para mujeres. Nada más lejano a la realidad. Si bien es cierto que las diversas
historias de este libro están impresas de la intensa sensibilidad y profunda
complejidad de sus personajes femeninos; son precisamente estos dos aspectos
los que podrían hacer sentir rota a cualquier mujer e incluso hombre.
Hecha la aclaración; tan solo habría que añadir que (La) Mujer Rota es un libro
atravesado por la pasión, que por momentos llega al delirio pero que en todo
momento, incluso después de leerlo, nos deja mucho en que pensar.
¿Qué cosas se podrían pensar después de leer (La) Mujer Rota? Desde lo
puramente literario habría que señalar que la variedad de técnicas empleadas:
primera persona, monólogo y el diario; nos permiten acercarnos de tres maneras
distintas a nuestros personajes. Quizá aquí radica la fortaleza técnica de
Simone de Beauvoir. En contra juega que por momentos los tres personajes
centrales parecieran pensar, sentir y decir las cosas de la misma manera.
Desde lo post-literario, aquellas cosas que empiezan a ocurrir cuando se
cierran los libros, el punto central recae en tratar de dilucidar si (La) Mujer
Rota es un libro para mujeres o no. Esta diferenciación pretende respetar el
rol que los personajes masculinos adquieren en todos los relatos: son tan solo
observadores, causas, heridas, enfermedades que rompen con las mujeres; todos
de la misma manera: abandonándolas. La respuesta es para cada uno su propia
verdad.