El importante lenguaje corporal en una entrevista de trabajo

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En una importante, decisiva  y hasta temida entrevista de trabajo hay un lenguaje corporal de parte del postulante que muchas veces ayuda o desmerece la presentación y, con ello, las posibilidades del entrevistado, tal como la especialista Gianna Tassara lo aborda en su blog ( http://blog.pucp.edu.pe/tassaraconsultores):

Hay tres categorías a tener en cuenta, cuando hablamos de comunicación no verbal:

La primera es la comunicación kinésica, es decir, todo el conjuntos de comportamientos y movimientos del cuerpo, como son los gestos que ponemos, las expresiones faciales que denotan nuestras emociones, el contacto (o ausencia) ocular y la postura.

La segunda es la comunicación paralíngüística, es decir, todas aquellas conductas relacionadas con aspectos que son vocales, pero no lingüísticos, como el tono de voz, una buena vocalización, los silencios, una buena o mala pronunciación, los errores en el habla.

Y la última, es la comunicación proxémica,  conductas ligadas al uso del espacio interpersonal, es decir, el espacio entre la persona que va a ser entrevistada y la persona que realiza la entrevista, como la manera de sentarse o la cercanía.

A continuación ejemplos prácticos

Mantener contacto ocular directo: si en la entrevista se formula una pregunta sobre un tema concreto, el postulante debe mantener el contacto ocular indicando un deseo de comunicación, de atención hacia lo que le están preguntando. Es muy importante mantener la mirada y prestar atención a la interacción.

Sostener un contacto ocular continuo: si ante una pregunta sobre un tema concreto o cuando el entrevistador está informando sobre un tema específico del trabajo, el postulante  aparta la mirada,  dará la impresión de que   rehúsa  hablar sobre ello, o que está disconforme.

Fruncir el ceño o apartar la mirada, es señal de preocupación sobre un tema, y  dará la sensación de inseguridad.

Mirar de reojo o arquear las cejas, indicará que se está dubitativo o quizás sorprendido por una propuesta.

Sonreír, siempre que sea de manera comedida y justificada, ayuda a rebajar la tensión de la entrevista y afianzar la confianza.

Mover rápidamente los ojos, indica mucha excitación o nerviosismo. Se debe Intentar controlarlo.

Inmovilizar los ojos, boca inanimada, es mala señal en una entrevista. Se tiene que participar, responder sin demasiada demora, y mostrarse afable y receptivo.

Encogerse de hombros, muestra incertidumbre o ambivalencia.

Mantener en todo momento una postura correcta: sentado y con la espalda recta, mirando al entrevistador.

Taconear o cruzar y descruzar las piernas repetidamente, indica ansiedad y nerviosismo. Sentarse relajadamente demuestra confianza en la capacidad personal, lo que es una buena señal.

Mantener el cuerpo de frente, o inclinado hacia delante, indica buena  apertura e interés en  la comunicación.

Hablar con voz segura y audible, de manera constante y cálida. Si se habla muy bajo (casi en susurros) dará impresión de inseguridad y poca confianza en sí mismo.

Hablar rápida, precipitadamente  puede ocasionar que lo que se dice no sea entendido. Evitar   demasiada exaltación ya que afecta una buena comunicación.

Recordar  siempre que una entrevista es una oportunidad, y las oportunidades hay que vivirlas de la mejor manera y muy positivamente

 

 

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