lejos de ser el resultado de un proceso sinodal, a mí me gusta plantearlo más bien como cuando la vida te alcanza, es un texto que trae consigo experiencias vividas junto a hermanos y hermanas desde el proceso sinodal amazónico, el proceso de la Asamblea Eclesial del CELAM, y este Sínodo de la sinodalidad que trae consigo muchos elementos del proceso latinoamericano. Este ensayo tiene tres elementos en particular, la dimensión espiritual, la dimensión testimonial y la dimensión ignaciana”.

 

Hermana Liliana Franco: “Como ellos. Sinodalidad para niños”

Luego, fue el turno de la hermana Liliana Franco Echeverry, Religiosa de la Orden de la Compañía de María y Presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), quien presentó dos obras en clave sinodal, con dos sujetos eclesiales muy sensibles, las mujeres y los niños: Con ellas: Mujeres consagradas en el espíritu de la sinodalidad y Como ellos: Sinodalidad para niños.

“El primer libro se llama Con ellas y nació en el Sínodo sobre la Amazonía, fruto de contemplar a Arizete Miranda, una mujer indígena, pero que pronunció la palabra más movilizadora de ese sínodo, y que llevó al papa Francisco a decir que esta Iglesia tenía que desbordar. De ahí nació esa pregunta ¿Cuál es la misión de las mujeres consagradas en el espíritu de la sinodalidad? Y empecé a acuñar ese ‘con ellas’, por eso este libro está dedicado a ellas, a las que se empeñan en parir la esperanza, a las que quieren alumbrar ese nuevo modo de ser Iglesia.

El segundo libro, Como ellos, también surgió en ambiente sinodal antes del inicio de la primera Asamblea sinodal de 2023, al final de una Eucaristía una niña le preguntó a su mamá ¿Qué es comulgar? Y para mí eso fue lo más movilizador al iniciar el sínodo y sigue siendo una pregunta que me sigo haciendo en este momento. Sentí que les debemos respuestas a los niños, pero sobre todo los tenemos que animar a caminar un modo de ser Iglesia”.

 

Carlos Galli: “El Espíritu Santo y nosotros”

Otro de los autores latinoamericanos que presentó su obra fue el sacerdote argentino Carlos Galli, profesor titular en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Argentina (UCVA), asesor del CELAM y miembro de la Comisión Teológica Internacional además de otras comisiones teológicas, quien describió su libro El Espíritu Santo y nosotros, como un texto que nos ayuda a pensar la presencia del Espíritu en nosotros.

“El Espíritu Santo en nosotros es una fórmula para hablar del Espíritu en la Iglesia, pero a veces está la tentación de pensar que la Iglesia está entre el Espíritu y nosotros. Y si tomamos formulas paulinas es el Espíritu en nosotros o nosotros en el Espíritu. Es el Espíritu el sujeto del discernimiento de la misión. Todos conocemos la presencia del Espíritu en la vida de Jesús y de la Iglesia naciente, y es el Espíritu de Cristo quien anima a la comunidad de sus discípulos en la historia. Por eso se habla de la comunión en el Espíritu Santo”.

 

Rafael Luciani y Serena Noceti: “Una Iglesia constitutivamente sinodal”

En la presentación también participaron Rafael Luciani, Perito del CELAM y miembro del equipo teológico asesor de la Presidencia de la CLAR y ha sido nombrado experto de la Comisión Teológica de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos; quien presentó dos libros escritos junto a Serena Noceti, laica italiana, profesora titular de teología sistemática en el Instituto Superior de ciencias religiosas de la Toscana. Experta de la Red Eclesial de la Panamazonía (REPAM) en el Sínodo Especial para la Amazonía. Ellos presentaron las obras: En camino hacia una Iglesia constitutivamente sinodal y Sinodalmente. Forma y reforma de una Iglesia sinodal.

En camino hacia una Iglesia constitutivamente sinodal, son 25 cuadernillos de Sinodalidad. Cada uno tienen dos partes: la primera con reflexiones, y la segunda da propuestas de actividades concretas para la sinodalidad. Los cuadernillos se organizan en tres bloques y pueden ser aplicados en Parroquias, comunidades, colegios, etc. Muchos autores son parte de estas propuestas. Sinodalmente. Forma y reforma de una Iglesia sinodal, describe la eclesiología que está detrás de la propuesta de una Iglesia sinodal. La sinodalidad es una concreción madura de la Iglesia como “Pueblo de Dios”. La sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia. No es un título entre otros, sino una dimensión esencial en ella. Sus relaciones, dinámicas y estructuras son afectadas sobre la sinodalidad.

