Poco trasciende sobre lo que realmente sucede en este país soberano de Oriente Medio, donde impera la escuela jurídica ultraconservadora del hanbalismo que pertenece al islam suní, bajo el curioso prisma de una monarquía absolutista de armas tomar. (Los secretos de los verdugos en Arabia Saudí: temen al ridículo… y duermen a pata suelta tras trabajar a destajo).
Bajo el yugo de la sharia, los sufridos habitantes temen como pocos a la policía religiosa que patrulla por las calles de sus ciudades ojo avizor, para que nadie se aparte de esta ley.
El que osa contravenir sus normas lo paga muy caro: la blasfemia es castigada con la lapidación hasta la muerte. Si se insulta a la religión, mil latigazos o diez años tras las rejas. El robo, es sentenciado con la amputación de algún miembro, y otros ‘delitos’ conllevan la decapitación a espada.
Es Arabia Saudí, el ‘reino de la barbarie’, donde la crucifixión y la muerte por fusilamiento también están a la orden del día.
Así califica al país ‘Daily Mail’, que da cuenta de la emisión esta misma semana del documental ‘Saudi Arabia Uncovered’, grabado en secreto por varios periodistas durante seis meses y que da cuenta del horror que se vive a diario en esos lares.
En el mismo, aparecen terribles vídeos, En uno de ellos se aprecia como es decapitada una mujer birmana llamada Lalia Bint Abdul Muttablib Basim, a quien se le acusaba de haber abusado sexualmente de su hijastra de 7 años de edad, y de haberla asesinado más tarde.
Al parecer, la había introducido en la vagina y en el ano el palo de una escoba, tal y como dio cuenta en su día ‘Rightscoop‘. La ejecución, llevada a cabo en una vía pública de La Meca, es atroz: la mujer suplica por su vida, chillando que es inocente, y el verdugo se las ve y se las desea para llevar a cabo su macabro cometido.
En las imágenes difundidas por el mencionado medio, se puede apreciar este momento, y cinco cuerpos decapitados que cuelgan de dos grúas a la vista de todos, así como otras atrocidades públicas en Riad.