Estudiantes de la PUCP se pronuncian sobre el proyecto de Colegio de Historiadores
El proyecto para la creación de un Colegio de Historiadores sigue generando rechazo en la comunidad de historiadores peruanos, y la Asamblea de Estudiantes de Historia de la Pontificia Universidad Católica del Perú ha tomado el valiente paso de emitir un comunicado al respecto. En particular me parece valioso que estos estudiantes reconozcan que existe una problemática a solucionar en el campo de la Historia, pero que esta no puede ser resuelta con un Colegio. Si bien esto es una contribución al debate respecto de este tema, a todos nos queda claro que el FPPHP (Frente pro-Colegio profesional de Historiadores del Perú) no tiene interés en dialogar respecto de la existencia del Colegio, ya que se limitan a reclamar que la discusión se enmarque en la forma que el Colegio debería tomar. Y ya sabemos con qué tipo de personas autoritarias estamos lidiando.
El texto original se puede encontrar aquí, y pueden seguir a la Asamblea de Estudiantes de Historia en este link.
Pronunciamiento sobre el proyecto de Ley que crea el Colegio de Historiadores
Los alumnos de la especialidad o carrera profesional de Historia de la Pontificia Universidad Católica del Perú (en adelante, PUCP) han tomado conocimiento del proyecto de Ley N° 1275/2016-CR, presentado el 21 de abril del año en curso por el señor congresista Justiniano Rómulo Apaza Ordóñez, el cual pretende crear un Colegio Profesional de Historiadores del Perú. En este sentido, y después de debatir los alcances el mencionado proyecto de ley –en una asamblea extraordinaria– han llegado a la conclusión de que es necesario pronunciarnos en los siguientes términos:
1. Entendemos la preocupación que ha motivado la presentación del proyecto de ley, esto es, implementar un marco legal que permita regular el correcto ejercicio profesional de los licenciados en Historia y estamos de acuerdo en que todo grupo humano debe tener un mínimo de normas que permita su organización y que pueda relacionarse pacíficamente con la sociedad, más aún cuando se trata de un grupo de profesionales, como lo son los historiadores.
2. Asimismo, entendemos la importancia de un colegio profesional para el fiel cumplimiento de los valores éticos que deben orientar cualquier profesión y como medio para organizar a la comunidad de profesionales de un área en particular, dotándole de voz y presencia ante la sociedad y el Estado.
3. No obstante lo anterior, consideramos que la creación de un Colegio Profesional de Historiadores del Perú no es el medio más idóneo para alcanzar tales finalidades e incluso ofrece una serie de desventajas que repercuten negativamente en nuestra profesión, a saber:
3.1. El requisito de la colegiatura obligatoria para ejercer la profesión de historiador limitaría considerablemente la producción académica de Historia en nuestro país, toda vez que a la investigación, publicación y enseñanza históricas no solo se dedican aquellos que estudiaron la carrera profesional de Historia, sino que se enriquece por el aporte de otros profesionales como los sociólogos, antropólogos, abogados, economistas, médicos, periodistas, etc.
3.2. La creación de un Colegio Profesional de Historiadores del Perú puede ser peligrosa, más aún con una colegiatura obligatoria, pues al impedir la investigación, publicación y difusión de aquellos que no se encuentren colegiados, podría generar una visión poco objetiva de nuestro pasado, creando así discursos históricos que antes que promover el debate científico impondrían posturas “académicas”.
3.3. La comunidad de historiadores es tan pequeña que no permitiría generar un presupuesto adecuado para asumir los costos de un colegio profesional (local, servicios básicos, personal, mobiliario, etc.), lo que finalmente repercutiría en el peculio de los agremiados.
3.4. El proyecto de ley, como está planteado, perjudica a los alumnos que actualmente estudian Historia en el país, toda vez que muchos de ellos obtienen una remuneración económica por realizar trabajos de investigación (en calidad de asistentes de profesores) o son jefes de práctica, labores a las que estarían impedidos de exigirse un requisito como la colegiatura para poder ejercer la profesión de historiador.
4. Como parte de la futura comunidad de historiadores del país, estimamos que antes de que la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso de la República emita su dictamen, convoque a representantes de las universidades en las que se enseña la carrera profesional de Historia, tanto profesores como alumnos, para hacer el debate más horizontal y plural, así como ofrecer argumentos a favor o en contra de las personas a quienes la ley está dirigida y eventualmente regularía. En un auténtico Estado Constitucional la ley debe ser expresión de un consenso genuino entre las fuerzas y grupos sociales y no la imposición de la autoridad de turno, solo en aquel encontrará su legitimidad cualquier norma jurídica.