Patriarcas ortodoxos y católicos visitan Erbil para apoyar a iraquíes desplazados
9.00 p m| 28 ago 14 (CNS/BV).- Una delegación de patriarcas católicos y ortodoxos visitó Erbil en Irak, para mostrar su apoyo y solidaridad con los más de 100.000 cristianos y minorías desplazadas en el país por el avance del Estado Islámico de Irak y Siria, grupo insurgente conocido como ISIS por sus siglas en Inglés (Islamic State of Iraq and Syria). Al finalizar la jornada en Irak, los patriarcas se desplazaron a Bkerké en Líbano, en donde emitieron un comunicado final en el que denuncian “los crímenes contra la humanidad” cometidos por el Estado Islámico en Irak “contra los cristianos, yazidis y otras minorías”.
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El cardenal libanés Bechara Rai, patriarca de los católicos maronitas, dijo que la visita fue “un primer paso en la implementación de una declaración emitida por los patriarcas”, refiriéndose a la producida en una cumbre especial a inicios de agosto para hacer frente a la crisis que enfrentan los cristianos en Irak y Siria.
“La primera -y esencial- cláusula en la declaración es nuestro apoyo a los cristianos que han abandonado sus casas por las hostilidades del Estado Islámico (EI) y otras organizaciones terroristas”, dijo el cardenal Rai.
El cardenal Rai estuvo acompañado por el Patriarca melquita católico Gregorio III Laham, el Patriarca sirio católico Ignacio José III Younan y el Patriarca de la Iglesia ortodoxa siria, Ignacio Aphrem II Karim.
A su llegada a Erbil, la capital de la región kurda de Irak, los prelados se reunieron con el Patriarca católico caldeo Luis Rafael I Sako (también Arzobispo de Bagdad) y las autoridades locales, entre ellos el ministro del Interior regional del Kurdistán Karim Sinjari y el Gobernador de Erbil, Nawzad Hadi.
Los patriarcas visitaron a los refugiados -provenientes de la Llanura de Nínive- y oraron con ellos en tres iglesias en Erbil. Los refugiados huyeron después de ser advertidos por los militantes del Estado Islámico a convertirse al Islam y pagar el impuesto Jizya, o ser asesinados. Muchos fueron despojados de sus pertenencias antes de ser forzados a huir.
“Queremos que todos los cristianos, musulmanes, yezidis, sunitas, chiítas y kurdos permanezcan en Irak y no la abandonen, porque esta es nuestra patria, es nuestra cultura y civilización, y no queremos desprendernos de ella” dijo el cardenal Rai a los periodistas. “Con los que quieran ayudarnos, debemos ponernos a trabajar para detener la injusticia y ayudar a nuestra gente a recuperar sus derechos. Esto es lo que queremos de los que quieren ayudar.”
Más tarde, les dijo: “No podemos quedarnos de brazos cruzados y ver como el mal oprime al pueblo. Vamos a llevar nuestra causa a todo el mundo.”.
La Agencia Nacional de Noticias de Líbano informó que la delegación recibió una promesa de las autoridades kurdas que los cristianos serán protegidos “hasta la última gota de sangre”.
Los patriarcas hicieron hincapié en que su prioridad es el retorno seguro de todos los refugiados, y para los cristianos y las minorías poder permanecer en su patria.
“Exigimos que a los desplazados se les permita regresar a su tierra con dignidad. No aceptaremos nada menos que eso”, dijo el cardenal Rai.
En una conferencia de prensa antes de salir de Irak, los patriarcas expresaron su respaldo a los derechos humanos, incluido el derecho de los cristianos a permanecer en sus hogares.
“No podemos tolerar la tragedia que hemos visto aquí hoy”, dijo el patriarca ortodoxo Ignacio. Instó al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, a que visite las regiones para determinar si los iraquíes desplazados pueden seguir viviendo de esa manera. También agregó el cardenal Rai: “Es inaceptable que se permita a las organizaciones terroristas eliminar comunidades enteras en el siglo 21”
“No piensen en emigrar; protejan sus raíces”, dijo el cardenal a los cristianos. “Estamos de su lado y vamos a levantar nuestra voz a la comunidad internacional para actuar contra el terrorismo”. Hizo un llamado a una “movilización de la comunidad internacional” para frustrar la amenaza del Estado Islámico y otros grupos terroristas.
El Patriarca Sako dijo que las milicias no eran la solución.
“La legítima defensa es un derecho sagrado, pero la formación de milicias arruinará Irak”, dijo el patriarca Sako. “Las fuerzas de seguridad del Estado deben defender al pueblo.”
El Papa Francisco ha expresado su preocupación por las minorías iraquíes y envió a un emisario especial, el cardenal Fernando Filoni, quien llegó a Irak el 13 de agosto.
Durante una conferencia de prensa el 18 de agosto a bordo del avión papal, el Papa Francisco dijo que su llamado a la ONU para que “tome medidas a fin de terminar la tragedia humanitaria en curso en Irak”, fue una de una serie de medidas que había considerado con funcionarios del Vaticano, incluyendo su decisión de enviar al Cardenal Filoni para reunirse con la iglesia, representantes del gobierno y refugiados de la región.
El mismo día, el Cardenal Filoni y el Patriarca Sako solicitaron ayuda a la comunidad internacional para liberar a los pueblos controlados por el Estado Islámico y para proporcionar a los desplazados protección internacional.
