Las experiencias de China y Corea del Sur con la epidemia sugieren que las cuarentenas se deberían prolongar hasta 45 días después de que las medidas de contención hayan logrado imponer un máximo al total de enfermos en cada país. Dado que los contagios llegaron después al resto de países, o que algunos de sus gobernantes se resistieron a tomar medidas más restrictivas, faltaría bastante para ver un final generalizado en las cuarentenas.
En el Perú esto implica que cualquier tipo de medidas para reactivar la economía no se podría implementar eficazmente sino hasta fines de junio, suponiendo que se llega a controlar la epidemia a inicios de mayo. Levantar la cuarentena antes, como planean algunos países, implicaría reducir el costo económico a cambio de muertes éticamente evitables. Mientras tanto se hace necesario tratar de asegurar que sobrevivan las empresas afectadas y para eso también se está recurriendo al estado; sin embargo, parece no haber una adecuada focalización.
No todos los sectores han sido afectados, ni todas las empresas enfrentan las mismas dificultades. No es lo mismo tener 100% de costos fijos que 100% de costos variables, ni es lo mismo vender al crédito y pagar al contado que vender al contado y pagar al crédito. Tampoco es lo mismo hallarse en el sector turismo que en el sector agrícola, ni ser una pequeña empresa que ser una empresa corporativa.