 

Padre Agenor Brighenti: “Eclesiología del pueblo de Dios”

Finalmente, el padre Agenor Brighenti, sacerdote de la diócesis de Tubarão en Brasil. Doctor en teología por la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica y profesor emérito de la Pontificia Universidad Católica de Paraná. Actualmente es el coordinador del Equipo de Reflexión Teológico-pastoral del CELAM, presentó su obra Eclesiología del pueblo de Dios.

“Esta obra quiere abordar los diferentes aspectos y componentes de la sinodalidad, sobre todo, pensando en la formación y en la implementación de una Iglesia sinodal, estos son los dos objetivos. El texto está estructurado según el modo de hacer teología en América Latina, es decir, tres capítulos dedicados al contexto de la sinodalidad, luego, otros tres capítulos dedicados a una teología de la sinodalidad y finalmente cuatro últimos capítulos que buscan caminos para la implementación de una Iglesia sinodal”.

Universitarios conversan con líderes sinodales

Unos 140 estudiantes universitarios, principalmente norteamericanos, se reunieron el viernes por la tarde en el Aula Pablo VI para dialogar directamente con los responsables de la Secretaría del Sínodo. El acto, titulado “Universitarios en diálogo con los líderes del Sínodo”, incluyó una serie de preguntas pertinentes planteadas por los estudiantes y respondidas por el cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, el cardenal Jean-Claude Hollerich, Relator del Sínodo, la hermana Leticia Salazar, Canciller de la Diócesis de San Bernadino, y Monseñor Daniel Flores, obispo de la Diócesis de Brownsville, en el sur de Texas. La estructura de la mesa redonda, que reflejaba la de la 2ª Sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, simbolizaba la visión del papa Francisco de que la Iglesia camine unida en un viaje de escucha y compromiso.


Afrontar el reto de escuchar

La primera pregunta fue planteada por Asia Chan, una estudiante de Trinidad y Tobago, que expresó su lucha por expresar la propia fe en una cultura diferente y se interesó por la forma en que la Iglesia podría mejorar las futuras consultas para garantizar que se escuchen más voces. El cardenal Grech respondió, reconociendo el reto y compartiendo que el actual proceso sinodal de la Iglesia no tiene precedentes en cuanto al alcance de la escucha. Señaló que, aunque todavía se puede mejorar, este sínodo ha implicado a mucha más gente que los anteriores.

“Durante el Sínodo sobre la Familia, dijo el Cardenal, sólo 80 de las 114 Conferencias Episcopales participaron. Esta vez han presentado su informe 112 de 114: eso significa que se ha escuchado a una buena parte de la gente”. También sostuvo que esta vez más de 20.000 personas participaron en una plataforma digital, por lo que “la participación ha sido muy buena y promete ser mejor en el futuro”.

“Escuchar es fundamental”, continuó, subrayando la importancia de escuchar no sólo las opiniones, sino también la guía del Espíritu Santo en un proceso que “ayudará a la Iglesia a ser más sinodal, creando una cultura del encuentro arraigada en la escucha tanto de Dios como de los demás”.


Implicar a los jóvenes marginados

Alexandra, una estudiante venezolana que creció en Oriente Medio, preguntó por qué los jóvenes no comprometidos con la Iglesia deberían preocuparse por la sinodalidad, y cómo podría la Iglesia crear espacios para aquellos que se sienten heridos por ella. El cardenal Hollerich subrayó la importancia de escuchar a la gente, no sólo sus opiniones, en el polarizado mundo actual. Señaló el choque de opiniones que caracteriza actualmente a los Estados Unidos y dijo que “la polarización es una forma de pensar muy alejada de la sinodalidad, como lo es el mundo digital, en el que sólo sigues a las personas que tienen las mismas opiniones que tú – y si no estás de acuerdo se vuelve muy opositor”.

Pero, añadió, “una persona con una opinión diferente no es un enemigo; somos parte de la misma humanidad. Tenemos que encontrar soluciones comunes”. En la Iglesia, continuó, es más fácil porque somos hermanas y hermanos; compartimos el mismo Bautismo. “Creo que el mundo puede aprender de ello”, aseguró, “y sería bonito que pudiéramos abrirnos a otras creencias y religiones para debatir en fraternidad global los grandes temas de nuestro mundo”. La sinodalidad ofrece una forma de unir a las personas, reconociendo su humanidad compartida. El mundo, declaró el cardenal Hollerich, podría aprender del planteamiento de la Iglesia sobre la sinodalidad, especialmente en la creación de espacios para un diálogo respetuoso que aborde cuestiones globales como la paz, la justicia y la ecología.


