Francisco: “Asumir responsabilidades para recuperar la confianza”

11:00 a.m. | 28 may 22 (VTN/NCR).- El Papa ha pedido a los episcopados del mundo implementar los centros especiales que sean necesarios para captar y acoger a las víctimas de abusos sexuales por parte del clero, advirtiendo que los fieles seguirán perdiendo la confianza en la Iglesia si no se actúa con responsabilidad y transparencia. Reunido con los miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores les exigió un trabajo cercano con las conferencias episcopales para elaborar un informe anual que exponga sus avances. Mientras tanto, Portugal se unió a la lista de países en que la Iglesia creó una comisión externa para la investigación de estos casos. Se ha presentado un informe preliminar.

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Francisco instó a su comisión asesora en materia de abusos sexuales -que creó en 2013 como un organismo ad hoc y que recientemente se integró plenamente en la estructura del Vaticano- a que ayude a las conferencias episcopales de todo el mundo a establecer centros de acogida de supervivientes donde las víctimas puedan encontrar consuelo, sanación y justicia. Además, pidió que la comisión -trabajando muy de cerca con las conferencias episcopales- lleve a cabo una auditoría anual sobre lo que está haciendo globalmente la jerarquía católica, y lo que debe cambiar, para proteger mejor a los niños y adultos vulnerables de los abusos.

“Si no hubiera progresos, los fieles seguirían perdiendo confianza en sus pastores, haciendo cada vez más difícil el anuncio y el testimonio del Evangelio”, advirtió. Este ha sido el más reciente gesto del Papa argentino para tratar de abordar la actual crisis de credibilidad en la Iglesia católica por su legado de abusos sexuales de sacerdotes y su encubrimiento, y lo que eran tibias respuestas desde el Vaticano al trauma sufrido por las víctimas.

Francisco reunió un grupo de especialistas, conocido como la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, en el primer año de su pontificado para asesorar a la Iglesia sobre las mejores prácticas para proteger a los menores y prevenir los abusos. Pero, su accionar limitado ha frustrado a algunas víctimas, sus esfuerzos externos de rendición de cuentas encontraron resistencia y una de sus mayores recomendaciones iniciales -un tribunal especial del Vaticano para procesar a los obispos que encubrieran a los pederastas- no llegó a ninguna parte.

Pero Francisco ha tratado de dar nueva vida a la comisión. En su reciente reforma de la burocracia vaticana (curia), ha incorporado a la comisión como parte del recién denominado Dicasterio para la Doctrina de la Fe, la oficina vaticana que procesa los casos de abuso sexual del clero en todo el mundo, y que cuenta con una historia y un peso importante. En su discurso a los miembros de la comisión, Francisco les aseguró que al integrarlos más en la burocracia vaticana no intentaba de ninguna manera coartar su libertad o independencia ni limitar su mandato, sino todo lo contrario, dijo. “Es vuestra tarea expandir el alcance de esta misión de forma que la protección y el cuidado de las personas que han sufrido abusos se vuelva norma en todo ámbito de la vida de la Iglesia”, dijo.

La creación de centros de acogida especiales para las víctimas, si es efectiva, podría ayudar a responder a una antigua queja de las víctimas de abusos, que a menudo informan de experiencias negativas con la jerarquía eclesiástica cuando denuncian a un sacerdote abusador. Es común que se les deje en la oscuridad sobre el progreso de sus casos y no hay un verdadero acompañamiento que les ayude a sanar. Francisco aprobó en 2019 una nueva ley eclesiástica que dice explícitamente que los supervivientes tienen derecho a conocer el resultado de sus casos, y también levantó el secreto pontificio que cubría esas investigaciones para facilitar la transparencia con las víctimas, así como con las agencias de la ley.

Pero los defensores de las víctimas afirman que la Iglesia aún tiene un largo camino que recorrer para abordar adecuadamente a las víctimas y el trauma a largo plazo que experimentan. “El testimonio de los supervivientes representa una herida abierta en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia”, dijo Francisco.

 

Conferencia de prensa de la Comisión

“El Papa nos ha dado un mandato claro sobre las líneas guía para las diócesis y las órdenes religiosas en el tema de los abusos a menores. Nuestra prioridad es encontrar a los supervivientes y nuestra tarea es supervisar, promover y estimular”. Así resume el cardenal Sean Patrick O’Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, ante los periodistas los principales temas de la audiencia con el Papa al término de la asamblea plenaria de la comisión. El P. Andrew Small, secretario de la comisión, también participó en la conferencia. Destacó la autonomía e independencia de la comisión, “que tiene una estructura única, con un presidente nombrado directamente por el Papa”. El vínculo con un dicasterio que se ocupa de la doctrina y la moral ofrece, para el padre Small, “una protección proactiva de la dignidad humana”.

Sobre el informe anual que el Papa ha requerido, comentó que el encuentro con los obispos que vendrán al Vaticano para las visitas “Ad Limina” será una de las ocasiones para recoger información que se incluirá en ese reporte. Al referirse a necesidades inmediatas, comentó que hay supervivientes, víctimas de abusos, que necesitan ayuda, la acogida, la compasión de la Iglesia y de los pastores. “Nuestra primera tarea es reconstruir la confianza”.

Por último, el chileno Juan Carlos Cruz, que representa a los supervivientes de los abusos en la comisión, subraya que es importante que los medios de comunicación hablen de esta violencia, “porque no ha terminado”, aunque es cierto que lo que está surgiendo es sólo la punta del iceberg. “Es importante que las conferencias episcopales abran estas oficinas donde las víctimas puedan dirigirse -explica- y debemos informar a la Santa Sede sobre esta labor de creación de los centros”. La transparencia en el trabajo de las diócesis también es crucial. “Los supervivientes nos preguntan- dice Cruz- ¿dónde está mi caso? Y nadie responde. No son expertos en asuntos legales, y preguntan dónde está su caso. ¿Cómo podemos ayudarles? El silencio no es humano y no es correcto”.

Hay algo en la cultura católica que hace casi imposible decir “me he equivocado y dimito”

“Hay una dificultad en afrontar mi propia responsabilidad”. Así de rotundo se mostraba el jesuita Hans Zollner, destacado miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, en Lisboa durante la presentación de los resultados iniciales de la comisión que investiga la cuestión en Portugal. Para el experto, hay algo en la cultura católica que hace casi imposible decir “admito que me he equivocado y asumo las responsabilidades, dimito, hago una penitencia”.

Zollner alabó el “paso adelante valiente” que ha dado Portugal con esta investigación y denunció los “mecanismos” para defenderse a sí mismas de algunas instituciones eclesiales “a costa” del sufrimiento de las víctimas. “Es algo que no puedo entender racionalmente, por qué hacemos que sea tan difícil afrontarlo”, sentenció según recoge la agencia EFE. Valorando el trabajo iniciado en el país luso, destacó que “ha habido un esfuerzo muy serio para establecer la comisión y preparar el trabajo” uniendo expertos de distintos ámbitos. Además, dicho equipo no solo recopilará datos de las víctimas, sino que un equipo de historiadores y archivistas está buceando en los archivos de las diócesis, algo a lo que ningún prelado se ha negado.

Información adicional
Antecedentes en Buena Voz Noticias
Fuentes

National Catholic Reporter / Vatican News / Oficina de Prensa Vaticana / Vida Nueva / Videos: Rome Reports / Foto: Alessandra Tarantino – AP

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