La misión para los comunicadores católicos en América Latina

Misión para Comunicadores Católicos

6.00 p m| 6 ago 13 (BUENA VOZ).- Comunicadores promotores de la cultura del encuentro y con llegada a las periferias existenciales, son las dos grandes características que propone Monseñor Claudio María Celli en su mensaje a la Organización Católica de Comunicadores de América Latina y el Caribe (OCCLAC), con motivo de su Asamblea de Delegados Nacionales. El objetivo del mensaje del Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales es impulsar la misión que fue convocada desde la Asamblea de Aparecida.

Un extracto de su mensaje:

Actualmente, los medios de comunicación se han hecho imprescindibles. Estamos siendo testigos de grandes cambios, no sólo a nivel tecnológico y cultural, sino también en la historia de la Iglesia. Por la Providencia ha sido elegido un Papa del sur del mundo, y concretamente de un continente que está unido por los sufrimientos y esperanzas de sus pueblos, por sus grandes desafíos; y estigmatizado por las grandes desigualdades que se encarnan sobre todo en los pobres y en los que más sufren.

Recientemente, el Cardenal Ouellet se dirigió a los obispos de América Latina con motivo de la elección del Papa Francisco, planteando algunas preguntas que vuelvo a proponer en esta ocasión a los comunicadores católicos. Son preguntas que pueden ayudarnos a reflexionar sobre el significado de un Papa latinoamericano para nuestra misión de comunicadores católicos:

¿Qué significa para la “misión continental”, que el Papa Francisco lleva ciertamente en su corazón? ¿Qué significa para el discipulado en sus comunidades cristianas? ¿Qué significa para el bien de sus pueblos y naciones? ¿Qué significa para la solicitud apostólica universal de la Iglesia latinoamericana y su colaboración con el ministerio universal del Sucesor de Pedro, para irradiar el Evangelio hacia todos los confines de la tierra?

Desde la reflexión que puede emerger de estas preguntas válidas para los comunicadores católicos del continente, deseo subrayar en estas dos características que pueden ayudarnos a impulsar la Misión Permanente a la que hemos sido convocados en la Asamblea de Aparecida.


Comunicadores promotores de la Cultura del Encuentro

Hoy en día, la barrera digital no es la única causa de incomunicación; en una sociedad siempre conectada, el ser humano, en tantas circunstancias, vive más aislado que nunca y encuentra gran dificultad en iniciar una verdadera comunicación interpersonal.

El Papa Francisco nos propone instaurar y promover una cultura del encuentro con los demás, a partir de la fe que nace del encuentro personal con Jesús. Nuestros países en América Latina sufren la división económica y política que tantas veces separan a los hermanos y hermanas de este gran continente.

En muchos contextos geográficos, la vocación comunicadora se encuentra con grandes dificultades debido a que en ocasiones se aprueban normas que atentan contra la libertad de expresión, de opinión, y de prensa. Nuestra postura cristiana será la de buscar todas las vías lícitas para denunciar estas situaciones de injusticia y promover la difusión de la verdad. Decir la verdad sobre el hombre a la luz de la Palabra es una de las misiones del comunicador católico en América Latina.


Llamados a comunicar a Cristo en las periferias existenciales

Podríamos afirmar que tantos hermanos y hermanas de este continente latinoamericano y del Caribe se encuentran en la periferia; lo mismo sucede con tantos comunicadores y medios de comunicación católicos que forman parte de una periferia respecto al enorme mercado de los grandes medios de comunicación comerciales.

Para todos los comunicadores católicos y, en especial, para aquellos que se encuentran en las periferias, tendremos que asumir y promover la Nueva Evangelización como un proceso integral del ser humano que ayuda a recuperar la dignidad de los hijos de Dios; buscando nuevas formas de comunicación para el desarrollo; y, como nos alienta el Papa Francisco, “sin encerrarnos”. Él afirma: “Prefiero mil veces una Iglesia accidentada, que haya tenido un accidente, que una Iglesia enferma por encerrarse”. Tengamos siempre presente que nosotros debemos comunicar la Verdad, la Bondad y la Belleza que es Cristo.

Click aquí para leer el mensaje completo.

Fuente:

– Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales

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