Fidelidad a la tradición en medio del cambio sinodal

Sondra, una estudiante de San Francisco, planteó su inquietud sobre la manera en que el énfasis en la experiencia en el proceso sinodal podría afectar a la fidelidad a la tradición y a la verdad. El obispo Flores le contestó garantizándole que la sinodalidad no compromete la misión de la Iglesia de proclamar el Evangelio. Reconoció el reto que supone escuchar a quienes tienen puntos de vista diferentes, pero afirmó que es esencial para comprender las realidades a las que se enfrenta la gente.

“¿Cómo permanecer fiel a la Iglesia? La Iglesia lleva 2000 años desordenada, pero el Espíritu la mantiene unida. ¿Qué aporto a Roma desde el sur de Texas? No me preocupa que la fe de la Iglesia se vea comprometida si nos escuchamos unos a otros”, afirmó. El proceso sinodal, explicó, ayuda a profundizar en el entendimiento sin socavar las enseñanzas fundamentales de la Iglesia.


Pasar del debate a la acción

Joseph, un estudiante de Nueva Orleans implicado en la pastoral juvenil, preguntó cómo podía el sínodo transformar los debates en acciones concretas. La hermana Leticia Salazar destacó la naturaleza transformadora del proceso sinodal. Lo comparó con la invitación de San Ignacio de Loyola a experimentar la Escritura como si uno estuviera presente en la escena. Sentarse en las mismas mesas que los participantes del sínodo, dijo, es una experiencia poderosa que fomenta la comunión y la transformación.

Sor Leticia expresó la esperanza de que los estudiantes lleven esta experiencia a sus comunidades, haciendo de la sinodalidad una realidad vivida. Añadió que el proceso no es meramente teórico, sino una forma de discernir y construir juntos como una Iglesia. “¿Qué va a pasar después de este tiempo aquí? Continuará en San Bernardino y espero que en toda la Iglesia”, dijo. “Es una manera de encontrar a Jesús en el otro, no es una idea, es construir juntos y discernir juntos la voluntad de Dios”. En este tiempo de polarización, continuó Sor Leticia, “la sinodalidad tiene una manera suave de anunciar la Buena Nueva de una manera muy respetuosa”.


Sinodalidad en la formación teológica y ministerial

Fabio, de El Salvador, estudioso de la teología, se interesó por las posibilidades de los seminarios y las facultades de teología para fomentar la sinodalidad. El obispo Flores respondió animando a teólogos y seminaristas a comprometerse con las realidades de las personas a las que sirven. Subrayó la trascendencia de salir de los ambientes académicos para experimentar la vida de los marginados. El cardenal Grech añadió que los seminarios y los programas teológicos deben ser reevaluados a través de una lente sinodal. Invitó a estudiantes y teólogos a contribuir a esta conversación en curso, subrayando que la sinodalidad debe impregnar todos los niveles de la formación de la Iglesia.


Diálogo interreligioso y sinodalidad global

Mika, de Cincinnati, formuló la sexta y última pregunta sobre cómo podría la Iglesia apoyar a los laicos en la promoción del diálogo interreligioso y qué lecciones podría aprender la sinodalidad de otras tradiciones religiosas. El cardenal Hollerich reflexionó sobre su experiencia en Japón, donde enseñó a estudiantes de diversas religiones. Contó cómo este encuentro le ayudó a reconocer que Dios ya está presente en todas las culturas y religiones.

El purpurado hizo hincapié en que la sinodalidad puede enseñar al mundo que la religión no debe ser fuente de conflicto, sino más bien un camino hacia una mayor fraternidad, y pidió a la Iglesia que actúe junto con otras tradiciones religiosas para afrontar los retos globales, como la justicia social y ecológica, como hermanos y hermanas unidos por una misión común. “Tenemos que demostrar que no nos limitamos a hablar, tenemos que actuar juntos, reunirnos y crecer en estima, amor y amistad y actuar por el bien de la humanidad. Eso forma parte de nuestra misión, y parte de esa misión es también proclamar a Dios”, afirmó.

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Fuentes

Vatican News (2) / Videos: Vatican Media / Foto: Vatican Media

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