“Ahora es el momento de aplicar lo que dice el Vaticano II sobre los laicos”
7:00 p m| 14 jul 17 (AMERICA/BV).- “El futuro de la Iglesia depende de los laicos”, y aquel futuro empieza ya. El cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, está más que convencido de que “este es el momento en la vida de la Iglesia en el que podemos intentar implementar aquello de lo que ya hablaba el Concilio Vaticano II: el papel de los laicos”.
En una entrevista concedida a America, el purpurado norteamericano -residente en el Vaticano desde agosto del año pasado- lamenta los “malentendidos y confusión” que han rodeado en un momento u otro la llamada conciliar de que todo el pueblo de Dios asuma el protagonismo que le corresponde como bautizados.
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La implementación del papel de los laicos como protagonistas de la Iglesia “se ha frenado a veces por varias razones”, dijo el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. “Hubo malentendidos y confusión acerca de esto. Hemos pasado mucho tiempo discutiendo entre nosotros, y creo que hemos perdido demasiado tiempo y terreno, pero ahora es el momento adecuado”. Como prefecto desde el 17 de agosto de 2016, el Cardenal Farrell está ahora en condiciones de llevar a los laicos a posiciones de liderazgo en la Iglesia.
“Los laicos tienen una vocación que cumplir en la Iglesia, y yo creo firmemente que su futuro depende de ellos. Siempre he sentido la necesidad de promover a los laicos dentro de la Iglesia y en su organización”, dijo.
El ex obispo de Dallas dijo que estamos en un momento “kairos” para los laicos en la Iglesia, y el Papa está de acuerdo.
El Cardenal Farrell ha tenido varias reuniones privadas con Francisco desde su llegada a Roma. “Cada vez que lo encuentro en ceremonias o eventos, siempre viene y me pregunta cómo van las cosas”, dijo. “Se nota su permanente interés en saber cómo vamos”.
El nuevo estatuto del dicasterio apoya y fomenta “la presencia activa y responsable de laicos en los órganos consultivos de gobierno en la Iglesia a nivel universal y particular”. El prefecto debe ser un cardenal, pero el secretario (el segundo a cargo) podría ser un laico. Pero, el cardenal dijo: “La persona que dirige la oficina del laico tiene que entender todo acerca de los movimientos dentro de la Iglesia y la ley canónica”.
Con respecto a las movidas de personal, el 31 de mayo Francisco nombró como secretario del dicasterio a un sacerdote brasileño de 46 años, el Rev. Alexandre Awi Mello, que era el director nacional del movimiento de Schoenstatt en Brasil. Se había desempeñado como traductor del Papa durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2013 en Río de Janeiro.
Una sección del dicasterio se ocupa de la familia, y el cardenal dijo que “le gustaría poder elegir un hombre o una mujer que esté casada y tenga una familia para dirigir esa oficina porque tendría más credibilidad y, además, porque debería ser alguien que entienda la vida y la familia, la moralidad y todo lo demás. Pero se necesitan personas calificadas; no es tan sencillo como poner a alguien allí y decirle: Este es tu trabajo. Ahora te toca aprender”.
El 2 de mayo, el Papa nombró a Marta Rodríguez, española, consagrada del Regnum Christi (el grupo laico de los Legionarios de Cristo) y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Mujer en la Pontificia Universidad Regina Apostolorum de Roma, como directora de la oficina para los asuntos de las mujeres.
“Ha sido complicado encontrar laicos competentes para llenar esas posiciones”, dijo el cardenal Farrell, y esto es particularmente cierto ya que quiere internacionalizar el dicasterio. Pero, en las últimas semanas ha logrado identificar a personas adecuadas y espera llenar las posiciones clave a mediados de septiembre. Esto es especialmente importante ya que hay dos grandes acontecimientos internacionales en el horizonte que requieren importantes aportaciones de su dicasterio: el Encuentro Mundial de las Familias en Dublín, del 22 al 26 de agosto de 2018, y el Día Mundial de la Juventud en Panamá, del 22 al 27 de enero, 2019.
El dicasterio dirigido por el cardenal Farrell fue creado a partir de la fusión de tres consejos diferentes (el laicado, la familia y la vida). “Hicieron un trabajo maravilloso durante muchos años”, dijo. “Pero ahora tiene que haber un cambio de mentalidad y capacidad para adaptarse a la realidad de la vida pastoral de la Iglesia de hoy. Las cosas se mueven mucho más rápido ahora que en el pasado, y creo que tenemos que ponernos al día. Un cambio de cultura es necesario, con respecto a lo que hacemos y cómo lo hacemos”.
