Las razones detrás de la compra de libros
Tras una muy ajetreada semana en la cual el acontecimiento mayores dimensiones fue la 75a conferencia anual del Association for Asian Studies, realizada esta vez en la ciudad de Seattle, finalmente puedo escribir nuevamente en Bitácora del Tornaviaje. Debido a todo el trabajo con el cual me tengo que poner al día, tendrá necesariamente que ser una entrada muy breve. Todos los paneles a los que asistí fueron muy interesantes y llegué a conocer tanto a académicos prominentes como a jóvenes promesas del campo; espero que haya ocasión de hacer algunos comentarios al respecto. En esta ocasión, sin embargo, haré unos breves comentarios respecto de la cosecha que obtuve en la feria de libros de la conferencia y la lógica detrás de la adquisición en lugar de recurrir al préstamo bibliotecario.
Entre los títulos más llamativos están Motherless tongues: the insurgency of language amid wars of translation, escrito por mi asesor Vicente Rafael, Violence and the state in Suharto’s Indonesia, de Benedict Anderson, y The lost territories: Thailand’s history of national humiliation. Este último en particular, junto con algunos comentarios que me hicieron cuando presenté una ponencia en la Universidad de Cornell me están haciendo interesarme en la retórica territorial tailandesa como para compararla con la de Filipinas, Indonesia, Perú, Bolivia y Chile.
Pero además de los generosos descuentos ofrecidos en la feria (conseguí algunos libros con 50% de descuento, otros fueron gratis), hay otra motivación detrás de mi necesidad de comprar libros en lugar de simplemente sacarlos de la biblioteca de la Universidad de Washington. La cuestión es que, al apuntar a ser un especialista en el Sudeste Asiático basado en el Perú, me he dado una, otra, otra y otra vez con la infortunada realidad de que los libros necesarios para alguien que deseare seguir esta línea de estudio sencillamente no están disponibles en dicho país. Y es perfectamente comprensible: con limitados recursos que a veces no alcanzan para cubrir nuestras necesidades peruanistas, la adquisición de libros especializados en el Sudeste Asiático puede parecer un lujo prescindible. Es en ese sentido que adquiero los libros: eventualmente los he de llevar conmigo a Lima para poder seguirlos usando y quizás para que sirvan de núcleo para la biblioteca de un futuro Instituto Andino de Estudios del Asia-Pacífico o algo por el estilo.
Al parecer ya hay algo similar en Chile, y teniendo el Perú más vínculos históricos con Asia es una lástima que nos estemos quedando atrás en ese respecto. Instituto Andino de Estudios del Asia-Pacífico (IAEAP)… now that has a nice ring to it.