Sobre el comunicado al finalizar la visita
En un comunicado emitido al final de su reunión, que se ha celebrado en Bkerké (ciudad libanesa situada a 25 km al norte de Beirut), los patriarcas y jefes de las Iglesias Orientales denuncian “los crímenes contra la humanidad” cometidos por el Estado Islámico en Irak (Daech, en árabe) “contra los cristianos, yazidis y otras minorías”.
Los Patriarcas señalan que la presencia cristiana está amenazada en varios países, sobre todo en Egipto, Siria e Irak. “Los cristianos de estos países son víctimas de asaltos y crímenes atroces, que los llevan a emigrar por fuerza de sus países, donde son ciudadanos originarios desde hace más de mil años. Las sociedades árabes e islámicas se ven de este modo privadas de una riqueza humana, cultural, científica, económica y nacional importante”, dice el documento enviado a la Agencia Fides.
Los patriarcas recuerdan la “gran catástrofe que se ha abatido ahora sobre los cristianos de Iraq, de Mosul y de los 13 pueblos de la llanura de Nínive, así como sobre los yazidis y otras minorías”. Después de empujar al éxodo a 120.000 personas, el Estado Islámico ha saqueado iglesias, mezquitas y santuarios, y demolido las casas abandonadas por aquellos que se han visto obligados a refugiarse en las zonas kurdas de Erbil (que alberga a 60.000 personas) y de Dahuk (con aproximadamente 50.000 personas).
Dando las gracias a los que prestan asistencia humanitaria a los desplazados internos, los Patriarcas piden una acción decisiva para detener los “actos criminales” del Daech. Piden en particular a las instituciones islámicas que hablen contra los grupos Daech y similares, que por sus acciones “dañan considerablemente la imagen del Islam en el mundo”.
Al final de la reunión los patriarcas y jefes de las Iglesias Orientales se han reunido con Monseñor Gabriele Caccia, nuncio apostólico en Beirut, y los embajadores de los Estados Unidos, Rusia y Gran Bretaña, así como el representante personal del Secretario General de la ONU en el Líbano, y los primeros Consejeros de la Embajada de Francia y China.
Patriarca caldeo: “Lo que se ve supera cualquier febril imaginación”
“He visitado los campos de refugiados en las provincias de Erbil y Dohok y lo que se ve y lo que he oído ¡va ya más allá de cualquier febril imaginación!” Así lo ha explicado el Patriarca caldeo Louis Raphael I Sako en un comunicado enviado a la agencia AsiaNews. Además, hace un llamamiento a la comunidad internacional y el mundo musulmán “que aún no han comprendido la gravedad de la situación”.
Por otro lado, el patriarca señala que los cristianos iraquíes y otras minorías en el país han recibido “un golpe terrible” en el “propio corazón de su vida”, privados de cualquier derecho, de la propiedad, e incluso de los documentos. Asimismo, el patriarca advierte que “frente de una campaña con la mira puesta en eliminar a los cristianos de Irak y las minorías, el mundo aún no ha entendido la gravedad de la situación”. Y añade que “es la segunda fase de la catástrofe”, o “la migración de estas familias” en muchas partes del mundo, causando “la disolución de la historia, el patrimonio y la identidad de este pueblo”.
Sako explica en el comunicado que el fenómeno de la migración tiene un “gran impacto” tanto en los cristianos como los propios musulmanes, porque “Irak está perdiendo un componente insustituible” de su sociedad. Por otro lado, reconoce que la comunicad internacional, encabezada por Estados Unidos y la Unión Europea, “que al tiempo que reconoce la necesidad de una solución rápida, no ha tomado medidas concretas para aliviar la suerte de una población maltratada”.
“El fundamentalismo religioso sigue creciendo en fuerza y poder, lo que resulta en tragedias, mientras que nosotros -los cristianos- sorprendemos si le pedimos a los líderes musulmanes e intelectuales musulmanes que han comprendido la gravedad del problema”, afirma el patriarca caldeo. Y por eso señala que en Irak es necesario promover una cultura de encuentro y respeto, que considera a “todos los ciudadanos con igualdad de derechos”.
También dedica unas palabras para llamar a la acción concreta a nivel internacional para salvar a los cristianos y yazidíes, “piezas originales” de la sociedad iraquí en peligro de desaparecer, a la vista de los acontecimientos “terribles y horribles”. Por esta razón, advierte que el silencio y la pasividad “alentarán a los fundamentalistas de Isis a cometer nuevas tragedias”.
Finalmente, lanza una advertencia a la Iglesia mundial porque frente a un testimonio de fe fuerte de los cristianos iraquíes, no sirven “declaraciones continuas” sino “una verdadera” comunión que hemos experimentado con la visita del enviado personal del papa Francisco (el cardenal Fernando Filoni) y de los patriarcas”. Y así, concluye reconociendo que “respetamos las razones de los que quieren emigrar pero para aquellos que desean permanecer, queremos recordar las raíces plantadas en esta tierra y nuestra larga historia. Dios tiene su plan para nuestra presencia en este mundo y nos invita a portar el mensaje de amor, la fraternidad, la dignidad y la convivencia armónica”.
Fuentes:
Catholic News Service / Agencia Fides / Daily Star de Líbano