Este es un artículo leido en Internet y que aborda un asunto que debe preocupar a los usuarios de las redes sociales.
Las redes sociales han llegado a ser como la Wikipedia de las personas, donde los mismos usuarios ponen información sobre sí mismos y sus conocidos. Pero no todos, ni mucho menos, la controlan y saben administrar su imagen en Internet.
La mayor actividad y participación de los jóvenes en las redes sociales les ha hecho más hábiles también en el uso de las herramientas que tienen a su disposición para gestionar sus datos personales. Los más jóvenes se sienten cómodos a la hora de compartir información porque saben cómo controlar el proceso. Por eso son mejores administradores de su propia imagen en la red.
¿QUÉ SE CUENTA DE MÍ EN INTERNET?
Cuidar la fama se ha convertido en una nueva preocupación de los usuarios de Internet. De lo que la red cuenta de un usuario puede depender lo que una empresa, vecino o amigo piense de él. Según las conclusiones de un estudio llevado a cabo por el Pew Internet & American Life Project sobre la Gestión de la Reputación en Internet, los jóvenes especifican más a menudo aquello que quieren compartir y con quién quieren compartirlo.
El estudio, centrado en “Cómo controla la gente su identidad y cómo se informa de la de otros a través de la red”, concluye que han aumentado las acciones relacionadas con la gestión de la reputación. Los usuarios que buscan información sobre sí mismos en alguna ocasión a través de los motores de búsqueda han aumentado del 47% en 2006 al 57% en la actualidad. Y el seguimiento de los perfiles de otras personas también ha llegado a convertirse en algo habitual.
Las personas más jóvenes incluidas en el estudio (18-29 años) son las más activas a la hora de gestionar su reputación. Tienen más facilidad para dar los pasos necesarios que les permitan limitar la información que hay sobre ellos en la red. Además, estas personas utilizan en mayor medida las opciones de privacidad, eliminan con más asiduidad comentarios no deseados o quitan su nombre de fotografías en las que han sido etiquetados por otros.
Los jóvenes no sólo prestan más atención a la gestión de su imagen, sino que se fían menos de los lugares en los que se aloja su información. Un 28% de los jóvenes encuestados por el estudio contestaron que nunca han pensado que puedan confiar completamente en redes sociales como Facebook, MySpace o LinkedIn. En el caso de los adultos el porcentaje es menor: un 19% entre los usuarios de 30-49 años y un 14% entre los de 50-64.
MOTIVOS PARA SER CAUTOS
Hay buenas razones para ser cautos, algunas de índole profesional. El 44% de los adultos usuarios de Internet han realizado búsquedas de información sobre alguien cuyos servicios se plantean contratar. Por esa razón, cada vez son más las empresas que establecen reglas sobre cómo debe ser la presencia en Internet de sus empleados, pasando de un 22% en 2006 a un 27% en la actualidad.
Pero también existen motivos personales. El 16% de los usuarios de Internet ha realizado búsquedas para saber más sobre alguien con quien ha iniciado o mantiene una relación sentimental, casi el doble que en 2006.
Los usuarios de redes sociales se adaptan paulatinamente al complejo mundo de la gestión de la reputación. El 65% de los adultos han optado por cambiar las opciones de privacidad de su perfil para limitar la información que comparte. El 56% ha eliminado algunas personas de su lista de contactos o ha limitado el acceso de alguno de ellos determinadas actualizaciones. El 36% ha borrado comentarios que otros han escrito en su perfil y el 30% ha eliminado su nombre de fotografías.
Muchos de los encuestados consideran que compartir cierto volumen de información tiene sus ventajas. Un 40% admitió que gracias a ello recuperó el contacto con algún amigo del pasado. Casi la mitad de los adultos, un 48% , confesaron que conocer gente hoy es más fácil porque puedes recabar mucha información a través de la red. Además, un 12% de los adultos que están empleados admiten la necesidad de estar presentes en la red por motivos profesionales.
Algunos de los encuestados admiten que incluso cuando desean estar visibles en Internet no siempre lo consiguen, simplemente por el volumen ingente de información que alberga la red. El 63% de los usuarios afirma que cuando ha buscado información propia ha encontrado algún dato relevante. Pero sólo el 31% dice que en la primera página de resultados de su búsqueda hay algo realmente suyo, y el 62% no ha visto ahí más que información sobre otra persona de nombre similar o idéntico.
DESLICES EN LA RED
Las historias de contratiempos relacionados con la reputación abundan en la red, particularmente entre personajes famosos. Sin embargo, entre los millones de usuarios de la red son pocos todavía, sólo un 4%, los que han tenido malas experiencias causadas por la circulación en la red de informaciones sobre sí mismos no deseadas. Tampoco son muchos, un 8%, los que han solicitado a otra persona que eliminara alguna información suya, ya fuera texto, fotografía o vídeo.
La preocupación por la información existente en la red sobre uno mismo ha disminuido desde 2006. Si entonces un 40% de los usuarios estaban preocupados, ahora son el 33%