“El Evangelio también se puede vivir en la empresa”
2:00 p m| 30 nov 18 (VN/EP).- Domingo Sugranyes, presidente de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice (organización de laicos católicos líderes en el ámbito de las finanzas y negocios), participó de un coloquio realizado en España sobre “La Iglesia, la ética y el dinero”. Se buscó debatir sobre el documento pontificio “Oeconomicae et Pecuniariae Quaestiones” -presentado a mediados de año-, que señala algunos riesgos e injusticias del sistema financiero global y alternativas.
Sugranyes conversó con la revista Vida Nueva de algunas inquietudes sobre el encuentro y los argumentos del documento vaticano: “Dentro de la Iglesia hay mucho que hacer para dejar de considerar lo económico como algo que no nos concierne a todos”. En el coloquio expuso también Fernando Giménez, especialista en asuntos económicos del episcopado español, y señaló la necesidad de cursos sobre ética económica obligatorios en la educación superior.
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Domingo Sugranyes: “Hay que redescubrir entre todos la ética en el mundo de las finanzas”
-¿Qué ha aportado el documento vaticano “Oeconomicae et pecuniariae quaestiones” en cuanto al discernimiento ético sobre aspectos económicos y financieros?
El documento sorprendió a mucha gente cuando salió a la luz el pasado mes de mayo. Viene del Vaticano, de dos dicasterios muy importantes y, si bien no se trata de una encíclica, es un documento aprobado por el Santo Padre para la discusión. Es sorprendente que la Santa Sede tome partido en estas cuestiones, aunque es cierto que el Papa, como ha demostrado muchas veces, tiene una posición firme contra la llamada economía del descarte, así como a favor de la ecología integral.
Pero, además, quiere que haya debate sobre los distintos puntos de la economía para que esta se ponga en favor del desarrollo humano. El texto no da soluciones, de hecho algunos de los puntos suenan como condenas, son muy duros, mientras que otros necesitan un análisis más profundo de los que da el propio documento.
-¿Cree que el documento es válido para los empresarios católicos o lo es para cualquier empresario?
Es una invitación al diálogo y al debate, no una hoja de ruta, pero yo creo que tiene algo extraordinariamente positivo porque hay una inspiración de fondo cuando habla de poner en el centro de cualquier aspecto de actividad económica a la persona como un ser relacional. Las personas somos complejas y el documento no condena al mercado, sino que apela a que la participación de todos ayude a redescubrir la ética en el mundo de las finanzas.
Y estos aspectos éticos son comunes a toda la humanidad, sea cual sea el credo o posición religiosa o no religiosa. De hecho, así lo define el documento, pero para el creyente todo esto adquiere una dimensión mucho más significativa. En el mundo católico ha habido muchas veces el impulso de apartarse de lo económico, y el documento va en contra de esta doble moral.
-¿Es hoy la Iglesia una institución transparente en materia económica?
Siento un poco que el documento no haga referencia a ello, pero la Santa Sede ha hecho reformas muy profundas que comenzaron con el papado de Juan Pablo II, pero que se incrementaron sobre todo con Benedicto XVI y ahora con Francisco. Se han cambiado leyes y una serie de cosas que han hecho que el Vaticano deje de estar fuera de distintas regulaciones.
-Usted ha trabajado en la empresa privada. ¿Se puede ser fiel al Evangelio cuando hay que competir?
El Evangelio se puede vivir en la empresa porque esta dirigido a todos. De hecho, se debe vivir en todos los aspectos de la vida, ya que no se puede ser católico solo el domingo. La difusión de los planteamientos éticos en las empresas no se ha hecho siempre con la mejor capacidad de ejemplo por parte de la dirección.
Sin embargo, todo eso está hoy bajo examen en las empresas, en las escuelas de negocios… como consecuencia de la crisis económica. Además, las necesidades del mundo actual, sobre todo en materia tecnológica, plantean nuevos retos para las entidades. Realmente lo que hace falta es formar bien en materia económica.
Habría que dedicar más interés del que se está dedicando ahora a la formación financiera desde la educación. Incluso, si se quiere, en las parroquias, donde la Doctrina Social de la Iglesia tiene poca presencia. Los cristianos de a pie que van los domingos a misa no saben de esto. Dentro de la Iglesia hay mucho que hacer para dejar de considerar lo económico como algo que no nos concierne a todos. El documento lo dice, no es un tema ajeno. Todos podemos hacer algo.
Giménez Barriocanal (CEE) ve necesario incluir una asignatura de ética económica en la Universidad
El vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española y presidente de COPE, Fernando Giménez Barriocanal, apostó por incluir en los estudios universitarios empresariales una asignatura de ética económica.
“Ponemos un parche que es la regulación, como ponemos parches que son las normas, pero el problema de fondo no está ahí sino en el modo de actuar, si yo voy a dedicarme a ver por dónde me puedo saltar la norma o si realmente tengo una forma de entender la economía como creación de valor y búsqueda del bien común”, ha asegurado Barriocanal.
Así lo ha indicado durante el coloquio “La Iglesia, la ética y el dinero” basado en el análisis del documento vaticano “Oeconomicae et pecuniariae quaestiones” de consideraciones para un discernimiento ético sobre algunos aspectos del actual sistema económico y financiero. Barriocanal ha recordado su etapa como decano de la Facultad de Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid, cuando diseñaron los planes de estudio y ha indicado que fue “un empeño personal” que se incluyese dicha asignatura de ética económica pero “fue imposible”.
Precisamente, el documento vaticano analizado presenta como “deseable” que, “sobre todo las universidades y las escuelas de economía, en sus programas de estudios, de manera no marginal o accesoria, sino fundamental, proporcionen cursos de capacitación que eduquen a entender la economía y las finanzas a la luz de una visión completa del hombre, no limitada a algunas de sus dimensiones, y de una ética que la exprese”.
Además, durante el coloquio, los ponentes han puesto de relieve la importancia de incluir una educación financiera básica desde la Educación Secundaria Obligatoria. Para la directora de aspectos regulatorios para la región EMEA de CFA Institute (entidad organizadora Mundial de los exámenes para el título de Chartered Financial Analyst), Josina Kamerling, llegar a la Universidad sin estos conocimientos “es demasiado tarde”.
Por su parte, el consejero ejecutivo responsable de economía, regulación y relaciones institucionales de BBVA, José Manuel González-Páramo, ha subrayado que “el primer interesado” en que exista una buena formación financiera es “la propia entidad financiera”. En este sentido, ha puesto el ejemplo de México donde, para obtener una hipoteca con este banco, los clientes tienen que hacer unos módulos formativos.
Además de la educación, los ponentes han subrayado otros puntos del documento pontificio que ponen de relieve la importancia de la ética en la dirección y gestión de una empresa. Así, González-Páramo ha apelado a una “rentabilidad ajustada a principios” y ha precisado que “no todo vale para conseguir una buena cuenta de resultados”.
Antecedentes en Buena Voz:
- Dinero para el bien: Santa Sede sobre economía y finanzas actuales
- Francisco: “El dinero, el de verdad, se hace con el trabajo que dignifica”
Fuentes:
Vida Nueva / Europa Press