Explicando el cambio de cultura que se requiere, el cardenal dijo: “Tenemos que ser, como dice el Papa, una Iglesia que sale, una Iglesia misionera. Necesitamos escuchar lo que está pasando, asimilar lo que nos dicen los obispos y no tener respuestas preparadas. A veces en el pasado, nosotros [los oficiales del Vaticano] nos precipitamos al responder y decir a los obispos lo que tenían que hacer en determinada situación, sin conocerla a profundidad.
“El Papa quiere que escuchemos al pueblo y entablar el diálogo”, dijo el Cardenal Farrell. Lo ha explicado al personal de su dicasterio en la preparación para las visitas ad limina con los obispos de todo el mundo y dijo que “si bien pueden haber problemáticas mencionadas en los informes sobre las que quizás queramos comentar”, no es tarea de los funcionarios vaticanos “decirle a la gente qué hacer en determinadas situaciones”. El ad limina “es un encuentro con los obispos, un intercambio con ellos, tratando de animarlos en su misión de ser una Iglesia que escucha”.
Amoris Laetitia, la exhortación post-sinodal de Francisco sobre la familia, “va a ser el plan de acción” para el Encuentro Mundial de las Familias, dijo el cardenal. Sobre la base de los comentarios que ha recibido de los obispos en al menos ocho visitas ad limina, cree que el documento está siendo bien recibido. “Ni siquiera uno ha tenido algo negativo que decir sobre Amoris Laetitia. Ha caído muy bien en la Iglesia”, dijo.
El cardenal Farrell sabe que hay “algunos que no están de acuerdo”, pero comentó: “va a haber gente que no está de acuerdo con todos los documentos que hemos publicado, como sucedió en el Vaticano II. Cuando Populorum Progressio fue publicado, no me digas que no hubo desacuerdo entonces. En ese tiempo, yo era un sacerdote en la Arquidiócesis de Washington, y lo recuerdo bien. Y hasta hoy hablan de Humanae Vitae“.
En Estados Unidos, dijo, “la mayoría de los obispos la han recibido (Amoris Laetitia) de manera positiva, pero hay uno que otro que tienen miedo de abrirse a una Iglesia que es más acogedora, más misericordiosa y así sucesivamente. Creo que a veces les gusta que las cosas sean en blanco y negro, pero la vida humana no siempre es así. Queremos respuestas preparadas, respuestas simples para cada pregunta, pero eso no funciona así”. Para un contexto apropiado, recomendó que la gente leyera los capítulos uno a siete de Amoris Laetitia antes de llegar al capítulo ocho, que trata la cuestión de la comunión para divorciados y vueltos a casar (católicos).
El cardenal Farrell predice que la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá “será fantástica porque está en un lugar único”. El sitio también permite “a los jóvenes de Centroamérica que no tendrían la posibilidad de ir a una Jornada Mundial de la Juventud, poder asistir. Espera que sea “una ocasión que impulse el sentido de solidaridad y fraternidad entre los jóvenes, como ocurrió en Río y Cracovia, y que sería muy bueno para los países centroamericanos”. Que “uno de los efectos sea encaminar la paz, traer fraternidad para todos los países centroamericanos “.
El Papa “será una gran atracción, esperamos y rezamos cada día que él estará allí. Anda muy bien de salud, y espero que esté allí “, dijo el cardenal.
Francisco ha dejado claro que “quiere estar cerca de los jóvenes en este evento”, dijo el cardenal Farrell. “Además, ha convocado la Asamblea del Sínodo precisamente para los jóvenes, quiere escucharlos, quiere saber qué piensan y cuáles son sus preocupaciones. Y espera que las conferencias episcopales de todo el mundo encuentren maneras de hacer que los jóvenes respondan al cuestionario que la oficina del Sínodo ha enviado”.
Dado que el cardenal Farrell ha observado de cerca a Francisco, concluí la entrevista pidiendo su opinión sobre el primer Papa de América. Él respondió: “Es muy pensativo, profundamente espiritual, cuidadoso y comprometido. Yo diría que pocas personas en mi vida me han impresionado como él en el sentido de ser como Cristo, cristiano. La gente tiene sus propias ideas y sus propios conceptos de personas como la Madre Teresa, pero puedo decir que pocas personas me han impresionado de una manera cristiana como el Papa Francisco”.
“Él no es una persona mediática. No es un showman. Pero lo que hace, la forma en que se acerca a un niño, la forma en que trata a los enfermos o en general la manera como se dirige a las personas cuando les conversa, es como si fuera la única persona que le preocupa en el mundo. Por eso es tan popular, y eso es lo que atrae y eso es lo que lleva a la gente a la Iglesia”.
Fuente:
America Magazine