Desde junio decir lisuras en Rusia costará al infractor de 70 a 1500 dólares. Esto porque el presidente Vladímir Putin, no quiere palabrotas de ningún tipo en su país. Para conseguir que sea así, al menos en determinados espacios públicos y culturales, ha promulgado una ley en la que prohíbe expresamente palabrotas en medios de comunicación, teatro, películas, espectáculos, libros, conciertos y obras de arte.
Para lograr que se cumpla su imposición, la ley, que entrará en vigor el próximo 1 de junio, incluye multas en metálico de hasta 2.500 rublos para particulares (unos 70 dólares), hasta 4.500 rublos (unos 125 dólares) para cargos públicos, y de hasta 50.000 rublos (casi 1500 dólares) para personas jurídicas.
La ley también precisa que expertos filólogos serán los que se encarguen de determinar si las palabras o las expresiones empleadas en cada caso son motivo de sanción.
La medida
De esta forma, queda terminantemente prohibido el uso de palabras malsonantes en actos públicos, sean de carácter cultural, artístico o de entretenimiento.
En el caso de las películas en la que los diálogos contengan palabra soeces, la ley prohíbe la concesión de certificados para su exhibición en los cines rusos.
Hace un año Putin ya promulgó otra ley contra el uso de las palabras malsonantes y groserías en los medios de comunicación escritos y audiovisuales.
Por abusar de las palabras soeces en sus informaciones, las autoridades retiraron el pasado año la licencia a la agencia de noticias Rosbalt, aunque sus críticos lo consideraron una artimaña política para acallar un medio crítico con el Kremlin.
(Fuente: http://www.periodistadigital.com/)